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En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 17: Apt-Rians

Desde Forcalquier salimos a Manosque. Manosque es una ciudad poco agradable, con mucho tráfico, ruidosa, mucho smog. En la carretera también, muchos coches, mucho tránsito, y mucho smog.  Difícil respirar al ritmo del pedaleo.

Se puede tomar un tren para abreviar un tramo más poco agradable hasta Meyregules y desde allí seguir a Jouques y finalmente a Rians.

Nosotras pedaleamos y el camino, además del smog, nos regaló algunas lindas sorpresas. Pasamos por una bodega romana del siglo II y por un castillo de la Ravellette. Allí, cerca del castillo, nos perdimos. Los caminos hacen una T y nosotras escogimos el de la derecha. Mala elección. Siempre es mejor por la izquierda.

Sin embargo el error nos llevó a descubrir otros parajes repletos de viñedos en colinas onduladas, luego bosques de pinos, y entre la espesura oasis de pradera recortada donde se yerguen castillos. Muy mágico.

En Rians no hay campings por lo que acudimos a dormir a un albergue pipícucú. Su dueño, Marc Antoine, nos hizo un precio especial y fue muy amable y cordial.

El lugar es un departamento con estilo y una terraza con vistas alucinantes. No pudimos despegar los ojos ni de día ni a la caída de la tarde, ni a la puesta de sol, ni a la noche. No nos perdimos nada.

El pueblo tiene su encanto. El almacén es caro. Todo muy exclusivo, pero los habitantes son simpáticos.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 16: Apt-Forcalquier

Entramos en los Alpes y las colinas se hacen notar de buen grado y agrado. La ruta sigue estando muy bien señalizada por el símbolo de la silueta del niño en bicicleta.

Atravesamos muchos pueblos viejos y llenos de encanto como Raillane, pueblos encaramados en las laderas de lomas empinadas.

Hubo buena cosecha, lechuga de campo y un melón increíble que saboreamos a la sombra del camino.

El camino cruza infinitos campos de lavanda. Son enormes extensiones lilas y durante buena parte del recorrido nos inundamos de ese aroma refrescante impregnado en todo el espacio. Luego en lugar de los campos violáceos hay bosques de pino. Es un placer para los sentidos, uno tras otro.

El recorrido nos lleva también a pequeñas ermitas de oración y monasterios. Algunos tramos son carreteras angostas, con muchas curvas y abrupto desnivel.

Pasamos el Observatoire Saint Michel, un sitio enclavado en lo más profundo de un bosque sombrío con una energía muy especial.

En Folcalquier acampamos en el único camping de la ciudad. Cuesta 13 euros con una linda piscina y show de magia para los veraneantes.

 

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 15: Saint Gilles-Apt

El bidegorri sale directamente del camping municipal. Luego se pierde alguna veces, sobre todo al cruzar por ciudades más pobladas y con más movimiento.  No se encuentra fácilmente la señalización, pero una vez hallada la buena senda, el camino de esta jornada es hermoso. Casi todo discurre por una buena Vía Verde. La cartelería se basa en un dibujo de una silueta infantil de niño en bicicleta. Hay de este tipo de carteles azules y rojos. Los azules son los que van en nuestra dirección. Los rojos serían para regresar en la dirección contraria.

La pista sale de Cavaillon, donde se complica un poco el tema de la señalización. En breve pasaremos al pueblo de Roubion, muy pintoresco y, más adelante, una antigua estación de trenes: Goult. Allí podemos descansar. Hay una fuente de agua, mesitas y toilet.

Retomando la ruta llegaremos a un enorme crómlech (dólmen), muy bien conservado. Es del neolítico y su establecimiento data de 3900 años antes de Cristo.

 

Siguiendo siempre por la formidable pista ciclable nos encontraremos con otra área de descanso muy agradable y provista con una «boîte aux livres», mesas y bancas bajo una arboleda.

Todo el camino hay frutales cargados de frutos maduros y deliciosos en verano. Buena cosecha de ciruelas muy dulces, de varios tipos y colores.

Llegamos a Apt y acampamos en el camping Los Cedros,  inmersas en el parque Luberon.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 13: Agde-Carnon

En este tramo del camino entre Agde, por la costa y hasta Carnon, hay bastante señalización de Eurovelo. Carteles con flechas que indican el kilometraje hacia los próximos enclaves playeros. Como ya es habitual siempre se llega a un punto en que las señales desaparecen. Normalmente al pasar por algún pueblo o ciudad. Hay que dar mil vueltas, preguntar. Ya llevo hechos varios trayectos de varias Eurovelo y siempre es el mismo fastidio. No se les ocurre poner en las ciudades, en los centros más urbanos, un cartel con una flecha que diga por dónde sigue la ciclovía. Es un fastidio que quita el ánimo de seguir usando estas vías.

Los pueblos que pasamos fueron Marseillan, Sète, Frontegnan, Vic la Guardiola, Villeneuve les Mugelon y terminamos en Palavas pero como los campings de ahí están atendidos por gente antipática y soberbia y son caros y desordenados, llegamos hasta Carnon.

El camino es pintoresco y novedoso. Por un hilo de tierra rodeado de agua entre el mar y las marismas. Hubo un poco de lluvia, llovizna. Luego nublado, luego sol, calor, luego brisa. Variado pero lindo. Harta un poco la movida turística. Mucho amontonamiento de gente veraneante.

El camping de Carnon, Saint Maurice, es un poco más tranquilo. No es la panacea pero a estas alturas del camino veraniego, no se consigue nada mejor. Cuesta 16 euros.

Lo bueno del camping Saint Maurice es el restaurante y el muchacho que canta bonito.

No hay internet pero sí electricidad. Los baños están sucios y las duchas sin agua caliente. Las personas que estaban en seguridad eran amables.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 12: Serignan-Agde

Una pedaleada breve a la pesquisa de los carteles de la Eurovelo 8 que aparecen muy esporádicamente y son confusos.

Durante la primera parte pedaleamos siguiendo un canal con muchas piedras y escollos en el camino. Lo bueno es que íbamos tranquilamente, sin tener que vigilar el tránsito vehicular y mirando la vegetación por lo que hicimos una abundante cosecha de ciruelas.

A Agde llegamos por ruta. En la oficina de información turística del centro no están muy enterados de nada. Nos atendieron a las apuradas y nos dijeron que no había espacio en ningún camping así que decidimos buscarlo por nuestra cuenta y encontramos un lugar que está bastante bien. Ni tanto como el Floralys de Narbona ni tan poco como l’Etoile de Serignan, pero bien.

Con una recepcionista muy amable y simpática y con merenderos puesto a la sombra de sombrillas. Se llama Le Marider y cuesta 17 euros por persona. Tiene una piscina fantástica.

El internet funciona mal y sólo en la brasserie y el tema de la electricidad complicado como estas cosas en la France.  Hay máquinas lavadoras de ropa.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 10: Casilhac-Narbona

Hermosa jornada. Saliendo del camping nos encontramos con un ángel de 76 años, Jean-Claude. Nos indicó, con lujo de detalles, el mejor camino a tomar esta jornada para dejar atrás Carcassone y llegar a Narbonne.

Jean-Claude nos acompañó hasta la salida de Palaja. Nos indicó que debíamos cruzar Montegoul y tomar la carretera durante sólo 5 kilómetros rumbo a Trebes. En el desvío, tomar la ruta a Lagrasse.

La ruta a Lagrasse es bellísima, con leves y agradables cuestas y colinas. Rodeada de verde. Se interna en las gargantas de Corbières.

Pasamos por pueblitos que emergen de las laderas a ambos lados de la garganta. Todos encantadores. En Lagrasse hicimos una parada y comimos una deliciosas tarteletas de la panadería del pueblo. Deliciosas.  Luego retomamos por esta apacible ruta a menudo cercada por una galería de árboles. Pasamos por Tournissan y Saint Laurent y luego entramos a algunas carreteras un poco más moviditas hasta Narbona.

Acampamos en Florelys un camping de dos estrellas que tiene de todo, hasta piscina. Este es un camping muy recomendable. Gente amable. Espacio con mesas y bancas para sentarse. Proveduría con buenos precios. Ya pasé dos veces por allí y no hacen más que mejorar.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 7: Boulogne sur Gesse-Rieux Volvestre

En Boulogne sur Gesse que es una población un poquito más populosa, un pueblo, pero algo más comercial, hicimos acopio de vituallas. Salimos tranquilas, casi a mediodía con las alforjas repletas.

Fue una ruta de subidas leves y bajadas pronunciadas, largas y delicios. Atravesamos enormes extensiones desoladas de campos de girasoles, muchos ya cosechados, y pasto dorado enfardado. Los pueblos también, desolados. Pueblos enteros dormidos. El silencio total. Radiante. Mucho sol, mucho calor. El ambiente es rural, y a esta hora, la siesta.

Pasamos por los pueblos de Ciadoux, Casagnabère Tournas, Esparron -siguiendo una vía verde-, Benque, Montoussin y seguimos los letreros hacia Le Fousseret. Luego entramos a una ruta angosta hacia Saint Elix le Chateau pero la dejamos pronto para ir en dirección Saint Julien Garonne. Cruzamos el río Garonne que atraviesa toda Francia y acampamos en Rieux Volvestre, junto al río, en Plan de l’eau.

 

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 5: Lourdes

Día de reparaciones. En Lourdes, ciudad muy visitada por su iglesia y virgen con fama de milagrosa, existe una bicicletería, les Clycles Arbes de Lourdes que hace milagros visibles, tangibles y comprobables. Si alguien pedalea por esta zona y anda con inconvenientes técnicos le conviene llegarse hasta aquí. La Cycles Arbes se encuentra en la carretera que sale de Lourdes hacia Tarbes sobre mano derecha y luego de pasar el supermercado Lidl.

Nuestras bicicletas, especialmente la mía, deberían pasar en ese hospital mecánico unas cuantas horas, más de la mitad del día, así que no nos quedó otro remedio que pasear por la ciudad.

Si bien la ciudad de Lourdes es ahora un santuario muy visitado, hasta 1858 era apenas una pequeña aldea con casas humildes, como así también sus habitantes, que en un ochenta por ciento eran analfabetos. Esta comarca se encuentra en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas). Al pie de éste corre el río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas. A un lado de los muros de rocas seminegruzcas la naturaleza abrió una pronunciada gruta. En el suelo de esta gruta solitaria, árido y seco, crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona. Allí fue donde se le presentó a Bernadette Soubirous la virgen. Actualmente junto a esa gruta llamada Gruta de las revelaciones se alza un santuario que es lugar de peregrinación.

Paseamos todos el día por esta ciudad turística. Comimos pollo al spiedo con las manos sentadas en una plaza, postres de chocolate sin cucharitas y aprovechamos también a solucionar el problema del teléfono de Stellete que venía sin conexión a internet. Finalmente conectó y nos comunicamos con todo el mundo hacia todas las latitudes posibles.

Ya de tardecita recogimos nuestros móviles y bártulos. Las bicis salieron con mejoras imposibles para semejantes modelos antiguos, sin equipamiento profesional. Con todas estas diligencias realizadas buscamos otro camping para dormir dejando Lourdes atrás. Paramos a  en el Moulin de Monge. Este camping también está muy bien. Tiene un linda piscina, sauna, y una proveeduría muy bien provista y con precios muy accesibles.

 

Ruta de los dos mares: Canal de Garonne-Canal du Midi

La Ruta de los dos mares es una ruta que se puede hacer en bicicleta a través de Francia. Arranca sobre el Atlántico francés y baja, siguiendo el curso del Canal de Garonne hasta Toulouse, desde allí continúa por las márgenes del Canal du Midi hasta la costa del Mediterráneo.

Me uní a esta ruta que estaba haciendo un amigo en Agen. Para llegar a Agen desde Bilbao, tomé trenes con la bici equipada y lista para pedalear, sin desmontar.

Salí de Bilbao con el Euskotren rumbo a Amara Donostia, luego, desde allí a Hendaya.

En Hendaya tomé el tren regional donde se puede llevar la bici sin desmontar y gratis, al igual que en Euskotren, hacia Bordeaux, y luego otro tren regional (TER), hasta Agen donde me esperaba mi amigo.

El canal de Garonne es un espacio muy verde, rodeado de bosques y altos plataneros que dan sombra al camino. Se van superando las esclusas y ver el espectáculo de cómo se nivela el canal para dar paso a los barcos, es asombroso e interesante.

El trazado de todo el recorrido es plano, sereno, bien señalizado y asfaltado, liso, hasta Toulouse. Es muy cómodo de pedalear.

Cerca de las paradas que fuimos haciendo encontramos campings muy acogedores, muchos de ellos los municipales, con todos los servicios y algo más. Todos tienen piscina, acceso a internet en casi todos en el área de recepción o zona común. Mesas de pic-nic. Duchas cómodas y algunos taquillas con electricidad donde cargar nuestros aparato electrónicos.

Los precios de los campings oscilaron entre 6 hasta 12 euros el más caro.

Durante nuestro recorrido hicimos un desvío para visitar amigos en Raux, Penne. Desde Montech tomamos el Canal de Montech, de trazado cómodo para la bici hasta Montauban que vale la pena visitar un poco. Desde Montauban por carreteras rurales se puede ir hasta los pueblos de Midi Pyrenées donde abundan los castillos y callejones medievales y hay que salvar alguna que otra colina. Las vistas son muy buenas, las paz increíbles, los pueblos de los alrededores llenos de encanto.

Desde Toulouse, tomando el Canal du Midi, deja de ser cómodo para pedalear. Es desparejo, sendero muy angosto en algunos tramos. Lleno de baches, raíces que sobresalen, rocas, piedras, gravilla. No apto para mi bici rutera. Mucho sangoloteo.

En mi caso, es preferible tomar caminos rurales. No hay muchos porque hay mucha ruta y autopista pero se encuentran caminos adecuados para pedalear con tranquilidad dando algunas volteretas. Así, esquivando los senderos de baches, el Canal du Midi desparejo, y algunos senderos cerrados,  avanzamos desde Rustique, pasando Trèbes (donde el camping Anton ya no existe más) hasta Narbonne donde culminó esta experiencia.

Desde Narbonna regresé a Bilbao en Flixbus, con la bici envuelta en papel film. Sólo desmonté la rueda delantera. Envolví todo. Metí la tienda en una de las alforjas, y no pagué ningún extra ni me pusieron ninguna pega. Fue muy fácil. Había pensado hacer este trayecto de regreso en Alsa, pero Alsa no lleva la bici envuelta en film en trayectos internacionales por lo que es mejor hacerlo en Flixbus, cuyos choferes son accesibles. El Flixbus sale de la parada de buses en Narbonna al lado de la estación de tren.

Algunos de los campings en los que paramos fueron:

Le Moulin de Bidounet, pasando Moissac, La Giraille en Castenaudary, La Commanderie en Rustique, Le Floralys en Narbonna. Todos recomendables.

Si quieren más información o detalles de esta ruta, no duden en preguntarme marialaqueviaja@gmail.com

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