En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 17: Apt-Rians

Desde Forcalquier salimos a Manosque. Manosque es una ciudad poco agradable, con mucho tráfico, ruidosa, mucho smog. En la carretera también, muchos coches, mucho tránsito, y mucho smog.  Difícil respirar al ritmo del pedaleo.

Se puede tomar un tren para abreviar un tramo más poco agradable hasta Meyregules y desde allí seguir a Jouques y finalmente a Rians.

Nosotras pedaleamos y el camino, además del smog, nos regaló algunas lindas sorpresas. Pasamos por una bodega romana del siglo II y por un castillo de la Ravellette. Allí, cerca del castillo, nos perdimos. Los caminos hacen una T y nosotras escogimos el de la derecha. Mala elección. Siempre es mejor por la izquierda.

Sin embargo el error nos llevó a descubrir otros parajes repletos de viñedos en colinas onduladas, luego bosques de pinos, y entre la espesura oasis de pradera recortada donde se yerguen castillos. Muy mágico.

En Rians no hay campings por lo que acudimos a dormir a un albergue pipícucú. Su dueño, Marc Antoine, nos hizo un precio especial y fue muy amable y cordial.

El lugar es un departamento con estilo y una terraza con vistas alucinantes. No pudimos despegar los ojos ni de día ni a la caída de la tarde, ni a la puesta de sol, ni a la noche. No nos perdimos nada.

El pueblo tiene su encanto. El almacén es caro. Todo muy exclusivo, pero los habitantes son simpáticos.

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