Experiencia mayo-junio 2011.-
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Este día las rutas son variadas. La modernidad no sólo ha llegado a San Pedro de los Aguados, sino que también se extiende por la antigua ruta Lycia.
Salí de Gavurağılı con rumbo a Pydnai. Pydnai es una antigua fortaleza que resguarda el cabo oeste de la amplia bahía de Patara. En Patara se encontraba el oráculo de invierno de Apolo, mientras que el de Delfos era el de verano. Se llega a al fortaleza por un camino de autos entoscado y de tierra.
Se debe entrar a la fortaleza y es difícil encontrar un punto donde lograr salir, significa que aún sigue cumpliendo en ese lugar su funciónde infranqueable. La fortaleza naval y militar de Pydaní está junto a la desembocadura del río Ölzen.
Para seguir camino, luego de lograr salir de la fortaleza, hay que cruzar la desembocadura del río por un puente colgante. Se llega muy cerca de la costa y se camina entre la arena, las dunas y algunos pinares hasta encontrar otra ruta moderna para autos.
Es caluroso andar en esta época por estos caminos modernos, asfaltados o terregales sin arboledas hasta las ruinas de Letoon.
Letoon es una serie de templos que honran la memoria de Leto, madre de Apolo y Artemisa, hijos de Zeus con esta amante repudiada. Leto, al ser abandonada por Zeus, salió a buscar un lugar seguro para dar a luz a sus gemelos y cerca de Letoon unos pastores quisieron atraparla y ella los convirtió en sapos.
En las ruinas se conserva un anfiteatro, varias columnas del templo de Artemisa, y restos de muros de los templos de Apollo y Leto. Esta construcción data de entre los siglos II y V antes de Cristo.
Luego de esta visita retomé la ruta, también moderna y calurosa que sale de Letoon hacia una ciudad de más de 10 casas que se llama Kumluova. Por allí pasa un dolmus (minibus) que me dejó en el cruce con otras ciudad de más de 10 casas que se llama Kinik. Desde Kinik caminé hacia las ruinas de Xanthos, antigua capital de Lycia.
Xanthos es mencionada por Homero en la Iliada; allí cuenta que los Lycios de Xanthos se unieron a los troyanos en su defensa contra los griegos en el 1200 antes de Cristo. Cuando los persas invadieron Xanthos en el año 545 antes de Cristo, estos lucharon y resistieron los embates hasta que al quedar completamente atrapados por los persas decidieron incendiar la ciudad, arrojar al fuego todas sus pertenencias, sus esclavos, sus hijos y sus mujeres y luego los pocos hombres que quedaban se enfrentaron a matar o morir cuerpo a curpo contra el enemigo. La ciudad fue refundada por ochenta familias que se encontraban fuera de Xanthos durante el ataque persa. En el año 42 antes de Cristo, Brutus quiso someter a Xanthos. Los Xanthienses consruyeron barricadas, se defendieron con fuego contra los invasores y los burlaron y vencieron en varias oportunidades hasta que finalmente las tropas de Brutus lograron traspasar los muros. Brutus estaba furioso ante la resistencia de los xanthienses y compensaría a cada uno de sus guerreros por cada xanthiense vivo que capturara. Solamente lograron obtener recompensa por 150 prisioneros, ya que los xanthienses volvieron a incendiar todas su pertenencias, sus esclavos, sus hijos y sus mujeres y se suicidaron.
Los restos más importantes y más bonitos de los monumentos arqueológicos de Letoon y Xanthos fueron sustraidos por exploradores ingleses, tales como el magnífico templo de las nereidas, están en exibición en los museos británicos. Sin embargo hay destacables trabajos que pueden apreciarse o intuirse, tales como la magnificencia del teatro, las imágenes esculpidas de nereidas con túnicas delgadas y sus cuerpos mitad mujer, mitad pájaro y la piedra rosetta escrita de manera bilingüe en griego y lycio.
En mi ruta Lycia de hoy, visité estos restos. El calor golpeaba y rebotaba contra el asfalto y en Xanthos no había lugar para dormir, ni pensión, ni camping.
Con el amigo turco que se rompió el pie, nos cruzamos varias veces en el día de hoy. Uno llegaba, el otro se iba. Finalmente nos encontramos en Xanthos, sin saber qué hacer, era temprano, y ahí no había lugar para quedarse. Así que decidimos partir. Justo otro chico turco que estaba trabajando se dirigía a Patara, donde se encuentra el oráculo de invierno de Apolo y que se encuentra sobre la playa. Es una de las próximas estaciones de la ruta Lycia y también el camino está atravesado por rutas pavimentadas modernas. Aceptamos viajar con el trabajador turco.
Como hacía mucho calor y habíamos caminado desde la mañana temprano desde Gavuragili, a 15 km de Xanthos, fuimos a la playa. Tras unos refrescantes baños de mar, retomé la ruta hacia las ruinas de Patara. Muy interesante y muy amplio.
El nombre deriva del hijo de Apolo y la ninfa Lycia. Ante el desastre ocurrido en Xanthos contra Brutus, la ciudad de Patara decidió abrir sus puertas y Roma la convirtió en su capital romana en Lycia.
Desde las ruinas de Patara caminé hasta la ciudad. Estoy en una pensión hermosa, Flower Pensiyon. Cuesta 35 liras con desayuno, tengo balcón e internet wifi. El agua de la ducha es un espectáculo. Cené acá y fue delicioso y abundante.
Mañana se retoma la ruta con la esperanza de que sean antiguos y frondosos caminos.
Actualización enero-febrero 2018.-
En verano fue una ruta muy calurosa y en invierno, también. Mucho asfalto. Mucho camino ancho y la creciente invasión del plástico invernadero. Turquía for export. Además de los invernáculos de tomates, pimientos, pepinos, berenjenas, se han multiplicado magistralmente las calles de pavimento, las carreteras y el tráfico. No da tanto gusto caminar algunas partes del sendero de hoy. Otras, sí, y mucho. Da gusto entrar en algunas villas y caseríos, compartir la sombra de una parra con la familia. Caminar sobre el acueducto antiguo.
Al salir del Apart Hotel fuimos a visitar las ruinas de Letoon. Es un lugar encantado por la magia: el nacimiento de Apolo y Artemisa. Leto, su madre, amante de Zeus. Artemisa y Apolo hijos de Zeus. En el tempolo de Apolo se conserva impecable una alfombra de mosaicos.
Desde Letoon a Xanthos es por pavimento y desde Xanthos otra vez, se sale por pavimento y en subida hasta Çavdir. En Çavdir hay que entrar en el cementerio, cruzarlo todo, y, al final, hay una marca un poco diluida que nos indica saltar hacia afuera por sobre la barda de piedra. No hay muchas marcas, no hay señalización. Debimos preguntar a los trabajadores que estaban cosechando aceitunas. Nos mandan para arriba, entre medio de un bosquecito. A veces aparece alguna pirca. Marcas salteadas, casi nada. Tenemos que encontrar el recorrido del acueducto y seguirlo. Caminamos sobre la cazuela pedregosa por el borde de la ladera. Entramos a Çavkoy y allí nos invitan con naranjas, pan casero, y un montón de pimientos! Volvemos a subir y retomar el acueducto, siempre bordeando la ladera de la montaña sobre nuestra izquierda.
Seguimos el manantial de Ipinar, vertiéndose generosamente y sin claudicar a través de un canal de 2000 años, luego debemos de cruzar caminando siempre sobre la línea del acueducto, por un puente. Un arco de piedras acomodadas ha veinte siglos y aún en pie y sosteniendo nuestro pasos a doscientos metros de altura. Es alucinante!!
Por todo este camino, le daremos la vuelta al manantial encajonado en un cañón y vertiéndose desde sospechosos boquetes en la roca. Por allí hay un prado donde se podría acampar. Nosotros seguimos y al finalizar el sendero volvemos a aparecer en otra carretera muy nueva y aún nos falta seguir caminando por ella hasta Üzümlü. Es un buen rato, se hace un poco largo, pero se llega.
En Üzümlü acampamos. El camping y pensión está sobre la ruta nueva y tiene un cartel de anuncio. Fue genial. Apenas llegamos dispusieron todo para nosotros. Fogón, té, comida. Todo casero.
El camping con desayuno cuesta 40 liras.