Intensa caminata por las inagotables calles y puentes de Porto.
Salimos desde nuestro departamento en la Rua da Alegria y a pocos metros pasamos por el Teatro Helena Sá e Costa. Luego tomamos la Rua Santa Catarina, pasamos la Capela das Almas y cerca del Mecado do Bolhao nos compramos unos panes artesanales, tradicionales, riquísimos! de milhojas y con sabroso relleno de frutas, dulces, y cubiertos con escamas de almendras, delicias! y buen precio! A pocos metros, por esta calle peatonal, de frentes azulejados que obligan a detenerse a admirar a cada paso, hicimos un nuevo stop, en el famoso café Majestic, hermosa arquitectura, estilo art nouveau, vitrales y ornamentación. Subimos por la parte alta de la Fortaleza al Puente Luiz I y cruzamos a Vila Nova de Gaia donde se encuentran las antiguas y renombradas bodegas de Oporto. Caminamos por el malecón e hicimos nuestro pic-nic de mediodía con una vista privilegiada del Douro y las casitas de la otra margen más los continuos barcos haciendo sus paseos. Volvimos a cruzar por el Puente Luiz I, pero esta vez por la parte baja. Este puente es Patrimonio de la Humanidad y fue diseñado por un discípulo de Eiffel, construido en 1886.
Caminamos un buen rato más por Porto, fuimos a la Catedral, a la Igreja Santo Idelfonso, a San Francisco, entramos en la Santa Clara de increíbles retablos y plafonds barrocos dorados. Pasamos otra vez por San Bento, por el Mercado Ferreira Borges y por el Museu Igreja da Misericordia. Volvimos a la Torre dos Clerigos y cruzando un parque cerca de ella pasamos por la librería Lello & Irmao donde había una multitud esperando en la cola para entrar. Luego caminamos tranquilamente a casa.
Seguramente hemos visto y puede verse más de lo comentado en estos posts. Porto parece ser una ciudad repleta de rincones a descubrir, da para mucho y da gusto andar y perderse en sus callecitas, con sus frentes de mayólicas de todos los tiempos, viejos y tal como fueron hacen siglos, o renovados. Además, la gente, es amable, y en estos dos días, varias personas se han acercado a hablar con nosotros y hacernos comentarios aún cuando no les hemos preguntado nada. Se ve que les da gusto, quieren platicar.