Vélodyssée, algunas etapas de la ruta que surca la costa Atlántica de Francia

La Vélodysée es una ruta para bicicletas que recorre toda la costa atlántica de Francia desde Roscoff hasta Hendaya. Son unos 1200 kilómetros de los que yo, esta vez, sólo recorro una parte. Si toda la ruta es como lo que he visto en mi paso fugaz apenas poco más de diez días, debo decir que es una ruta muy bonita y fácil.

Existen algunos desniveles, por ejemplo en la etapa de las dunas, conocida popularmente como «montaña rusa» porque tiene subidas y bajadas pronunciadas y muchas curvas. Sigue el contorno de dunas de hasta cien metros, pasa a veces cerca de la costa, al lado del mar, y largos tramos por sabrosos pinares. La mayor parte de la ruta está asfaltada.

1er día, La Rochelle y hacia Marans

Empecé en Bilbao y en tren. Euskotren desde Bilbao a Hendaya. TGV de Hendaya a Bordeaux. Tren intercités entre Bordeaux y La Rochelle. Todos los trenes con la bici sin desmontar. Cargada con sus alforjas. Eso para mí es una gran ventaja. En el Euskotren siempre se puede hacer esto. En los trenes de Francia, por si acaso, he reservado con anticipación y dan una palza especial para la bici.

Llegué a La Rochelle, tras andar todo el día en trenes, a las 19 horas. Tenía tiempo hasta las 20 para llegar al Camping Le Verger que está a 8 kilómetros y pico hacia Marans, siguiendo un canal. Es la ruta Velodysée que viene bajando y yo hice este tramito subiendo para llegar al camping. El camino, lindo, agradable. Y el camping, encantador. Hecho con amor. Lleno de frutales y flores. Mesas coloridas. Gente con buena onda, desde los dueños a los acampantes. Allí conocí a Hugo, vasco de Elgoibar que también anda haciendo la ruta, en sentido contrario. Conversamos un buen rato.

2do día, Dompierre Sur Mer (donde está el camping Le Verger a Rochefort)

Al día siguiente comencé a bajar. Primero repitiendo el canal de Marans, luego buscando la Vélodysée hacia Rochefort. Me costó bastante encontrar la ruta para salir de La Rochelle. Es una ciudad bastante grande. Di mil vueltas y fui para cualquier lado hasta que la encontré.

La Vélodysée pasa por el puerto viejo de La Rochelle, cerca de donde están las dos torres de la avenida ancha. Este tramo no está asfaltado pero iba bastante bien.

Pasé por las playas de La Rochelle, Aytré y Châtelaillon-Plage. En Châtelaillon-Plage se pedalea por un malecón sobre el mar y se comparte el camino con vehículos. Después es camino de tierra.

En Rochefort dormí en un camping espectacular como he visto pocas veces y por 10 euros. El personal se ocupa de todo. Tuvieron un problema eléctrico y la mujer anduvo por todo el camping avisando que no teníamos wifi por ese tema. El wifi anda en todo el camping, gratis. Tienes unos lockers con conectores para cargar los artefactos electrónicos. Un salón con Tv, una cocina con nevera, microondas y tostador. Un montón de libros. Landería. Papel higiénico en el baño. Ducha buenísima. En fin, todo y demás.

3er día de Rochefort a Marennes y de ahí a La Tremblade

Llegué por otros caminos, por Hiers Brouages. Nunca encontré la Vélodysée para salir de Rochefort. Crucé el puente enorme, y después del puente hay vías verdes a ambos lados, ninguna señal de la Velodysée. Al menos yo no la vi, así que seguí una de las vías verdes y el GPS y terminé en un camino cerrado que decía propiedad privada prohibido pasar.

Creo… por lo que he leído después, que la pista ciclable no atraviesa ese puente enorme. Yo pregunté en el camping y me dijeron que, la única manera de pasar a Marennes, era cruzando ese puente.

Mi camino fue bastante tortuoso y por el campo. Fui por la pista ciclable que va a Porte de Barques y a Soubise. Doblé en un lugar a la izquierda. El camino era de piedras grandes y terminó en una tranquera de fierro sin salida. Propiedad privada, prohibido pasar. Tuve que volver hacia atrás. Busqué a través del GPS llegar a Hiers Brouages y luego sí, ya estaba a un paso de Marennes desde donde seguí hasta La Tremblade, cruzando otro puente sobre el estuario de la Seudre, para dormir en el camping Les Gênets.

4to día de La Tremblade a Royan

La pista ciclable va entre el bosque de la Coubre y las playas de la Costa Salvaje. Vale la pena hacer algunas paradas, ir a la playa, darse un chapuzón de mar o descansar un rato sobre la arena y continuar. Es una costa muy bella.

El bosque también. Se pasa por un faro. Hay dunas, pinares, playa. Se cruza la ciudad de Saint Palais sur Mer donde se pierde un poco la pista que va sobre las aceras. Luego se continúa hacia Royan. Yo me quedé un poco antes de Royan en el camping le Val Vert.

5to día de Royan a Maubuisson

Un día largo de pedalear y variado. Se comienza cruzando en un ferry el estuario de la Gironda, desde Royan a Verdon. Luego el camino es completamente desolado de poblaciones. Una línea de arena y dunas y bosque.

Luego de cruzar, la psta ciclable serpentea de Verdón a Soulac y desde allí vamos en dirección Montalivet les Bains. Muchos de los cruces me resultan confusos. Por ejemplo hay un cruce, llegando a Hurtin Plage donde no sabés qué camino tomar, si a Hourtin Plage, Bourg, Carcanss… quizás más direcciones y nombres desconocidos. Como no sabía a qué lugar ir y no tenía camping reservado, busqué un camping que me pareció más tranquilo. Maubuisson. Es regular y no ofrece mucho, pero para pasar una noche estuvo bien. Está sobre el lago Hourtin.

6to día de Maubuisson a Le Porge Ocean

Por supuesto me costó salir de Maubuisson y encontrar la Vélodysée. Probé todas las direcciones posibles y llovía.

Pasé Lacanau donde estaba muy concurrido de gente y otra vez me costó encontrar la pista para ir a le Porge Ocean. Es fácil confundirse y tomar la pista que va por dentro y no por la playa, hacia Le Porge interior. Casi cometo el error.

Quería salir a la playa así que volví y retomé otra pista que va por la costa.

La pista sigue siendo en general linda, entre dunas y bosque. Hay muchos caminitos de arena que se adentran hacia las playas. Vale la pena meterse en alguno de ellos, a la playa lejos del mundanal ruido. El mar, la bicicleta y yo.

En Le Porge Ocean paré en la Grigne. Está bastante bien, al menos tiene mesas de camping para sentarse. No ofrece gran cosa de todas maneras. Pasable.

El lugar sí es lindo para ir a la playa, tomar sol, bañarse en el mar. El mercadito del camping tiene de todo y buenos precios. Accesible.

VIDEOS: https://www.youtube.com/watch?v=9R1BsShYSpw&t=8s

7mo día de Le Porge Ocean a Parentis en Born

Este fue el día que más pedalée para ir zafando de una zona de campings muy caros donde descansar. Un día largo de pedalear pero lleno de matices y placentero.

Hizo en general buen tiempo. Desde Le Porge Ocean salí hacia el interior. Se puede llegar a Le Cap Ferret y cruzar en un ferry en Arcachon. Como leí que era bastante caro, como un camping, decidí pedalear por el interior y cruzar por tierra. Es largo pero lindo. Discurre por pueblos diferentes, más rurales, y la vía cubre una antigua vía férrea por lo que se van cruzando las antiguas estaciones y sus caseríos.

No entré en Arcachón. Fui directo a visitar la Duna de Pilatos. Luego fui a Biscarrose. Desde allí pensé que estaría más cerca del camping que buscaba, La Calede, casi desisto cuando vi que me faltaban aún 32 kilómetros. Ya había hecho más de 80, pero seguí.

Entramos a una región más alejada del mar pero de grandes lagos.

La Calède es un camping agradable y tranquilo, junto a un lago. El precio está bien también.

8vo día de Parentis en Born a Santa Eulalia

Día de lluvia y pocos kilómetros pedaleados. Camino llano entre foresta y bordeando lagos. Hay algunos cruces y rotondas que me confundieron un poco sin embargo se encuentra la senda. Se pasa por un gran supermercado donde quizás es buena idea comprar algo de comida a bien precio. Luego, sobre los lagos, sólo habrá algún restaurante junto al camping y un área comercial a 4 kilómetros, muy caro.

Me quedo junto a otro lago, en el Camping Municipal du Lac. No está muy bien… Quizás para hacer pocos kilómetros, luego de un día de gran pedaleada como el anterior, sería mejor descansar dos días en Calède.

9no día de Santa Eulalia a Léon

Entre los lagos y el mar. Voy hacia la costa otra vez y hacia Mimizan. Hay un poco de confusión entre el lago l’Aurelien y Mimizan, otra vez carteles pero que no indican cuál de todas las direcciones es la dirección fundamental de la Vélodysée. Hay que adivinar un poco. Pruebo varias direcciones.

Salgo cerca de la playa de Mimizan y sigo rumbo a León que está al lado de un lago también. Antes paso por Contis. Mucha gente en esta villa playera. Otra vez pierdo un poco el rumbo para salir, como siempre en general cuando la pista ciclable nos sumerge en un pueblo, luego cuesta enganchar la salida y retomar.

Llego a Léon donde otra vez me cuesta encontrar el rumbo en un rotonda muy urbana. La pista ciclable se desvanece por completo.

Voy a dormir a lo de Beata y Peter, los alemanes que tiene el Chalet la Ville Souvenir, como no tienen lugar en el albergue me permiten acampar gratis debajo de una arboleda centenaria. Es un lugar magnífico.

10mo día de León a Labenne

Se pasa por varias ciudades donde la arquitectura cambia por la de las viviendas con frentes con marcos de madera. Es la tierra de Landas. Las ciudades y carreteras más pobladas. Las playas, menos salvajes y más concurridas de turismo.

El mar no pierde encanto, las grandes extensiones de arena y las playas extensas del Atlántico.

Cruzo Capbreton y continúo hacia Labenne siguiendo el curso de un canal. Duermo en un camping estupendo, les Pins Bleues, justo junto al canal. Camping barato (7.60 para quienes hacen Vélodysée), con recepcionistas super agradables y piscina con jacuzzi.

11avo día de Labenne a Hendaya

Luego de hacer lo que falta del canal hasta la carretera, se siguen las señales a Bayona. Hay una parte por el bosque sin asfaltar. Por un suelo firme con pinochas de pino y buena sombra.

La salida a las calles de Bayona es caótica y con poca señalización. Hay tres carteles en un inició que desaparecen por completo en una rotonda horrible. Hay que cruzar el puente rojo y seguir el Adour por su margen izquierda, alejándose del centro de la ciudad de Bayona.

Lamentablemente, tras haber encontrado la vía correcta, debo regresar sobre mis huellas porque la pista ciclable está bloqueada debido a un incendio. Esto ha sido ocasional. Es una pista fácil de seguir, pero esta vez no se puede.

Todos los ciclistas vienen en reversa. El tráfico, debido al incendio, es un caos. Muchos tomamos el tren a Biarritz para continuar desde allí hasta Hendaya.

La pista ciclable es mucho más urbana. La costa es bonita, entre las playas de arena y los desniveles que comienzan a provocar los acantilados pirenaicos. La custodia de la cordillera cada vez más cercana y el perfil de la Rhune.

El aire marino se mezcla con en el aire fresco montAÑez. La arquitectura ha cambiado por completo, las casas blancas enmarcadas de barandales de colores. Cambia el perfil de las laderas, más helechal y menos pino, aunque siempre verde. Y cambia el idioma.

VIDEOS: https://www.youtube.com/watch?v=KTgnegl-91k&t=400s

Hasta aquí…

Sólo algunas etapas de la larga Vélodysée que surca la costa Atlántica de Francia.

Vale la pena. Es relativamente fácil. En general está muy bien el trazado y, aunque siempre me pierdo, reconozco que las señales están mucho mejor que en muchas otras pistas.

El paisaje es hermoso casi todo el tiempo. Se disfruta mucho. Los precios de la comida y los lugares para dormir no saldrán más caros que quedarnos en casa. Hay que buscar y rebuscarse un poco en las zonas más turísticas pero se encuentra.

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