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En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 12: Serignan-Agde

Una pedaleada breve a la pesquisa de los carteles de la Eurovelo 8 que aparecen muy esporádicamente y son confusos.

Durante la primera parte pedaleamos siguiendo un canal con muchas piedras y escollos en el camino. Lo bueno es que íbamos tranquilamente, sin tener que vigilar el tránsito vehicular y mirando la vegetación por lo que hicimos una abundante cosecha de ciruelas.

A Agde llegamos por ruta. En la oficina de información turística del centro no están muy enterados de nada. Nos atendieron a las apuradas y nos dijeron que no había espacio en ningún camping así que decidimos buscarlo por nuestra cuenta y encontramos un lugar que está bastante bien. Ni tanto como el Floralys de Narbona ni tan poco como l’Etoile de Serignan, pero bien.

Con una recepcionista muy amable y simpática y con merenderos puesto a la sombra de sombrillas. Se llama Le Marider y cuesta 17 euros por persona. Tiene una piscina fantástica.

El internet funciona mal y sólo en la brasserie y el tema de la electricidad complicado como estas cosas en la France.  Hay máquinas lavadoras de ropa.

En Bicicleta de los Pirineos a los Apeninos-Día 9: Mirepoix-Casilhac

Desde Mirepoix avanzamos buena parte sobre una Via Verde (antiguas vías de tren recuperadas como caminos ciclables). Muchas de estas Vías Verdes son caminos rústicos y aptos sólo para bicis de montaña o todoterreno, no como las nuestras que son ruteras. Son senderos abiertos en la naturaleza, a veces muy angostos, lo que no sería problema, pero con muchos baches y piedras que sí son problema para las llantas más delgadas.

Encontramos muchos tramos no ciclables para nuestras bicis así que nos bajamos y empujamos caminando buena parte del recorrido.

Pasamos por Belvèze du Raze y Brougairolles y otra vez nos topamos con una ruta muy transitada por Cepic. Fue un tramo corto. Salimos en Pomas.

Enseguida, pasando Verzeille, el camino volvió a perderse y cerrarse sobre una huella imposible. Tuvimos que volver a bajar, caminar y empujar desde Leuc hasta Cazilhac por senderos de pedregal horribles y bajo un sol y un calor aplastante.

Lo que es innegable es que se trata de una jornada con una provechosa cosecha.