Costa Rica va tomando color.
Me levanté temprano, tomé unos matecitos en la terracita y salí a caminar por la costa, el mar se había llevado la mugre que había ayer en la tardecita y con la luz del día y la arena límpida se veía bello.
Caminé por una amplia bahía, hasta donde se cierran los peñascos.
Después fui a cambiar euros, los cambié en un supermercado porque hoy es sábado y los bancos están cerrados, además Playa del Coco, no es un pueblo muy grande, ni muy comercial. Me los pagaron muy pero muy bien. Acá manejan colones y dólares como si fuera moneda nacional. Pero bueno, tuve suerte con los euros.
En un momento parto a Samara. Lucie me espera con alegría.
Ya les contaré cómo me va de ruta, hoy le mando Carmina Burana como para enloquecer. Si me paran bueno, jode, pero zafa, el tema es cuando me hacen bajar todos los bártulos y el bombo murguero y las castañuelas y el repique empiezan a quejarse, es un bochinche bárbaro.
Reconozco, con las dos manos en el corazón que me afectó el contraste, que me enamoré de Nicaragua y el cambio fue drástico ayer, pero uno le va a encntrando la vuelta, el panorama se va aclarando y estar en el camino, es a lu ci nan te, eso ni dudarlo