La ruta de este día es bien rutera. Salimos por la carretera 561 y después tomamos la 560. El pedalear es placentero. El trazado de la ruta presenta deliciosos desniveles, largas subidas y consecuentes bajadas.
Se pasa por una cascada que no es muy llamativa pero que amerita un breve parate. Disfrutar del rumor del agua y respirar el aroma del lugar. El agua que cae, se escurre por el terreno desparejo formando pozones de agua azul.
Esta es la región de Var, al sur de las Gargantas de Verdon y se destaca, además de por su naturaleza, por su tradicional y delicada porcelana artesanal.
Desde la cascada seguimos hacia Salernes donde no hay camping por lo tanto continuamos unos 5 o 6 kilómetros más hasta el Parque Verdón donde acampamos. El camping nos costó 10 euros. Los baños son lindos y limpios. Es un predio enorme en medio del bosque. Se respira pino.