Vamos a salir de travesía quizás por muchos días, semanas o meses, y quizás durante ese tiempo vamos a tener pocas oportunidades de re-abastecer provisiones o de dormir en un albergue, refugio o cabaña, equipado. Ante tal situación adversa a la civilización cotidiana, tenemos que pensar desde un inicio que debemos llevar como equipaje una mochila que, además, cumpla ciertos requisitos fundamentales. Para mí son esencialmente tres cosas: amarres, bolsillos al alcance de la mano, y aireación del contacto con la espalda.
Lo fundamental es poder caminar muchas horas llevando el peso sobre nosotros de manera confortable, sin que nada nos duela, y saciando además nuestras necesidades básicas sin necesidad de quitarnos la mochila cada vez que queremos tomar agua o masticar algo.
-La mochila sí o sí debe contar con un buen amarre ajustable en la cintura que permita que vaya flotando sobre los hombros y no colgando de ellos. Nunca la mochila debe colgar de los hombros. Tenemos que poder meter los dedos entre nuestros hombros y los tirantes de la mochila con holgura. Debe quedar allí un hueco. La mochila se ajusta sobre la cadera con el cinturón de amarre. Es importante también para que no se bambolee desde nuestro cuerpo de un lado a otro, que tenga un amarre frontal en el pecho, este no debe ir tan apretado, no nos tiene que presionar el pecho pero sí mantener la mochila sin bailongo.
-Otro detalle fundamental de la mochila es que tenga bolsillos laterales donde quepa nuestra botella de agua y que podamos maniobrar tal botella con la mochila puesta. No será una maniobra tan elástica ya que no somos pulpos ni tenemos tentáculos, pero debe ser posible estirar el brazo hacia atrás y aprender a sacar y volver a colocar mecánicamente la botella de agua en el bolsillo lateral. En uno de esos bolsillos laterales podemos meter, haciendo fondo, el trapotrapo que usamos para secarnos los pies tras los vados.
Es muy recomendable, además, que el cinturón de agarre de la mochila tenga bolsillos que usaremos a modo de riñonera donde pondremos la cámara de fotos o celular, y los snacks para el camino.
-El otro detalle importante a tener en cuenta es que el espaldar de la mochila no vaya directamente pegado a nuestra espalda, sino que exista una rejilla o espacio de ventilación en medio.
La mochila va a sumar peso aunque pensemos que cada cosa que queremos meter es livianita, no pesa nada… Hay que volverse un poco obsesivo si uno prefiere no arrepentirse después y elegir lo que es realmente necesario. Entender además, desde el inicio, que cada uno debe llevar su propio peso, que nadie tiene por qué cargar con algún capricho ajeno innecesario.
Antes de armar la mochila reunimos los elementos que vamos a llevar. La siguiente, por ejemplo, es una lista de elementos propuestos para una travesía de una semana o un mes también, dependiendo de si el clima del lugar adonde vamos tiende a ser seco o húmedo. Si es seco, la cantidad de ropa propuesta estará por demás de bien. Si nos dirigimos a un lugar húmedo habrá que agregar una prenda de cada, en el caso de ir por un mes. Si es por una semana con lo que a continuación se detalla será suficiente para cualquier clima. Lo que llevaremos puesto también está en la siguiente lista. O sea, es una lista completa y total.
Campamento:
Carpa (travesías largas: varilla y estacas extras, elástico)
Bolsa de dormir
Aislante o goma Eva
Plástico auxiliar del sobretecho (para carpas muy elementales)
Cobertor impermeable para la mochila
Linterna frontal
Ropa:
Botas para caminar FrontLimit
Alpargatas para vadear y áreas de acampe y descanso
Ojotas (opcional, pueden usarse las alpargatas)
4 pares de medias (pocos días y zona seca, sólo 3)
2 bombachas
1 corpiño
1 bikini
3 remeras transpirables 100% polyester de mangas cortas (pocos días y zona seca, sólo 2)
1 remera transpirable 100% polyester de mangas largas
1 pantalón apto para trek, cómodo, versátil, de tela que seque rapidísimo
1 calza
1 vestidos fresco y cómodo o short/bermudas y remera para relax en área de acampe
1 buzo micropolar
1 campera rompeviento impermeable
1 gorra
1 buff
Cocina:
1 olla cacharro donde comer, puede ser la misma olla
1 juego de cubiertos: cuchara, tenedor, cuchillo (livianos)
Mate y 2 bombillas (1 de repuesto)
Trapotrapo multiusos (también para secar los pieses post vados)
Fósforos/encendedor
Calentador
Garrafa de butano
Higiene:
1 trozo de jabón blanco
3 o 4 sobres de shampoo/crema
1 toalla mínima ultra liviana
Papel higiénico
Dentífrico
Cepillo de dientes
Peine
Gomitas para el pelo
Kit ínfimo con espejito, tijerita, pincita de depilar
Crema para la piel
Primeros auxilios:
Venda elástica
Curitas
Antiséptico/desinfectante
Medicamentos que consumen normalmente
Otros:
1 bastón de trek
1 botella de plástico para llevar el agua
Cinta multipropósito
Sogas
Hilo y aguja
Pilas para la linterna
Pastillas o gotas potabilizadoras (según zona)
Papel para escribir, lapiceras
Mapas
Guías
Brújula
Tablet
Cargador
Documentos
dinero efectivo
Opcionales:
Anteojos de sol
Crema para dolores musculares
Protector solar
Repelente
A modo de dato alegórico doy fé de que, lo mismo que menciona esta lista llevé a los Himalayas que a Lycia y a los Pirineos que a la Patagonia o a la Puna.
En lugares muy propicios para travesías como es la Patagonia, donde el clima de verano tiende a ser seco, es posible, y prácticamente se exige, llevar poca ropa e ir lavando día a día en cada lugar donde vamos a acampar, en lugar de 3 remeras de mangas cortas, sólo 2 son suficientes. La ropa se seca muy pronto allí. Casi no necesitaremos el recambio. En cambio en Himalayas el agua es demasiado helada como para lavar o bañarse, necesitaremos el recambio. En la Puna, o en Bolivia las tormentas y chaparrones son intensos y a menudo con granizo, necesitaremos el recambio, pero luego cuando pegue el sol todo se secará a punto de disecarse.
A la lista habría que agregarle aún la comida, por ejemplo:
Comida para una semana sin proveedurías en el camino:
½ kg de fideos
¼ kg de arroz (de entrada cargaré ½)
¼ kg de polenta (de entrada cargaré ½)
¼ kg de lentejas (de entrada cargaré ½)
1 sopa crema
2 salsas de tomate
Saborizantes, varios sobres
2 sobres de queso rallado
Condimentos: sal, ajo deshidratado, orégano, chile picante, pimienta, pimentón…
½ kg de yerba
½ kg azúcar
1 bolsita de leche en polvo
1 bolsita de cacao
6 paquetes de galletitas saladas
6 paquetes de galletitas dulces
Mantecol
Chocolate
Garrapiñada
Chupetines.
Separamos todo lo que vamos a llevar, lo ponemos junto en un mismo lugar, arriba de la cama, arriba de una mesa, en un rincón, en el piso donde sea. Juntamos todo ahí y repasamos con la lista sin dejar “eso” para después. La ropa y todo lo que es flexible y blando lo enrollamos. A veces no lo hacemos porque pensamos, si total ocupa igual. No, no ocupa igual, ocupa menos si lo enrollamos. Definitivamente.
Si la mochila tiene una división interna que algunos sugieren que es para separar la ropa húmeda de la seca, o sucia de limpia, recomiendo no usarla para eso. Abajo, meter la bolsa de dormir y el chubasquero cortavientos impermeables y un abrigo tipo el buzo de micropolar. Por qué? porque si nos agarra la tormenta o en la altura refresca cuando hacemos un parate, bastará con abrir sólo allí abajo para abrigarnos y luego será fácil volver cada cosa a su lugar. La comida para el camino cotidiano, barras de cereales, chocolates, caramelos, la tenemos en los bolsillos que la mochila tienen en el cinturón de ajuste, así no tenemos que abrir todo el compartimento principal de la mochila. De no contar con estos bolsillos, utilizaremos el bolsillo superior externo de la mochila. Allí podemos llevar también el mapa, croquis, la brújula, libro guía en caso de que utilicemos alguno, y algún rollito de papel higiénico que también podemos meter en nuestros bolsillos para tener siempre a mano.
En el bolsillo interno de la parte superior vamos a meter cosas como la pincita de depilar, el espejito, las llaves de la casa donde no vamos a estar durante el tiempo que andemos de travesía, las pilas, baterías, cargadores si no son muy pesados, cables. Los documentos se pueden llevar allí también si eso se mantiene impermeable, algún dinero que no necesitaremos enseguida. Hay mochilas que tienen un bolsillo pegado a la espalda que es especial para documentos. Cada mochila ofrece sus exclusivas particularidades, algunas son más funcionales que otras, pensadas al detalle y hay que aprender y saber aprovecharlas.
La carpa, si tenemos una mochila lo suficientemente grande, la metemos adentro, paradita en el centro de la mochila, como si fuera un tutor de nuestra columna vertebral. Es mejor llevar todo lo que se pueda dentro de la mochila y no cosas colgando afuera. Salvo que no tengamos capacidad. Luego de poner la carpa paradita en el centro de la mochila, vamos a poner a un lado la olla con la garrafa adentro amortiguada por otras cosas que rellenen la olla y la garrafa, como el calentador plegable, sobres de sopa, cafés; cerramos la olla con cosas adentro y la colocamos a un lado de la mochila. Para hacer contrapeso, del otro lado, colocaremos un paquete de algo, yerba, arroz, lentejas… Luego seguimos apilando a ambos lados de la carpa, la bolsita botiquín a un lado y al otro la toalla, que debe ser de microtela tipo ballerina y la bolsita con el jabón shampoo y desodorante, paquetes de comida y vamos rellenando los huecos con rollos de ropa, pares de medias, la malla, la ropa interior.
Iremos buscando que el peso, a un lado y a otro de la carpa central vaya balanceado, que no queden huecos, que nuestra mochila armada resulte un embalaje macizo y compacto, que se mantenga de pie y en equilibrio
Obviamente cada cual, con la experiencia va encontrando sus propios modos, y no para todos lo necesario coincide con lo imprescindible. Nada mejor que la experiencia propia. Lo que nunca debemos hacer, es limitarnos a encarar una fascinante travesía de montaña hacia el más allá, donde no existirá más que el paisaje y nosotros, por el temor de no poder acarrearnos hasta allí con lo necesario. Seguramente así como yo lo hecho, hago y disfruto, todos pueden hacerlo.