Desde Impera hemos tomado la ruta SS1. La carretera sigue la sinuosa línea de la costa. Tiene desniveles ya que va sorteando bahías y las elevaciones que separan una de otra.
Las playas están llenas de gente. Apiñados. Las vistas desde la ruta son muy bonitas. Vamos entre el azul del mar y luego las ciudades costeras enclavadas en las laderas verdes con muchos árboles. Entramos en algunas ciudades a visitar.
Hay ciudades modernas y coquetas y otras antiquísimas como Albenga. Una ciudadela medieval, llena de edificios de piedra, callejones, pasadizos, arcos y callejuelas empedradas. Allí volvimos a encontrarnos con la pareja vasca de Tolosaldea, Marisol y Deivid. Compartimos una breve charla con ellos y continuamos nuestro periplo hasta Spotorno.
En Spotorno, tras unos 70 kilómetros pedaleados por una carretera con mucho movimiento, decimos descansar. Encontramos un camping cerca del centro de la ciudad.
El camping cuesta 13 euros y no es de los más bonitos que hemos estado pero está bien. Cuenta con todos los servicios y las duchas calientes funcionan con un token.