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Miraflores-Lima-Perú – 5 de febrero

























En Casa del Mochilero.
Me fui por el malecón, atardecer en la flor de la canela, qué MaravillA!!
Agrego fotos del hostal de ayer, de La Casa del Mochilero todavía no saqué.
Las rutas en Perú están muy bien, pero entrar a Lima es un caos! Llegué sana y salva. Repitiendo el mapa aprendido de memoria; desde Panamericana, cruzar el Puente del Ejército sobre el río Rimac, a 200 m cruzar vía ferrocarril -no está más- Plaza 2 de mayo, rotonda de frente, Plaza Bolognesi, diagonal Guzmán unas cinco cuadras, avenida 28 de julio, 2 cuadras a la izquierda hasta Av. Arequipa, unas cuantas cuadras hasta el Ovalo de Miraflores, en el Ovalo derecho 10 cuadras por Pardo hasta la Plaza Morales Barros y por ahí. Claro. Nunca sale tan redondo como uno lo estudió como para sacarse un 10 sin pensar, siempre aparece la parte del desafío, de la incógnita y esa es cuando aparece un cartel que dice «vía en reparación, desvío obligatorio» y te mandan al carajo, en este laberinto, en las encerronas de colectivos, combis, autos, taxis, no hay que otra que el popular bocinazo, todos lo usan y yo también, pi pi piiiiiii, a mí no me toquen el culo, pi pi piiiiii, acá voy yo la concha de tu madre, puteando y transpirada llegué a un lugar fenomenal, La Casa del Mochilero, más fenomenal todavía fue preparar el mate y que aparecieram Roxana, Sandra y Nadia, las tres argentinas re piolas que había conocido en Máncora.
No tengo fotos de este lugar. Adjunto algunas de la ruta que sigue siendo entre el vasto desierto y el ancho mar debo muuuchas, tengo un par del hostal de Casma, muy feng shui, con un árbol VIVO, adentro! la gente en Casma tan linda! Y acá también, no he parado de hablar desde que llegué, con Tola, la encargada del lugar cuyo esposo trabaja en la fiscalía de terrorismo, así que hablamos de Lori Berenson, de la cárcel de mujeres y fui a comprar unos dulces para llevarle mañana en mi visita. Más luego contaré. No habrá fotos, no se permiten electrónicos y AGRADEZCO CON MAYÚSCULAS LAS RESPUESTAS DE NAICO Y MARTOREL, referentes a las posibles rutas de entrada a Argentina.
La ruta de Bolivia, me dicen acá, está en tramos pavimentada y en otros sólo entoscada y estos días tiene agua. Voy a entrar por Chile, por el desierto de Atacama, por Calama, luego será LA PATRIA, Ruta Nacional Nº 9: Salta-Tucumán-Santiago del Estero-Córdoba-Rosario-SAN PEDRO.

Casma-Perú – 4 de febrero























Perú es polvoso, o mejor dicho, esta parte de la larga longitud peruana es polvosa. La ruta es un solo volar arena, arenisca, piedra, piedrisca, por la naturaleza que rodea y abunda sin compasión y porque los camiones parece que sólo cargan ese tipo de material y cargan así nomás, entre unos palos y envuelto en lonas rudimentarias o plásticos atados con sogas, con hilos, con juncos, con alambre, lo atamo con alambre lo atamo, le ponemo tapita de plástico le ponemo, todavía ahí va la tapita azul en la rolinera o bolillero de la trasera izquierda.
Antes de llegar a Casma entré a Playa Tortugas, una bahía tranquilísima de botes, playa, flamencos y tortugas, por supuesto.
Casma es una urbanización de menos de 25mil habitantes que se sientan a la siesta pasmados, con la boca abierta al calor, como lagartos. Algunos se quedan dormidos, los viejos, debajo de sus sombreros de esparto. Esta ciudad tiene algún parentezco con Macondo. Comí un almuerzo esectacular de 4 soles y paro en un hostal con una onda feng shui, lleno de plantas, jarrones, pasillos y patios altos y blancos por donde el aire circula como un bálsamo, bálsamo igual que el mar, tanta agua tan cerca de tanto desierto.
Volviendo atrás, no podía dejar de mostrar la autita y todo el retoque de ayer. Ayer no lograba subir las fotos. Aquí van. Para algunos curiosos financistas, respondo que, alineación, balanceo, verificación de frenos, cambio de aceite y filtro, más la tapita azul, costó 130 soles. Lavado de chasis, carrocería, interior y encerado costó 18 soles y el tanque de gasolina super de 95 lo llené con 82.5 soles, tenía cuarto antes de llenar.
Ahora, mi turno de preguntar, a los conductores avezados de las rutas argentinas, llámese por ejemplo Eduardo Martorell, si entro por Calama, San Pedro de Atacama, desde Chile a Argentina, entro cerca de San Antonio de los Cobres en Jujuy, qué ruta me aconsejáis desde Salta, la ruta 9 por Santiago del Estero, Córdoba, Rosario, San Pedro? o la ruta que cruza Chaco, creo que es la 16, pasa por Resistencia y luego tomar la 11, y después la 9, está segunda opción sería desde Salta, Resistencia, Santa Fe, Rosario, San Pedro? Toda sugerencia será más que bienvenida.
Todavía mi mente baraja Bolivia, Bolivia, el mapa tartamudea, parece que Bolivia se bancaría hasta cierto punto, hay un problemita entre Bolivia y Paraguay, sobre todo porque faltan tramos de pavimento y es época de lluvias, pero si alguien tiene información de esa región, también la agradeceré.
Compatriotas, de a ratos tengo ganas de llegar a pisar nuestra tierra cuanto antes, de a ratos me quedo en stand by, pasmada como esta gente, detenida, paralizada, shoqueda, en éxtasis, si me pregunto, el viaje se acaba y QUÉ? Me invento mecanismos para disfrutar, entre el deseo de llegar y la melancolía de no estar, entre lo incierto del después y lo prometido del durante, mecanismos para aprender con plenitud lo que el camino me està regalando, tan generosamente y tan vasto, como el desierto y como el mar, como fue el verde de antes y es el grito ahora VERDEEEE POR FAVOR!! VERDE QUE TE QUIERO VERDE!!!
Recomendación, de paso y porque me acabo de acordar, viajeros que van por la ruta del costeña del norte, desde la frontera Ecuador-Perú hasta Trujillo, CUIDADO! Tiran unas chapitas, con clavos, las llaman «aletas de tiburón», las tiran de día más que nada, cuando viaja menos gente y no viajan micros de larga distancia, te revientan la llanta y te asaltan, yo esquivé una sin saber qué era, no estaba enterada de esto, me enteré después. Pero al que le toque viajar por esa ruta larga de espejismos y fantasmas ojo al piojo.

Trujillo-Huanchaco-Perú – 3 de febrero







Hoy le tocó a ella.
Busqué un taller donde hicieran todo el service pero no hay. Me mandaban de acá para allá, en esa ciudad grande, de avenidas y conductores intrépidos. No pueden imaginarse cómo doblan en mitad de una calle, o dan un vire completo en una bocacalle y salen para el otro lado y en las avenidas, entre cuadra y cuadra todos quieren doblar en U, en V, en JOTA, en CUALQUIERA!
Finalmente fui a Goodyear para tema balanceo, alineación, control de frenos, de paso ahí me cambiaron aceite y filto y el muchacho -un amor- inventó una tapita para el hueco donde se había roto el bolilero porque dice que si seguía entrando polvo y mugre se iba a volver a dañar. Así que como fuimos a comprar una pero no la conseguimos, hizo de su ingenio y le metió una tapita tipo de bidón, color azul, con un borde de silicona, dice el muchacho que aguanta hasta Argentina. Juájuájuá, no creo, pero bueno…
Después de todo eso, lavado, engrase no había. Lavado de chasis, remontaron a la burbujita cual globo colorado, lavado de carrocería, encerado e interiores hasta donde los bártulos permitieron. Quedó bien.
Yo esperé, comí, tomé agua porque no había llevado el mate y volví a Huanchaco montada en un simil cero kilómetro. Ya está guardada, detrás del portón y bajo techo.
Me fui un rato a la playa, con el termo, el mate y el hawain tropic, ahí me encontré a Adan, uno de los vecinos del camping, gringou. Los que viven en la carpa de al lado son franceses, hay otros con los que hablé hoy, muy copados, él nació en Canarias, el padre es uruguayo, la madre es argentina, ambos exiliados de ambas dictaduras, tomá mate, la compañera del canario es peruana, el canario tiene una hijita brasileña, bahiana, y la mujer peruana tiene un hijo con un árabe y además viajan con un primito, que ese no terminé de averiguar de dónde lo sacaron, todo muy cosmopolita. Me uní a ellos. Los nenes me hacen acordar a Farid, Martín y Mica cuando eran chicos, me da nostalgia de aquellos tiempos en que hippiábamos juntos.
Estuve investigando rutas. Va a ser muy difícil bajar por Bolivia y Paraguay. Estuve leyendo que la ruta que pasa de Bolivia a Paraguay, la transchaqueña, es intransitable de tantos pozos, a lo mejor es información vieja, tengo que seguir averiguando. Bolivia me dicen la gente que va subiendo que hay muchos tramos sin asaltar. Como viene la mano creo que me quedaré con una llaguita en el corazón, el proceso boliviano, Evo Morales, es algo imperdible, pero mi autita… es tan petisa, tengo que seguir pensando, a lo mejor encuentro un camino, viene medio trabado el tema y si le pongo alas… y sino será un deseo pendiente, pendiente para dentro de poco.

Huanchaco-Perú – 2 de febrero


























Huanchaco está a 12 km de la ciudad de Trujillo. Acampo. Me encanta acampar. Mi casa se desarma y se vuelve a armar seguido. Viene muy bien que en esta parte del desierto y la costa peruana haya camping, es más barato y más lindo. Este camping cuesta 10 soles. Un almuerzo, 5 soles. La gasolina en la carretera de hoy la encontré más cara, 14 soles el galón de la 95, pero no había, así que otra vez a poner de la de 90…
Mañana, el plan es ir a Trujillo a hacer un service y mientras tanto, yo, recorrer la ciudad. El contador de kilómetros marcó los 12mil desde que salí de Guanajuato. Vamos bien. El camino es lo mejor, amo estar en el camino, seguir andando.
Este lugar de playa, Huanchaco, es muy lindo, hay bastante turismo porque son vacaciones, hace calor, el mar es amplísimo, tanto mar.
Voy regulando, haciendo un poco de tiempo para llegar a Lima antes del sábado, el sábado son las visitas en la cárcel donde está Lori Berenson. Espero poder pasar esta vez, no me interesaba entrar a Lima. Imagino que manejar ahì debe ser un quilombo groso, ya que conducir en estas ciudades medianas, lo es. Los peruanos son bastante despelotados para conducir, creo que de los países que pasé es el que me obliga a estar más atenta, a cuatro ojos. Estuadiaré el plano y las avenidas que me lleven hasta el barrio Miraflores.
También voy investigando el tema de las rutas bolivianas… pregunto a otros viajeros… las lluvias… la corriente del Niño. Mi idea es desde Perú, Arequipa, Juliaca, Puno, Lago Titicaca, Copacabana ya en Bolivia, La Paz, Oruro, Sucre y de ahí a Paraguay. Si alguno de mis lectores, escucha, ve o sabe alguna noticia acerca de cómo está ese tramo de la ruta en estos tiempos, se agradecerá mucho. No tengo ganas de ir por Chile…
Tengo muchas fotos, pero no las puedo subir, les debo el desierto, la playa, abrazos y mates juntos, pero pronto los tomaremos.
Hay fiesta acá también, al estilo Guanajuato, sacan a pasear a los santos, tiran petardos explosivos y molestos y bailan en la plaza.
Hoy me paró la poli, vieron el papel y meta charla. Yo apago el motor porque cuando entran a hablar del viaje se olvidan por qué me habían parado. Tomamos mates. Menos mal que tengo bastante yerba.
Juájuájuá!! Ahí van fotos, estaba medio nublado más temprano, ahora salió un solazo que raja la tierra, en serio.
Vean, vean, en las fotos, esos que se van a la mar con sus piraguas de totora, van y te pescan los que les pidas, al toque, pescado recién salido del agua.

Playa Las Piedras-Pimentel-Perú – 1 de febrero

Hoy es el cumpleaños de mi mamá, lo hago público, cada día más joven la novia de Copello.
Estoy en un páramo, un oasis en el desierto. Playa Las Piedras, es un lugar elegido al sur de la Playa Pimentel que a su vez queda a 12 km de Chiclayo. Chiclayo no da para quedarse, al menos para mí. Es una ciudad caótica de esas en las que los motocars y los taxis y la gente aparece de la nada por todos los recovecos, tocan bocina, se cuelan por un costado y por el otro. Estando tan cerca del mar, a un paso, me vine para acá.
Armé la carpita azul, que aunque de lejos se vea como un tacho de basura, es una casita de campaña donde me siento a gusto, en mi casa. En este camping hay también chozas de palma y bambú, hamacas, lugares para fogón, cocina y es todo lindo ese reducto, pero yo elegí armar la tiendita. Mis vecinos son gringous y el ayudante del dueño, un viejo francés que se encuentra refugiado de la esposa.
Detalles técnicos de la ruta, cargar gasolina antes de encarar la ruta del desierto peruano, casi toco fondo. Desde Piura hasta unos kilómetros antes de Chiclayo no hay ni una sola estación de servicio a lo largo de casi 300 km. Cuando encontré una, solamente había kerosene, diesel y gasolina de 84 y 90 octanos, puse de 90. No había opción y no me iba a quedar en el camino. Hay gente que vende en bidones por ahí, pero no me resulta confiable.
Más detalles, es desierto, desierto por donde se mire, primero de piedra, después de arena. Hay pueblos de caña en medio del desierto, caseríos más que pueblos, todo mimetizado en el mismo color ocre. Cada tanto se ve el vaivén de una persona cruzar la carretera casi recta y abúlica, los espejismos confunden. No anda mucha gente. Recomiendan hacerla de noche, por la fresca, afortunadamente esta mañana salí temprano y no hizo demasiado calor. El aire acondicianado no lo uso para no forzar el motor y gastar menos.
La gasolina barata de Ecuador se acabó. Acá cuesta 11 soles y monedas el galón. 1 dólar = 2.8 soles.
Imposible subir las fotos, se las debo.
Van abrazotes!!!! Desde el Pacífico peruano.

Máncora-Perú – 31 de enero















Este lugar me encanta! Recién caminaba por la playa y me reía sola, me reía de alegría, de haber llegado hoy acá, de haber encontrado la posada, de haber podido armar mi carpa entre las palmeras, de que hace calor pero hay brisa y no me duele la cabeza.
Confieso que pasé tres días con un dolor de cabeza imbancable pero que sin embargo no me detuvo. Lo atribuyo a una deshidratación. No tomé suficiente agua en muchas horas de viaje, no sé exactamente en qué ramo fue, pero recuerdo que tenía mucha sed y se me había acabado el agua en el auto, la de la botella y la del mate y por no parar… se suma a eso el hecho de haber estado a más de tres mil metros de altura, pero ya. Tomé abundante agua potable y descansé lo más bien estos días y ahora estoy al nivel del mar. Chocha.
Acabo de comerme un cebiche y una milanesa de pescado, todo es de pescado y en el país de los soles, estos menús fijos, almuerzos, cuestan 7 soles. 1 dólar = 2.8 soles.
Cómo fue cruzar la frontera? No fue jodido como preanunciaba la Lonely Planet. Es domingo, no hay tráfico comercial, pero… je je, cuando me tocó sellar el pasaporte el hombre de migra Perú, detectó que no había pasado por la migra Ecuador a sellar salida. No paré porque no vi ningún desvío ni oficina ni ventanilla. Me hicieron volver. El lugar es fantástico en serio, nunca antes había pasado por una zona migratoria como esta. Está buena. Hay carreteras anchas, enormes puentes con jardines con flores en el medio. Crucé los dos puentes de nuevo y me di unas embarulladas entre los troncales que desvían para un lado y otro de las rotondas hasta que encontré migra Ecuador, por suerte no había mucho tráfico, sellé salida y volví a Perú. Bienvenidos a Perú.
Es más complicado que en otros países, pero zafa. Hay que pasar primero por la oficina de la poli, está ahí nomás. La poli verifica que una no sea un «buscado, se recompensará» y bueno, como todavía no me catalogaron por ahí, me sellaron un papelito, con ese papelito hay que ir a la ventanilla de migra entrada Perú, pero OH! Héte aquí que casi cuando me tocaba a mí y a otra gente que esperaba, el empleado de migra Perú dijo que su turno se había terminado y qué él se iba y que el relevo lamentablemente no había llegado. Bueno, dije yo, será que me tengo que volver a Ecuador… A los otros que esperaban los dejaron pasar para Perú, porque eran ecuatorianos y solamente venían a pasar el día. El poli que me había sellado llamó urgente un relevo y me dijo que en media hora llegaría, me pareció bien, así que me dispuse a conseguir agua para unos matecitos pero el relevo no me dio tiempo. Llegó y me selló. Una vez sellado, pasé por la aduana, otra ventanilla por ahí nomás y otro oficial me hizo el permiso para entrar y circular con la burbuja colorada. Todo genial. Encaré Panamericana al sur, entre una hecatombe de motocars, ver otra vez los motocars… qué emoción… qué simpáticos y qué quilmbo, salen de todos lados y andan por las rutas como pancho por su casa y sí, son pancho peruano por su casa. Me encantan, me recuerdan antiguos viajes, con los chicos y amigos peruanos, tan familiares. Panamericana y desierto, desierto, desierto y mar a mi derecha.
Llegué a Máncora, es un lugar de playa precioso, la construcción de cabañas y paradores es todas de bambú, caña y palma y estoy feliz de que me hayan hecho un lugarcito en el camping porque de entrada me habían dicho que no se podía porque ya había más de 4 carpas, pero la mía es tan pequeña que ahí está y sobra espacio. El camping tiene unas instalaciones muy cómodas, está frente al mar y tiene pileta, cuesta 7 soles y uno más para usar la cocina para calentar el agüita para el mate, 8.
Este es un lugar para tomarse unas vaciones. Pero yo creo que seguiré mi rumbo y disfrutaré este día y las horas que me separan del camino, a pleno, así que os dejo compañeros y camaradas.
Ah, me escribió el papá de Lori Berenson, es posible que pueda visitarla. Me da mucha felicidad. Ojalá.

Machala-Ecuador – 30 de enero















Ruta con múltiples ingredientes la de Riobamba hasta aquì, de entrada, en la altura y temprano en el alba, la niebla se acentuaba, no se veìa ni lo que se hablaba. Hacía un frío húmedo y helado. La ruta hasta ahì estaba en buen estado, afotunadamente no se registraban pozos ni superficies rugosos, un billar como le dicen. Después, con el descenso de la montaña, cedió la niebla, pero -siempre hay un pero- empezaron los desvìos. Estàn construyendo rutas nuevas, reconstruyendo caminos dañados y habìa un desvìo a cada rato, para cualquier lado y no siempre indicado, sòlo para entendidos, asì que tuve que preguntar mil y una vez para ir reencontrándome a medida que me tocaba pasar por terrenos sospechosos, de piedra, barro, suelo resbaladizo. Choto. La autita està toda roñosa. Después venìan los tramos buenos de la ruta, los peajes de 1 dòlar y despuèszona de pzos, caì en dos, la puta. Me revienta ir atenta a los huecos para esquivarlos y que se me cuelen esos dos.
Llegamos a Machala, es una ciudad calurosa, ruidosa, caótica, la capital internacional de la banana. Se regalan bananas.

Riobamba-Ecuador – 29 de enero




































Amaneció con llovizna y bruma espesa en el Tungurahua, el volcán tronó varias veces desde la tarde de ayer, gruñía como si tuviera dinamita en las tripas, la tierra se sacudía y las cascadas lloraban de la risa.
Tomé unos mates en la cálida cafetería de la posada mientras escuchaba la discusión de las empleadas acerca de una nueva ley que otorga más días de vacaciones a los trabajadores. Se ve que no estaban acostumbrados a estas medidas porque decían que creían haber escuhado mal, que les parecía muuchoo, ja ja QUÉ BUENO!
Con rumbo al sur me adelanté a Riobamba, acá tengo al Chimborazo, el volcán que por estar de pie en la panza del planeta se eleva en la estratósfera más que ningún otro. Riobamba es una ciudad movida, con casas coloniales que se mezclan con lo moderno, hay un mercado donde venden «horneado» cerdo asado, mmm, estaba para chuparse los dedos, hay varios parques y una fiesta en la plaza de la catedral donde tocaba la banda sinfónica del estado de Pichichincha.
Mucha gente linda. Aires coyas, voces quechuas, gente tranquila, simpática, afable.

Baños-Ecuador – 28 de enero




















Me tuve que pellizcar más de una vez y no, definitivamente no estoy soñando.
Estoy en Baños, Baños de Agua Santa, así se llama este lugar. Esta mañana di una vueltita de adiós y hasta pronto por Quito. Después de varios días en que lo cotidiano se me hizo familiar conviviendo con Jaime y Michael a quien cuidé durante unos días, cuesta más soltar amarras. Además, Qué lindo es Quito, qué lindos los quiteños, QUÉ BELLO ES ECUADOR!
En esta ciudad que fue evacuada varias veces por erupciones volcánicas, yo floto, giro sobre mis pies, sigo flotando, rodeada de volcanes que se pierden entre las nubes y las nubes que se mezclan y se funden con el humo, fumatta blanca, fumatta y fuga, cerros, cascadas que se vuelcan por los recovecos de la roca, se escucha el agua, se huele.
Como si fuera poco, no digo más, vean las fotos… cha cha chaaaaaaannnnnn…
No se puede creerrrrrrr Taragüííííííííííííí
Estoy en una posada preciosa, llena de plantas, tan cálida, tan acogedora y cuesta 5.50. Comparto dormitorio comunitario, todos hombres, unos chilenos re simpáticos que se van para Iquitos aunque no saben cómo, me invitaron a comer y yo los invité a tomar mates, lo que abunda no daña. Voy a hacerles una reseña de Iquitos, y a escribir una carta a Olsen, Mecha… Gastón, Jaime… nuestra familia amazónica.

Quito-Ecuador – 27 de enero – Segunda parte…
















Como si Guayasamín fuera poco acabo de sumarme a un grupo que gritaba en la plaza Grande frente al Palacio de Gobierno en apoyo al Presidente Correa y en contra de la oligarquía de siempre que domina la comunicación mediática y envenena la opinión pública boicoteando los procesos socialistas de cambio.
Otra vez sopa, en todos los países que viven estos procesos es la misa historia.
-Compañera, tome la palabra- me dijo Marìa Maya quien luego me regaló un monederito tejido al crochet. Tomé el micrófono, medio empecé con una disculpa, diciendo que no tenía autoridad para hablar, pero igual y de paso cañazo, les conté un poco de lo que ocurre en Argentina y en Venezuela al mismo respecto. Hubo aplausos, consignas que nos reúnen, intercambio de correos y unos cuantos abrazos. Esta GENTE.
Esta gente con la que estuve, se reúne en derredor de la plaza los miércoles en la tardecita y reparten una publicación llamada El Ciudadano.