Panamá-Panamá – 20 de diciembre

Fue un domingo maravilloso.
Amasé gnocchi aunque la idea inicial había sido hacer milanesas.
Tuve tiempo y sol durante un lapsus de minutos para refrescarme en la pileta y nadar unos largos de pecho y espalda. El año que viene no quiere nadar así. Necesito aprender a nadar. Me gusta y lo hago mal, pero sé que puedo hacerlo mejor.
Después de comer, preparamos el mate y nos fuimos con Tea de paseo. Me llevó a Mi pueblito que es un parque temático donde hay una muestra de cómo viven las comunidades fuera de la capital. Hay bastante vegetación, ventas de artesanías… después fuimos al templo Al Baha’i. Interesante. Hay siete en el mundo. Uno está en construcción en Santiago de Chile. Es un tenpo de ninguna religión en específico. Un templo de espiritualidad en el que en lugar de santos o totems hay plantas vivas. La gente que asiste a ceremonias lee y escucha lecturas místicas que tanto pueden ser del Corán como de la Biblia. Además este templo, está erigido en una colina desde la cual se puede ver toda la ciudad de Panamá en los cuatro puntos cardinales y los intermedios de la rosa de los vientos. Muy lindas vistas.
Siempre mate de por medio pasamos por el supermecado El Rey y compramos lo que faltaba para hacer una tarta de jamón y queso, especialmente para Ian, el más chiquito, que hoy al mediodía comentó que le había gustado.
Hicimos una tarta con decoración de carita feliz y un dzadziki según la receta de Raúl que no resulta muy parecido al que te sirven en Grecia pero se ve que zafó bien porque no quedó nada.
También acomodamos la carga de la bubrbuja. Llevo una silla de Tea. Rumbo al sur. Una silla hecha de tronco. Un tronco que fue rescatado del mar donde naufragaba quién sabe de cuáles orígenes. Ahí en el medio del asiento de atrás va la silla abeza abajo. Hasta San Pedro… Buenos Aires… San Clemente… Villa Gesell y Hasta la Victoria como Siempre.
Yo me voy a Colón. Mañana. Aduana y Puerto de Manzanillo. Ya les iré contando cómo sale todo. No desesperéis. A veces no hay internet y hoy, aunque saqué, no puedo subir las fotos domingo maravilloso que despido con un vasito de malbec de bodegas argentinas Santa Julia. Brindo! Sastipen tali y a embarcar que clama la marea!

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