Prometo fotos, mañana… si voy al ciber voy a subir sin palabras las fotos de estos últimos días en las playas caribeñas, más puerto de Colón, más Navidad en casa de Tea, con amigos y familia.
Anoche brindamos larga y felizmente. Vinieron Gladys, argentina, y sus hijos Flavio, Facu y Tomi, además de Zulema, Tea, los hijos de Tea.
Hoy meta mate y charla y fuimos a visitar a Andrea, otra chica argentina, maquilladora, buena onda.
Todo está bien.
El barco sale con atraso el domingo, yo salgo el domingo a hacer la posta, avioneta, lancha, avión.
Hay música en la casa y me esperan con un queso enorme sobre la mesa y más fresita.
Todo está tranquilo, bien, feliz. GRACIAS!!!
Aaaaaaaaaaaaaahhhhh, hoy vino Darma, boliviana, periodista, parece que mañana nos van a hacer una entrevista con fotógrafo y todo!! Para una revista y la otra, Darma conoce a Raúl Peñaranda!! Raúl Peñaranda es el boliviano que tocaba la guitarra cuando yo cantaba en París!!!! No es increíble???? Le va a escribir a la hermana para que Raúl me contacte. Raúl es periodista muy afín a Evo Morales. Yo la última vez que lo vi tenía 17 años, tocamos y cantamos juntos en Maxim. No lo puedo creerrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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Nombre de Dios-Panamá – 24 de diciembre
El nombre podría resultar casual. Nombre de Dios es un pueblo maravilloso. Acabo de llegar de ahí. Nombre de Dios podría parecerse al paraíso. Acampamos con David en una finca a pocos metros del mar. La finca es de Guido Dionisus, dueño del hostel Wunderbar (fabuloso) de Puerto Lindo donde estuvimos hace algunos días. Noche en la finca, a la luz plena de «sincuenta» estrellas, días de caminata en orillas vírgenes como restan pocas en el planeta y en compañía de un hombre que se rescató de la gringuitud para no salvarse, Benedeti dixit.
Tengo fotos que en unos días compartiré con los que se acercan al blog. A estas horas quiero hacer llegar mi abrazo a todos aquellos rincones donde pudiera estar presente de alguna manera y a pesar de la distancia que me separa tridimensionalmente en este viaje, sin dudas estamos juntos, en la misma frecuencia de esa supercuerda, en la misma música.
Sin internet. Auto embarcado. Panamá.
Todo marcha con ruedas, estos días estaré sin internet. En cuanto haya una conexión les cuento como sigue el viaje.
Felices fiestas.
Puerto Lindo – Panama – 21 de diciembre
Me dolio dejar a la autita ahi, sola, frente a una alambrada del Puerto de Manzanillo. Me sente en un banco enfrente y tome el temo entero de mate y me comi los sanguchitos que llevaba mientras me despedia. Es una auta y nada mas, pero es la que me lleva, la que me acompania y me banca y se banca los caminos y los pozos y las frenadas y los reniegues y a Mozart y a Carmina Burana, la Renga o Bersuit y aunque sea no mas que una carcaza de lata con ruedas es mi casa , mi casa con ruedas, que lleva las cosas que elegi de entre todas las cosas porque a pesar de ser cosas tienen un valor agregado. Todo eso, se quedo ahi.
Espere para ver la estiba en puerto, pero los empleados no llegaban, era la hora del almuerzo y la gente no se cansaba de repetirme que Colon es tan peligroso que esta prohibido a los extranjeros caminar por las veredas. Hotel, taxi, hotel, es todo lo que se puede hacer.
Todo salio bien. Ya la habran subido a la base del contenedor que no es contenedor, no se cuando la remontan y la depositan en el barco.
El tramite fue viajar a Colon y al llegar al puente, entrando a Colon, no subir al puente, pasar por la derecha y seguir hasta las aduanas. No se como pero es facil llegar. Pregunte un par de veces. Encontre las oficinas de la aduana y me sellaron el pasaporte y los papeles muy rapido. Ahi mismo me indicaron como llegar al Puerto Manzanillo. No era nada complicado. Llegue, estacione. El lugar esta bastante bien, parquisado, los edificios limpios y cuidados y las oficinas de las navieras muy bien.
Pregunte por la Barwil, segundo piso, la ubique y ya me estaba esperando Mari Carmen porque Tea ya la habia llamado. Perfecto. Me dio tres copias de Bill of Leading y me mando a otra ventanilla de aduana y almacenaje. La ventanilla de almacenaje es impersonal. Te atiende un vidruio negro. Hay un boton amarillo que dice llame ya. Llame y me salio una caja. Como no sabia que hacer, nadie preguntaba nada no a nadie podia explicarle nada, meti los papeles en esa caja y me puse a espiar a traves del vidrio negro. Una voz robotica por microfono me dijo que faltaba un papel de la naviera que explicitara quien se hacia cargo de la estiba. Volvi a la naviera, es ahi nomas, no muy lejos y Mari Carmen me imprimio unos correos que explicaban lo que la impersonal de almacenaje queria saber. Volvi, aprete el boton llame ya, meti los papeles y me los devolvieron sellados, ademas me pasaron un recibo por 6 dolares de estiba que pague en la caja con 10 y la caja fue y volvio con 4 de cambio.
A partir de ahi se me embrollo un poco porque faltaba hacer algo, sellar los papeles en unas ventanillas donde esta el toldo azul. Eso es lo que me explicaban pero no me decian mucho mas. Tenes que ir donde el toldo azul. Al final, despues de dar tres o cuatro vueltas lo ubique y sellaron. Con eso me fui a otras ventanillas donde estan los empleados de RoRo, ellos ahi en una ventana me retuvieron un juego de copias con todos los documentos, entre el auto aun playon, un poli miro y acerco un perro para que oliera y el muchacho del RoRo, me puso otros sellos y me devolvio las fotocopias.
Todo creo que fue bien. No es tanto kilombo como siempre me habia hecho la pelicula. Hay que dar algunas vueltas para encontrar las ventanilas porque uno no conoce y es un mundo con calle circuladas para arriba para abajo de ida y vuelta por camiones y containers. Lleno de hombres que andan por ahi. Algunos densos, pero yo siempre pa’elante y sin apechugar, pa’elante.
Deje a mi autita casa con ruedas y sali del Puerto donde pare un taxi. No habia muchos. El tipo me pidio que tenia que pasar a buscar a la novia y unas amigas y nos metimos en un barrio. Me hablaro9n del peligro de Colon, que hay asaltantes en todas las esquinas y me dejaron en la terminal. Pasaje a Puerto Lindo 1.55 dolar.
En el colectivo conoci a Johan, un venezolano de 24 anos que vino a visitar a su mama que vive en Cacique, un pueblo aca al lado. La madre es revolucionaria, lidero la toma de un supermercado de una cadena que habia tomado terrenos del estado y no pagaba impuestos y ahora es mercal o algo asi que son mercados del pueblo. El pibe estudia ingenieria en petroleo en Maracaibo y ya termino ingenieria mecanica, me dio el telefono, la direccion de la casa, el mail y me pidio que fuera a Cacique porque dice que soy igual que su mama Yolanda y que quiere que nos conozcamos.
Llegue al hostal de los alemanes donde previsiblemente encontraria a David y si, aca estaba su camiomena. Muy felices de encontrarnos, salimos a caminar, a comprar algo de morfi y llame a Tea para contarle que viento en popa y coche en cubierta.
Tengo sueno, y no tengo enies ni acentos ni fotos, debo. Pero no debo los abrazos! Ahi van!!!!
Panamá-Panamá – 20 de diciembre
Fue un domingo maravilloso.
Amasé gnocchi aunque la idea inicial había sido hacer milanesas.
Tuve tiempo y sol durante un lapsus de minutos para refrescarme en la pileta y nadar unos largos de pecho y espalda. El año que viene no quiere nadar así. Necesito aprender a nadar. Me gusta y lo hago mal, pero sé que puedo hacerlo mejor.
Después de comer, preparamos el mate y nos fuimos con Tea de paseo. Me llevó a Mi pueblito que es un parque temático donde hay una muestra de cómo viven las comunidades fuera de la capital. Hay bastante vegetación, ventas de artesanías… después fuimos al templo Al Baha’i. Interesante. Hay siete en el mundo. Uno está en construcción en Santiago de Chile. Es un tenpo de ninguna religión en específico. Un templo de espiritualidad en el que en lugar de santos o totems hay plantas vivas. La gente que asiste a ceremonias lee y escucha lecturas místicas que tanto pueden ser del Corán como de la Biblia. Además este templo, está erigido en una colina desde la cual se puede ver toda la ciudad de Panamá en los cuatro puntos cardinales y los intermedios de la rosa de los vientos. Muy lindas vistas.
Siempre mate de por medio pasamos por el supermecado El Rey y compramos lo que faltaba para hacer una tarta de jamón y queso, especialmente para Ian, el más chiquito, que hoy al mediodía comentó que le había gustado.
Hicimos una tarta con decoración de carita feliz y un dzadziki según la receta de Raúl que no resulta muy parecido al que te sirven en Grecia pero se ve que zafó bien porque no quedó nada.
También acomodamos la carga de la bubrbuja. Llevo una silla de Tea. Rumbo al sur. Una silla hecha de tronco. Un tronco que fue rescatado del mar donde naufragaba quién sabe de cuáles orígenes. Ahí en el medio del asiento de atrás va la silla abeza abajo. Hasta San Pedro… Buenos Aires… San Clemente… Villa Gesell y Hasta la Victoria como Siempre.
Yo me voy a Colón. Mañana. Aduana y Puerto de Manzanillo. Ya les iré contando cómo sale todo. No desesperéis. A veces no hay internet y hoy, aunque saqué, no puedo subir las fotos domingo maravilloso que despido con un vasito de malbec de bodegas argentinas Santa Julia. Brindo! Sastipen tali y a embarcar que clama la marea!
Panamá-Panamá – 19 de diciembre
La burbuja a todo vapor. Hoy fuimos al mecánico de confianza de Tea. Chequeo general. Cambio de filtros de combustible, aire, aceites, grasas, bujías, todo fenómeno. El mecánico limpió los frenos que andaban chillando, revisó la dirección, ruedas y limpió el motor. Me dijo que el auto este, Pontiac, lleva piezas mecánicas Daewo y aconsejó cambiar tacos de ruedas delanteras más adelante porque el degaste está casi a la mitad. Hasta ahora la travesía fue en montañas, colinas, volcanes y honduras. Si logro encontrar una manera de llegar a Manaus y embaracr por el Amazonas hasta Belem entonces casi todo el resto de la ruta será por selvas, praderas y llanos, con agunas chapadas en Brasil.
Panamá-Panamá – 18 de diciembre
Día de trámite.
El auto de se va con la naviera Barwil Agencies el miércoles. En LO LO. LO LO significa lift up lift down. Lo suben, lo colocan en el hueco-butaca-platea-cubículo que le toca y ahí lo depositan.
Tea me acompañó en todo. Todo el día. Ella conduce la burbuja y nos lleva de un lado a otro a hacer los trámites.
Los trámites son, primero conseguir y acordar con una naviera el servicio. Tea las conoce todas y maneja al dedillo toda la información de fechas, precios, logística, además conoce a las personas con quién contactar. Entonces, primer paso, conseguir una naviera. La persona representante de la naviera emite un pre contrato, un papel donde dice que esa naviera hará el servicio de traslado y con eso y un juego de copias de documentos hay que ir a la D.I.J. La D.I.J es la Dirección de Investigaciones Judiciales.
Los documentos que hay que llevar en original y copia son pasaporte, tarjeta de circulación vehicular/título del vehículo, permiso de entrada al país, factura del auto. Del pasaporte hacen falta las dos primeras hojas, donden están los datos del conductor, -en mi caso dueña del vehículo, en otros casos no sé- y la página donde figura la entrada del vehículo a Panamá.
De esos juegos de copias, Evelyn, de la naviera Barwil, muy amable, me sacó 5 juegos porque anticipó que los iba a necesitar.
Con eso, nos fuimos a la D.I.J. Esta oficina está en el barrio Ancón, cerca de Albrook donde está el aeropuerto de vuelos domésticos. No es muy lejos del centro de la ciudad pero para mí, llegar sola, significa un gran embrollo y si Tea no me hubiera acompañado debería haber pedido ayudad unas cuantas veces en el camino, justamente llegando a esa zona, hay un enjambre de puentes que no sabría, yo, para qué lado disparar.
Hablando de disparos, casi me disparan un piedrazo por ahí, pero sigo con el trámite.
Ahí atienden desde las 12 del mediodía, la policía. Les lloramos la carta un poco y a las 10 nos dieron bola. Nos atendieron. El trámite es abrir el capot para que la poli verifique el número de motor con los papeles. En mi caso, abrimos y se ventiló un ratito mientras charlaba con los polis, «oficiales» todos a partir de esta mañana. Feliz Navidad.
Después te dicen que está todo bien y que vuelvas a las 3 de la tarde, a la Secretaría General que está enfrente, a buscar el permiso de salida firmado por el director. No hay vuelta, ni aunque llores la carta, hay que volver a las tres.
En mi permiso había un número incompleto y nos mandaron a la aduana a corregir. Tea al volante, Aduana, también es por Albrook, pero a unos minutos de donde estábamos y en la oficina del famoso y ya mentado Sr. Pinilla, una muchacha corrigió el número de serie que estaba incompleto.
Volvimos a la D.I.J y nos pidieron fotocopias, así que como por ahí no hay, crucé la maraña de puentes, por abajo y esparando un semáforo y después el otro y ahí dos tipos discutiendo, mal, empezaron uno con un palo y el otro a los piedrazos y yo en el medio de la batalla, los autos pararon hasta que los morenos se calmaron y los vigilantes verde oliva de la esquina hacían guardia mirando para el otro lado.
En la ciudad de Panamá hay un índice de alteración del humor bilioso bastante grave, no sé si será por el calor o por el arroz frito, o por la falta de árboles y parques. La gente discute pero mal.
Dejé a Tea en su oficina. Hay mucho tráfico en algunas calles. Es viernes, días navideños, la gente sale, anda como loca de shopping y en general, en general, los panameños citadinos están de mal humor. A mí me da un poco de risa. Da para recrear a unos cuantos en una comedia, un día de esto la ponemos en escena.
Llegué a la casa a los santos pedos me tomé unos mates y volví a salir a buscar a Tea por su oficina para llegar a la 3 a buscar el permiso de salida.
Esperamos hasta las 5!!! Muy sentaditas, como señoras de bien, a pata revoleada no se puede y a mi amiga Tea la retaron…
La empleada, pobre, estaba de peor humor que el resto de los panameños citadinos, eran las 5 y no le habían llevado los documentos para que ella los verificara con la documentación original y se los pasara al dierctor que además, amenazaba con irse de un momento a otro y dejarnos a todos los que esperábamos en bolas, para que los firmara, y ella, la secretaria, teóricamente salía a las 5 de laburar. Por suerte fue por lo nuestro y a eso de las 5 y unos minutos ya teníamos el esperado papel que dice que con mi auto todo legal tudo beim, no hay registro de ilícitos ni nada que impida salir del país y que puede ser embarcado. Iujú!
Mañana Tea va a escanearlo y enviarlo a Evelyn para que nos envíe el documento de la naviera y con ese y toda la papeleta me voy el lunes a Colón a pasar por aduana y luego a puerto de embarque.
Para hacer el trámite de hoy, se necesita un día y paciencia. No es porque no se pudiera hacer más rápido, no es para tanto, pero la gente que trabaja en esas oficinas se toma todo con soda. Empezamos a las 9 de la mañana y terminamos cerca de las 6 de la tarde con breves intermedios y unas cuantas esperas y sin mate porque me lo olvidé en la cocina. Nos fue bien. Se logró un paso importante. Aquellos que tengan dudas de esto pueden preguntarme, pero si quieren hacerlo, creo que lo mejor es contactar a Tea, es muy piola y tiene una cabeza de muchos gigas, para almacenar y registrar datos y datos, además de conocer la ciudad. (teal.kalmbach@gmail.com tea.kalmbach@hotmail.com)
Yo sola, quizás lo hubiera podido hacer, hubiera debido hacerlo, no hay otra, pero me hubiera tomado más de un día y seguro me hubiera angustiado bastante y me hubiera puesto a llorar en la primera esquina por mi inutilidad diplomática. GRACIAS A LA VIDA… y a Tea, juájuájuá! Bueno y a TODOS USTEDES por ahí, SÍ A VOS TAMBIÉN.
Por ahí me preguntan por qué yo me voy en avión y en bote y separada del auto, porque en los barcos de carga donde se van los vehículos no llevan pasajeros. Por eso, es necesario que el auto vaya en un barco y uno se busque la vida por otros medios. Los que viajan en motos o bicis, pueden ir en veleros. Hay todo el tiempo por el Caribe y no son muy caros. Van por el Archipiélago de San Blas y dicen que es una experiencia muy bonita.
Panamá-Panamá – 17 de diciembre
Hace 48 días que viajo. No es tanto si uno mira en otros blogs de viajeros. No hay mucho apuro, sin embargo, no era mi idea original detenerme tantos días en Panamá. Con todo y a lo largo calculando el embarque y los trámites pensé que este período iba a ser más breve. Soy afortunada, feliz y agradecida porque en esta circunstancia tengo la oportunidad de estar en casa de Tea. No me gusta la ciudad de Panamá, salvo por puntos muy exclusivos como es el Casco Viejo, pintorezco, agradable. El patio de Tea, la familia, el entorno, es agradable y ayuda a sobrellevar esta etapa de trámite y desaveniencias. Ahora, la naviera que me llevaría en ro-ro, fuera de container, no quiere artículos personales en el coche. Nada. Lo quieren vacío. Mi auta femenina casa con ruedas lleva en ella todo. Desde la pava verde, hasta la cacerola, el chile, las especias de Turquía, la máquina de escribir, las novelas sin corregir, libros, poemas de Chichí, los patines de hielo míos y los de Raúl, el disfraz de arlequín, los zapatitos de flamenco, la pollera de tango, el vestido de 15, fotos de viajes y viajes, el repique, el bombo murguero, las castañuelas y más… No puedo vaciar el coche para enviarlo a Colombia y llevar esas cosas conmigo porque yo tengo un vuelo de avioneta a Tubalá desde donde tengo que tomar una lancha a Pto Obaldía frontera con Colombia y desde ahí otra lancha a Capurgana y dede ahí otra a Turbo y desde ahí un bondi a Cartagena. Hay otra naviera que acepta ro-ro con cosas, cuesta 300 dólares más. Y hay containers, cuestan como 500 dólares más. Y hay un David, gringou, que conocí en el hotel Casco Viejo que también quiere embarcar y con quien nos vamos a reunir esta tarde para ver las opciones de si él quisiera embarcar el 28 y compartir un container o llevarme mis cosas en su camioneta después. La primera opción sería ideal pero es la menos probable porque por aguna razón él quiere quedarse más tiempo en Panamá, hasta mitad de enero. La segunda, aunque él dice que le haría feliz poder ayudarme, para mí es un riesgo. Qué pasa si nos desencontramos o cualquier cosa en el medio, o si él no llega hasta dentro de 5 meses a Cartagena, qué hago yo en Cartagena o donde sea sin todos esos bártulos que significan todo lo que tengo.
Disyuntiva. No sé qué hacer. Pienso luego existo.
Panamá-Panamá – 16 de diciembre
En la casa de Tea estoy en la ciudad de Panamá, a un paso de la Vía España, pero me siento en un spa. Estuve casi toda la mañana leyendo alrededor de la piscina. Hice algunas tareas del hogar, no hay mucho en lo que sienta que pueda coolaborar porque los hijos hacen casi todo. Están organizados. Salí al super y haré una tarta de atún, hoy o mañana… Me alegro de estar en esta casa. El tema del embarque me preocupa aunque aparentemente no es tan complicado, no sé, Tea me tranquiliza, sé que ella trabaja en eso y cuento con ella, además viene Zulema que ya pasó por eso y la naviera parece ser seria. Esperemos que todo salga bien. Estoy ansiosa por encontrarme YA en Cartagena y todavía me faltan más de DIEZ días. Aprovecho. Leo. Escribo. Organizo fotos y VIVO. Panamá-Panamá – 15 de diciembre
En casa de Tea Kalmbach.
Charlamos como si fuéramos amigas de antes. Compartimos historias de emigradas y nómades con raíces selváticas y mares en los sueños.
No nos conocíamos ni de referencia. No estaba en nuestros planes encontranos. Esas cosas de la vida, el síntoma, la red vibratoria de las cuerdas, las partículas invisibles, qué sé yo, el universo conspira y no somos capaces de darnos cuenta, la cosa es seguir andando, sin oponer resistencia a aquello que nos llama y nos mueve.
Esta mañana estuve en la pileta del barrio. Ahora está nublado y hubo llovizna. Cociné para los chicos. Tea tiene tres hijos preciosos, Amy de 18 años, Christian de 16 y Ian de 11. También son musiqueros. Pienso en mis hijos. Martín vuela a Argentina en este preciso momento, la familia hizo una vaquita para llevarlo a pasar las fiestas, charlé con Farid en el messenger. Los extraño mijitos.
No es posible subir fotos. Esta es una laptop pequeña por donde se la mire y por donde no se la vea. No hay espacio en disco y la conexión es lenta. El patio me llama. Estaré leyendo por segunda vez El universo elegante, uno de mis libros favoritos.
Soy afortunada. El momento crucial del viaje es el cruce Panamá-Colombia y yo estoy en casa de Tea, fundamental en esta etapa, que resultó ser argentina y más que eso, gaucha, y me siento tranquila, feliz, en familia.