Buelta bat! Una vuelta por el País Vasco

El País y el Pueblo Vasco se destacan por muchas cosas que lo convierten en un País y un Pueblo digno de ser visitado. No sólo por sus paisajes tan rocosos como eternamente  verdes, un contraste y una armonía que superan la curiosidad de cualquier viajero, sino por su historia, cuyos orígenes se remontan a un pasado tan antiguo que la mayoría de los estudiosos se rinden ante la evidencia de que, ir más allá en el tiempo, resulta imposible; lo mismo ocurre con su idioma, raro, diferente a todo, con extrañas similitudes a las lenguas caucásicas. Un pueblo de montaraces y marinos, entre la montaña con sus laderas bucólicas de caseríos de piedra y ovejas, y el mar con los pescadores y las traineras. Hay misterios en este pueblo y en esta tierra y, a pesar de haber vivido aquí dos años ya, siento que me falta tanto por descubrir!

Esta vuelta los invito a eso, a una vuelta. Una vuelta para que aprovechen los que llegan con poco tiempo, los que pasan de paso, porque ya que andaban por Francia o España… En esta vuelta que pueden darse en una semana o diez días, propongo cinco excursiones con las que pueden armar un itinerario variado para que, no sólo se lleven un poco de esta tierra tan generosa y buena como auténtica, sino para que no puedan resistir el deseo de volver. Vamos entonces a un paseo adictivo y subliminal por Euskal Herria, ongi etorri, bienvenidos!

Arrancamos desde Bilbao. A Bilbao se puede llegar en avión, el aeropuerto es pequeño pero muy cómodo. Está a unos 10 kilómetros de la ciudad. Hay autobuses de la empresa Bizkaibus, que, desde las 5.15 hasta las 22 hs. cada 15 minutos hacen el trayecto entre el aeropuerto y el centro de la ciudad. El precio del bus varía dependiendo si ya se tiene la tarjeta barik o no, entre 1.45 a 3 euros. La tarjeta barik es una tarjeta plástica, de transporte, que puede adquirirse en las estaciones de metro o en los estancos de Tabacos. La barik sirve para viajar en el Euskotren por todo el País Vasco,  para los buses y metros de Bizkaia, para el transbordador del Puente de Bizkaia, para el funicular de Artxanda, para el tranvía y para Renfe local. Es recomendable ya que, con la barik, los boletos cuestan la mitad, y la barik sólo cuesta 3 euros y pueden utilizarla, a una misma tarjeta, 10 personas!

Hacemos base en Bilbao porque yo vivo aquí y es un buen punto para iniciar los siguientes recorridos, para mí, Bilbao, o Bilbo, es el corazón del País Vasco. La ciudad es linda en sí, y sus alrededores también. Da para mucho, para lo urbano y para lo natural. Si uno se hospeda en Bilbo, es fácil trasladarse en metro o tren o bus para aquí o para allá, no es una ciudad que apabulle, sino que es más bien tranquila, y está repleta de parques y bancas y malecones para caminar por ambas márgenes de la ría, el Nervión, y senderos balizados para, en menos de media hora, desaparecer de la ciudad y estar en el monte. En el País Vasco, cuando hablan en castellano, le dicen «el monte» a «la montaña», en euskera, «mendia».

Hay bastante para recorrer en la ciudad de Bilbao y sus alrededores. La Oficina de Turismo está a pocas cuadras de donde termina el Bizkaibus que nos deja del aeropuerto en Playa Moyua. Allí en Turismo Bulegoa, nos podemos hacer con un mapa de la ciudad y folletería e información de lo que hay y está pasando durante nuestra visita. Bilbo es cultural, hay museos, teatros, centros culturales, eventos, fiestas populares.

En esta vuelta que apenas empieza, recomiendo dedicar dos o tres días a Bilbao. Podríamos considerar el primer día, enseguida de nuestra llegada, y otro, y también los ratos libres entre que vamos y volvemos de las visitas a otros pueblos o regiones.

  • Excursión 1 – 2 a 3 días

-Zumaia o Deba-yacimiento geológico del flysch

-Donostia

-Irún-Hendaye (noche)

-Donibane Lohizune (San Jean de Luz)

-Sare-Zugarramurdi-Ainhoa-Urdax (Pottoka bidea-ruta de las potokas)

-Elizondo-Iruñea (Pamplona)

Antes de arrancar de Bilbao tenemos que decidir si haremos el circuito a pie o en bicicleta. Ambas opciones son posibles. Con mochila o con alforjas y bici, tomamos el Euskotren, utilizando la barik, en dirección Donostia. Este tren se puede tomar en la estación Zazpikaleak-Casco Viejo, como lo indica su nombre, en pleno Casco Viejo de Bilbao. Pueden consultarse previamente lo horarios en https://www.euskotren.eus/en normalmente hay cada hora, pasando por Zazpikaleak-Casco Viejo a las y ’58. El tren es más lento que un Bizkaibus, pero es agradable y cómodo y podemos llevar la bicicleta sin problemas. En poco más de hora  media -hora y 45-  estaremos llegando a Deba.

Podemos bajar en Deba para visitar esta ciudad, estación del Camino de Santiago, y ver el flysch partiendo desde aquí. Desde Deba, además de la excursión propuesta, se podría optar por otros caminos, distintos, hacer otras cosas. Por ejemplo, seguir las marcas del Camino de Santiago hasta Markina Xemein, o en dirección opuesta hacia Zumaia, desviándonos de Santiago para acercarnos de cabeza al acantilado del flysch. Pero si camináramos de Deba a Zumaia para ver el flysch nos demandaría casi toda la jornada, así que en esta vuelta, el consejo de quien escribe es seguir hasta Zumaia que está a los pies de dicho acantilado. Si vamos en bici y decidimos bajar en Deba, tomaríamos la carretera que viene de Mutriku, y, por esta carretera, seguir a Zumaia, y pasar de largo directo a Donostia. O regresar en reversa hacia Ondarroa y Lekeitio.

En nuestro caso nos conformamos con ver Deba desde la ventanilla del Euskotren, seguimos hasta dos paradas más, a Zumaia. Otra opción sería bajarnos, pasear una hora por Deba, y tomar el siguiente tren.

Desde la estación de Zumaia buscamos la dirección a la ermita de San Telmo. Pasaremos por la Oficina de Turismo donde podemos pedir más información si hace falta. Cruzaremos algunas calles típicas del pueblo, en subida, dejaremos la gran iglesia de Zumaia atrás. Hay señalización hasta la ermita y, después, hay varios senderos que bordean el flysch e incluso hay sogas para descender por el acantilado hasta el costillar de la tierra. Importante antes de salir revisar horarios de marea. Es imprescindible para disfrutar el flysch, calcular el tiempo de viaje y estar allí durante la marea baja, sino las olas del mar serán telón de cierre del espectáculo geológico.

Un flysch es una formación geológica de capas alternadas de sedimento de distintos tipos de roca. Este flysch que visitamos es el más relevante del planeta, al verlos estaremos mirando una fotografía de la historia de la corteza terrestre, nos remontaremos al cretácico superior, hace cien millones de años, o al periodo terciario, sesenta y cinco millones de años. Son miles y miles de hojas de rocas de distinto tipo y dureza de sedimentación. Un gráfico tridimensional, tangible, y en vivo y en directo del implacable tiempo.

Volvemos a la estación de Zumaia, entre venida e ida podemos aprovechar y echar un vistazo a este simpático pueblo. Tomamos el tren y seguimos a Donostia, es poco más de media hora más.

Si viajamos en bici podemos hacer el trayecto pedaleando, aunque creo que es mejor guardar energías para después.

En Donostia, desde la estación Amara de Euskotren, podemos caminar en dirección a la costa, perdernos en zigzag por las callejas del Casco Antiguo y por supuesto bordear la emblemática playa de la Concha, o si hace calor darnos un chapuzón en esta playa privilegiada. Hay una costanera por la que da gusto caminar, amplia y luminosa, y luego tenemos la ría por cuyas márgenes también da gusto caminar. Donostia es señorial, las casas son antiguas mansiones de balcones con mucho peso ornamental.

Junto a un tradicional puente de columnas anchas esculpidas, sobre la estación de autobuses que está en un subsuelo, y frente a la de tren Renfe, está la Oficina de Turismo por cualquier necesidad.

En Donostia hay bidegorri, llámase así a las ciclovías o bicisendas. En la Oficina de Turismo están los mapas. Aún no se terminan algunos tramos y es un poco confuso, pero en bicicleta y en buena parte por bidegorri, se puede salir de Donostia hacia Hondarribia. Cuando hicimos este tramo en bicicleta tuvimos que agarrar parte de carretera, es muy transitada y hay que ir con cuidado. Si vamos de a pie, después de darle una merecida vuelta a esta ciudad de alcurnia, nos podemos tomar un autobús a pocos metros de la oficina de turismo, es el autobús que va al aeropuerto de Donostia y este nos dejará en Hondarribia. Para este bus ya no nos vale la barik, pero sí nos seguirá valiendo si tomamos Euskotren.

Al llegar a Hondarribia, el autobús tiene varias paradas sobre la carretera principal, la segunda es una buena opción. Podemos acceder a esta ciudad con encanto por escaleras o por un ascensor que veremos frente a nosotros.

Hondarribia es la ciudad pintoresca por excelencia. Es preciosa, tiene esa plaza con las casas pintadas de colores infantiles, verdes, rojas y celestes azules y amarillas, con sus balcones blancos y sus bares de historieta. Tiene una parte medieval de las mejores conservadas en toda la península ibérica. Da gusto. Hondarribia es un buen lugar para pasar un rato, tomar unos mates, sentarse en un portal o en un bar en el medio de la plaza, o ir hacia la costa, enfrente se ve Hendaye. Hay un par de barquitos que cruzan todo el tiempo la bahía, salvo que haya temporal. De no funcionar los barquitos se puede tomar el bus a Irún y luego quedarnos a dormir en Irún que suele ser más barato, o ir a Hendaye con el Topo, de Euskotren, y también con la barik.

En el barquito y en el Topo, podemos subir las bicicletas.

A esta altura del recorrido de esta primera propuesta de excursión, ya va siendo hora de buscar donde hacer noche. Podemos probar en Hendaya. Allí hay varios campings y hospedajes. La mayoría de los campings sólo funcionan en veranos. Frente a la estación de Hendaya hay un par de hoteles. Un poco más arriba, hacia el centro de la ciudad, hay otro. El centro de la ciudad  esta a 5 minutos andando de la estación. La costa y el viejo casino, y la zona turística, está un poco más adentro, a unos 3 o 4 kilómetros.

Para hacer noche, cuando hicimos esta excursión de a pie, con tren y bus, encontramos «Alquilo habitación Hendaye».  Así la pueden encontrar en booking.com. La dirección de la casa es: 1, Rue du Général Michel Fourquet. Una maravilla. Montse, una mujer española, muy buena onda, nos fue a buscar a la estación y nos llevó a su cálida y confortable casa en un barrio muy tranquilo de Hendaya. Cerca de su casa teníamos la parada del Hegobus para seguir al día siguiente hacia Donibane Lohizune.

En Hendaye también hay bidegorri y en la Oficina de Turismo que se encuentra frente a la Gran Playa, tienen los mapas. El bidegorri de Hendaye es excelente y siguiendo su curso podemos llegar a Urrugne donde hay un camping que funciona todo el año o seguir por Ascain hacia Sare, pasando por la entrada del Petit Train de La Rhune y el Collado de Saint Ignace. La ruta tiene el desnivel normal de una ruta por el Pirineo, pero se puede hacer tranquilamente y el paisaje es fenomenal.

Cuando hicimos este recorrido en bicicleta, luego de pasar el Collado de Saint Ignace y la entrada a Sare, nos dirigimos a un camping, hay varios de ellos. Las instalaciones son muy completas, y el servicio y la cordialidad también. En los camping proveen de la información necesaria para recorrer ya sea a pie por los senderos o en bici por los caminos, el trek de las pottokas, pottoka bidea. El sendero está balizado con el logo de una pottoka color azul.

Una pottoka es un equino bajo y rechoncho típico de la región, Habitan aquí, sin cambios, salvajes y en libertad, desde el paleolítico.

El sendero de las pottokas o pottoka bidea transcurre por los pueblos de Sare, Zugarramurdi, Ainhoa, Urdax. Son pueblos envueltos en un halo de misterio. Pueblos con historias secretas de brujas, akelarres, hechizos, personajes actuales de leyendas que antaño cohabitaron los hogares o grutas con humanos y animales. En los huecos de las montañas, en lo umbrío de los bosques, en el susurro del viento y el arrullo del agua se siente latir la existencia de seres mágicos y únicos, tan exclusivos de lo vasco como de ninguna otra cultura terrena.

Es buena idea iniciar el sendero en Sare. Para llegar a Sare si vamos en bici, como ya se menciona antes por el bidegorri de Hendaye, Urrugne, Ascain, Collado de Saint Ignace, Sare. Si hubiéramos ido sin bici, a pie, y quisiéramos dormir en Hendaye, entonces tomaríamos el Hegobus número 5 hacia Donibane Lohizune, Saint Jean de Luz y desde allí el Hegobus que sale a Sare. Aquí pueden verse las líneas y servicios de Hegobus  https://hegobus.fr/fr/

Hacerlo todo en un solo día a pie es un reto agitado. En bicicleta se puede hacer, aunque no por los senderos del bosque sino por las pequeñas carreteras que circundan el lugar y que no so muy transitadas. Por los senderos de trek suelen encontrarse refugios abiertos, libres, o lugares ideales para acampar donde podría pasarse la noche, hay arroyos y fuentes de agua. También se puede hacer un día. El kilometraje es el siguiente:

Sare-Zugarramurdi: 13

Zugarramurdi-Urdax: 5

Urdax-Ainhoa: 6.5

Ainhoa-Sare: 10.5

Total: 35 km aproximadamente con alguna diferencia si vamos por el sendero o por los caminos vecinales. Es muy hermoso y se puede hacer noche en alguno de los pueblos, acampar, o terminar en Ainhoa sin cerrar el círculo pero visitando todos lo poblados que son imperdibles y, si terminamos en Ainhoa suman en total 25 km y es perfectamente asequible.

Una vez cumplido y disfrutado el Pottoka bidea que nos sumergirá de cuajo en la esencia del pueblo vasco, al punto tal que encuéntrese uno del lado políticamente francés o español, nunca se sentirá en otro país que no sea el Vasco, se respira, se escucha, e incluso me ha pasado -y hay testigos- de que, al dirigirme a pobladores en francés en lo que suponía era Aquitania, me han dicho con gestos y noes y señales que sólo hablaban vasco. Me sorprendió y al mismo tiempo me resultó genial!

Desde aquí, podemos optar por regresar a Donibane Lohizune desde donde con seguridad podemos tomar el tren a Hendaye y desde Hendaye con el Topo y el Euskotren, regresar a nuestra ciudad de base, el corazón Bilbao. Podemos hacer esto en bici ya que podemos subir la bici al tren. Sare-Donibane Lohizune, en bici, se puede hacer en sólo un par de horas o menos aún. Otra opción y es la que adoptamos cuando lo hicimos a pie, fue hacer dedo hacia Elizondo.

Elizondo está en el Valle del Baztán. La ciudad es preciosa y la región bella, entre montañas que empiezan a a querer imponerse. Como casi todos estos pueblos y ciudades, Elizondo está cruzada por un río, en este caso caudaloso.

No es complicado llegar a Elizondo a dedo desde la ruta que pasa por Urdax y Otsondo. Sobre esta ruta hay «bentas» comercios y dicen que cuando cierran entre las 17 y las 19, la mayoría van para Elizondo y se les puede hacer dedo. A nosotros nos llevaron antes de que cerraran las bentas. Un paseíto por Elizondo vale la pena y, además, desde allí, hay buses hacia Donostia o Iruñea para poder regresar a Bilbo.

Los buses desde Elizondo, de la compañía la Bastaneza, salen desde un garage que está en el centro de la ciudad. Los horarios están pegados junto al portón del garage. Aquí pueden consultarse http://www.labaztanesa.com/ Al lado del garage hay un barcito y a 100 o 200 metros una chocolatería con buena fama.

Si vamos a Iruñea (Pamplona), tenemos la oportunidad de conocer esta gran ciudad, la capital legítima de Euskal Herria.

Y desde Iruña no será difícil encontrar un bus para volver a Bilbo, aquí algunos horarios http://laburundesa.com/ mientras hacemos tiempo hasta que salga el próximo, recorremos un poco la ciudad luminosa, de enormes fuentes y plazas y balcones.

De regreso en Bilbo nos tomamos un respiro, hacemos una pausa, reponemos vituallas y energías, y armamos nuevamente las alforjas o la mochila para la próxima excursión.

  • Excursión 2 – 1 día

-Bakio

-San Juan de Gastelugatxe

-Bermeo

-Gernika

Para esta excursión si vamos en bici es conveniente salir otra vez en el Euskotren, en este caso desde la estación de Atxuri, cerca de Bilbao la Vieja, de paso conocemos otro barrio de Bilbao, no está lejos del Casco Viejo y si no queremos caminar podemos llegar cómodamente hasta Atxuri en el tranvía. Tanto para el tranvía como para el tren, usamos la barik.

Los horarios de trenes hacia Gernika, Bermeo, están en https://www.euskotren.eus/en ; normalmente hay cada media hora. Con la bici haríamos el circuito al revés que de a pie, y no iríamos a Bakio, que de todas maneras es solamente un enclave de playa, eso sí, con un mar frecuentemente turquesa.

Con la bici entonces nos tomamos el tren y vamos Gernika. En Gernika ciudad cuya historia cobró fama mundial por la tragedia del bombardeo fascista de hace 80 años, casi toda la construcción tiene la misma edad que el bombardeo ya que fue prácticamente destruida la ciudad completa. No hay tanto en sí para visitar, pero es de rigor por su significado. Allí esta el tronco del árbol donde se reunían a debatir el futuro del pueblo vasco. El árbol sobrevivió al bombardeo como una señal  de que no habrían podido jamás matar la palabra y el derecho a elegir de este pueblo. A pesar de las toneladas de bombas que cayeron sobre él, tantas, que desde Mundaka y Bermeo, a la orilla del mar, la gente se alejaba en barcas de la costa porque viendo el humo de Gernika que está a 15 kilómetros de distancia, no dudaban de que eso era el apocalípsis.

El viejo roble fue envejeciendo pero retoños de él germinaron, brotaron y se agigantaron no sólo en Gernika, los hay por el mundo entero.

Es obligatorio pasar por Gernika y reverenciarla con nuestra visita. Allí iremos a venerar la bóveda de columnas donde aún yace de pie el viejo tronco, y pasaremos a saludar a algunos de sus retoños. Visitaremos la Casa de Juntas donde aún se reúne y discute de manera ceremoniosa la Junta Foral de Bizkaia. Hay paneles donde se explica claramente el asunto de los fueros. Son los documentos de su historia, documentos que no mienten ni dejan lugar a duda acerca de la independencia y la autonomía legítima de este pueblo.

Junto a este predio y Casa de Juntas hay un parque lleno de árboles, por si hay que descansar, esperar hacer tiempo. Sobre la misma calle a pocos metros está el mosaico, réplica de la famosa obra de Picasso, Gernika.

Vale la pena dar una vuelta mas, tratar de llevarnos en la memoria un poco más de esta ciudad y su digna gente.

Volvemos a la estación, volvemos a tomar el Euskotren hacia Bermeo. Bermeo es un pueblo de pescadores. Podemos dar una vuelta por el Casco Viejo, colorido, pintoresco. Antes habremos pasado por Mundaka, y podemos elegir bajar y recorrer allí.

Desde Bermeo, en bicicleta, encaramos la subida hacia Gastelugatxe. Es una subida un poco dura para pedalear, pero la ruta, aunque con bastantes vehículos, es arbolada y agradable. Son 13 km en subida. Ya cuando en algún punto vemos la ermita que se yergue en su islote, emergiendo del mar como una transformación alucinante, respiramos, ya falta poco, ya falta menos.

Si hemos llegad a Gastelugatxe desde Bermeo, entonces veremos una entrada vehicular que está clausurada en algún punto, y nos conviene entrar por allí porque ese camino que está fuera de servicio, se junta con la entada tradicional a Gastelugatxe.

Luego de haber sido escenario de la serie Game of Thrones, el Rocadragón de la Daeneris, Gastelugatxe es un sitio demasiado visitado. Antes era más agreste y no estaba parquizado el camino, ni había una garita, ni que pedir turno para entrar, ni que te cuenten las historia del ecosistema del lugar; ahora hay demasiada gente, sobre todo en verano o en vacaciones y festivos -fuera de temporada no- y es mejor eludir todo eso y se puede entrar por este camino que les comento aquí. Sólo para camaradas y compinches de marialaqueviaja.

Además si hemos llegado en bicicleta desde Bermeo es muchísimo mejor porque la podremos enganchar donde se juntan los dos caminos, el legal y éste, el clandestino. Dejamos la bici ahí, con el candado, y nos vamos a la ermita. Son 241 escalones. En la ermita hay una campana, hay que tocar tres veces, pedir tres deseos, y doy fe, literal, de que dos se cumplen, posta, el tercero estoy esperando…

Frente a la ermita hay un pequeño refugio con parrilla y mesas de piedra, y ahí, si no hay mucho campaneo, será un lugar ideal para hacer una merienda, un hamaiketako. También se puede dormir allí, en medio del mar. Hay que llevar agua, antes de los escalones hay una fuente. También uno se puede llevar unas maderas, leña para el fueguito, unos choriz, no olvidar cargar agua, y pasar un rato en ese refugio. Este lugar, desde Game of Thrones, no es aconsejable en temporada alta.

Si fuimos en bici, bajamos como un rayo de vuelta a Bermeo, en 10 minutos estamos ahí, volando, y podemos tomar el tren de regreso directo a Atxuri Bilbao.

Si hacemos este paseo a pie vamos a hacerlo todo en sentido contrario y empezando desde Bakio que está en la línea costera del mar, pero en dirección opuesta a Bermeo.

En este caso, a pie, salimos de Bilbo en Bizkaibus con la barik. El bus lo tomamos en la Plaza Moyúa pero justo en el lado opuesto de la plaza de donde para el del Aeropuerto. El paseo en este bus también es interesante porque pasa por Mungia y por caseríos o poblados como Meñaka y está bueno verlos aunque sea desde la ventanilla del bus.

Nos bajamos en la última parada de Bakio y hay un cartel marrón que nos señala hacia la derecha Gastelugatxe. Hay un paseo para ir caminando, bordeando la costa, son menos de 3 kilómetros y en unos 45 minutos estaremos llegando a la entrada que pasa frente a las puertas del restaurante Eneperi. Si es temporada alta seguramente tendremos que escuchar la explicación del de la garita. También podemos hacer caso omiso a esa entrada caminar hasta la otra por la que luego recomiendo salir.

Si vamos por la entrada oficial, hacemos una bajada ahora parquizada, los 241 escalones, las campanadas y el hamaiketako en el refugio, y luego, al salir, sí tomamos por el camino de autos clausurado y clandestino que nos acara hasta la ruta que se dirige a Bermeo. En temporada alta hay combis y buses que hacen el trayecto. En temporada baja anda un taxi grande, tipo comunitario, pero también se puede hacer dedo.

Vamos entonces  a Bermeo por esta ruta, no está buena para caminar, es angosta y pasan muchos autos. Hacemos dedo, bus de verano, o taxi comunitario, y paseamos por Bermeo, luego tomamos el tren a Gernika, visitamos Gernika, y volvemos en el Euskotren hacia Atxuri Bilbao.

Una pausita de descanso, sólo hasta mañana!

  • Excursión 3 – 1 día

-Lekeitio

-Ea

Dos pueblos de playa, Lekeitio y Ea. Para hacer este recorrido si vamos en bici podemos ir en el Euskotren hasta Deba, como en la primera Excursión de este relato, y pedalear en dirección a Mutriku y Ondarroa, veríamos el flysch desde arriba, podríamos visitar el pueblo costero de Ondarroa y llegaríamos a Lekeitio (36 km desde Deba, con desniveles) donde hay un albergue, «Aterpetxe».

A Lekeitio de a pie podemos ir en Bizkaibus desde la terminal de San Mamés. Son unos 60 kilómetros y el bus demora apenas poco más de una hora.

Lekeitio es una ciudad marítima, veraniega, pero está muy cerca de las marismas, ecosistema típico y protegido por su riqueza faunística. Desde donde nos deja el bus en Lekeitio podemos caminar por sus calles hasta la costa. Pasaremos por un llamativo huerto comunitario. Luego, en la costa, si desviamos a la izquierda hay un malecón extenso que llega hasta un faro. Es un paseo agradable.

Podemos pasar un par de horas en Lekeitio y luego ir hacia Ea (10 km desde Lekeitio, con desnivel y curvas). Si lo hacemos en bicicleta también. Ea es encantador. Hay que ir a Ea. Es un pueblo con mar, pero sólo una bahía pequeña y, como de costumbre, surcado por un río, angosto y cruzado de puentes de piedra; las casas casi cuelgan sobre ese río, protegidas sus puertas de las probables crecidas. La plaza y los balcones y las infaltables banderas de todos los pueblos vascos, «presoak etxera» y el mapa del Euskal Herria como un corazón enorme atravesado por una flecha. Da gusto caminar por Ea y aunque sólo haya unas pocas callejuelas, uno no se aburre de ir y venir y mirar y volver a mirar como si antes no lo hubiera visto. Se puede pasar un buen rato en la playa o en la taberna cordial del centro del pueblo.

Desde Ea tomamos el bus para regresar a Bilbo y, si tenemos suerte, por las ventanillas del bus, podremos ver a Elantxobe, otro pueblo de casas que cuelgan pero esta vez sobre el mar.

  • Excursión 4 – 2 a 3 días

-Sierra de Urbasa

-Nacedero del Urederra

-Lizarra (Estella) 

-Laguardia

-Labastida

Cuando vimos las fotos del Urederra que significa «agua hermosa», a través de páginas de internet, supusimos que estaban trucadas, que no podía ser real ese color turquesa, verde, azul, fluorescente. Pero ES. Y aún más. Es realmente un Agua Hermosa.

Es complicado lidiar con Renfe para llevar la bicicleta en el tren hasta Altsasua y desde ahí cruzar la sierra de Urbasa que es igual de hermosa, transversalmente hacia el sur, en dirección a Lizarra o Estella. Se puede ir desde Bilbo en autobús hasta Altsasua y bajarse en la ruta donde marca el cartel marrón dirección Urederra. Desde allí hacer dedo.

La sierra de Urbasa además de sus bosques con fama de encantados, está lleno de dólmenes y cromlechs, estructuras funerarias muy antiguas, pre-cristianas, restos ceremoniales de rituales aún desentrañados, espacios cargados de significado místico y potente energía.

En el transcurso de la sierra, con mucho desnivel y curvas para pedalear, se sube y se sube, hasta poder ver lo que se llama el Balcón de Pilatos desde donde se vuelcan las aguas del Urederra.

Para visitar este maravilloso río personalmente, tocar sus aguas además de verlas, e incluso en sectores permitidos bañarse en ellas, vamos a pasar por pueblos típicos y de gente simpática, vamos a ver Zudaire, Baquedano, Artaza donde hay un camping en el que nos quedamos.

Desde el camping de Artaza se puede caminar hasta la entrada del sendero que bordea el Urederra.  A medida que avanzamos por una de sus orillas nos sorprenden piletones que de acuerdo al lecho de piedra o a la vegetación van cambiando el color de las aguas, no sólo en tonalidades azuleas, sino que a veces son liláceas, rosadas, blanco transparente. Se sube por la margen hasta el nacedero. En casi todo el recorrido está prohibido bañarse, pero hay un sector fuera de este paseo cerrado, cerca del camping, donde sí es posible acceder a piletones de las aguas hermosas del Urederra y darse un buen chapuzón.

Desde el lado de Bilbao en la ruta que pasa por Altsasua hacia Pamplona, no hay un servicio oficial de buses que vaya hasta estos pueblos, pero desde Lizarra, sí. Por lo que otra opción es ver la forma de llegar a Lizarra y dese allí tomar el bus que nos podría dejar en el camping de Artaza. Igual a dedo se llega a bien, y en bici con suerte y viento a favor, pedaleando duro, también. Son 26 kilómetros hasta Baquedano, con curvas y desnivel. Artaza está a menos de 2 kilómetros, todos los poblados están muy cerca uno del otro, como si fueran barrios.

Desde Artaza fuimos a dedo a Lizarra, visitamos la ciudad que también es estación del Camino de Santiago. Desde allí podemos tomar autobús a Bilbao y regresar tras haber pasado sólo una noche fuera o seguir de viaje un día más! Estamos junto a la Rioja Alavesa, famosa por sus vinos y viñedos. Podemos visitar   Laguardia y si encontramos la conexión o el dedo, Labastida.

Lo más fácil desde Lizarra es pasar un poquito al lado español, del otro lado del Ebro, hacerle una breve visita a Logroño para desde allí volver a cruzar el Ebro hacia Oion y a menos de 20 kilómetros está Laguardia.

Nosotros hicimos todo este itinerario entre Logroño y los pueblos vitivinícolas, a dedo. No hay muchos autobuses, son esporádicos y hay que buscarlas conexiones de unos con otros, entonce s enre esperar la conexión y hacer dedo, siempre ganaba el dedo porque alguien nos llevaba.

Laguardia es una ciudad pintada, de libro de cuentos, amurallada, con aires de castillo medieval, calles de piedra y en los sótanos las frescas y aromáticas bodegas. Es agradable pasear por sus calles de manera reiterada y en lo posible estar a mediodía frente al espectáculo del cucú.

Si da tiempo y aún hay ánimo y energía podemos hacer una parada más en Labastida, otro pueblo medieval riojano, muy de interior, muy típico.

Para regresar a Bilbao desde La Rioja Alavesa fuimos a un lugar llamado Haro donde existen conexiones de autobuses.

  • Excursión 5 – 1 día

-Portugalete (Puente de Bizkaia)

-Getxo (Puerto Viejo)

La típica e infaltable visita estando en Bilbo es ir a Portugalete y cruzar el Puente de Bizkaia, por arriba, lo que es resueltamente un poco caro, o por el Transbordador que cuelga del puente, usando la barik.

Este puente es Patrimonio de la Humanidad por ser único en su especie. Tiene una historia interesante que se cuenta en los paneles explicativos antes de cruzar desde Portugalete.

Para ir tomamos el metro que va a Kabiezes desde cualquier estación de Bilbao y nos bajamos en Portugalete. Podemos aprovechar y visitar la villa de Portugalete antes de cruzar la desembocadura de la ría haciendo uso de los servicios del Puente de Bizkaia.

Una vez que cruzamos estaremos en el Getxo y es muy agradable caminar por el malecón hasta el Puerto Viejo, una postal de tintes mediterráneos aunque estamos en el Cantábrico, con sus casitas blancas encaramadas en el acantilado de ventanas y verandas y balcones pintados de colores y plagados de macetas con flores.

Desde allí podemos caminar por arriba hacia las estaciones de metro de Bidezabal o Neguri viendo otro estilo arquitectónico que responde al abolengo de las familias ricas que habitaban este barrio. Muchas de las casas, con torres y molduras de castillo ocupan manzanas enteras con amplios y palaciegos jardines.

El metro nos devuelve a la realidad cosmopolita bilbaína.

Hasta aquí estas excursiones que pueden repartirse en el tiempo como al viajero más le plazca. Para hacerlas todas sin dejar de conocer Bilbo, alcanzan y sobran 10 días.

Sería fundamental, además, hacerse un monte, montaña o mendi. Para impregnarse hasta el tuétano del espíritu vasco. Para eso pueden visitar otros post de marialaqueviaja con todos los detalles arrancando también del corazón de Bilbo.

Y si tienen dudas, pueden preguntar por aquí o a marialaqueviaja@gmail.com

Gero arte ta ondo ibili!

2 comentarios sobre “Buelta bat! Una vuelta por el País Vasco”

  1. Espectacular!!!! Muy detallado. Hace falta una nota más: la abundancia de fuentoas en todos los pueblos. Es bueno saber que hay agua potable para recargar en casi cualquier lugar, el agua más pura de la península ibérica! 😛

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