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Caminata por Errigoiti, la Cascada de las Libélulas

En esta caminata por Errigoiti, vamos a llegar hasta el Madalen erreka, el arroyo Madalen y a una cascada que se forma cerca de la intersección de los distritos de Errigoiti, Arrieta y Olabarri. El nombre de la cascada no es el de Las Libélulas, la hemos llamado así por la cantidad de libélulas azules que la habitan sobre todo en verano.

Esta cascada es el resultado de una construcción, presumiblemente, un molino. En el lugar donde cae el agua se forma un pozón que es ideal para darse un baño.

El paisaje que rodea a la cascada y el pozón es muy bonito. El arroyo que surca entre las piedras, la vegetación tupida y cerrada. Todo es muy verde y fresco. Un lugar ideal para hacer la caminata por Errigoiti en verano. Si bien en otoño o invierno, con la abundancia de lluvias, la cascada se convierte en una catarata imponente y también vale la pena visitarla.

Llegar hasta la cascada, caminata por Errigoiti

Para llegar a la cascada, vamos a tomar la calle de Elizalde que pasa frente a la iglesia en dirección Katalina Auzoa, con el Sollube de frente y a la derecha.

Tras pasar el florido barrio Katalina, vamos a adelantarnos hasta Orkondoas y tomar la carretera que baja en curvas hacia Olabarri. Mucho antes de llegar al final de esta carretera sinuosa, apenas dos curvas después de iniciar el descenso, veremos un poste con letreros que señala Bekobaso y Aikaran. Tomaremos este desvío por una pista de tierra.

La pista de tierra solía estar habitada por un acogedor bosque que lamentablemente ha sido talado recientemente (2023). El camino baja y en un momento llega a un nuevo desvío con poste indicador. Tomamos el sendero que sigue hacia la derecha.

En breve llegaremos a una ruta vecinal asfaltada, rústica. Allí giramos a la izquierda y avanzamos en dirección a la carretera principal que va hacia Mungia.

Antes de llegar a la carretera principal, cruzaremos un puente sobre el arroyo Madalén y pasaremos un caserío. Apenas pasar el caserío, entramos a la izquierda bordeando los huertos que hay allí y nos dejamos llevar por el estruendoso ruido del agua que cae, hasta la Cascada de las Libélulas.

En caso de estar cerrado el paso, podemos abrir la tranquera sin temor ya que, el espacio acuático es de uso público inviolable. Si nos intimida abrir la tranquera, podemos avanzar unos metros por la carretera principal -a la izquierda- y entrar desde allí campa traviesa, donde el guard-rail está roto.

Luego, a disfrutar del paisaje, celebrar un pic-nic entre las piedras, darte un chapuzón refrescante tras la caminata por Errigoiti, explorar el arroyo, observar y sentir la naturaleza.

A la cascada en bicicleta

El recorrido también puede hacerse en bicicleta, ya sea por este camino o, con bici de carretera, por la ruta que sale de la villa de Errigoiti en dirección a Munguía.

La cascada estará poco después de pasar el cartel que anuncia el distrito de Arrieta y antes de tomar el desvío a Fruiz, sobre nuestra izquierda. Si la hierba no es está alta, será visible. Si hay mucha hierba, debemos aguzar el oído y así escucharemos el sonido del agua al caer.