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Lugares de Siberia: Ulan Udé, décima parada de nuestro tren

Pensar en lugares de Siberia, remitirá a nuestra imaginación la postal de una estepa blanca y desolada. Esa era también mi idea antes de llegar aquí.

Nada más gracioso que abrigarme de buzo y campera de corderito antes de bajar del tren en Ulan Udé para chocarme en la multitud con mongoles de pantalón corto y ojotas. Y yo… sudando la gota gorda.

Ulan Udé, uno de los lugares de Siberia más exóticos

Apenas bajar del tren y que nuestra mirada se encuentre solamente con ojos rasgados y pómulos salientes nos parará ante una disyuntiva: estamos en Rusia?

Los pobladores de Ulan Udé son de la etnia buriata. Estamos en la República Buriata perteneciente a la Federación Rusa.

Los buriatos, a simple vista, parecen mongoles, sin embargo el sentimiento ruso e incluso soviético en esta zona se acentúa. Su nacionalismo se evidencia en los símbolos de las calles y los nombres de las avenidas al igual que en cada minuto de conversación que entablamos con ellos.

Son tan rusos como no dejan de ser buriatos. Hablan los dos idiomas cotidianamente. Existen los periódicos y los programas de radio y tv tanto en ruso como en buriato y también las bibliotecas tienen tantos volúmenes en una lengua como en la otra.

El sentimiento cosmopolita de los rusos todos es tan amplio y generoso como enorme es todo lo que construyen. Sin embargo, el viajero occidental que llega hasta estos lugares de Siberia, en algún momento tendrá la sensación de estar en otro lado.

El trayecto a Ulan Udé, uno de los más bellos

Este tramo del Transiberiano es uno de los más bonitos. Tiene que hacerse en un tren diurno. Es un paseo, una excursión por la costa del Baikal y una visita a los pueblos de interior y soberbios lugares de Siberia.

Saliendo de Irkutsk en la mañana, antes del mediodía, tendremos tiempo y luz para no cansarnos de observar el paisaje por las ventanillas.

Primero veremos el lago Baikal. Temprano en la mañana suele estar cubierto de bruma y resplandor. Una se desespera al no poder sacar en una foto la línea del horizonte. El lago y el cielo se muestran como una masa fofa y celeste tirando a gris. Los árboles se burlan de esa monotonía desplegando sin vergüenza las ramas amarillas y rojas.

Más adelante y a medida que sube el sol, el lago se despeja y brilla en toda su profundidad azul. No podemos dejar de mirar. La costa con bahías y penínsulas delgadas, las auténticas casas de las pequeñas ciudades de Siberia interior.

Cuando creíste que ya lo habías visto todo y que era hora de leer un rato en el tren, por la ventana opuesta, aparecen las montañas.

Los montes Jamar Daban se imponen recortando el cielo en agudos picos.

El arrullo de las olas del lago queda atrás; y más aldeas, más árboles amarillos. Y naranjas. Y rojos.

Donde alojarse en Ulan Udé?

Nos alojamos en el hotel Orda. Es un hotel bonito y accesible hacia y desde el centro de la ciudad. También está cerca de la estación. Incluye desayuno y la ecuación calidad/precio da buen resultado.

El personal de Orda es buriato y mongol. Son personas muy amables, Erdzena, Galia, Svieta. Además tienen un restaurante con platos tradicionales y la decoración del edificio es casi como recorrer un museo mongol.

Qué ver en la ciudad y un poco más allá

La ciudad de Ulan Udé es uno de los lugares de Siberia que merece una visita por su idoneidad exclusiva. El centro, por ejemplo, posee la escultura de la cabeza de Lenin más grande que existe. La vida ciudadana gira alrededor.

El centro es luminoso, amplias aceras y plazas llenas de flores y fuentes.

Hay edificios sólidos clásicos, soviéticos y modernos.

Visitams la catedral, los teatros y los parques y luego nos alejamos un poco más allá para recorrer el datsan.

El datsan Ivolginsk, Ulan Udé

Visitar un datsan o varios de ellos constituyen lugares de Siberia escenciale durante un viaje a esta región.

El datsan Ivolginsk es un templo o mejor dicho, una serie de templos, que fueron construidos por Stalin en agradecimiento a los buriatos que combatieron al fascismo durante la Gran Guerra Patria.

Para llegar al datsan se sale desde la plaza Pioner. A esta plaza donde hay un mercado se puede ir a pie desde el centro o bien en la combi número 30. Los chóferes son muy amables y lo explican todo. En ruso.

Desde Pioner tomamos el minibús 130 hasta una ciudad sin encanto que se llama Ivolgi. El minibús nos deja en la ruta. Hasta aquí cuesta 58 rublos.

Luego se puede seguir a pie o tomar otro minibús por 30 rublos que va directo al datsan.

La recorrida de los templos se hace en sentido de las agujas del reloj. Vamos haciendo girar los rodillos de oración y entrando en los edificios coloridos habitados por Budas de diferentes tamaños, Ganesh y otras personificaciones.

La mayoría de los visitantes son fieles budistas y es importante respetar sus rezos y rituales tal como no dar la espalda a los altares.

En esta datsan durante setenta años estuvo enterrado un lama cuyo cuerpo, al ser exhumado, estaba en posición buda y en perfecto estado. Su cabello sigue creciendo desde hace más de un siglo.

Tiumen, una ciudad sorprendente en la sexta parada del tren

Al preparar un viaje en el Transiberiano es primordial estudiar la ruta y seleccionar las paradas. Si bien serán el destino y los horarios de los trenes quienes tendrán la última palabra, es necesario llevar un itinerario tentativo para aprovechar el tiempo de la mejor manera.

El viaje en el Transiberiano es un largo camino que ofrece además pueblos y ciudades infinitos a la vera del ferrocarril o cerca de él. Es muy difícil, casi imposible, visitar a fondo toda esta inmensidad por eso encarar el viaje en Transiberiano con un programa tentativo de paradas nos servirá de guía y será de gran ayuda.

Tiumen, la ciudad que sorprende

En esta parada, según lo investigado, parece que es sólo Tobolsk lo que vale la pena. Tobolsk ha sido por supuesto muy antigua y muy hermosa pero llegar a Tiumen después de semejante belleza, lejos de desilusionar, deslumbra.

Tiumen es una ciudad llena de parques con muchos árboles, pinos, abetos.

Los edificios son monumentales. Cuenta con teatro de arte dramático y ballet, teatro de marionetas y un edificio de la Filarmónica que es un verdadero templo para la música.

Entre los edificios monumentales le ponen un toque de color a la ciudad imponente, las antiguas casas de madera con tejados yo ventanas con marcos de cenefas que parecen tejidas al crochet.

Abundan los memoriales a los héroes de la Gran Guerra Patria, las placas y exposiciones permanentes honrando a los ciudadanos que combatieron al fascismo.

El Parque Lenin es el parque central y la estatua de Vladimir Ulianov supera toda altura alrededor.

Malecones y el río Turá

Cuando creías que ya lo habías visto todo aparece un río y no un río cualquiera. El río Turá es un río hermoso, con una serie de malecones en diferentes desniveles, con fuentes y jardines y música.

El agua fluye por canales de mármol y cae desde vasijas de piedra preciosa. Cataratas de agua bajan desde la ciudad por laderas de carrara esculpida y se estrellan en chorros tupidos de espuma.

Es un continuo espectáculo de placer para los sentidos. Recorrer este malecón y cruzar el Puente de los Enamorados sobre el río le dan un toque descollante a la quinta parada de nuestro itinerario de viaje en el Transiberiano.

Cómo llegar a Tiumen

Tiumen está sobre el trazado ferroviario de viaje en el Transiberiano. Si hemos ido a recorrer Tobolsk y dormido allí, sólo debemos tomar el autobús número 20 (no muy frecuente) hacia la estación de Tobolsk.

La estación de trenes de Tobolsk está a más de 14 km y el autobús, muy puntual como todo por aquí, toma 42 minutos desde la el centro de Tobolsk hasta la estación de trenes.

Una vez en la estación de trenes, tomamos cualquier tren a Tiumen.

Continuar el viaje en Transiberiano desde Tiumen

Para continuar el viaje en el Transiberiano desde Tiumen vamos a tomar un tren a Novasibirsk. Será un largo camino. Viajaremos toda la noche y la mitad del día siguiente, 18 horas en total.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Tercera parada de nuestro tren

Viajamos de noche en un largo tren y llegamos a Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Aunque los itinerarios clásicos pasen sólo por San Petersburgo y Moscú, lo que ya abunda, visitar otras ciudades ampliará significativamente lo que el título de Federación Rusa se refiere.

Recorrer Rusia en tren

Hacer una noche en un tren de largo recorrido también puede considerarse entre los lugares que visitar en Rusia. Estos trenes constituyen un mundo.

Hay varias categorías, el camarote cupé que es un compartimento cerrado con cuatro literas y el platskart que son todas las literas en el vagón pero sin puertas. Esta segunda opción es más barata y más conveniente.

Viajando en platskart uno toma contacto con el ruso genuino. Se comparte o se escucha la charla ajena o los ronquidos en ruso. Se huele lo que comen y a veces, si convidan, se prueba. Como si esto fuera poco, en platskart uno puede seguir de cerca una historia de amor o desamor y hacerse la película, literalmente hablando.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia

Llegamos después de mediodía ala estación de Perm 2.

En Perm hay dos estaciones. La 1 está cerca del centro, alberga un museo y es de un estilo clásico muy bonito.

La estación Perm 2 está a cuatro kilómetros del centro y se puede llegar hasta allí en el autobús número 1. Los billetes de autobús pueden pagarse al chofer y cuestan 35 rublos. También se puede ir en un tren suburbano de una estación a la otra por 32 rublos.

Dónde alojarse en Perm

Llegamos a nuestro alojamiento frente al Parque Gorky. Este es un parque de diversiones con juegos modernos, ferias, arboledas.

El alojamiento que conseguimos en Perm, una de los lugares que visitar en Rusia, es un departamento de la época soviética. En estos edificios todo es grande y sólido. Tenemos dos habitaciones con camas enormes, cocina equipada, baño con bañera alta hasta la cadera -una piscina- y balcón.

Lugares que visitar en Rusia, la ciudad de Perm

Salimos a recorrer las calles. En Perm hay dos recorridos sugeridos para no perderse nada. Se deben seguir las flechas pintadas en las veredas. Hay dos opciones, verde y roja.

La línea verde pasa por lo más destacado arquitectónicamente y la roja, más romántica, sigue el hilo de las historias de amor que tuvieron lugar en Perm.
Seguimos las dos líneas de manera indecisa, una y otra alternativamente según lo que nos fuera llamando la atención.

Pasamos por el Teatro de la Ópera y el Ballet, la Catedral, una mezquita, un montón de mansiones de mercaderes que vivieron aquí.

Ríos y malecones

De los lugares que visitar en Rusia, Perm es una de los que ofrece un malecón imponente.

El río Kama es un río caudaloso y profundo que comunica al país con todos los mares. Caminamos por el malecón que al igual que muchas otras calles y edificios vemos que están en refacciones o construyéndose más. Evidentemente y tal como nos comentó nuestro anfitrión, podemos conocer un Perm hoy y encontramos con una ciudad que visitar en Rusia, muy diferente, en pocos años.

1 de septiembre, «Первый звонок» y Día del Saber

En Perm nos toca vivir un día especial para el pueblo ruso todo. Amanecemos aquí el 1 de septiembre, День знания.

Este día empiezan las clases en todos los establecimientos educativos de toda la Federación Rusa. Sobre todo es un día relevante para quienes comienzan la escuela. Este día será recordado por ellos para siempre.

Se llama el día de «Первий звонок», el primer timbrazo. Todos los chicos llevan flores a sus maestros y luego quienes comienzan su educación, son llevados en andas, sobre los hombros, tocando campanas, por quienes están egresando.

Nizhny Novgorod, segunda parada en la ruta Transiberiana

Dejamos Suzdal y un pedazo del corazón allí, en lo de Tatiana que tan cálidamente nos acogió en su milenario hogar. Para retomar la ruta de todo lo que hay que ver en Rusia de camino a Vladivostok, regresamos a Vladimir.

En Suzdal caminamos hasta la estación de buses. Una hora de bus a Vladimir, 116 rublos y, desde enfrente de la estación de buses, tomamos el tren a Nizhny Novgorod. Vamos hacia nuestra segunda parada en esta ruta y la tercera ciudad más grande que hay que ver en Rusia.

Dónde alojarse en Nizhny Novgorod?

En Nizhny Novgorod nos alojamos en el Hotel Volga, sobre la Avenida de la Natividad y a pocos pasos de la Catedral del mismo nombre. Varias imágenes nos asaltan la vista al llegar allí, las esculturas de personajes típicos de Nizhny y el racimo de cúpulas doradas de la catedral con su increíble iluminación multicolor.

Luego de alojarnos en el Volga que cuenta como la mayoría de estancias rusas, trenes, salas de espera, hoteles, con dispenser de agua fría y caliente, preparamos el mate y nos fuimos a caminar por uno de los malecones de Nizhny Novgorod.

Volga Volga a más de 30 grados de calor

Una de las cosas que ver en Rusia es la inmensa red fluvial. Ríos de mucho caudal y profundidad que permiten el fluido hacia todos los mares de embarcaciones.En Nizhny Novgorod estaremos frente a la confluencia de dos de estos enormes brazos de agua, el Oká y el imponente Volga.

Caminar por los malecones es un espectáculo a cielo abierto. Músicos y cantantes, puestos de ferias de artesanos, la ciudad encendida al igual que las fuentes y una fiesta de niños disfrutando de la calurosa noche bañándose y jugando entre los chorros frescos.

Recorrer la ciudad con Alyona: amabilidad y simpatía rusa

Al día siguiente caminamos con Alyona a quien habíamos conocido en el tren. Alyona habla castellano, inglés y francés y supo trabajar de guía turística. Nos contó la historia de la ciudad y nos guió por un recorrido perfecto desde el Kremlin hasta la Peatonal y luego a la avenida de la Natividad donde está el hotel.

El Kremlin de Nizhny es notorio ya que se erige sobre un barranco. Trepamos a él y recorrimos sus edificios interiores, una exposición referente a la Gran Guerra Patria, la Iglesia de San Miguel Arcángel.

Luego caminamos por la Peatonal donde se destacan varias casonas estilo ecléctico que admirar. Edificios soviéticos y pre-soviéticos, esculturas con historia y proveedoras de buena suerte.

Gorky vivió en esta ciudad y es un personaje emblemático y muy querido. Su estatua de siete metros es visible al final de la peatonal.

Pelmenis y kvas en un restaurante tradicional

Gracias a la compañía de Alyona entramos a comer a un restaurante tradicional muy bello. Al son de los tangos de Piotr Lecshenko degustamos pelmeni y probamos el kvas, fuerte, agrio y muy sabroso. Una escena de película que ver y protagonizar en nosotros mismos.

Más tarde y tras despedirnos de Alyona bajo un chaparrón in crescendo, subimos al malecón Fedorovsky, un malecón que, desde las alturas, nos regala vistas fabulosas que ver en Rusia de la confluencia de dos gruesos cinturones de agua, el Oká y el Volga.

Más parques, más flores, más fuentes. Despedida con sabor a nostalgia

Y es que en cada calle de Rusia una se va dejando el corazón.

Cayendo la noche nos sentamos en el parque. La música clásica fluye desde los altoparlantes y los chorros de las fuentes danzan al son.

Ya de noche, compramos algunas vituallas para el viaje nocturno en tren y nos fuimos a la estación en el «marshrutka» número 1. En el trayecto hicimos dos amigos. Una mujer que llevó mi mochila en su falda y se despidió con besos y un hombre que no permitió que yo cargara la mochila para bajar del bus. En otro país hubiera pensado que me la quería robar…

Nuestro tren sale a las 23.16. En punto como eternamente en Rusia. Subimos a nuestras literas de «platskart» los vagones más baratos, no sin antes cargar el mate con el agua del samovar.

Viajar en tren es algo que se debe vivir y que ver en Rusia. Toda una experiencia.

Primera parada al hacer el Transiberiano: Vladimir y Suzdal

Una de las maneras de hacer el Transiberiano es viajar de corrido y sin parar, una semana en tren. Otra manera es elegir la ruta e ir parando en las ciudades que se quieran visitar. Hacer el Transiberiano es un sueño y, ese sueño que ya comenzó a realizarse desde el deseo, ya está pintando sobre el riel de la «Восточный вокзал», la estación de Oriente de Moscú.

Antes de hacer el Transiberiano, leí y estudié los pasos fundamentales. Muchos de ellos siguiendo las sugerencias de la guía Lonely Planet. En la guía dice que los trenes salen desde Курский вокзал, sin embargo, hoy día no será así y, si bien se pueden comprar los billetes en esta estación, el tren sale desde Восточный.

Cómo conseguir los billetes para hacer el Transiberiano

Debido a que no podemos concretar la compra por internet ya que las tarjetas no funcionan, fuimos a Курский a comprar por ventanilla. El pasaje cuesta unos 1500 rublos. Nuestra primera parada será Vladimir aunque desde allí nos iremos a dormir a Suzdal. Vladimir y Suzdal son parte del llamado «Anillo de Oro de Moscú». Don ciudades muy antiguas, de más de mil años y Patrimonio de la Unesco.

Arrancamos!

Suena el pito y arranca el tren. Un momento de euforia. Al fin ponemos pie en el estribo y nos largamos a hacer el Transiberiano. Este será un tramo corto, unas dos horas de viaje.

Junto a nosotros viaja Alyona, una chica rusa que habla muy bien castellano y que está feliz de poder practicar nuestro idioma. Alyona vive en Nizhny Novgorod así que quedamos para volver a encontrarnos allí en un par de días.

Vladimir, cuna de la historia rusa

Llegamos a la estación de Vladimir. Enfrente se encuentra la estación de buses desde donde iremos a Suzdal. Antes vamos a recorrer Vladimir, una de las ciudades más antiguas de Rusia.

Vladimir tiene sus orígenes actuales en el año 958. Es la cuna de la historia rusa y su edad de oro comienza cuando el príncipe estableció aquí la capital.

En la centuria del 1100 al 1200 se construyeron los edificios blancos con grabados que la caracterizan. Cuando los mongoles devastaron la ciudad en 1238, la sede del poder se trasladó a Moscú que era aún un asentamiento menor.

Los principales edificios para ver al hacer el Transiberiano son la Catedral de la Anunciación, la de San Dimitri y caminar plácidamente por la peatonal Georgievskaya.

Como toda Rusia, Vladimir está llena de parques y flores y además cuenta con bombas de agua antiguas pero en funcionamiento.

Una escapada a Suzdal al hacer el Transiberiano

Si bien el tren no pasa por Suzdal, nos haremos una escapada a esta bella ciudad desde la primera estación Transiberiana.

Suzdal es una ciudad bucólica construida sobre el río y salpicada de monasterios y templos. Supo haber ochenta edificios religiosos de los que actualmente se conservan cincuenta. Suzdal es también patrimonio de la humanidad.

Al hacer el Transiberiano, vale mucho la pena llegar a Suzdal y caminar por sus callejuelas antiguas y contemplar sus casas típicas de madera que son arquitectura protegida. Además, alojarse en una de estas casas junto a una familia local constituye una experiencia completa.

Cómo llegar a Suzdal

Desde Vladimir se llega a Suzdal en autobús. La estación de autobuses está frente a la estación de trenes. El bus demora casi una hora y cuesta 116 rublos.

Si se vive en una época como la actual (agosto de 2022) en la que no se pueden hacer compras en línea con tarjetas occidentales, es aconsejable averiguar o comprar el billete de tren para el día siguiente a Nizhny Novgorod. Al respecto suele haber ofertas comprando uno u otro día y es bueno preguntar porque las diferencias de precio son muy grandes. De un pasaje que cuesta normalmente 1500, pagamos 500 porque salió una oferta justo para ese día.

Todo el conjunto de edificaciones del siglo XII aglutinadas dentro del Kremlin de Suzdal constituirán una de nuestras postales favoritas luego de hacer el Transiberiano. Rodeadas por un kilómetro y medio de muros nos encontraremos con casas antiguas mezcladas con la Catedral de la Natividad de la Virgen, la iglesia de madera de Nikolskaya y varios museos.Todo entre canteros de flores, jardines y con la música constante y sonante de las campanas ortodoxas.

Más allá de caminar y perderse por los senderos de Suzdal, es ineludible acercarse a los grandes monasterios del Salvador y San Eutimio. En el grupo de edificaciones que constituyen el terreno del Monasterio, no sorprenderemos con la belleza de las iglesias del Refactario de la Asunción, la Puerta de la Anunciación, una fotografía necesaria que al hacer el Transiberiano.

Serán muchas las cúpulas que nos encandilarán y guiarán hasta la iglesia del Zar Konstantino, la de la Resurrección y el Convento de la Santísima Intercesión.

Dónde dormir al hacer el Transiberiano

En Suzdal nos quedamos en la casa de Tatiana y su familia maravillosa. Encontramos el lugar en «Ostrovok». Figura como V Sadobichii pereulko o Tatiana guesthouse. Un pequeño departamento muy cómodo y limpio con jardín y huerto, cerca del centro y con personas muy agradables y acogedoras.

Viajar a Rusia y redescubrir Moscú más espléndida que nunca

En estos tiempos de complicaciones que intentan aplacar nuestras alas nómades, podemos preguntarnos si se puede viajar a Rusia. La respuesta es sí. Se puede viajar a Rusia y, aunque en el intento occidental de alienarla del mundo «civilizado», hacen lo imposible por cerrar y proscribir a todo lo ruso, estos rencores no reúnen al mayor porcentaje ni de ciudadanos, ni de países ricos, ni de recursos naturales o industrializados de ningún país y ni siquiera de ningún grupo de países que se uniesen para aplastar a Rusia.

Si se puede viajar a Rusia, cómo llegar a ella

En agosto de 2022 nos encontramos en un momento en el que hasta los cielos están vedados a los rusos. Hay que hacer malabares, inventarse un itinerario indirecto para llegar al objetivo.

Hay varias opciones, volar primero a Turquía, Serbia, Teheran, Armenia… Hay otros pero esos son los más accesibles yendo desde Europa.

Nuestra elección fue Estambul por ser la más barata, la más sencilla en cuanto a requisitos y porque en mi caso ya la conozco y la amo.

Segundo escollo si se puede viajar a Rusia

El segundo obstáculo con el que nos vamos a encontrar es cómo y a través de qué agencia comprar el pasaje.

Actualmente, muchas agencias muy utilizadas en el mundo occidental, no ofrecen viajes a Rusia. A la fecha tampoco aparecen ofertas a través del funcional skyskanner.

Sin embargo sí se puede viajar a Rusia buscando ofertas en buscadores como Gosbilet, Abiabilet y luego en agencias como Lowfare, Kupibilet y muchas otras que aparecen en los buscadores antes mencionados.

También es buena opción buscar en Yandex y en la medida de nuestras posibilidades, en ruso.

El último detalle es que hay que pagar y necesitaremos una tarjeta permitida.

En nuestro caso compramos de manera separada los vuelos y directo a la aerolínea.

Separados porque compramos primero el viaje de Bilbao a Estambul y aparte el viaje de Estambul a Moscú.

Directo a la aerolínea porque aunque cueste un poco más es lo que más nos garantiza que, de haber algún problema serio, la aerolínea tomará al toro por las astas.

Cómo se puede reservar alojamiento en Rusia?

Como en estos momentos no se aceptan tarjetas de crédito o débito Visa o Mastercard, escribimos email a un alojamiento que encontramos en la guía Lonely Planet.

También buscamos en Суточно.ру (Sutochno.ru) que es una especie de airbnb pero al no poder ingresarse una tarjeta válida es casi imposible concretar una reserva.

La buena noticia es «Островок». En este sitio se pueden filtrar las opciones «reservar sin tarjeta» y «pagar en el hotel».

A través del email sí pudimos hacer la reserva de nuestro alojamiento en Moscú. Nos quedamos en el Mini Hotel Bulgakov del que leímos en Lonely Planet. Luego lo buscamos en Yandex y les escribí un mail.

El Bulgakov está sobre la peatonal Arbat. El hotel es mini como su nombre indica pero ofrece unas cuantas ventajas además de la ubicación. Tiene una cocina con dispenser de agua fría y caliente, heladera, cocina y más artefactos, vajilla y utensillos.

Se puede viajar a Rusia y, desde el corazón de Moscú, redescubrir esta ciudad espléndida, recorriendo sus rincones legendarios a pie y disfrutando paso a paso de la magia y la belleza de un país único. País que ya nos había conquistado el corazón antes de visitarlo.

Entrevista en Radio Sputnik Mundo

En unas circunstancias en las que EEUU y sus ‘súbditos’ europeos están esforzándose en ‘cancelar’ la cultura rusa –asemejándose a la Alemania nazi y su persecución de los judíos–, María Taurizano, argentina residente en el País Vasco, manifestó en una entrevista en Radio Sputnik su amor al gigante euroasiático.

María Taurizano conoce perfectamente este país. No sólo gracias a haber aprendido el idioma ruso y su inmensa cultura e historia, sino también porque estuvo de viaje en Rusia, Ha visitado varias ciudades como Moscú y San Petersburgo. Durante el viaje descubrió además que todo lo que dice la prensa dominante sobre esta nación es una ‘fake news’.

Entre sus impresiones, resalta haber conocido la verdadera esencia de su gente, personas que conquistaron su corazón por ser “completamente cálidas, totalmente agradables, atentas, y sobre todo, sensibles”. Una “imagen que no se tiene de los rusos en Occidente”.

En este contexto, manifestó su rechazo a la “rusofobia” alimentada por dirigentes y medios occidentales. Se están suspendiendo actos culturales, se borran los nombres de personalidades representativas de lo que es Rusia como el primer cosmonauta, Yuri Gagarin. O bien se acosa a deportistas rusos, entre otras prácticas que evocan al Tercer Reich.

“Se están cometiendo grandes injusticias en este momento”, denunció Taurizano. Los autores de esta campaña están totalmente ciegos a los hechos que sí deberían ser condenados, como el florecimiento de la ideología nazi en Ucrania. O la actividad biológica militar de EEUU en el espacio postsoviético.

María se mostró convencida de que los intentos de ‘cancelar’ a Rusia demuestran la falta de “argumentos” de Occidente ante la incómoda verdad revelada por Moscú. “Hay que levantar la cabeza y, por el contrario, sentir un gran orgullo por Rusia. Yo estoy junto a los rusos. No soy rusa, pero como si lo fuera”, concluyó Taurizano en nuestra entrevista por Radio Sputnik.

San Petersburgo (Leningrado)-Día 8

Amaneció lloviendo. La temperatura ha bajado en pocos días. Cuando llegamos a Moscú andábamos de verano, luego en San Petersburgo ubicado en una latitud más polar la temperatura bajó, y esta mañana aún más. Las mochilas irán más livianas con los abrigos puestos.

Este día debemos dejar el departamento de la Avenida Kazanskaya y como llueve aprovecharemos a recorrer los interiores de algunos edificios.

Promediando el mediodía entramos en los interiores de la Casa Singer, la llamativa construcción Art Nouveau casi frente a la Catedral de Kazan. En lo que fue la Casa Singer funciona la Dom Knigi de San Petersburgo, la Casa del Libro, abierto hasta la medianoche.  Paso un buen rato hojeando libros que quiero comprar. Decido que como tenemos que andar con las mochilas todo el día, compraré luego en la Dom Knigi de Moscú. Los precios de los libros son llamativamente accesibles. Miro ejemplares de El Principito traducido al ruso, según la encuadernación varía de 160 a 280 rublos, vale decir, entre 2 y 4 euros.

Tras recorrer un buen rato la librería donde también hay venta de souvenirs y arriba una cafetería, vamos hasta la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada.

Esta iglesia es alucinante por dentro, toda recubierta en mosaicos de colores altisonantes. Son más de 7000 metros cuadrados de mosaiquitos. Está construida en estilo ecléctico, sobre el lugar donde el zar Alejandro II fue asesinado. Durante la Segunda Guerra Mundial y el bloqueo de la ciudad, una bomba cayó encima de la cúpula más alta de la iglesia. La bomba no explotó y estuvo dentro de la cúpula de la iglesia durante 19 años. Cuando los obreros subieron a la cúpula para remendar las goteras, la bomba fue encontrada y retirada. Entonces se decidió comenzar la restauración de la Iglesia de la sangre derramada. Tras 27 años de restauración, la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada fue inaugurada como museo estatal.

La estructura de la iglesia es compacta de cinco cúpulas chapadas en cobre y esmalte de diferentes colores, tres ábsides semicirculares y un enorme pilar como la torre de campana en el extremo oeste. El techo de carpa octogonal de la torre ocupa la posición central. Construida en ladrillo rojo y marrón, toda la superficie de sus paredes está cubierta de adornos elaborados y detallados. Bandas y cruces de ladrillo de color, azulejos policromados en los huecos de la pared, «shirinka», azulejos en los tejados de las torres y coberturas piramidales, pequeños arcos de calado, y columnas en miniatura y kokoshniki (arcos de ménsula) de mármol blanco. Los mosaicos desempeñan un papel importante en la creación de aspecto festivo de la Iglesia acentuando los elementos arquitectónicos principales: kokoshniki, puertas de dique, y frontones.

Los pilares del pórtico están hechos de granito gris de Ust-Kamenogorsk. Los artesanos hábilmente explotaron la belleza natural y las peculiaridades de la piedra para crear el interior que parece un museo de arte de cantería. El pabellón, que marca el lugar del asesinato del emperador fue ejecutado de piedras preciosas y decorativas de los Urales y la región de Altái. Se trata de una estructura arquitectónica compleja de cuatro columnas gris-violetas de jaspe que soportan un entablamento con jarrones estilizados de jaspe en las esquinas. El suelo de mármol está compuesto por 45 mosaicos que nunca se repiten. Las paredes con una altura de hasta 2.5 m, se alinean con serpentina verde italiana, que también fue utilizada para hacer la plataforma ante el iconostasio (solea) y los bancos tallados en las paredes. La piedra de color en el iconostasio fue realizada por artesanos. La paleta del mármol es única: rojo y marrón en el fondo, cada vez más claro hacia arriba, y es una reminiscencia del tallado de madera.

Los mosaicos constituyen una de las mayores colecciones de Europa. La firma que ganó la adjudicación fue la de Valdimir Frolov, sus maestros, expertos en el uso de la reversa o técnica veneciana, ensamblaron más de 600 mosaicos de iconos e imágenes con un área total de 7.056 metros cuadrados. Los mosaicos están ordenados en línea con la concepción teológica de la iglesia.

Hicimos mediodía en el Stolovaya 1. Son restaurantes típicos rusos. Se toma una bandeja, cubiertos, y luego se va escogiendo la comida, al final hay unos cajeros y se paga lo que se ha escogido. Son comedores populares con mucha variedad de comida y precios accesibles. Las ensaladas suelen costar menos de 20 rublos, las sopas, de 30 a 45 y las carnes unos 90 rublos. Hay postres, tartas, té, café. Los espacios son amplios, acogedores.

Más tarde, almorzados, todavía con lluvia, viento y aire muy fresco en San Petersburgo, fuimos a recorrer por dentro la Catedral de San Isaac, a riesgo de resultar reiterativa, la Catedral de San Isaac más grande del mundo. Tiene capacidad para 14 mil personas.

Por ser tan enorme y brillante era aprovechada por el invasor fascista para detectar y ubicar posición, por eso no la bombardearon si bien algunas bombas cayeron muy cerca y se ve aún una de las monstruosas columnas de mármol con un impacto de bomba.

La población se refugió en ella, y afuera sembraron un enorme huerto de repollos para ayudar a paliar la hambruna del sitio y la guerra.

Para su construcción debió hacerse un trabajo exhaustivo de consolidación del suelo ya que San Petersburgo se encuentra en terreno pantanoso. La operación fue muy larga y compleja: a los 11.000 pilotes de pino alquitranados de la cimentación de la iglesia que había antes allí, se añadieron 13.000 más, con un diámetro de 25 cm cada una. Las losas de granito se colocaron directamente sobre los pilotes y fueron cubiertas con losas de piedra caliza. Las cimentaciones tienen un grosor de 14,5 m (7,5 m de altura de los pilotes y otros 7 m de espesor de las losas de piedra). Fueron necesarios 10 años de sentar las bases y 125.000 trabajadores participaron en su instalación.

En la decoración de la catedral de San Isaac se emplearon 43 tipos de minerales. El zócalo fue revestido de granito, el interior de la catedral, paredes y suelos de mármoles, las columnas del retablo, revestidas de malaquita y lapislázuli. Para sobredorar la cúpula de 21,8 m de diámetro se emplearon cerca de 100 kilos de oro.

Con la caída de la tarde nos fuimos a la Estación Ladoszhki desde donde saldría e tren de regreso a Moscú. Viajamos en el tren Arktika, un tren que une Murmansk, en el Polo Norte y sigue más allá de Moscú. Escogimos la clase más económica, para conocerlo todo, se llama Platskart. Son cuchetas en un vagón comunitario con algunas divisiones, cada 4 cuchetas, pero sin puertas. No dan comida pero al final del vagón está siempre caliente el samovar con lo que es factible llevar sopas instantáneas, mate, té, café. Todo está limpio y al llegar nuevos pasajeros se nos provee de una bolsa cerrada con sábanas limpias. Este es un tren lento, ya que en invierno debe arremeter contra montañas de nieve y está preparado para eso. Nosotros aprovechamos a hacer en las cuchetas noche de hotel y viaje por el mismo precio.