Cordillera Real – Bolivia

Primer día
Iniciamos una segunda travesía de montaña a través de la Cordillera Real. La intención es caminar esta cordillera por sus laderas o crestas, subiendo y bajando a las lagunas que aparecen entre ellas y pasando a través de abras, pasos de montaña.
No es fácil llegar a algún punto de la cordillera real para iniciar una caminata por cuenta propia. Las agencias de turismo son quienes se encargan de guiar las caminatas y quienes para esto proveen el transporte hasta los puntos desde donde puede arrancarse. Sin embargo también es posible hacerlo sin depender de una agencia de viaje.
Desde la terminal provincial de La Paz puede tomarse un bus o combi que vaya a Copacabana y bajarse en Palcoco. Es un poblado pequeño a borde de carretera que va hacia las antiguas minas del mismo nombre: Palcoco. Al borde de carretera hay taxistas esperando para llevar gente montaña adentro. Cobran 150 bolivianos el viaje que dura una hora por un camino de piedras. Logramos una rebaja y hacemos el viaje por 100 bolivianos en compañía de Eustaquia, la mamá del chofer y dos nietitos, uno de ellos, Bismar, viaja conmigo.
Sobre el camino a mano derecha y poco antes de llegar a la laguna Ajwani, pasamos por dos lagunas grandes:
En la laguna Ajwani hay un albergue en construcción, tiene varios cuartos y baños, cocina, salón. Aún está sin terminar, pero Clemente se acerca a decirnos que podemos dormir en el lugar cerrado por 15 bolivianos cada uno. Armamos las carpas adentro y armamos un fogón afuera. No hay mucha leña. Ya que es zona de pastizales, pero encontramos algunos escombros de madera de la construcción del refugio y nos servimos de ellos para hacer unas lentejas deliciosas.
Apenas llegamos, con sol todavía, caminamos hasta la cumbre de una de las montañas que rodean este lugar. Desde arriba vemos el lago Titicaca. Se ven cumbre nevadas, puntasnegras, todo alrededor es inmensidad y nada más. Apenas tres casitas está salpicadas en las colinas alejadas unas de otras. Sale la luna llena y la luz es tremenda.

Segundo día
Arrancamos desde Ajwani dirigiéndonos hacia el camino de tierra para vehículos y a partir de ahí subimos la cumbre. No hay un sendero definido en esta parte. Caminamos entre coirones y pastos duros; avanzamos por la cresta, ya no hay vegetación. Los nevados dominan las panorámicas, seguimos hasta llegar a un paso entre montañas señalado por una pirca. Seguimos avanzando hacia arriba hacia otro paso donde hay otra pirca. Desde allí tenemos la cumbre del Milluni de 5030. El Huayna Potosí se yergue en el horizonte. Luego descendemos hasta la laguna Sistaña.
La laguna Sistaña es una laguna de aguas mansas. Hay una casita en una de sus veras y algunos botes anclados en la orilla.
Desde la Laguna Sistaña tenemos que volver a subir. El sendero no es claro. La altura vuelve lento el avance. Es difícil respirar. La vegetación se va perdiendo a medida que avanzamos hacia arriba. Los últimos metros, varios cientos de metros son de pura pedregal. Hay una huella marcada. La seguimos hasta visualizar la laguna Juri Qota. La bajadaa Juri Qota es vertical por terreno de piedra movediza pequeña. No hay una huella, se puede bajar por cualquier parte en dirección a la laguna y a una casita a modo de refugio. Acampamos adentro de un cuarto de este refugio. Eva, muy amable, nos cede un espacio por 40 bolivianos para los tres. No hay leña pero logramos juntar algunos restos de madera de la construcción del refugio y armamos un lindo fogón donde cocinamos unos suculentos spaghettis a la crema.
Las vistas de las montañas reflejadas en la laguna Juri Qota, son bellísimas. Un paraíso.

Tercer día
Una caminata magnífica que permitió una vista única y exclusiva de casi toda la Cordillera Real. Para esto debimos ascender a la cumbre del Pico Austria, 5300 metros de altura y desde sus cimas pudimos ver todas las lagunas de alrededor, aquellas por las que ya pasamos, otras inaccesibles pero visibles desde esta altura y en nuestro frente los picos nevados, cadenas intercaladas de cumbres blancas y roca negra. Es una vista hermosísima, vale el esfuerzo y el paso lento.
La caminata de hoy desde Juri Qota fue dura pero placentera. Saliendo del albergue de Juri Qota bordeamos la laguna por su margen izquierda. Hay una huella en la ladera de la montaña. Después hay que subir varias pendientes. Una de ellas de piedra dura y enorme hay que sortear un precipicio por un borde de cornisa sin ningún tipo de agarre auxiliar, sólo la roca. Hay que prestar mucha atención al maniobrar sobre todo con el peso traicionero de la mochila en nuestras espaldas. Salvado este paso el camino sigue duro pero estable y sin dificultad técnica. Hay pircas que señalan el rumbo y puntos fundamentales por donde ir guiando nuestro rumbo.
Llegamos al Paso Austria y desde ahí, dejando las mochilas abajo, hicimos cumbre. Siempre es una emoción particular alcanzar la cumbre de una montaña.
Después fue todo descenso, desde la cumbre al paso y desde el paso a la laguna Chiar Qota.
En Chiar Qota nos alquilaron una habitación de albergue por 20 bolivianos por persona. Estuvimos con Roberto, el sereno y con Wilmar a quien ayudamos con algunas frases en inglés para hablar con los turistas. En este punto hay un refugio con luz eléctrica, agua, baño. En nuestro sector no hay luz pero está bien cerrado y aclimata. No hicimos fogón así que con el calentador hicimos una rica polenta.
El Condoriri domina la vista en este lugar. Estamos en el Campo Base de ascenso a este cerro de alas abiertas.

Cuarto día
Desde Chiar Qota caminamos hasta el Lago Tuni. Caminamos prácticamente por sendero plano. Paramos a descansar y conversar con Diego y Marcelo, dos niños de Rinconada, un paraje hasta donde llega el camino factible para vehículos que llevan turistas a Condoriri. Diego y Marcelo están con su hermanito Miguel de dos años.
Llegamos a Tuni en tres horas y armamos un campamento gitano al reparo del viento y a la vera de sus orillas turquesas. Enfrente está el Wayna Potosí y a un costado el Condoriri, en vuelo frentista y siempre con las alas desplegadas. Es paradisíaco.
En eso escuchamos un coche y como no hay transporte público hasta el lugar nos apresuramos a preguntarle si nos llevaría de regreso hasta la ruta principal. Nos deja en… tras una hora de viaje por 100 pesos que hubo que regatear. Desde allí, volvemos a La Paz.

2 comentarios sobre “Cordillera Real – Bolivia”

  1. Bonitos paisajes que me provocan un contraste mental con la idea de una Bolivia verde, amazonica, de exuberante naturaleza y llena de animales. Un país de grandes contrastes naturales, me imagino el disfrute…
    ¡¡¡Envidia!!!

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