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León, Masaya, Granada-Nicaragua – 17 de noviembre






Y anoche encontré la fritanga en las inmediaciones del Mercado de León. Una buena dósis de queso y banana frita y unos choricitos con ensalada. Después hubo cerveza Toña y mate en la sala de la Casa Ivana con Alessandro, Severine, Janis y Laura (letonios), parece que Katia, la tana, se había puesto brava que mamma mia y va fangulo.
Esta mañana partí con rumbo a Masaya, esquivando Managua. Anduve cerca de la metrópoli, pero en cuanto arreciaba el quilombo de autos, colectivos de colores y bocinazos yo como quien dice esquivaba el bulto y me iba por la tangente. Llegué bien. Entré en Masaya departamento al que pertenece el pueblito de Niconohomo donde nació Augusto César Sandino. En la galería de héroes y mártires de Masaya está la partida de nacimiento del llamado general de hombres libres. Sandino, ídolo. Cada pueblo, cada ciudad, abre las puertas de su galería en conmemoración de los que dieron su vida en esta lucha. En la de Masaya, esta mañana, me detuve en las cartas, esos mensajes de puño y letra que los milicianos enviaban a sus mamás o a sus hijos o testimonios de la gente que vio cómo mutilaban y asesinaban a sus vecinos, tantos niños… Hay muchos objetos que utilizaban en la guerra, además de su ropa sencilla, restos de caite, sandalias hechas de una tira de cuero con las que se adentraban en las Segovias, las granadas rudimentarias, fabricadas con latas de sardinas, ingenio artesanal que con más voluntad que fuerza enfrentaba a los tanques de los yanquis invasores. Me di una vuelta por el Parque Central de Masaya y partí hacia Granada. Granada es la otra joyita colonial de Nicaragua. Está impecable. Es una ciudad bella. Con sus farolas y sus colores contrastantes y estridentes. En un extremo hace guardia fumando su pipa el volcán Mombacho y en otro de los extremos sacude el Lago de Nicaragua su oleaje esfervescente. Está picado. Anduve caminando y buscando un estacionamiento para que la autita colorada pasara la noche. Ya está, a una cuadra del hotel Esfinge. En el hotel Esfinge podemos usar la cocina y hay un patio concurrido de viajeros con mesas y hamacas; el hostal está frente al Mercado, así que es un barrio concurrido y hay panes, güirilas (tortilla de maiz con cuajada), fritanga, frutanga, y a un par de cuadras está el centro histórico.
(Como está lento para el tema «fotos» paso a un cuarto intermedio y si en un rato encuentro otro ciber seguimos. Abrazos!)
DESPUÉS DE DOS HORAS DE ESPERA PUDE SUBIR CINCO FOTOSSSS!! PEOR ES NADA!!!

León, Poneloya, Las Peñitas-Nicaragua – 16 de noviembre

Hoy me fui a la playa, un rato. Pero antes de eso, me es imprescindible echar unas página pa’trás. Lo de anoche fue A-LU-CI-NAN-TE. Salí del ciber como a las 5 de la tarde, empezaba a oscurecer. Desde afuera del teatro se escuchaba música sinfónica. Me acerqué a la cartelera a ver qué anunciaban. -Si quiere pase, es gratis- me dijo una voz masculina a mis espaldas. Me di vuelta. -Es la sinfónica Nacional de Cuba- agregó el hombre, -acaba de empezar y aún hay butacas libres.
Me quería morir de la emoción. La sinfónica de Cuba! Subyugada ante las interpretaciones. Hacen sonar los instrumentos, pero no como cualquier snfónica, los hacen SONAR con todo el cuerpo que tienen, desde las cuerdas hasta las cajas. Interpretaron varias composiciones, sobre todo cubanas. En una de ellas, El Huahuancó, en un fragmento, todos los integrantes de la orquesta comienzan a desarrollar un ritmo percutivo con su instrumento, uno tras otro se van acoplando y suena increíble y en eso entra una trompeta con un solo exelso. Aplausos de pie. Después del concierto habló el alcalde de León, agradeciendo al pueblo cubano por estas presentaciones solidarias con el pueblo nicaragüense, dijo que en el amar a otro pueblo, no hay pueblo que ame más que Cuba y otras cosas. Fue conmovedor.
La sala es grande, estaba casi llena. El alcalde contó que cuando le ofrecieron traer la soinfónica de Cuba a León, le dijeron que tenía que anexar unas plataformas al escenario, alargalo, porque no entrarían los músicos y que él decía que no, que no podía ser, que el escenario nunca había hecho falta alargarlo, que al final agregaron un tapanco hacia adelante y así y todo los músicos estaban muy juntitos.
Salí del teatro y me fui a comer al Parque Central y se me acercó un hombre que me había visto en el teatro, cómo para que no me vea, yo era la que gritó, VIVA CUBA!! BRAVO!! OTRA!! El hombre se llama Bernardo y es periodista en Managua, tiene dos progranmas de radio, charlamos mientras comíamos unos plátanos fritos con salsas, me dio su dirección y los programas en los que trabaja para que los escuche cuando voy en el auto.
Vi que la catedral estaba abierta, entré a ver la tumba de Rubén Darío, ya apagaban las luces así que salí rapidito y volví al hostal donde tomé dos termos de mates con Marisa, la alemana hija de argentina, que esta mañana partió con su compañero a pedaleo limpio y parejo. Salieron temprano, como a las 6.30, pero me levanté un cachito antes para despedirlos y tomarnos otro matecito. Después esperé leyendo y me fui a la lavandería y al banco. Pasé por La Casa del Obrero.
La Casa del Obrero la están remodelando, es importante porque ahí fue donde Rigoberto Pérez ajustició al primer engendro asesinos de la saga de los Somoza, claro que enseguida lo mataron, pero Perez cumplió su cometido y acá es considerado un héroe y mártir del pueblo. Después pasé por la casa de Rubén Darío. Quién diría, si preguntan, -dónde está María, -fue a la casa de Rubén Darío, el poeta, el de Maragarita está linda la mar y el viento lleva escencia sutil de azar tu aliento yo siento en el alma una alondra cantar tu acento, Margarita, te voy a contar un cuento. Me la sé toda, todavía la recuerdo… Y se fue la niña bella por el cielo y más allá a buscar la blanca estrella que la hacía suspirar.
Me fui al mar. El mar está a menos de 20 km de León. Me fui en el colectivo amarillo, desde el Mercado de Sutiava donde sale, a 1 km del centro, caminando siempre recto por la calle principal, Rubén Darío. La playa estaba casi sola. La arena impecable a lo largo de la costa, ni una huella, el aire, una brisa reconfortante. Me quedé un rato en agua y después me fui a un barcito a tomar un batido fresco de café con banana. Estaba en Las Peñitas y caminé por una calle que une Las Peñitas con Poneloya. Poneloya -algo así como «poné la olla», en vez de la pava- es de aguas más apacibles, como una laguna de mar.
En Las Peñitas el suelo es de arena pero hay peñascos que forman sutiles bahía de olas muy caprichosas en el medio. Ahí conocí a Nelson quien me contó un poco de su vida. Bien vale decir, de las vueltas de su vida. Tiene como 40 años y me habló de cómo una mañana el ejército lo reclutó en el colegio para pelear contra la revolución. Dejó de estudiar, tenía como 14 años… Dice que casi todos los soldados de su escuadrón eran hondureños, entrenados en Honduras, porque los muchachos Nicas ya se iban yendo desde antes, a la guerrilla o a otro país. El se escondía en el monte y agradece estar vivo, dice que él no podía matar a sus hermanos, a sus vecinos, a gente de su misma familia que se había ido antes con los sandinistas. Volvió a la escuela y émpezó a estudiar agronomía, pero volvió la guerra y el ejército volvió a buscarlo. Pensó en irse del país pero sólo le quedaba su mamá y no quiso dejarala, por eso huyó a las montañas. Dejó de estudiar y a vivir como podía, dice que siempre contaba con la ayuda de los campesinos, pero que después a los campesinos los mataban aunque no hicieran nada y fueran nada más que una familia simple en el medio de la nada, con su ranchito y lo poco que les quedaba. Cuando fueron las elecciones volvió. Terminó de estudiar agronomía y trabajó para la producción del algodón. Los gobiernos neoliberales extirparon el algodón de Nicaragua y dedicaron la tierra a la soja y a los ingenios azucareros de dos o tres millonarios que todavía son dueños de todo eso y dice Nelson que el proceso de transformación es muy difícil pero que la gente tiene confianza y las propuestas vienen una tras otra y están bien pensadas, que espera que a nadie se le ocurra dar un golpe de estado acá como en Honduras, porque algunos tienen la idea de pagarle a los militares para voltear al sandinismo, pero él dice que contra ellos no van a poder y después de un rato se despide. Me estrecha la mano. -Fue un gusto conocerla, compañera.
Vuelvo en el colectivo de colores que cuesta 10 dórdobas, 20 km. En el camino desde el mercado de Sutiava encuentro a Severine, la francesa que viaja hacia el norte. En el hostal me hago amiga de dos italianos, Alessandro y Katia. Ellos van para el sur, igual que yo pero a pie o en lo que venga. Son del lago de Como. Esta noche vamos a charlar acerca del camino. Quieren llegar hasta Argentina, así que nos pondremos de acuerdo y seguro nos iremos viendo bastante durante el camino porque llevan más o menos el mismo ritmo que yo.
Y visto y considerando que ya anochece y tengo hambre, emprendo el camino de las fritangas, frutangas y otras gangas. Y como le dijo el poeta a Margarita, yo siento en el alma una alondra cantar tu aliento guarda niña un gentil pensamiento para aquél que un día te quiso contar un cuento.

León-Nicaragua 15 de noviembre

Me fui junto con las brumas de las montañas de Jinotega. Era cierto. Anoche sólo se veían los duendes fugaces que brillaban como bichitos de luz adentro de una nube que parecía infinita. Entra la bruma se distinguían las chispas de los fogones de los puestos de fritanga. Carnes, papas, plátanos, quesos. Me comí un buen plato de res (anticuchopara elque entiende) con frijoles, arroz, ensaldas y me llevé de postre un plátano frito con queso también frito. Hígado resiste, estaba buenísimo. Me desperté temprano, sin duendes y rodeada de pájaros y me levanté como se levantaban las nubes por las laderas de las montañas. Todos me sugerían, «te vas por el Guayamil…» Yo no sabía que era el Guayamil, pero cuando vi un cartel que decía Guayamil me mandé. Resultó ser una ruta más nueva y menos pozeada que por la que había llegado desde Matagalpa. Viajé con los rebaños, los arrieros, las vacasy las vaquitas que no son ajenas. El paisaje en sí es menos desopilante que el de subida pero ya lo había conocido y estuvo bien bajar por ahí.
Llegué a la ciudad deLeón, una de las joyitas coloniales de Nicaragua, cuna del poeta Rubén Darío, transitando la cadena volcánica llamada Cordillera de los Maribios. Algunos de estos volcanes siguen en actividad, sobre todo a uno de ellos, se lo veía fumar en ayunas esta mañana.
Me estacioné en el parque central donde está la catedral más grande de centromamérica, construida a lo largo de cien años y donde está el mausoleo del poeta custodiado por un león esculpido, no pude entrar, en Nicaragua la mayoría de las iglesias están de adorno, cerradas, abren de vez en cuando como museos, dicen que en esta hay un vía crucis que es una verdadera obra dearte pintada por el artista Antonio Sarría.
Dejé el autito en el parque y me encaminé a buscar hostal, después de ver un par decidí quedarme en la Casa de Ivana, un cuarto con estilo de poeta que escribe en máquina antigua, una entrada con sillones hamacas, reloj de campanadas, toda la luz de un patio interno, abierto al cielo y a una galería colgada de helechos y begonias, un papagayo que grita, una guacamaya que le contesta cantando y una cacatúa que se da aires de opereta. Cuesta 140 córdobas, el coche en un estacionamiento, por día 15 córdobas. Atrás mío llegaron almismo hostal una pareja que está recorriendo América Central en bicicleta. Él, un hombre medio mayor, más mayor que yo, perdón… de Estados Unidos y ella, una alemana que enseguidale echó el ojo al mate, su madre es argentina. Entró acalaroda por la pedaleada y tomamos unos mates que le vinieron bárbaro para recuperar energías. Casi al mismo tiempo llegó una francesa que está recorriendo América Latina a pie, en colectivos, a dedo y en lo que venga, arrancó del sur de Chile.
Salimos a caminar por la ciudad. Yo dedicada a los héroes y mártires. La ciudad de León es una de las ciudades más progresistas y pulenta de Nicaragua, acá, en los años de revolución, toda la ciudadanía luchó contra Somoza, todos y cada uno de los habitantes de León que hoy día son cerca de 140mil habitantes. Y por lo poco que he podido charlar con la gente del lugar hasta ahora que hace apenas unas horas que llegué, sigue VIVA.
Sé que medio me estoy instalando en Nica. Por ahí me preguntan cuánto tiempo va adurar el viaje y no sé… No quiero batir un record para el libro Guiness, entiendo que la primera parte fui práctimente volando, hice 3mil km en menos de 10 días y ahora aletargo, aletargo… y no quiero que se acabe este descubrimiento fenomenal que estoy padeciendo en estos días. Poco apoco iré acercándome al sur, por ahora me sigo estacionando en estas tierras. Además de todo, el clima me envuelve, el climaen genera,en lamontaña o acá donde hace mucho más calor. Anoche,en Jinotega, todos andábamos con nuestras capuchas de lana y pompones, increíble, acá es con ventilador y aire acondiciaonado, a sólo dos o tres horas de camino, pero está bueno, me saqué los largos-es horadeque los lave- y ando de vestidito ligero, me di una ducha apenas llegué, refrescante, y salgo a andar y me gusta, me gusta mucho Nicaragua, nunca había pensado en este país como destino, si alguien piensa en viajar, VALE LA PENA, es muy rico en todo sentido, cultural, arquitectónico, paisajístico, y bueno lo que le pone la gente que es la mayor riqueza.
Y ni hablar de la comida…
Ya me comí el raspado de hielo granizado de dulcede leche, una bolsa de frutas surtidas y ahora voy a salir a buscar algo. Casi todo cuesta 5 córdobas.
Para que se den una idea, puse nafta y todo, el litro de la super que ayer dudaba cuesta 20 córdobas (casi un dólar). La gasolina es más cara en Honduras y mejor en Guatemala, acá va bien, está bien. Pero voy al grano, a los números, puse nafta y todo y hace cuatro días cambié 50 euros para repartir en 4 días y hoy que se cumplen los 4 días, me doy cuenta que me van a alcanzar para 5, está bien no? Durmiendo en hotel… Y comiendo algo sólido…a ver qué hay…mmm…
BESOSSSSSSS (y fritanga)

Jutiaga-Nicaragua – 14 de noviembre


Esta mañana, aún en Matagalpa, fui a la casa de José Amador Fonseca, líder sandinista oriundo de esa ciudad. Di otra vuelta por el centro y volví al hotel donde charlé y tomé unos mates con Ángela.
Salí de Matagalpa hacia Jutiaga, subiendo una cadena montañosa, uno de los escenarios naturales más preciosos que en cuanto a camino he visto en Nicaragua. La ruta está un poco rota, buraco por aquí y por allá, pero yo voy despacio, voy mirando… las montañas cultivadas, las plantaciones de café, el olor en el aire, respiro fuerte… mmm… y sigo subiendo a la ciudad de las brumas por un camino bordeado de flores naturales y de puestos que venden más flores, abundan las flores, los viveros y las fincas cooperativas de café, de café café y de café orgánico.
Sigo hablando con la gente. No quiero ser densa con mis impresiones. El nivel de organización, la cohesión que existe en toda la comunidad en pos de un proyecto y el conocimiento que se les brinda para que todos estén al tanto de cómo va a funcionar. La organización es lo que me deja pasmada y la confianza del pueblo también en lo increíble pero realizable. La entrega. La solidaridad.
Se trabaja en la producción vacuna, para exportación y vacuna para extracción de leche, consecuentemente se trabaja en la instalación de los tambos, paralelamente se entregan chapas para cumplir con el proyecto techo para todos.
Ayer, las mujeres de Matagalpa presentaron un festival en la radio, radio comunitaria, en el festival presentaron los discos que les grabaron a los grupos que ganaron un concurso previamente organizado para la gente del campo, de las fincas en los alredodres de Matagalpa y Jutiaga, la gente de la montaña que también hace poesía y le pone música y la canta pero que esta mujer explicaba a veces se les hace tan difícil llegar a un estudio de grabación y darse a conocer, ellas lo hacen posible. Piensan en todo.
Me sigue conmoviendo. No quiero ser pesada. Esto está funcionando y para mí que es un sueño. Un sueño hecho realidad… qué sé yo… ando tanto que a veces dudo de seguir en la tierra o en esta dimensión, hay tanto para mirar, tanto para ver, oler, probar, escuchar, aprender…
La comida es barata, una enchilada 5 córdobas, una empanada 5 córdobas, cuando querés acordar te llenaste la panza con el valor de un dólar. Todo el mundo me calienta el agua en su cocina, el agua de la canilla es potable, gasto en gasolina nomás, cuesta 25 dórdobas la súper, creo que es por litro… no estoy segura, creo que sí. Hasta ahora resulta buena. No he encontrado camping en Nicaragua, pero un hotel como el que estoy hoy, lindo, limpio, con anfitriones amables, educados, cuesta 100 córdobas, menos de 5 dólares… o sea… que qué más podría pedir, si el viaje de esta vida o la vida que es este viaje continúan de esta manera, esto es en serio un sueño y yo que creí estar despierta…
Aquí van algunas fotos, algunas de Matagalpa, un poco más populosa que Jutiaga. Con el hijo de Ángela, Steven y su amigo Jonathan, otras del centro de las dos ciudades -están mezcladas- y millones de abrazosssssssss… desde Jutiaga, la ciudad de las brumas (dicen que dentro de un rato, el cielo se cae con la tarde y hará mucho frío aunque ahora parezca increíble. Así funciona por acá lo que a simple vista parece inconcebible)

Matagalpa-Nicaragua – 13 de noviembre

Esta mañana fui al comité departamental del Frente Sandinista donde la señora María me había prometido que ella me llevaría una bandera del FSLN para Farid. Ahí estaba. Misteriosamente doblada y pculta en una bolsita. -No la saques- me dijo en voz baja, -acá todos quieren y se agotan…
Di una vuelta por el centro de Estelí. La ciudad nicaragüense del muralismo. Inscripta en el libro Guiness por haberse elaborado allí el mural más grande del mundo. Es triste partir de Estelí. La pasé tan bien… no es que la ciudad sea un encanto… una de esas postales del lugar soñado con farolas, flores en los canteros y casitas de colores. El encanto lo pone la gente, el movimiento, las voces, el desparpajo de colores, la música de la calle, el olor de braseros y frutas, la charla, la sonrisa. Tomé mates con Pancho y Elena y me fui retrasando, aletargando la partida hasta que al final, partí. Venía en la ruta, escuchando en la radio a los productores de café de la zona, trabajan en cooperativas y están recibiendo, traído por el gobierno, capacitación de especialistas brasileños en café. Son tantas cosas… que yo pensaba en que esto que siempre pensamos los que pensamos como pensamos, en esto que siempre y tanto nos repetían que era muy «idealista», al punto de llevarnos casi a dudar de si ese «idealismo» con el que venimos cumpliendo años y seguimos cumpliéndolos (sin sentar cabeza), sería viable alguna vez o sería una quimera. Estar acá, me pone delante de los ojos, en los oídos, que no es una quimera. Pensar como pensamos no es solamente caminar hacia la utopía y seguir caminando, es poder concretar logros durante ese camino y es realizable, hoy soy testigo, todo el tiempo, en este país, de que se está trabajando por ese «idealismo» que es revolucionario porque se rebela contra un orden económico mundial que pretende a través del poder del dinero mantenerse en boga, sin embargo pende de un hilo. Me preguntaba cómo llega Nicaragua, además de haber padecido años de guerra, a llevar a cabo esta instancia de proceso de realización. Es que de esa pobreza que provocaba la desigualdad en la distribuciíon de los recursos, de esa pobreza mayoritaria, y de ese enorme dolor y herida que les dejó la guerra, organizarse para una vida más justa y equitativa para todos no implicaba prácticamente nada que perder para nadie. Y acá está la gente, gente que sabe de todo, que habla, se comunica, participa, se moviliza. A mí este pueblo me conmueve.
Estoy en Matagalpa. Comí unas güirilas, tortillas de maiz tierno con nata… mmm… qué rico. También unas rosquillas. Todo rico y barato. Estoy en un hotel muy lindo, charlando para seguir apegándome a la costumbre, con Ángela, la encargada del lugar. Mañana partiré a una finca donde producen y elaboran café y de ahí, a seguir, a seguir descubriendo Nicaragua y el quehacer de sus maravillosos «nicas».
(No es posible subir más fotos esta tardecita… las agrego mañana o pasado… todo muy lindo la verdad, verdad, de la buena.)

Estelí-Nicaragua- 12 de noviembre


Y sí, sigo en Estelí, y de pura cháchara. Ahora se me hace tarde, tarde no sé para qué, pero en todas partes me quedo charlando. La gente a mí me resulta normal, o sea que si a mí me resultan normales es porque deben ser todos locos como yo.
Hoy caminé hacia un cerro donde hay una cascada, se llama la Estenzuela, muy lindo el camino, subida, subida y subida, buen ejercicio, a 6 km del centro. Estuve un rato con las patas en remojo en el río (fijensé en la foto, junto al pie izquierdo, un pez.. o un cangrejo…) y disfrutando de la bruma de la caída de agua, del aire, del olor de las plantas, del sonido. No andaba mucha gente. Un tipo al que se le había quedado el auto, otros que lo iban a ayudar con un camión. La gente amable y los hombres respetuosos, algunos dicen algo, pero no se zarpan. En Honduras, eran bastante pesados y groseros. Otra cosa, que noto, diferente, acá, en Nicaragua hay mujeres en la vida pública, mujeres solas en auto, o en la calle, en Honduras no me encontraba con mujeres en la carretera, a veces en la gasolinera atendía una mujer, pero no andaban manejando ni en los hoteles en que paré, sólo hombres que andarían de paso. Bueno acá todo es más unisex y más mixto. Antes de llegarme a la Estenzuela me di una vueltita por el mercado desbordante de frutas y verduras inyectadas con siliconas naturales de sol, calor y humedad y no transgénicas, con el color propio y el olor de la tierra fresca, recién salidas del barro o de la rama, un olor especial el del mercado.
La comida me resulta rica y barata, una empanada 5 Córdobas, una bolsa de frutas surtidas 7 Córdobas…
Después de disfrutar de los aires frescos de la cascada encaré el regreso de bajada y a mitad de camino se me sumó una chica, Mayra, y después otra, «así nos acompañamos» -dijeron- y charlamos. Bárbaras las dos, me contaron de sus vidas, tienen una vida propia, tienen hijos, trabajan, quieren viajar, tienen proyectos, hablan de los padres, de lo sacrificado que fue para ellos sacarlas adelante de cómo es ahora, discuten, me entero. En 12 años de guerra hubo más educación y progreso que en 16 años de neoliberalismo, en 16 años de neoliberalismo no se hizo ni se construyó ni un solo plan de viviendas ni una sola escuela. Me encanta enterarme. Nadie parece estar del otro lado.
Llego a la casa y Aura, la hija de Cándida, la señora que limpia el hostal, que me espera preparando el mate. Luego Aura me da un show -ella con mis ojotas-, me canta una canción, tiene 5 años y hace ademanes como si estuviera en un escenario y baila. Charlo con Cándida, charlo con Pancho y Elena, los dueños del hostal «Tomabu» (lo recomiendo para los que pasen por Estelí, está en la Av Central, pronto tendrán página web) que se conocen todo, que saben de todo, que conocen el mapa de centromaérica como la palma de su mano, que han viajado y vivido en Nicaragua desde que nacieron hace más de 40 y pico de años. Charlo, tomamo mates y me tardo, me entretengo, me tardo, me quedo, me gusta.
Me voy al centro, a la librería Rubén Darío, es grandísima! Farid quiere una bandera del FSLN y me dijeron las chicas que conocí en el camino desde la cascada que ahí pueden tener. No les quedan más, sólo pequeñas, pero paso por el comité del FSLN donde estuve ayer. Charlo, otra vez charlo (esto parece Cuba), dos horas con las mujeres que me cuentan de sus hermanos caídos en la guerra, que opinan y discuten sobre lo que pasa en Honduras. Tienen como 60 años y están al tanto de todo y mañana, una de ellas, me va a llevar su propia bandera para que viaje conmigo y de regalo para Farid. Es increíble. No dan ganas de irse. Acá me gustaría quedarme, hacer algo, aportar algo, pero Nicaragua recién empieza, Estelí es mi primer amarre a Nicaragua. Me gusta, iré a ver qué pasa más adelante.
Estoy feliz compañeros de utopías, vivir para cambiar el mundo vale la pena y hay gente que está en camino aunque algunos no lo muestren y otros no se interesen por verlo, acá se siente que el pueblo está vivo y que no es más que eso, un pueblo, con su cotidianeidad, con sus penas y alegrías pequeñas y diarias pero VIVO.
Y como si fuera poco hablan de «vos», vos mirá, vos venís, vos querés… y se puede tomar agua de la canisssssshhhhhhaaaaaaa!!!!!!
Abrazos!

Nicaragua VIVE! Desde Estelí, 11 de noviembre.

Estoy emocionada, desde que llegué parece que hubiera traspuesto las puertas de un cementerio o antro de momificación. Nicaragua está VIVA. Lo de Honduras es muy triste. Hay gente en la resistencia, ahí la vemos, la gente sigue reuniéndose tantos días después, desde el 28 de junio!!!Pero hay situaciones insoportables y capaces de asquear a cualquiera con dos gramos de cerebro como escuchar decir anoche, en la Tv, a un periodista, que Chávez quería hacerle a Honduras lo mismo que le está haciendo a América del Sur, que ayer, Chávez, dejó sin luz a Brasil. Qué tendrá que ver??!! Es repugante con qué liviandad mienten, relacionan cualquier cosa con cualquier cosa, tejen historias truculentas y la gente común, lejos de intentar ver más allá, abrirse un poco la cabeza, por curiosidad, por dignidad, se queda en el molde, como si nada. No es todo el pueblo hondureño así, hay una minoría luchando contra la corriente y debo decir que tuve el agrado de leer las columnas del diario El Tiempo, donde algunos pensadores se juegan con verdaderas reflexiones.
Esta mañana dejé Honduras. En el borde fronterizo se vienen al humo. Quieren sacar plata. Ayudarte a hacer el trámite desde antes de llegar a la fronteras ya te empiezan a perseguir y a intentar pararte. Ya no me paran. Sólo si se identifiocan, si están uniformados, yo sigo de largo hasta las oficinas. Están las oficinas de migraciones y de aduana y no puede ser tan complicado hacerlo uno solo, para eso están ahí los empleados. Sin embargo a veces es engorroso porque los que trabajan en las oficinas están prendidos en la mordida y entonces no atienden en las ventanillas, se quedan adentro leyendo el el diario. Yo me mando, por la puerta. Buenos días, buenos días… voy a salir de Honduras y a entrar en Nicaragua, con mi carro. Por favor, me descarga el permiso de entrada del carro?? Y me sellan la salida en el pasaporte…?
Aquellos que planeen travesías de ida y vuelta por América Latina, sobre todo hablo por Honduras (hasta el momento), no les conviene cuando entran y salen por primera vez descargar el permiso aduanal del vehículo, si pueden evitarlo… les sirve para el regreso siempre y cuando esté en los términos de fechas. Es lo que hice yo. Vine en agosto, tenía permiso hasta noviembre, pero en el medio me fui a Guanajuato y cuando me fui, me hice la boluda y me llevé el permiso, no lo descargué, por eso ahora cuando regresé, ahí estaba escrito que mi permiso, estaba en mi poder y estaba vigente. Hoy al final descargué el permiso, pero el hombre de migraciones de Honduras no estaba. Así que seguí de largo hasta el siguiente puesto de oficinas donde me dijeron que había uno. Lo tuve que esperar. Nicaragua desde su ventanilla ostentando retrato de Sandino se preguntaba dónde estaba Honduras…? Dónde estará Honduras…? Habrá que preguntar a Estados Unidos. Honduras no sabe dónde está, vive este período en la sombra generalizada y la pelotudez. Mi abrazo a la resistencia, su labor y constancia es admirable inmersa en ambiente de tal apatía. Admirable.
Al final apareció el hombre de Honduras, me quería cobrar los 3 dólares de la entada otra vez. Le dije que no. Que ya estaban pagados, que ahí estaba el papelito abrochado, que se fije y que yo sabía que se paga una sola vez. En Nicaragua me cobraron 7 dólares, son dos pagos, uno de 2 y uno de 5 dólares. La moneda nicaragüense se llama Córdoba, 1 u$d = 20,20 Córdobas.
El permiso de aduana me lo hicieron con rapidez, eficiencia y es gratis, no se paga. Ya de entrada, ahí, en la oficina de aduanas me encantó porque había tres tipos en sus computadoras y apenas supieron que era argentina me dieron cátedra del Che.
Encaré feliz y chocha de la vida pero ups! La policía! Antes de que pudiera avanzar más de cien metros la poli de Nicaragua que tiene que revisar el auto, me sacaron todo y por poco no lo desarman. El poli que me paró estaba de civil así que al principio no le hice caso, se ve en una foto de remera marrón queriéndose meter adentro de la puerta. Miraron hasta el útlimo hueco. Me preguntó para qué llevaba el gas pimienta y le dije que para defensa personal en caso de necesitarlo. Me dijo que en Nicaragua las mujeres son muy respetadas y que estaba seguro que en su país no lo necesitaría. Al final me pidió disculpas pero me dijo que tenían orden de revisar todos los autos con placa de México, la puta, no había pensado en ese detalle. Ayer en esa frontera de Las Manos encontraron un auto de México con 685 kg de cocaína.
Llegué a Estelí. Sandino está en cada rincón de la ciudad, la bandera del FSLN también. El hotel donde estoy es barato y precioso, entré el coche, el cuarto es lindo y hasta tiene una mesa que da a una ventana donde me puedo sentar a escribir. Charlé con Pancho, el dueño del hotel, tomamos mates, hablamos de política, me contó de la larga dioctadura y de la guerra, está queriendo ampliar con otras personas de la ciudad el museo de Estelí. Que ya nos dejen de joder los yanquis, aquí el pueblo es el que manda y les guste o no, es nuestro pueblo, son sus palabras. Comí un vaho, una especie de puchero, hecho en un brasero en la esquina, con una mezcla de grasitas animales hervidas, yucas, plátanos, rico y nutritivo. Todo parece ser bastante barato. El vaho 30 Córdobas, unas mandarinas 9 Córdobas… Me fui a la galería de héroes y mártires de Estelí y cuando entré y vi todas esas fotos, esas caras, esa gente, me puse a llorar. Me emocionó. Este pueblo tiene historia y MEMORIA.
Estoy en mi salsa compañeros de utopías, creo que acá voy a quedarme un poco más.
Van ABRAZOSSSS

Danlí-Honduras – 10 de noviembre















Yo sigo buscando. Hablando con la gente. Anoche me quedé un rato tomando mates con Ana y Dalia, las chicas del hotel de Maru en Comayagua. Dalia es la empleada, la esclava. Ana es la que le grita: -Daliaaaaaaaa, dónde están las calcetas negrassss??? Y ahora planchame la falda azul, Daliaaaaaaaaaaa!!!! Dalia sabe de Mel y Ana solamente habla de su novio y de la novela y del casamiento y de las relaciones cotidianas. Lo fundamental está solucionado, su familia es dueña del hotel. Ana tiene 25 años y Dalia 17. Dalia tiene cara de dalia. Es preciosa, y le gustó tanto el mate que le regalé un poco de yerba para que se haga mate cosido hasta tanto consiga más y una bombilla.
Salí de Comayagua esta mañana, luego de volver al parque central a tomarle una foto al reloj de la catedral ya que resultó ser uno de los más antiguos del mundo. Forjado por los moros hace más de 800 años en La Alhambra y donado después por Felipe III a la capitanía de Comayagua. Si pueden ver, el número 4 en romano está escrito de la manera más antigua: IIII en lugar de IV. Me di una vueltita más, pasé por el barrio de La Merced, también uno de los más antiguos de la ciudad y hablé con los diarieros. Los diareros dicen que si Mel no es restituido, la democracia y las elecciones son una burla y me dieron un diario El Tiempo, dicen que El Heraldo se vende, pero lo escriben según los intereses de los empresarios y los dueños de los medios. Ellos no van a votar. Pero la mayoría seguramente irá y la clase gobernante, ese grupejo seguirá haciendo la suya con total impunidad o barriendo al que moleste. El grupejo se cree dueño de todo, se maneja como tal, y la gente está bastante atontada. Repiten lo que dice la Tv, «a ese revoltoso -refiriéndose a Zelaya- ya lo sacamos», tal y como lo dicen los canales que repiten a Tinelli y a otros programas de variedades internacionales que les resultan entretenidos y los emboban. Hay dos radios que no se acoplan y resisten, Radio Globo y Radio América y UN SOLO CANAL de TV entre más de OCHENTA! O se que, VIVA LA PEPA!
Engrané y arranqué. La ruta, un suplicio. Desde hace más de dos meses, que estuve acá, y la están reparando siempre, por lo que hay tramos donde hay que estar parado durante una hora para que pasen del otro lado o pasen las máquinas. Igual hay rutas buenas y otras llenas de pozos, yo pienso y desconfío, las hacen así no más, los funcionarios de Michelleti tienen amiguitos en empresas de construcción e ingeniería civil, emparejan el terreno y como llueve mucho en esta zona, cuando la tormenta arrecia, otra vez se rompe todo. Es común que haya zona de fallas, donde de golpe se abre un boquete y la ruta se hundió.
Llegué a Tegucigalpa y me tentó entrar a la embajada de Brasil pero antes hay tantos retenes de milicos que desistí y seguí de largo. Los milicos no me pararon, me paró la policía y me pidieron la licencia, me preguntaron cómo eran los pesos mexicanos, lamentablemente no llevo ninguno cariñito, así que no te los puedo mostrar, mucho menos darte un par… querías uno, no?? Si querés te convido un matecito, le dije al poli… necesitás algo más??
No. Y me fui.
La entrada al Parque Nacional la Tigra que supuestamente está por Tegus, cerca de Jutiapa, no la vi así que seguí. Camino a Danlí. Encaré para entrar en San Antonio Oriente, cuna del pintor primitivista José Velázquez, la carreterita era de tierra y estaba muy pozeada, eran solamente 6 km y medio pero me dije, pobre auta, bancarse esto de ida y vuelta más lo que falta para llegar a Danlí… así que también dejé a Velázquez para cuando haga el viaje en el jeep amarillo petitero. Llegué a Danlí, se acuerdan? Tanta veces nombrada cuando Zellaya llegó a la frontera con Nicaragua. Un poco más adelante de Danlí está el Paraíso y después la frontera que me espera para mañana y de la que no tengo ni idea, estaré hasta Las Manos, se llama Las Manos, a ver cómo son los nicaragüenses en la frontera. Ahora en Danlí estoy en un hotel que se llama La Esperanza, que al final aunque uno le dé vueltas al camino es lo último que se pierde y está lindo. Está limpio, tengo Tv y la dueña mira a Maldonado, el de Radio Globo y me dijo que lo que pasa en Honduras es una vergüenza a los ojos del mundo entero y que en Tegus ya se matan como si nada, porque justamente, llegando acá, habían encontrado asesinado al hermano del ex presidente Callejas. En el diario que me dieron los diarieros, durante un embotellamiento, alcancé a leer que aparecieron varios cadáveres. Gente que se llevan los uniformados, dicen que son policías, después los encuentran por ahí, amarrados y muertos, y la policía dice que ellos no fueron. Horrible, fuera de control, y a casi nadie parece morderle si quiera la curiosidad por saber qué es lo que está pasando. Tengo una cita con el mapa y la Lonely Planet, capítulo Nicaragua. En breve les cuento… Abrazossss…

Regresé de La Esperanza. Comayagua-Honduras-9 de noviembre

Fui hasta La Esperanza pero no me gustó. Es un pueblo dónde según dicen las informaciones se mantienen algunas tradiciones de comunidades aborígenes lencas.
Fue que después de conducir por una carretera que en tramos estaba en reparación y había largaaas colas, entré a un camino bello, de esos de montañas puramente verdes y exhuberantes. Muy lindo. Imaginé que el pueblo me gustaría porque en los carteles versaba… «aquí comienza la ruta colonial y de los volcanes». Me ilusioné al pedo. Llegando hacía frío y viento. Eso me lo habían anticipado, es una de las sierras más altas de entre las honduras. Sin embargo no fue por eso, ya que llevo mi abrigo de duende y no me acobarda el frío, fue en parte el antipático del hotel, el precio del cuarto que exedía mi presupuesto. Ya he hablado de esto en otras oportunidades y sí el presupuesto es magro, pero se consigue y de buen aspecto. Ya ven. Anoche por ejemplo en D & D todo fue super fenomenal y entre comida y dormida y ducha y excelente compañía y buenos momentos no gasté más de 10 dólares. Fue a lo mejor una exepción, porque sí fue excepcional.Ahora el tipito de La Esperanza me quería cobrar como 350 lempiras que son casi 20 dólares y está en pedo, el hotel ni valía la mitad. Las calles estaban mojadas, encharcadas, pozeadas y rotas. Me fui al carajo.
Eso significó, primero encarar otra ruta, al cabo de pocos kilómetros era de tierra. Así que otra vez, media vuelta, march, pa’tras. Hay que seguir algún consejo del «dolape» que algo de fierros sabe y dice que si ando en terrenos escabrosos no sé qué cazzo se me va a romper.
En fin, me volví 100km y encaré el rumbo a Tegucigalpa con la idea de entrar en Comayagua que tantas veces se escucha gente que llama a Radio Globo.
Acá estoy. Es una ciudad agradable, pero a esta hora, serán las 6 de la tarde ya casi todo está cerrado. Ebncontré un hotelito bastrante como la gente y una covhera, todo suma menos de 10 dólares. Perfecto! Ya anduve caminando por ahí y me compré para hacerme unos sánguches de jamón y queso.
Las chicas que regentean el hotelito parecen copadas y simpáticas. Después charlaré ahí un ratito con ellas.
Acá, no pasa nada.
Siento que cuando hablo con la gente, les pregunto algo, como si hbalara otro idioma, no me entienden. En general no parece haber mucho interés por nada. Como la otra vez… hace dos meses… la misma sensación, una confusión por un lago, un desinterés por otro, y en medio, escucho la radio y cada Pepe, lobizón o goriletti, siguen con su campaña como si nada.
Van abrazos y mañana no sé…
Hay un parque nacional cerca de Tegusigalpa. Si no es complicado me mando un día por ahí y si no… tengo que consultar con el mapa, pero ya ando con ganas de visitar al camarada Dani.
Van algunas fotos con retraso de ayer, de Lago Yojoa y el lugar donde dormí, colchón de aire, colección de piezas precolombina de Bob, fotos de flores exóticas, bromelias, plantas para escurrir shampoo, herbal essence al natural y a la mano y también de la ruta de hoy donde cuando esperábamos unos nenitos vinieronb a charlar y de paso tomarse unos matecitos conmigo.
y van abrazossssssss

Lago de Yojoa Honduras 9 de noviembre

Anoche probe cerveza de rash berry (no se que es ni como se escribe) y de albaricoque, exquisita!!! El senior Bob me puso un colchon de aire en una habitacion de la casa porque llovia mucho. Hubo guitarreada, bastante blusero el tema, con trompeta, y cantamos algun que otro tradicional chamame ya que esta mujer argentina, Magali, es de Entre Rios.
Todavia estoy aca, sin enies ni acentos. Hay una multitud incalculable de variedad de aves.
Estuve hablando con las chicas que trabajan aca, me dicen que al parecer Zelaya desiste de continuar con el infructuoso dialogo por su restitucion.
En un par de horas saldre hacia La Esperanza o Gracias que era la antigua capital Hondurenia, dos poblados donde quizas pueda integrarme mas a la vida comunitaria, aunque la verdad, la naturaleza en estas latitudes es un lujo, no tiene desperdcio y es muy hermoso el panorama, ademas de sentirme bien tratada por esta gente.
A ver si subo unas fotitos…
Hay de Rio Dulce, de mis incursiones en la alberca y las hamacas paraguayas de la Hacienda Tijax y luego del camino, como siempre en el camino, y de este lugar. (en facebook hay algunas mas)
Abrazos!