La casa con ruedas (México-Argentina en auto) Venezuela

Maracaibo y Coro, 8 de enero de 2010

Entré a Venezuela flotando. Como por un tubo. Ayer. Todos me decían, pase, pase, pase… Sellé el pasaporte y me quedé mirando el sellito y el oficial de migraciones me dice, vaya señora, vaya, ya se puede ir. Y yo le respondí, ey, recièn llego y ya me estás echando! (No encuentro los quiones de diálogo)
Me llamaron la atención algunas cosas, cualquier cascajo con ruedas anda en la ruta y claro, todo el mundo tiene auto. La gasolina es regalada. Yo llené el tanque con menos de 40 centavos de dólar. Otra cosa es que cuando vi un anuncio de peaje y estaba pelando la billetera, llegué a la caseta y decía 0.00 Bolívares. CERO! Peajes a la mierda. Las rutas son del pueblo y para el pueblo. No están tan mal como algunos me habían vaticinado. En la entrada de Paraguachón, apenas entrando en el país, hay algunos boquetes, ya después hacia Maracaibo no hay, y hoy que viajé a Coro, menos. No hay pozos para este lado.
Ayer dormí en Maracaibo. No llegué a tiempo a internet porque este es un país donde a la gente le gusta hablar y nunca falta un tema de conersación que se torne comprometido y por lo tanto interesante. Enseguida entran en conversación, entramos. Ayer me quedé en la Plaza Bolívar charlando y como se hizo tarde, una chica me prestó el teléfono para que deje tranquila a la familia. Dormí en el Hotel Caribe, muy lindo. Me habían dicho que todo es más caro que en otros lugares de América Latina y… todo depende del cristal con que se mire. A mi el hotel me salió 10 dólares. Habitación individual, con ventilador, tele y piscina. Lindo, y en Maracaibo, la verdad, no encontré opción más barata. No hay hostels, ni dormitorios comunitarios, ni hamacas. Es la segunda ciudad más grande de Venezuela después de Caracas. Ese hotel Caribe está en el centro viejo, el casco antiguo, ahora hay un centro más moderno, el centro nuevo. El hotel tiene estacionamiento. Creo que compensa, entre que la gasolina es un regalo y no hay que pagar estacionamiento extra y lo que es mejor pero mucho mejor que los chicos de la cocina se peleaban por calentarme el agua para el mate y charlar conmigo. Sí,compensa.
Hoy estoy en un hotel bellísimo. Se llama La Casa de los Pájaros. La ciudad de Coro es la que conserva los edificios más entiguos de la época colonial y en mejor estado. Llegué y algo del auto se trabó. Ayer hacía piiiiiiiiiiii por ahí atrás y hoy hizo crok crak crak y no andaba y después marcha atrás y andó pero después otra vez crok crak crak. Roberto arregló todo. Llamó a un amigo, lo vieron y ya lo deben estar arreglando, es la cadenita, o ruleman o no sé qué que va en la rueda de atrás, justo en la que le falta la tapita plateada, porque me la afanaron en el barco, no sé si será por ese motivo pero se me zafó la cadena, viteh.
Mientras ellos me ayudan con el tema de la cadenita y la rueda yo me comí un muchacho!!
Qué ricos los muchachos venezolanos, juájuájuá!!
Un muchacho consiste en dos medallones de carne tierna en una salsita con arroz, patacones, papitas fritas, arepa y ensalada. La ensalada estaba re rica! Bueno, todo, o será que tenía hambre.
El cuarto en Casa de los Pájaros cuesta 5 dólares y como decía antes, no sólo es preciosa la casa, luego sacaré fotitos de ahí, sino que además puedo usar la cocina, tiene estacionamiento, y Roberto, el dueño, es bárabaro, pobre, le caí yo, con el auto averiado y ahí anda él con la llave y haciéndose cargo mientras yo paseo. También hay internet en el hotel, gratis… pero no quise abusar y me vine a un ciber.
Otra cosa que noté ayer, entrando por la ruta, es que para aquellos que no tienen cascajo y como hace mucho calor y para que no esperen el colectivo, la poli para en la ruta a los autos grandes para que si tienen lugar vayan transportando a la gente, estilo botella a la cubana pero no tan apretaditos.
Estoy contenta, más que eso, estoy feliz de estar acá y de haber salido de Colombia, yo lo lamento por algunos colombianos que conozco y que son buena onda, pero para mí pasar por ahí fue un garrón, espero no pasar nunca más por un trámite tan largo, cambiarìa el dicho, más largo que esperanza de pobre, ya no màs, porque a los pobres en Venezuela la esperanza se les acortó y los sueños que venìan de la mano de la esperanza se van haciendo realidad. Ahora el dicho debería ser, más largo que trámite en Colombia.
Seguro que hay mucho por hacer acá en Venezuela. Por ejemplo, cómo regular la popularización, la socialización de la riqueza para que todos queden contentos, cómo hacer para ordenar, organizar, que aquellos que antes no tenían nada y que ahora saben que tienen los mismo derechos que todos, puedan ser parte de la vida de todos pero todos aprendan a convivir en un margen de tolernacia e igualdad?? Cómo hacen los frentes que reflejan antiguos esplendores de una sociedad rica en petrodólares para convivir ahora con el mercadeo popular que inunda la plaza central de Maracaibo?? Es cuestión de organizarse, de ordenar, de enseñarle a los que nunca tuvieron cómo ser parte de esta sociedad, facilitarles la integración, pero en serio, y a los que siempre tuvieron hacerlos recapacitar acerca de la justicia y la equidad, para que acepten que aunque sea normal la desigualdad social, no es lo que corresponde, no está bien. Será una larga y ardua tarea, pero valdrá la pena porque es una tarea por la humanidad, y yo quiero ser parte de todo esto. Bueno, son tantas cosas che, tantas cosas… Che.

Península de Paraguaná, 10 de enero de 2010

Y salimos de excursión. Daniel, amigo y colaborador de Roberto, dueño de la casa de los pájaros, nos llevó en su auto. Fuimos con Katrin, Verónica, dos alemanas y Faruk, alemán también pero medio egipcio. Bordeamos el Sahara venezolano y luego comenzamos la larga y delgadísima hebra, que no es la de Chichí, sino de la del ítsmo de Paraguaná. Nos detuvimos en el pueblito de Adícora, en la costa calma de una villa de pescadores. Desde lejos vimos la superpoblación de flamencos rosados. Después el lago de sal de las aguas violelílatafú, donde Don Victor nos deleitó con sus manjares de pan de horno, de coco, y de canela. Seguimos viaje, bordeando la península hasta el extremo más septentrional de América del Sur continental, el Cabo San Román y luego por los caminos de adentro, a visitar el interior de esta formación extraña que conjuga un equilibrio de artista, quien vea el mapa de Venezuela, adivinará que entre la concavidad del Lago de Maracaibo y la convexidad de la Península de Paraguaná, hay una correspondencia inequívoca y perfecta, obra de arte, indudablemente de la madre naturaleza que la pintó así de un maremotazo.
Dentro de los misterios de la península, caminamos por senderos sinuosos y serranos en una reserva natural en la que cactus vigilantes custodian armados de espinas a los árboles que lloran epífitas, mosquiteros de las hadas.
Ya de noche, pasamos por Santa Ana, antiguo colonial, con la primera iglesia erigida en la zona y que aún conserva su blanco de yeso iluminando la noche con la luna.
Llegamos de regreso a la casa de los pájaros y lo primero que hice fue poner la pavita verde en la cocina para tomar unos reconfortantes mates mientras charlo con ustedes a través del blog y colaboro en la posada atendiendo el teléfono in English.
Mañana a primera hora, mecánico, y si todo sale bien y la rueda yira yira nos vamos para Chichiriviche!

Maracay, 12 de enero de 2010

Ayer fue un fastidio y como el fastidio me desanimó no quise escribir para no ser misiva de mala onda.
Todo fue porque el mecánico, que se jactaba de ser hijo de italianos, como si a mí me importara un pepino o eso me otorgara alguna garantía, además de ser hijo de italianos era bastante pelotudo.
Estuvo todo el día, desde las 8 de la mañana y hasta que todos los comercios de Coro cerraron tratando de quitar la rolinera de la rueda, prácticamente desarmó además de la rueda, el freno; se metió abajo del auto, adentro, me hizo sacar cosas y no podía sacarlo, hasta que yo medio jugando con la ruedita, le dije me parece que se saca así. Y era así. Así que el mecánico me ofreció trabajo de asistente pero en ese momento yo ya tenía trabajo de recepcionista de la posada. Por suerte. Como si fuera poco entre que atendía a los extranjeros, teléfono, puerta, tomaba mates, charlaba con los venezolanos que son bien charlatanes y buena onda, asistía al Bebe, el mecánico, y encerraba a las perras como si fueran mías porque el dolobu les tenía miedo, así andaba, mate y llaveros en manos y llaves de todo tipo, de las puertas de la posada, francesa, inglesa, cruz.
Esta mañana por suerte lo armó y parece ser que puso todas las tuercas en su lugar porque acabo de llegar a Maracay. Estoy muy cerca de Caracas, pero a las 6 de la tarde empieza a oscurecer y como ya sé que llegando a una ciudad metrópoli me pierdo durante hora u hora y media en promedio, prefiero encarar a perderme mañana y para colmo de los buenos colmos, encontré un lugar para parar de lujo. Tengo el auto adentro y un cuarto para mi sola, con tv y agua caliente que hace muuuucho que no tenía, no se justifica porque son climas calurosos, pero viene bien de vez en cuando para una buena refregada de caeja, a caeja noooooo!!!!
Viajé por una ruta espectacular, alternando las sierras y la costa del mar, ruta, autopista en buen estado, con menos de un dólar de gasolina y sin peajes.
Tudo beim.
Espero seguir haciendo changas para sobrevivir y encontrar cauce para mis deseos de ser parte de la vida revolucionaria en Venezuela. Analizo que es un proceso diferente al de Ncaragua donde estuve, o Bolivia donde hace mucho que no voy, es diferente y más complicado porque acá hay dinero y el dinero al final, que podría ayudar, jode. El dinero, que abunda, hace que exista una sociedad especulativa y materialista que los Nicas no tienen porque allá todo es más parejo y van todos por lo mismo porque nadie siente que tiene nada que perder.
Antes, en Panamá, escuché quejas atroces de la ruta que pasa por Valencia, ta gueule! esa ruta está espectacular, los que hablaron, hablaron al pedo, la ruta está buena en todo el tramo Coro-Maracay, muy buena, y la obra que se anuncia sí se ve en el camino que llega, esto lo digo porque esta misma gente gusana, se quejaba de que las obras no llegan, SÍ LLEGAN, se ven las misiones en actividad en todas las rutas y se ven en las ciudades, que hay que hacer siempre más? SÍ, pero que se está haciendo, TAMBIÉN. Así que no jodan. Vamos por más y esto está marchando con fritas.
Y ahora, si me disculpan, me están calentando el agua.
Un abrazo fuerte y con más ánimo revolucionario que ayer.

Caracas, 14 de enero de 2010

Ayer salí con Henry Perez. Fuimos a comer unas arepas impresionantes, con tanto relleno que casi no me la pude terminar. Riquísima. La arepería está cerca del hotel donde me alojé y donde me alojo.
Me acabo de cambiar de hotel. Estuve en La Mirage, ayer,cuando llgué de Maracay me instalé ahí porque el precio me pareció accesible -acá son más caros que en el interior-, 100 Bolívares, y tiene estacionamiento. Sin embargo las empleadas de anoche eran bastante antipáticas, parecían enojadas y aunque tenía Tv y agua caliente que pela, era un ambiente solitario. Los empleados de hoy eran amables, pero ya había tomado la decidión de buscar otra cosa. Así es que esta mañna salí tempranito Lonely Planet en mano y me mudé a Nuestro Hotel, sale 80 Bolívares, más barato, tiene garage, inclusive más resguardado que La Mirage y más ambiente mochilero, además de poder calentar el agua ahí mismo, ya que en el no había cocina.
La ruta de Maracy a Caracas es una autopista de 6 carriles en muy buen estado, ayer lo escribí en un comentario respondiendo a Farid y Fernando en el post anterior. Es muy linda ruta, gratis, tranquila y bordeada de un paisaje serrano muy bonito, mucha vegetación en las laderas.
Llegué a Caracas y contra todo pronóstico de la desorientación que suelo padecer en las grandes metrópolis, me ubiqué enseguida entre el Centro y la Sabana Grande. Hay muchos carteles y ayudan, yo seguí los carteles a la Sabana Grande, ubiqué enseguida la zona de los hoteles, después hay que dar unas vueltas para llegar porque hay calles que se vuelven contramano y Avenidas en el medio, pero al final llegué lo más bien y mucho más rápido de lo que pensaba.
Salí de recorrida, por el Centro histórico, Plaza Bolívar, Catedral, visité la casa donde nació y vivió el libertador y también el Museo Bolivariano, todos los museos son gratis, hoy sigo recorriendo. También tengo que ir a una lista de lugares que sugirió Henry donde él conoce algunas personas y yo puedo tratar de conseguir trabajo. Necesito TRABAJAR. Para la revolución, el cambio social donde sea, y ahora para mí porque estoy seca y no sé cómo voy a seguir andando en los próximos días. Pero voy a seguir, yo sé que voy a seguir.
Entre los lugares sugeridos está el Nuevo Circo de Venezuela, una opción muy
tentadora y que me apasionaría, por supuesto que sí, somos saltimbanquis! Creo que sería un espacio adecuado para detenerme un tiempo, creo que sí.
Henry es un tipo estupendo, geógrafo y estudioso, animado, simpático, muy agradable, estoy feliz de haberlo conocido. Gracias a Urania! Hoy nos encontraremos por la tarde e iré con él a la Universidad.

Caracas, 15 de enero de 2010

Voy al Palcio de Gobernación. Me dijo Henry que hoy hay un informe de gobierno, se junta gente chavista en la Plaza donde llega el Presidente a contarle al pueblo.
Ayer fui a la Universidad de Caracas. El campus es muy amplio y las actividades diversas, además de lo académico, las bibliotecas, los laboratorios, hay gente por todos lados desarrollando alguna actividad cultural. La cultura florece en Caracas como un estallido primaveral. La importancia que este gobierno ha dado al arte y a la cultura se manifiesta en cada cuadra desde la Sabana Grande donde me alojo y todo a lo largo de la ciudad. Murales y mosaicos en los muros, parques enormes con cientos de parejas enfrentadas en partidas de ajedrez.
Ayer visité el Museo de Bellas Artes, la Galería Nacional, la Cinematéca Nacional, el Mercado La Hoyada y el Nuevo Circo de Caracas.
Todas las personas con las que hablo de ofrecer mis servicios en lo que pudiera ser útil al proceso bolivariano me dicen que sí, con alegrí y convicción, pero debo esperar a que haya algo.
Tendré que seguir viaje, mientras sigo esperando una respuesta concreta. No puedo quedarme detenida en Venezuela. Necesito regresar a México lo antes posible para solucionar contratiempos que me quitan el sueño seriamente, necesito llegar antes a Argentina, «con mi casa entera como una rama encendida». Necesito seguir viaje, volando. El cruce del Darién hizo pedazos mi plan, el «muro» de la maratón me paralizó y me está costando recuperarme, a pesar de estar en esta tierra que soñaba conocer en estos momentos de su historia.
No podré continuar por Brasil ni cruzar el Amazonas en una barcaza, necesito regresar a Colombia, cruzar a Ecuador, bajar por el oeste. Es una idea que también me da vueltas. Me cuesta tomar una decisión, ver claro qué es lo mejor en esta mañana nublada de enero. Me gratifica tener agua caliente y una terraza donde sentarme a tomar mates y a lo mejor ser capaz de descifrar la respuesta del viento.
Ahora salgo a la Asamblea y de ahí a Miraflores.

Estuve en el Coliseo, esperando a la Asamblea legislativa a la que arribó el Presidente Chavez para dar un informe. Una masa el pueblo venezolano. Yo con ellos, gritando y discutiendo igual. Me encantó estar ahí. Uh! Ah! Chavez no se va! Increíble. Lo que ha pasado en este país, es irreversible, les guste o no a una minoría clasista y oligarca, lo hecho hecho está y es mucho como para que al pueblo se lo vuelvan a arrebatar y se agache la cabeza. Hay una conciencia espectacular. Hoy hablé con mucha gente ahí. Nos hicimos amigos, camaradas, en un rato, nos despedimos con besos y abrazos. Antes me metí al museo de Ciencias Naturales porque pasé por ahí y había una jurafa envidiable.
Los dejos con las fotos.
Vi diputados y ministros que aparecen por ahí y a Nicolás Maduroooo que me encanta, pero me puse nerviuda y me salieron las fotos de él movidas, snif snif…
Mañana salgo de viaje, según creo entender que es la indicación más favorable, voy para el oeste, por ahora sigo en Venezuela.

Mérida, 17 de enero de 2010

Aclaro el panorama para mis queridos seguidores, compañeros del camino, camaradas de utopías y otras yerbas.
Estando en Colombia y mirando hacia el sur, uno puede dejar volar la imaginación y delirar millones de sendas o ríos para llegar hasta el extremo meridional de nuestro inmenso subcontinente. En ese delirio yo trazaba en mi deseo un puntito rojo, ínfimo, moviéndose a tráves del corazón del gigante, Brasil. Amo Brasil y esta idea la fui modelando a partir de un posible compañero, Rico, que tiene más onda reaggie que aymará. Este compañero, al final, decidió no partir conmigo, pero yo mantuve el entusiasmo apuntando a las junglas misteriosas del gigante.
Bajar por ahí implica llegar desde Venezuela a Manaos y en Manaos embarcarse con auto y todo en dos posibles direcciones, hacia Belem, este, o hacia Porto Velho, sur. Ambos recorridos toman unos 4 días y cuestan unos 500 dólares para el auto y unos 100 para el pasajero.
Como a partir del embarque en Panamá entré en crisis financiera -aunque por algunas changuitas no entré en default- además de haber entrado en una crisis de pánico, por así decirlo, de lo que puede significar la palabra «embarcar» (el auto), me puse desesperadamente a pensar. Tenía que tomar una decisión. En Caracas. En una ciudad donde me he sentido maravillosamente bien, maravillosamente integrada a un pueblo efervescente y encima de todo eso, bienvenida y acompañada. Extraño a Henry.
En esa desesperación, condenada a la libertad sartriana, tuve que elegir. Con dolor, dejar Venezuela, por un tiempo… no me voy a de acá para siempre. En Venezuela hay mucho que puedo y quiero hacer, quiero volver y que sea pronto. (Pero… también quiero volver a Nicaragua… eso es otro tema. No voy a complicarlo ahora.) Volveré a Venezuela y creo que muy pronto. Hay trabajo.
Entonces, pensaba en el embarque, le preguntaba al mapa, miraba los fondos menguantes, sorbía un mate. Bajar por Ecuador significa volver a cruzar fronteras en Colombia. No me gusta la idea. Espero que no vuelva a ser complicado. Tengo que hacerlo por ahí y la nueva perspectiva me entusiasma, ahí está Ecuador, participando también de su revolución socialista, amaneciendo con el ALBA. (Ya vieron el SUCRE?? Ya está en vigencia entre los países del ALBA, imaginensé por un momento si todos y cada uno pensara en el SUCRE como moneda de cambio o de ahorro?? Todos. Espectacular.)
Me entusiasma Ecuador y me entusiasma Bolivia y allá voy.
Hoy estoy en Mérida. Llegué por un camino tan bello, con pueblos tan pintorezcos y acogedores trasponiendo la ruta, que no sabía en cuál detenerme, seguí y seguí y estoy en la ciudad principal de la zona, Mérida. Paro en un hotel super barato y re lindo, televisión para seguir al pie de las noticias, las elecciones en Chile y ese mapa que adoro y del que no puedo asumir la idea de verlo manco, o fragmentado, menos ahora, ahora que hace falta ser un cuerpo y ese cuerpo un escudo al mismo tiempo, tengo baño privado, agua para el mate, una cama cálida, acá hace frío, es la montaña. Ayer subí y subí 2000, 3000, 4000, 5007! El pico más alto de Venezuela y ahora me irá a explorar algunos senderos por los alrededores.
Desde Caracas hasta aquí fueron 790 km. La ruta entre Caracas y hasta Valencia es la autopista de 6 carriles que ya conocía y había comentado, luego es de 4 carriles hasta Barinas y luego se convierte en una ruta de montaña, típica. Todo está en buen estado, salvo algún pozo visible y evitable cada tres o cuiatro horas.
Puse gasolina, 4 bolívares en total.
Estoy contenta de estar acá, estoy contenta de haber sido capaz de lidiar conmigo misma y con mi libertad y haber podido tomar una decisión que en este momento es la mejor. Bajar por el oeste, llegar a Argentina, compartir todos los asados, las polentas, los vinos tintos y los mates que me inviten -invitenmé muchos-. Después volver a México para despedirme definitivamente de Don Quijote y seguir peleando por estas latitudes con los molinos que nunca faltan, pero seguir, hasta la victoria.

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