Los Picos de Europa están divididos en tres macizos: el macizo Occidental o Cornión, el macizo Central o de los Urrieles, y el macizo Oriental o de Ándara. Las mayores alturas se encuentran en el macizo de los Urrieles, el más agreste de los tres, pues catorce de sus cimas superan los 2600 m de altitud, con la Torre Cerredo de 2650 m como techo de estas montañas y tercer máximo de toda la península ibérica. Otra montaña que forma parte de este macizo es el Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu, emblemática en la historia del alpinismo.
Llegar hasta Picos desde Bilbao sin tener coche no es tarea sencilla. Hay salir rumbo a Santander, luego a Potes, luego a Espinama y allí tomar el funicular hasta Fuente Dé para iniciar las caminatas. Los transportes no son fluidos, hay que averiguar bien las conexiones, horarios, y saber si hay corrida ese día ya que, por ejemplo, de Potes a Espinama sólo funciona cuando hay clases.
Salí tempranísimo desde Bilbao a Santander, esperé una hora, hora y media el autobús a Potes, Potes y Espinama y toda esa zona es muy linda para andar, recorrer; son Pueblos de montaña, con mucho encanto.
Llegué después de mediodía a Espinama y me largué a caminar con al esperanza de llegar sólo a Cabaña Verónica, un duomo de metal, construido con la carcaza de un avión y que sirve para pernoctar, pero cuando llegué hasta allí era muy temprano así que continué mi camino.
Bajé Horcados Rojos, con cable, y sumo cuidado, mientras una pareja de franceses, cuyo masculino me aconsejaba no agarrarme del cable sino usarlo como guía, desbarrancó como 10 metros hacia abajo y no pudo seguir andando, debió ser rescatado por un helicóptero. Yo con mi armatoste mochila colorada segui agarrandome del cable, bajé y caminé a Urriellu. Avisé en el Refugio que iba acampar fuera. Fueron muy amables y no había ningún problema para acampar allá.
Ya era la tardecita, caían las sombras de la noche. Fue hermoso. Preparé mi comida con el calentador, mates. Y pasé una noche estupenda. El amanecer fue inmejorable.
Al día siguiente retome el rumbo haciendo un rodeo para ascender ala cumbre de Luego bajé a Bulnes, otro pueblo de cuentos, hermosos, instalado en un rincón mágico de la montaña; y bajé a Poncebos. La bajada esta es fatal.
Quería dormir en Poncebos, pero por allí no hay prácticamente donde quedarse fuera de temporada. Hay dos hoteles con muy mala onda y cerrados fuera de temporada. Mejor es quedarse en Bulnes, aunque no pregunté pero tiene pinta de ser bastante exclusivo. Yo hice dedo y me fui hasta Arena de Cabrales, dormí en una pensión, de paso visité este pueblo, y al día siguiente retomé la caminata para hacer el circuito turístico y muy visitado del la Garganta del Cares. Justo encontré caminantes de Bilbao que habían ido en coche, así que me vino super para regresar con ellos a casa.