Playa del Coco, 20 de noviembre de 2009
No es alucinante y mucho menos el paraíso anunciado. “Si esto es el paraíso cómo será el infierno” (hombre en un tren dixit).
Crucé la frontera. Dejar Nicaragua fue un tanto desgarrador. Casi, casi me quedo un día más, casi, casi me cargo un “nica” y dejo el bombo murguero en su lugar.
Anoche charlamos largo y tendido con Karolina, la alemana que viene recorriendo las Américas en su moto. Dice que las fronteras de América del Sur son menos complicadas y gratis. Lo de hoy fue un suplicio.
Post charla y trasnoche, con Karolina y otros viajers gringos, el ruido del mar tan cerca de la ventana me dio insomnio. Qué fortaleza la del mar y yo que escuchaba romper las olas pegaditas a mi ventana, traspasado la ventana, adentro de la habitaión, y no le había puesto el chaleco salvavidas a la autita y me la imaginaba naufragando en un tembladeral de arena, caracoles y marea va y marea viene. Dormí y me desperté a ese ritmo, al ritmo de las mareas.
Pero la mañana empezó bien, Paúl, el muchacho del hotel -va foto-, me esperaba con el agua calentándose porque se había acabado el garrafón del dispenser y dice que él pensó, esta María se va levantar con su deseo de mate, así que ya tenía la pava en el fuego. Charlé mucho con él, es joven, revolucionario y lindo y toma mate! Hablamos del progreso lento pero seguro que preveen los cambios que está llevando a cabo el FSLN en el gobierno, de que el gobierno del frente no es hablar solamente de Daniel Ortega, que hay mucha gente joven, según él, toda la juventud de Nicaragua y los universitarios como él, trabajan para facilitar que lo que se está dando tenga continuidad, por eso hay que facilitar la reelección. Mañana habrá una marcha importante en Managua. Con reelección o no reelección el pueblo es el que vota y el que elige, a qué temerle, por qué nadie teme a la tercera reelección de Uribe?? Porque no molesta a los empresarios. Porque no reparte las ganacias entre todos sino entre unos pocos. De todas estas cosas apasionantes charlamos con Paúl y daban ganas de seguir pero me fui (y no me lo llevé).
En la frotenra, si la otra vez entrando a Nicaragua casi me desarman el auto, juro por lo que más quiero que hoy, me lo desarmaron. Primero me hiceron bajar aboslutamente todo, hasta el estandarte de la murga Pura Lata, todo. Me prohibieron sacarle fotos al poli. Desarmó los focos traseros, desarmó los plásticos que van a los costados del baúl, desarmó los asientos, todo!!!!!! Solamente mi auto, entre una multitud de camiones aterradores, en un lodasal de tierra, barro y pozos. Después hicieron entrar a ese playón a una camioneta con un matrimonio mexicano cincuentón que venían de Guatemala. Pobres… Tenían un susto…
Migracioanes, pasaporte, entrada y salida mía, bien, fácil.
El trámite de aduana engorrosísimo y horrible.
Primero con un agente de aduana que andaba de remera azul, después con un policía de camisa celeste, el policía me dio un papelito y me mandó al playón de inspección. Previo a ésto, el de remera azul y el de camisa celeste, ya me habían hecho abrir todo, pero no bajar los bultos. El otro, el tercero, de remera negra en el mugroso playón, me dijo: tiene que desocupar absolutamente todo el vehículo. Después ya inspeccionado, le pusieron un sello al papelito y me mandaron con uno de remera lila, me hizo llenar un papel con lo datos del auto, me mandó a comprar un seguro para entrar en Costa Rica que cuesta unos 15 dólares -es lo único que hay que pagar para entrar en Costa Rica- y me hizo sacar una fotocopia de la hoja recién sellada del pasaporte; ese me mandó a otra ventanilla donde una mujer me dio el permiso para entrar a Costa Rica. Todo me tomó cuatro penosas largas horas. Es molesto encontrar las oficinas, las ventanillas, dar con el empleado indicado para hacer el paso burocrático indicado. Y encima sacarse de encima a los que te quieren ayudar por lo que quieras darles de propina y que después te sacan mínimo 40 dólares cada uno, con la única ventaja de que esllo saben por qué ventanilla pasar, y como los conocen y reparten la mordida te atienden más rápido, pero de la inspección no sé si zafaba, por ahí si coimeaba a alguno, qué sé yo, pero yo firme, loco, al frente con el Frente, como dice el spot nica. Ya fue. Fue un bajón, pero pasé.
Entré a Costa Rica y encaré al camino de las playas de Guanacaste. En el camino que no son más de 100 km me pararn tres veces para pedirme los papeles, me tienen harta la verdad y recién llego (salí a las 9 de la mañana y son las 6 de la tarde si es que no cambió la hora). Al tercer poli casi se lo revoleo al permiso y al pasporte. Además los tres me hiceron abrir el auto, el baúl, gggggggggggggrrrrrrrrrrrrrrr y yo con Mozart al mango, no los quería escuchar más. El segundo me dijo, puede bajar un poquito la música? Es Mozart le contesté yo, no te gusta? Y mietras él miraba los papeles un idiota alzado desde una camioneta me tiraba besitos, pendejo pelotudo, le grité. Juájuájuá!!!!!!
Entré a Playa del Coco y no me gustó. Está sucio es un terraderal y todos los lugares donde pregunté para dormir me parecieron caros. Así que me fui a Playa Hermosa y pará qué, más caros. Unos hotelitos de mierda, tipo cabañitas, cabinas le dicen acá, por 25 dólares, una quería 25 dólares sin baño. Mandé a todo el mundo a cagar a los yuyos, busqué un camping, uno solo encontré, en Playa Hermosa, a 3000 colones (1 dólar es 515 colones, según la cara…) en medio del terraderal, pedregal y nada por aquí nada por allá, así que encaré la vuelta a Playa del Coco y acá estoy, en una habitación GRANDE, con dos camas GRANDES, enfrente del mar, con TV y baño por unos 17 dólares, es una guasada, pero me puse a dieta.
Mañana me voy a Samara donde vive mi amiga Lucy. Creo que podré acampar en su patio. Si Costa Rica, el paraíso prometido me sigue cobrando derecho de paso a 10 dólares por km cuadrado me voy cuanto antes y el paraíso que se lo metan en el culo de Adán y Eva, a mí me pachounvohue, yo creo en la teoría de la evolución de Darwin y en los duendes.
Lamentablemente mi estado de ánimo no me permitió encontrar el humor necesario para documentar e fotografías el cruce fronterizo y cuando quise hacerlo el poli me cortó en seco, terminantemente prohibido.
Playa del Coco, 20 de noviembre de 2009
Costa Rica va tomando color.
Me levanté temprano, tomé unos matecitos en la terracita y salí a caminar por la costa, el mar se había llevado la mugre que había ayer en la tardecita y con la luz del día y la arena límpida se veía bello.
Caminé por una amplia bahía, hasta donde se cierran los peñascos.
Después fui a cambiar euros, los cambié en un supermercado porque hoy es sábado y los bancos están cerrados, además Playa del Coco, no es un pueblo muy grande, ni muy comercial. Me los pagaron muy pero muy bien. Acá manejan colones y dólares como si fuera moneda nacional. Pero bueno, tuve suerte con los euros.
En un momento parto a Samara. Lucie me espera con alegría.
Ya les contaré cómo me va de ruta, hoy le mando Carmina Burana como para enloquecer. Si me paran bueno, jode, pero zafa, el tema es cuando me hacen bajar todos los bártulos y el bombo murguero y las castañuelas y el repique empiezan a quejarse, es un bochinche bárbaro.
Reconozco, con las dos manos en el corazón que me afectó el contraste, que me enamoré de Nicaragua y el cambio fue drástico ayer, pero uno le va a encontrando la vuelta, el panorama se va aclarando y estar en el camino, es a lu ci nan te, eso ni dudarlo.
Sámara, 21 de noviembre de 2009
Estoy en casa de mi amiga Lucie Angers. Nos conocimos en Guanajuato. Ella vivió en mi casa cuando fue a estudiar espaniol -no enies, no acentos- hace como 5 anios. No nos habíamos vuelto a ver y por esas cosas de la vida, pocos días antes del fin de octubre me contacto en facebook. Vive en Samara (esdrújula con acento en la primer a), región de Guanacaste en la península de Nicoya. Entre la ciudad de Nicoya y la playa de Samara, la ruta es angosta y la envuelve un verde exuberante que excede su gama a dorados y rojos. Iba sacando fotos a diestra y siniestra, ya casi llegaba al pueblo, y en un cruce de caminos veo a Lucie en la camioneta! Ella salia para la playa, llevaba el celular porque yo la llamaría y se detuvo en el cruce para esperar que pasaran los autos que venían por la carretera principal. Vio un auto rojo, y dice que pensó, seria mucha casualidad que esa fuera Maria. Era yo. La reconocí al toque. Y vos que haces aca? Le pregunte yo. Vivo acá, me dijo. Vinimos a su casa, dejamos mi auto y nos fuimos en su camioneta a la playa. La casa es espectacular, me encanta, esta llena de luz, separada de la urbe, rodeada de jungla y termina en un río. Ella misma la dibujo, la disenio, busco el arquitecto, el maestro mayor de obras y controlo la edificación. No se dedica a eso. Trabaja en una escuela de idiomas que fuimos a conocer, esta frente a la playa, casi en la playa misma, es colorida y se ve llena de vida y de proyectos frescos. Pasamos la tarde al sol, caminando en la orilla, tomando mates, adentro del mar. Conoci a sus amigos, charlamos, comimos frutas con helado y después fuimos a Playa Carrillo a ver ponerse el sol.
Me paseo un poco por aqui un poco por alla y despues armamos una cena con ensalada variada y pan casero que ella hizo esta maniana.
El pan no lo amasa, mete los ingredientes en una maquina con un timer y la maquina lo hace solo. Esta maniana a las 7 de la maniana, tal como lo programo tenia el pan casero hecho y calentito.
Yo me alojo en un departamentito, esta pegado al suyo, lo piensa alquilar pero por ahora esta desocupado. Acá todo el mundo con quien hable hoy, me dicen que me queden un poco, mas de el jueves hay una fiestonga y les gustaría que estuviera… El lugar es muy lindo, la temperatura perfecta, las personas que conocí resultaron agradables y simpáticas, el mar un encanto y Lucie también, una alegria volver a encontrarnos. La pasamos realmente bien. Charlamos mucho, cosas de la vida y nos entendemos.
A la que no entiendo muy bien es a la Macintosh… asi que espero disculpen cualquier edicion chueca y sobre todo la ausencia de acentos y lo que sea.
Samara esta bueno, casi, casi se parece al paraíso, todavía no me atrevo a aseverarlo… quizás unos días de relax, “pura vida” -como dicen aca- vengan bien.
Sámara, 22 de noviembre de 2009
El encanto de la naturaleza. Calor, mar, jungla, río… La vida en Sámara no es complicada. Por qué hay quienes insistimos en complicarnos la vida? La mayoría de las veces tratando de inmiscuirnos en problemas ajenos.
En esta ciudad nunca hace frío. El agua es pura. El aire es puro. No se necesita abrigo. Hay frutas en los árboles, peces en el mar, camarones cerca del río.
Esta mañana, antes que Lucie se levantara fui a tomar mates al río. Llegó Chavelo, el vecino, la rasta más corta le llega a la rodilla, se dio un baño en el río con su perra Leona y se acercó a charlar. Me habló de las plantas, de las flores, de la medicina natural… La gente sonríe, es amable. Nadie sabe nada de lo que pasa más allá de Nicoya, Guanacaste o la marea pacífica. Me doy cuenta que soy una adicta incurable a la noticia. No hay noticias. Sólo la versión de CNN en español en la TV por cable. En un café encuentro un diario. Son las 5 de la tarde. Nadie lo abrió todavía. Lo despliego con ansiedad. Leo que el colisionador de hadrones fue reparado y puesto exitosamente en marcha, que el Pepe Mujica es con alta probabilidad el presidente de Uruguay en la segunda vuelta, que en las marchas de ayer en Nicaragua todo estuvo tranquilo, 50 mil opositores marcharon en la mañana y 300 mil partidiarios del frente lo harían -usa potencial- en la tarde. Leo con avidez mientras las chicas toman algo fresco y hablan en francés con la dueña del café. Las chicas son Lucie y Sophie, una estudiante de trabajo voluntario que se quedará aquí un tiempo.
Dicen que Sámara tiene un imán. La gente viene por una semana o por dos y se queda años. Yo dudo que me atrape, culo inquieto… no digo nada. Lucie vino a estudiar español por 4 semanas y eso fue hace 4 años. Fue a Canadá, dejó a un novio de 15 años, vendió todo y se hizo esta casa acá.
En el supermercado venden yerba mate… hay varios argentinos. Hay gente de todas partes. Se vive, no es complicado. No es una ciudad grande, todos se conocen, se saludan, charlan. Hay muchos francofones y hay “ticos”, la convivencia parece amena.
Después de mi amanecer ribereño, volví a la casa. Lucie preparaba crêpes para el desayuno. Crêpes y mates. Salimos de excursión. Vamos en su camioneta, más apta para estos caminos de piedra y jungla surcados por ríos esporádicos. Encontramos a Sophie en el camino y subimos las tres, caminando, a un cerro desde cuya cima es espectacular la vista de la costa y el mar inmenso fundiendo sus azules con el cielo en el horizonte. Bajamos a Playa Izquierda. Una playa de piedra clara y desierta. Acampamos al sol, un rato… y retomamos otros senderos de junglas, zopilotes, hongos naranjas, libre albedrío de árboles, lianas, ramas, troncos desordenados, naturaleza a su antojo y la mariposa azul, símbolo de Costa Rica. Una belleza. Fuimos a otra playa y cuando la tarde se desmayó como el fuego, roja como las brasas del carbón sobre el montículo de peñascos que nos cierran la bahía, volvimos a casa y yo hice unas pizzas.
Gracias a la Vida que me ha dado tanto. La Vida merece algo a cambio. Me mueve ser parte de cambiar algo para mejorar la calidad de Vida de los grupos humanos. No puedo extraviarme en el paraíso. Es Bueno ver la Belleza. Lo Bueno y Bello Platónico.
Sámara, 24 de noviembre de 2009
Detenida en Sámara. Ayer cortaron la luz en la casa. Lucie dijo que era normal, lo que no fue normal fue amanecer hoy todavía, después de casi 24 horas, sin luz. La pagaste, le pregunté. Y no. Se le había olvidado. En este sitio de calor tropical y mansedumbre, la gente no se hace mucho problema por nada. Se tira al fresco de las hamacas y las palmeras y ahí permanece. Es tentador para leer, tomar mates… ellos normalmente no leen, y no toman mates… sólo contemplan y a veces se levantan a hacer algo. Ellos dicen “pura vida”. Nada más.
Ayer no supe nada de lo que hubiera sucedido en el mundo más allá del río, la costa y el camino que cruza por el puente y lleva al pueblo pequeño. El pueblo es un campo de fútbol y alrededor, la iglesia, la escuela y algunas casas. Caminé por la orilla del río, por adentro del río, debajo de árboles frondosos que provocan vértigo con sus sombras inmensas en el agua, en el espejo del agua se extravía la dimensión de la realidad. Uno viaja. A otras dimensiones. Hay duendes. Las raíces como brazos largos y fuertes se retuercen en la orilla, los monos arriba acróbatas de rama en rama.
La casa de Lucie es un museo en proceso de organización. El container con sus cosas desde Canadá llegó hace dos semanas. Es una aventura recorrer los rincones y abrir las cajas. Hay maravillas exóticas de Tailandia, Bali, Indonesia. Ella y su novio se dedicaban a eso. A viajar y comprar al por mayor esas increíbles obras de arte anónimo. Tallado minucioso en la madera. Esas manos que lo hicieron. No se puede creer que hayan sido dedos humanos. Dedos humanos guiados por la magia o una intención divina.
Hoy es otro dia de relax. Vine al centro de Sámara. Acompañé a Lucie a su trabajo , yo a cumlir con las novedades y la adicción comunicativa. Y ahora me voy a la playa con alfguna fruta en la bolsa.
Si hay luz más tarde les cuento.
Un detalle, la gente en Costa Rica, se trata de USTED. Todos! Dice Lucie que tuvo un novio que un día le preguntó, USTED quisiera hacer el amor…? juájuájuá!!!
Sí hay luz. Agrego: fotos de la escuela de idiomas Intercultura, playa con cielo plomizo y nubes densas y deseosas de desatar musical llanto. Imágenes de la jungla desde la pequeña terraza de la casa, suficiente para ver los bambúes que superan a las copas frondosas y en las noches sin neón, a las estrellas.
Nosotras comimos lentejas, o las comes o las dejas, y nos dedicamos a la decoración de interiores. Tengo libros para leer, en francés. Empiezo con Biologie et structure de Henri Laborit. Une étude de bases biologiques actuelles du comportement humain montre pourqouoi et comment celui-ci est entierment dominé par les jugements de valeur et une sémantique inadapté. Tout étant lié, de la physiche moléculaire á la sociologie et á l’économie politique… etc… Pura vida.
Sámara, 25 de noviembre de 2009
Caminata por la costa en dirección a Playa Carrillo. Bolso con frutas y libros varios, frutas tropicales y libros en francés. Antes de alcanzar el segundo pueblo de las riberas pacíficas, lluvia torrencial. Una casita pequeña y blanca me dio refugio por un par de horas. De regreso, los ríos se sumergen en el mar en torrentes.
Leí el diario en la escuela, en un aula de puertas invisibles, enfrente el mar.
Parto en un par de días. Llevé el auto a controlar el aire de las ruedas. A “la bomba”. La bomba es la estación de servicios. Creo que hay una rueda que está dando suspiros, suspiros a las chicharras del calor, o bufidos de aburrimiento, malcriada acostumbrada a rodar.
Mañana hay pavo. No me gustan las fiestas. La soledad me ha vuelto antisocial y antipática. Voy a experimentar, observar a un grupo social festejando algo de lo que reniego. Seguramente disfrutaré sin reparos el pavo que Lucie prepara relleno de pan y cebolla, embuido en cerveza negra.
Sámara, 26 de noviembre de 2009
El pavo, los pavos -fueron dos- estaban tiernos y sabrosos. Lo mejor fue la recepción ofrecida en casa de Lucie. La sensación de que la bienvenida a los amigos estaba preparada de todo corazón. Entre los amigos, tres argentinos.
Ayer monté la nave hasta la bomba, la gasolinera. El aire está bien. La burbuja respira, se inflama de felicidad como si también tuviera un corazón para ofrecer.
Hoy salimos. Rumbo sudeste, a los altos valles costarricenses y en dirección a la costa del Caribe. Por ahí nos encontramos compañeros de utopías.
Ajuela, 27 de noviembre de 2009
Dejar a Lucie fue un desprendimiento difícil. Estos días de los que perdí la cuenta porque no fueron pocos pero tampoco me parecieron muchos, tan juntas, como buenas vecinas. Nuestros saludos de buenos días, nuestras charlas y el mate, siempre el mate. Qué rico. Fueron días de sosiego. Días de distendimiento y también de alegría y también de novedad, no cualquier mañana uno abre los ojos y tiene un mapache colgado de una rama espiando por la ventana del cuarto. O colgás la ropa y una mariposa azul surge por sorpresa entre los pliegues de la sábana y eso es una imagen real, una imagen insólita y sin editar, en crudo.
Acarrée el desparramo de cosas de una casa a la otra, de la otra al auto y fui a Intercultura a despedir a Lucie y los chicos de la escuela, fueron abrazos y besos de esos que no se van del todo porque un poquito del otro se queda pegado en uno y uno siente que viceversa.
Me acomodé en la nave previo revisar las ruedas. El hediondo pendejo de la bomba de Sámara me dijo que las dejaba en 30, pero mi burbuja y yo somos culo y calzón, yo me daba cuenta que la colorada saltaba mucho, el pelotudo le había puesto 40 libras, bessshhtia! Las bajé, cargué gasolina super costarricense, una garcha, la deben rebajar con kerosen o agua, cuesta más cara, 640 colones el litro, recordemos que un dólar es 550 colones y aunque cara, no rinde, se evapora, debe ser agua…
El camino en principio es muy lindo entre Sámara y Nicoya sobre todo, confío en los carteles, por ahí abundan por su ausencia, así que dos veces giré alrevés y bueno pegué la vuelta, me doy cuenta a tiempo y sino igual llego a otro lado.
La carretera principal es fea. Será la interamericana o panamericana, pero no es una autopista, ni sueñen, la ruta 9 de Argentina o las autopistas en México son un lujo al lado de esto. Y a pesar de, se paga, poco pero se paga. Recuerdo que en Honduras en un tramo pagué, pero era un billar donde se podía circular de a cuatro y en Nicaragua no pagué nunca y había algunos pozos pero en general se circulaba bien. Acá el pavimento está bastante bueno, no hay muchos pozos, pero es angosta y hay demasiados autos para circular en el tan poco ancho de la mal llamada autopista de solamente dos carriles, uno para ir y otro para volver con una raya amarilla pintada al medio. Demasiados caños de escape resoplando CO2 y ahogando pulmones y clorofila, demasiados embotellamientos. Un buen tramo, antes de llegar a San Ramón y todo después de San Ramón hasta San José, es una amansadora, hay que ir a 20 km por hora. Por lo demás los Ticos conducen normalmente a 60, así que en la montaña hay que hacer cola, yo aprovecho a tomar mates. Como si fuera poco, los camiones llenos de guayabas, sandías o cerdos se quedan en la vanguardia y no se pueden rebasar porque siempre hay otros camiones enfrente, pero se aprende, se hace poco a poco, y a menudo el paisaje frondoso acompaña y Mozart también.
Pasé y entré a San Ramón y desde un teléfono público llamé a Martín Morello. Quedamos de encontrarnos en el estadio para tomar unos mates. Pregunté dónde era el estadio y me indicaron, pero creo que entendí mal porque agarré justo para el otro lado. Consecuencia, nunca llegué al estadio, llegué a un caserío, barrio, pueblito precioso que se llama La Cima, como su nombre lo indica, justo enCima de la montaña. El aire fresco, húmedo, el bosque… pregunté si por ahí era el estadio… me miraron raro… el estadio?? Cuál estadio?? El de San Ramón, donde juega Martín Morello, es argentino, de San Pedro, como yo… Uno de los hombres a los que pregunté se puso la mano de viscera y miró allá lejos y hace tiempo… aaaaahhh… vaya de ladito mi amor (acá y en Nicaragua todos te llaman “mi amor”, o “reina”) siempre de ladito -el hombre hacía el ladito con la palma de la mano- siempre al norte. El norte? Dónde está el norte? Necesito a Martín -Murzone en este caso- él nunca se pierde. Me fui de ladito y aparecí otra vez en la abultada carretera de camiones, la inter-pana-mericana así que retomé el camino al sudeste y ahí me di cuenta, que el norte iba quedando atrás.
Tenía que avisarle a Martín Morello. Lo dejé pagando en el estadio. Busqué un teléfono público y no andaba con monedas, así que un chico que estaba ahí me prestó su tarjeta para que llame y bueno, esta vez con el futbolista argentino, de San Pedro igual que yo, no nos encontramos. Ya el cartel de la ruta anunciaba Palmares, próximo pueblo, lo que significaba que entre subir y bajar de La Cima había hecho como un atajo y ahorrado caravana de tráfico. Otra vez la caravana, a 20 km por hora y yo mate y mate. Llegué a Alajuela oscureciendo. Busqué el hostal que según la Lonely Planet es de unos artistas que hacen mosaiquería, pintura, escultura. Me encanta! Es de lo más barato que hay acá, cuesta 12 dólares -Costa Rica es más caro que los otros países- La decoración, la ambientación y el recibimiento de Carlos, fenomenal. Hay unas pinturas muy interesantes, la mosaiquería estilo Gaudí buenísima y delante del hostel trabajan ellos, los artistas y hay un cuadro de bienvenida con el retrato del Che.
Atrás el patio, lleno de plátanos y otras doñas verdes y la cocina. Dijo Carlos: -para que calientes el agua de tu mate.
Lo inaudito, antes de encontrar el hotel fue preguntarle a quinientas personas: -Sabe cómo se llama esta calle?? Esta, la que usted habita, en la que usted trabaja??!!
Nadie sabe en qué calle está parado!!! Pueden creer eso?? Hasta a un taxista le pregunté y me dijo al revés. Ahí fue cuando dudé quién se equivocó con la explicación de dónde era el estadio.
A pocos km de la ciudad de Alajuela se encuentra el Volcán San Pedro Poás, el camino es pavimentado hasta la cima, así que mañana antes de seguir rumbo al mar Caribe del oriente me mando. Tengo que salir temprano. Debo dejar el auto en un parqueo separado del hostel porque dicen que acá autos y de los autos se roban todo.