Jutiaga-Nicaragua – 14 de noviembre


Esta mañana, aún en Matagalpa, fui a la casa de José Amador Fonseca, líder sandinista oriundo de esa ciudad. Di otra vuelta por el centro y volví al hotel donde charlé y tomé unos mates con Ángela.
Salí de Matagalpa hacia Jutiaga, subiendo una cadena montañosa, uno de los escenarios naturales más preciosos que en cuanto a camino he visto en Nicaragua. La ruta está un poco rota, buraco por aquí y por allá, pero yo voy despacio, voy mirando… las montañas cultivadas, las plantaciones de café, el olor en el aire, respiro fuerte… mmm… y sigo subiendo a la ciudad de las brumas por un camino bordeado de flores naturales y de puestos que venden más flores, abundan las flores, los viveros y las fincas cooperativas de café, de café café y de café orgánico.
Sigo hablando con la gente. No quiero ser densa con mis impresiones. El nivel de organización, la cohesión que existe en toda la comunidad en pos de un proyecto y el conocimiento que se les brinda para que todos estén al tanto de cómo va a funcionar. La organización es lo que me deja pasmada y la confianza del pueblo también en lo increíble pero realizable. La entrega. La solidaridad.
Se trabaja en la producción vacuna, para exportación y vacuna para extracción de leche, consecuentemente se trabaja en la instalación de los tambos, paralelamente se entregan chapas para cumplir con el proyecto techo para todos.
Ayer, las mujeres de Matagalpa presentaron un festival en la radio, radio comunitaria, en el festival presentaron los discos que les grabaron a los grupos que ganaron un concurso previamente organizado para la gente del campo, de las fincas en los alredodres de Matagalpa y Jutiaga, la gente de la montaña que también hace poesía y le pone música y la canta pero que esta mujer explicaba a veces se les hace tan difícil llegar a un estudio de grabación y darse a conocer, ellas lo hacen posible. Piensan en todo.
Me sigue conmoviendo. No quiero ser pesada. Esto está funcionando y para mí que es un sueño. Un sueño hecho realidad… qué sé yo… ando tanto que a veces dudo de seguir en la tierra o en esta dimensión, hay tanto para mirar, tanto para ver, oler, probar, escuchar, aprender…
La comida es barata, una enchilada 5 córdobas, una empanada 5 córdobas, cuando querés acordar te llenaste la panza con el valor de un dólar. Todo el mundo me calienta el agua en su cocina, el agua de la canilla es potable, gasto en gasolina nomás, cuesta 25 dórdobas la súper, creo que es por litro… no estoy segura, creo que sí. Hasta ahora resulta buena. No he encontrado camping en Nicaragua, pero un hotel como el que estoy hoy, lindo, limpio, con anfitriones amables, educados, cuesta 100 córdobas, menos de 5 dólares… o sea… que qué más podría pedir, si el viaje de esta vida o la vida que es este viaje continúan de esta manera, esto es en serio un sueño y yo que creí estar despierta…
Aquí van algunas fotos, algunas de Matagalpa, un poco más populosa que Jutiaga. Con el hijo de Ángela, Steven y su amigo Jonathan, otras del centro de las dos ciudades -están mezcladas- y millones de abrazosssssssss… desde Jutiaga, la ciudad de las brumas (dicen que dentro de un rato, el cielo se cae con la tarde y hará mucho frío aunque ahora parezca increíble. Así funciona por acá lo que a simple vista parece inconcebible)

4 comentarios sobre “Jutiaga-Nicaragua – 14 de noviembre”

  1. gracias por compartir este viaje, lo que ves, los olores, y hasta tus mates… Besos amiga. y cuidate mucho!!!!!!!!!!!!!!

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