.
Y llegamos! Salimos sin apuro, a más de las 9 de la mañana después de suculento y rico desayunos Himalayo y Trekkers breakfast. Bien alimentados encaramos la subida de los 1800 metros que hay desde Tatopani hasta Ghorepani. Tranquilos con la idea de que probablemente sólo llegáramos a Shikha, a mitad de camino, un pueblito que me pareció encantador. Nuestra primera parada, después de larguísimas escaleras de piedra, fue en el inicio de Ghara donde nos compramos una gaseosa. Hacía bastante calor y mucha humedad. A partir de ahí pasamos varias aldeas. Zona muy tropical, mucha vegetación, muy verde, terrazas cultivadas, gente trabajando la tierra, arando con bueyes o cosechando, además hay desde helechos hasta frutillas, guindos y más adelante bosques de rododendros florecidos. Un camino hermoso, sino el más hermoso que hemos caminado durante estos días. Casi todo el camino es por escaleras de piedra. Se me ocurrió un problema matemático, sería así: En el trayecto que va desde Tatopani a Ghorepani, se deben ascender 1800 metros. El 60% del trayecto se hace por escalones de piedra, cada uno de los cuales tiene una altura de entre 15 y 30 centímetros. Calculen cuántos escalones subimos. Unos cuantos. Pero no se nos hizo agotador por lo variado y bonito del paisaje. Llovió buena parte del recorrido. Alcanzamos a refugiarnos entrando a Shikha donde tomamos una sopa de calabaza, y después en Phalate donde tomamos té de menta y jengibre, y almorzamos el típico dhal baat y dejamos que nos sirvieran dos veces. Se sube hasta el mero centro del pueblito de Ghorepani, y acá estamos en un albergue colorido de paredes endebles, pero en una habitación limpia y la ducha fue caliente.
El hotelito cuesta 200 rupias. El daal bhat en el camino costaba 380 y el té 45 rupias