Día de picnic, mate, descanso y charlas super interesantes en el amable pueblo de Santa Fe de Veraguas, Panamá.
Bella Panamá.
Día de río en el que las mariposas amarillas delataban la presencia de Mauricio Babilonia. Las más amarillas, amarillo claro, amarillo mostaza, amarillo naranja… tantos amarillos… no posan para la foto. Son como una lluvia de serpentinas. Mauricio Babilonia, espía desde la orilla opuesta.
Durante más de una hora hablamos, mate de por medio, con Stephanie quien tiene proyectos prometedores para esta comunidad campesina que por las bondades naturales de su paisaje escarpado, su aire benigno, riqueza natural, panorama pintorezco, ve amenzada su integridad comunitaria por la pesquiza de la «gringuitud yanqui», tal como ella la llama. Está organizando una cafetería, para que las mujeres del lugar la monten y la atiendan, les enseña a cocinar variedad de platos internacionales para ofrecer al turismo y que después no sean otros los que se adelanten en el negocio. Insiste en que los lugareños no terminen siendo empleados en su propia tierra. Ella llegó con Horacio, siendo hippies y artesanos y son considerados gente de acá. Stephanie fustiga en la comunidad la educacioón sexual, tema que elude la escuela y el pudor de las familias. Está con la cabeza y la inquietud en varios proyectos a los que hay que darle, me da mucha alegría saber que todavía queda gente que por aquí o por allá sigue en la lucha «el síntoma nos amontona».
Me he sentido parte de este sitio y de esta gente. Me voy llena de todo, de aire puro y de promesas. Sigo el rumbo. Hacia otros valles.
Cuanta fuerza Stephanie y Horacio, que bueno que haya gente tan dedicada como ellos. Me encantaron las fotos del lugar, parece muy tranquilo.
Besos!!!
Esto del mate, tengo que probarlo. Lo que temo es que sea aditivo, por que a todas horas estais con el basito. ¿ a que sabe?.
saludos.