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Kazán, estación 18 y una de las ciudades más interesantes de Rusia

¿Por qué Kazán resulta ser una de las ciudades más interesantes de Rusia? Sencillamente porque Kazán, es el núcleo donde confluyen el cristianismo y el islamismo en Rusia. Además, Kazán es la capital de la República de Tatarstán, tan rica en recursos como en historia y cultura.

La ciudad deslumbra desde el primer paso. Es una capital limpia y ordenada. En el cielo, los minaretes se disputan el firmamento con las cúpulas doradas de las iglesias ortodoxas y sus colores estridentes.

El paisaje natural y urbano cambian. Los decorados de las fachadas son más exóticos y coloridos, y al caminar por la ciudad o alejarnos un poco, nos encontraremos con amplios espacios verdes a la vera de los ríos Volga y Kazanka o también del lago Kaban.

Recorrido a pie por una de las ciudades más interesantes de Rusia: Kazán

Empezamos nuestro recorrido desde el hotel a pocos pasos de la peatonal Bauman. Esta peatonal está jalonada por comercios y edificios atractivos. En el medio, las fuentes siempre encendidas y esculturas simpáticas en las que podemos interactuar con las obras como si tuvieran vida.

Los músicos callejeros acompañan nuestros pasos con sus canciones y melodías. Es una peatonal concurrida y llena de vida. Sobre ella está la iglesia católica con su alta torre a la que es posible subir para disfrutar de una vista panorámica increíble. Hasta más allá de donde nos da la mirada, se extienden los minaretes de las 75 mezquitas de Kazan o las cúpulas de sus más de 60 iglesias. Tanto brillo y magnificencia nos encandila.

Kazán también cuenta con su propio Kremlin. Está ubicado estratégicamente en la confluencia de los dos ríos. Dentro del Kremlin, una seguidilla de construcciones religiosas y palacios, en cuyo centro destaca la imponente mezquita de Kul Sharif.

Damos una vuelta rodeando todos los edificios del Kremlin y disfrutando desde diferentes ángulos de las vistas del malecón y los enromes parques a la vera del río.

Cerca del Kremlin se encuentra el Museo Nacional de la República de Tatarstan. Recorrerlo, nos hará tener una idea más completa acerca de la historia de los tártaros y la importancia que tuvieron en la evolución de la gran Federación Rusa.

Una de las ciudades más interesantes de Rusia como consideramos a Kazán, cuenta con ámbitos culturales de gran prestigio. Así sus teatros, entre los que podemos mencionar el infaltable Teatro de los Muñecos: Ekiyat, un diseño arquitectónico digno de la tapa de un libro de fantasía. La Filarmónica y muchísimos más espacios de desenvolvimiento artístico para la formación o el disfrute.

La actual campeona olímpica de patinaje artístico sobre hielo, es también tártara y de Kazán: Kamila Valieva. Y en la ciudad existe un estadio mundialista de fútbol.

Por los alrededores del centro

No muy lejos del centro de una de la ciudades más interesantes de Rusia, podemos dar un paseo por la antigua aldea Tugan Avylyn. Podemos ir a pie ya que se encuentra a menos de 2 kilómetros de la peatonal Bauman. Esta pequeña aldea, es una postal en el tiempo. Las casas son de madera, antiguas y con una decoración cuidadosa y tradicional. Como siempre, y a pesar de estar entrando al mes de octubre, las ventanas y los jardines, rezuman tapices floridos.

Tugan Avylym está cerca de las orillas del lago Kaban donde podemos relajarnos y hacer un piq-nic para retomar fuerzas.

Seguidamente podemos visitar el barrio Stara Tatarskaya Sloboda, cuyo nombre viene de Svoboda, libertad, ya que dícese en la historia, que los esclavos del lugar recibieron la libertad al momento de su fundación.

Cómo llegar y salir de Kazán

Por ser una de la ciudades más interesantes de Rusia y merece una obligatoria visita, Kazán está muy bien conectada con el transporte.

Nosotros utilizamos el Aeropuerto. Volamos hasta allí desde Krasnoyarsk y luego desde Kazán hacia Moscú. Esto debido a que ya no teníamos muchos días libres para seguir viajando y necesitábamos regresar a Moscú. Utilizamos las aerolíneas NordStar y Poveda. Ambas de lujo. A horario y con comida.

Kazán no está en la ruta principal del Transiberiano, el cual desde Nizhny Novgorod se va hacia Perm. Sin embargo es imperativo buscar la manera de desviarse de ida o de vuelta hacia Kazán. También es imperativo contar con más de un día para recorrerla. Hay mucho para ver, disfrutar, apreciar, aprender en Kazán. En mi caso, el tiempo, sólo un día, alcanzó para menos de la mitad de la ciudad, así que espero regresar muy pronto.

Krasnoyarsck, estación 17, uno de los mejores lugares de Rusia

En la ruta de regreso del Transiberiano llegamos a esta ciudad sorprendente. Krasnoyarsck se convierte a primera vista en uno de los mejores lugares de Rusia, una ciudad entre ríos y montañas, con tanto bullicioso urbano como oasis de paz.

Llegar y moverse en Krasnoyarsck

Llegamos en tren desde Severobaikalsk, un viaje de más de 24 horas en el que tengo nuevas oportunidades de hablar con la gente y aprender más del pueblo ruso.

Viajamos con una pareja siberiana con quienes comparto historias de vida, hijos, nombres de plantas y flores y texto de Chejov.

A entrar en Krasnoyarsck el tren cruza un puente enorme. El río Yenicei es imponente, dueño y señor del paisaje. La luminosidad descollante de la ciudad se refleja en el agua. Antes de desembarcar del tren, Krasnoyarsck nos ha conquistado. No nos defraudará. Es indefectiblemente uno de los mejores lugares de Rusia.

Desde la estación podemos tomar los tranvías 5, 6 y 7 hasta el centro de la ciudad. Uno sube y luego la cobradora nis dará el boleto por 28 rublos.

Los tranvías van por la concurrida avenida Karla Marxa y regresan por una paralela. Es una ciudad fácil de interpretar y recorrer sin perderse.

Si necesitamos ir a la Terminal de buses, Avtovakzal, en la misma avenida Karla Marxa podemos tomar el autobús 63 entre otros. Estos cuestan 32 rublos y la gente no tiene problemas en ayudar con información.

Como llegamos en tren pero salimos en avión a falta de más días, tuvimos que ir al aeropuerto que está a unos 40 km del centro. También es sencillo. Desde la Terminal de ómnibus, avtovakzal, compramos en ventanilla un boleto para el 202. Cuesta 125 rublos, sale a cada hora en punto y tarda 50 minutos hasta el aeropuerto.

Qué visitar en Krasnoyarsck

El paseo por esta ciudad es variado y ameno. Para ver los edificios más emblemáticos, basta con caminar por la Avenida de la Paz, Ulitsa Mira. En esta avenida se concentran la mayoría de los edificios que no hay que dejar de ver.

Hay parques y conjuntos escultóricos prácticamente en cada esquina. El art nouveau y el art déco se despliegan en fascinantes frentes.

La catedral y en una intersección con Mira, la iglesia de Blagoveshchensk, aparecen de improviso y merecen ser visitadas. El misticismo del interior de la catedral de Krasnoyarsck es encantador. Más acogedor que el interior de otras catedrales.

En cuanto a arquitectura, Krasnoyarsck es uno de los mejores lugares para darse un empacho de estilos. Los edificios art déco y nouveau se codean con sólida arquitectura soviética y sus símbolos históricos perennes en la piedra.

Siempre aparecen memoriales de mármol y placas donde perviven los nombres de los héroes.

Krasnoyarsck es además profusa en cuanto museos y teatros. Hay dos Museos de Arte, un Museo Regional, otro de Literatura, otro de Geología. En cuanto a teatros, además de la Sala Filarmónica, nos encontraremos con un enorme Teatro de Ópera y Ballet y muchos teatros más de comedia y arte dramático sin descartar, en una esquina, la fantástica puerta de ensueño que conduce al escenario de los Muñecos, Teatr Kukol.

Krasnoyarsck, entre la montaña y el río

Más allá de todo este interés urbano, Krasnoyarsck se convierte en uno de los mejores lugares de Rusia porque conjuga la urbanidad con la naturaleza.

Crecer junto a las márgenes del Yenicei, una de las vías navegables con más historia de Rusia, y enmarcada por montañas donde se práctica esquí y otros deportes, engrandecen las posibilidades de esparcimiento, disfrute y de una ciudad como para quedarse a vivir.

Al mismo tiempo, en el medio literal de la metrópoli existe una isla conectada a la ciudad por un largo puente, la isla Taishchet.

En un agradable paseo desde el centro, cruzamos el puente, largo, desde el que hay hermosas vistas.

Todo el recorrido, incluida la isla, consta de senderos peatonales y ciclovías. La gente pasea calmadamente o sale a practicar deporte y respirar aire puro.

Alojarse en Krasnoyarsck

Al tratarse de una ciudad sencilla para recorrer, cualquier alojamiento que se enmarque desde la estación de ferrocarril, siguiendo el trazado de las avenidas Karla Marxa, Mira o Lenina y todas sus perpendiculares, estará bien.

Nosotros encontramos un departamento a través de Ostrovok, por 2250 rublos, y muy bien ubicado cerca de la calle Surikova. Desde allí recorrimos a pie todo aquello que no hay que dejar de ver en uno de los mejores lugares de Rusia, Krasnoyarsck.

Ir al lago Baikal por su extremo norte, Severobaikalsk, parada número 16

Vamos transitando el BAM, Baikal Amur Magistral. Este tren que también se conoce como «el otro Transiberiano» y que constituye una de las mejores maneras de ir al lago Baikal.

El lago Baikal es el más profundo, el más antiguo, uno de los más grandes reservorios de agua dulce del planeta. Para los pueblos que rodean su perímetro de miles de kilómetros y para quienes nos acercamos y más aún nos bañamos en él, el lago Baikal se vuelve santo.

Cómo ir al lago Baikal

Durante este viaje ya hemos visitado este enorme lago desde el sur, desde Irkutsk y desde Listvianka. Además hemos visto al Baikal desde la ventanilla del tren rumbo a Ulan Udé. Sin embargo ahora viene lo mejor, ir al lago Baikal desde su extremo norte. Iremos a Severobaikalsk palabra que significa literalmente el Baikal del norte. Norte: север (sever).

Tomamos el tren desde Komsomolsk na Amur hasta Tynda. En Tynda tenemos una escala de seis horas que aprovechamos para caminar un poco y recorrer el poblado.

Tynda no es muy grande. Sus calles se parecen más a senderos que discurren entre edificaciones perennes de la época soviética. Rodeando los sólidos y austeros bloques de cemento, con encanto detrás de cada ventana, caminamos entre tupidas arboledas desnudas de otoño.

Hay un museo del BAM y una escuela de música. Cerca de la escuela, las farolas han conformado una orquesta.

La estación de Tynda es llamativa. Para ir desde la estación al poblado se cruza un puente peatonal flanqueado por tuberías de gas.

Tren desde Tynda a Severobaikalsk

Este es un viaje largo pero se pasa bien. Hemos comenzado el día 23 por la tarde y llegado a Tynda el 25 en la mañana temprano. Llovía y esperamos a que amaine para salir a recorrer y comprar vituallas. En unas pocos pasos habíamos hecho más amigos que cuadras. Hablamos con todo el mundo, la gente de Tynda resulta ser muy agradable.

Luego de recorrer y comprar volvemos a la estación.

Al tren siguiente suben muchos soldados. Hay movilización. La mayoría de los soldados son demasiado jóvenes, casi niños. Van a enfrentarse con los asesinos a sueldo de Estados Unidos y la OTAN. Ruego que los demonio posean a los nobles corazones rusos durante la batalla. Que combatan sin caer. Será un milagro. El enemigo sólo está preparado para matar. No son humanos. Ni siquiera bestias. Son fascistas.

El viaje para ir al lago Baikal se vuelve tan ameno como preocupante. Quedamos en contacto. Sólo para dentro de dos meses.

El tren sigue el curso del río Nyukzha y más adelante el río Olyokma. El paisaje se llena de montañas todo alrededor. Son las cordilleras Muysky.

Cruzamos el Severomuysky, uno de los túneles ferroviarios más largos del mundo, 15.3 km. Y cuando casi quince minutos después salimos del túnel, el paisaje se ha transformado. Todo está blanco afuera. Los pinos bajo el velo blanco de la nevada. Los durmientes de las vías blancos.

Llegamos a Severobaikalsk el día 26 poco después de mediodía y vamos hacia nuestro acogedor alojamiento: la Casa del Lago.

«Большая Байкальская Тропа», el gran sendero del Baikal

Ir al lago Baikal por la parte norte significa una de las emociones más grandilocuentes de este largo viaje. La magnificencia de la naturaleza puesta de manifiesto en este lugar que presiento es uno de los puntos centrales del planeta.

Mucho de lo que ocurre en el devenir natural del mundo, debe tener su epicentro en el lago Baikal. No puede ser de otra manera. Ningún centro o núcleo puede concebirse fuera de él.

Caminamos por senderos suaves. Entre árboles, matas, pinares, de todos colores. Hay bayas y frutos. Vuelan y cantan los pájaros pequeños. Bajamos hasta la costa. El agua es transparente, pura, bebible, potable. Es fresca pero no fría.

Caminamos sin cesar. Cada paso, cada vista, cada enramada seca o dorada es una invitación a un paso al más allá.

El lago Baikal lo tiene todo. La belleza sin tachas, la pureza. Las montañas, el bosque. La inmensidad. Sólo es posible marchar, si uno piensa en volver.

El lago Baikal es irresistible.

Komsomolsk na Amur, primera parada del BAM, Baikal Amur Magistral

Viajar en tren por Rusia ofece muchas variantes y rutas. El BAM, Baikal Amur Magistral, representa una de las más aventuradas. Se trata de una ruta construida sobre un terreno imposible, a través de cordilleras, en un suelo que permanece helado desde hace siglos y a lo largo de más de 4000 kilómetros.

Viajar en tren BAM es una odisea. El traqueteo es pausado y lento la mayor parte del tiempo. Llegar desde Komsomolsk na Amure a Tynda requiere de dos noches en el tren y para llegar a Seberobaikalsk, un día completo más.

Los muros hablan en Komsomolsk na Amure, primera parada del BAM

Desde Vladivostok viajamos directo y sin escalas a Komsomolsk na Amure. El trayecto regresa sobre sus pasos hasta Jabarovsk. Más adelante deja el distrito de Jabarovsk y se adentra en el Amursky.

El paisaje otoñal se perpetúa en la gama de amarillos a rojos. Abundan los ríos caudalosos y los puentes.

Al llegar a Komsomolsk na Amure nos recibe su sólida y simpática estación. Todo en esta ciudad, desde su nombre a la llegada misma, nos recuerda quiénes fueron los que trabajaron para poblar esta zona de Siberia y traer hasta aquí el tren: los jóvenes comunistas del Komsomolsk.

La mayoría de quienes efectuaron la maravillosa obra de ingeniería contra la adversidad fueron voluntarios. La construcción del ferrocarril demandó más de 50 años, desde 1930 a 1984 y costó 25 mil millones de dólares, 50 veces más que el Transiberiano tradicional que recorre 9822 kilómetros. O sea, más del doble que el BAM.

Qué visitar al viajar en tren a Komsomolsk na Amure

Tras el recibimiento en la estación, con Lenin y una estrella roja en las molduras superiores, podemos caminar hasta la mayoría de las avenidas céntricas.

Abundan parques muy verdes, con bosques frondosos y senderos por los que es muy agradable caminar. Veremos varios monumentos en honor a los trabajadores voluntarios que construyeron el ferrocarril y la ciudad.

La ciudad se extiende por kilómetros y los lugares interesantes para visitar están repartidos. La catedral, por ejemplo, se encuentra a ocho kilómetros de la estación de trenes que está cerca de la zona céntrica y la costa del Amur.

Está bien recorrer ambos sectores. Por un lado cerca de la estación, los parques, el Teatro de Arte Dramático, el Memorial a los combatientes de la Gran Guerra Patria y caminar por el malecón.

Por otro lado, ir en un autobús hasta el Parque Gagarin, el Parque Pobedy y visitar la catedral.

Viajar a Siberia y visitar Chita, estación número 11 del Transiberiano

Chita es una antigua ciudad, fundada como tal a mediados del siglo XVII. Una ciudad con una historia particular que merece conocerse al viajar a Siberia. Este enclave no carece de cierto misterio.

Supo ser la capital de su propia república independiente, y más tarde fue también la capital de la República del Lejano Oriente. Sin embargo, al caminar por Chita, uno siente que pasea por un pueblo grande y bullicioso, con calles de tierra que cortan las largas avenidas asfaltadas y edificios sólidos que denotan un pasado importante.

Sobre todo, al viajar a Siberia y visitar Chita, nos percataremos de su evidente tradición y cultura militar.

Cómo llegar a Chita

Chita está en la ruta principal del Transiberiano. Se puede tomar un tren directamente desde Ulan Udé. Es un tramo de unas diez a doce horas que es mejor hacer de noche.

En la mañana llegamos a Chita y lo que impresiona primero es la enorme iglesia ortodoxa enfrente de la estación. De color celeste y con exuberantes cúpulas doradas.

La estación de Chita no es demasiado grande y el movimiento es fluido. Es importante sacar boletos para el próximo viaje ya que, a partir de este punto las distancias son muy amplias. Tramos de más de veinte horas y no hay trenes saliendo todo el tiempo para cubrir tal amplitud.

Dónde dormir en Chita

Escogimos un mini-hotel muy cómodo, tan cerca de la estación como del centro. Se llama Dekabrista, título que se va a reiterar en varios puntos al viajar a Siberia ya que fue el último baluarte de los renuentes «decembristas».

El mini-hotel está bien. Tiene una cocina equipada completa, las camas son cómodas y el personal es amable. También dispone de lavadora y secadora gratis.

Qué visitar en Chita

Dos huellas del pasado de Chita se imprimen en sus calles y edificios. La huella decembrista contrasta con la soviética. Por un lado nos encandilarán los enormes edificios soviéticos, las plazas amplias por las que los paseantes parecemos hormigas. Por otro lado descubriremos las casas de madera mimetizada con la corteza de los árboles que se explayan salvajemente en las veredas.

Además de la Catedral Kazansky ubicada frente a la estación, al viajar a Siberia nos tomaremos con iglesias más pequeñas, muchas de madera como la del Arcángel Miguel en Chita. Asimismo en esta localidad perduran todavía varias construcciones de madera, entre ellas el kiosco central de un parque de madera con tallado de ebanistería. Sobreviven mansiones decembristas y casas seculares aún habitadas.

En toda la ciudad resalta el espíritu militar. En la «Casa de Oficiales», enorme edificio amarillo y blanco con estatuas doradas, se exponen tanques de todas las épocas y,a menos de tres kilómetros de la ciudad hay un extenso predio memorial por la Gran Guerra Patria. Al mismo tiempo allí funciona una escuela militar.

Algo que nos llamó la atención gratamente en Chita es la presencia esporádica de bibliotecas callejeras y más aún, la constante afluencia de lectores intercambiando libros.

También tuvimos oportunidad de presenciar los ensayos de grupos de música y baile con participantes de todas las edades preparándose para una fiesta patria.

Nuestra parada número nueve y con yapa de 10: Irkutsk y el lago Baikal

Visitar el lago Baikal es el destino soñado de cualquier viajero. Baikal se presenta en nuestro imaginario como una inmensidad tan lejana que resulta inabordable. Sin embargo allá fuimos y llegamos y, como si fuera poco, bebimos de sus aguas, benditas para los lugareños, cominos de sus peces y nos mojamos los pies.

Irkutsk, la popular ciudad base para llegar al Baikal

Irkutsk es una de las ciudades más grandes de las que se encuentran cerca del Baikal. Además es una ciudad interesante con parques llenos de fuente y flores, varias iglesias y catedrales muy coloridas y con más flores y una ciudad que conserva gran cantidad de casas de madera típicas de Siberia como las que apreciamos en Tomsk

En Irkutsk hay un mercado colorido, variado. Ocupa varios pabellones y es interesante hacerle una visita.

También hay varios museos regionales y casas museos sobre todo de las acaudaladas familias de la oligarquía decembrista. Los decembristas tuvieron influencia en esta zona de Siberia que era núcleo del comercio de pieles, sedas y piedras preciosas.

Primer tramo hacia el lago Baikal: llegar a Irkutsk

Para viajar hasta Irkutsk en el Transiberiano nos subimos al tren Rossya, el que hace todo el viaje de casi una semana, de un tirón y sin adelantos ni demoras en Taiga.

El tren Rossya ni circula todos los días. Es un tren larguísimo, aunque todos lo son. Un tren muy tradicional y donde la organización que predomina en todos los servicios rusos, es preponderante y se hace notar.

Los baños están siempre limpios, siempre hay papel. Hay duchas (en otros de largo recorrido también).

Los compartimentos de platskart también están limpios y en orden y las provodnitsas son solícitas y amables como si no les resultara pesado un trabajo de tantos días, tanta atención y tanta responsabilidad. Hacen todo sin perder ni la sonrisa ni la elegancia.

El viaje desde Taiga dura 36 horas. Llevamos comida para preparar, galletas y varias cosas más. En los trenes venden, todo el tiempo, hay vagón restaurante y en las estaciones también hay vendedores del lugar.

Al ser tantas horas de viaje, el compartimento y los compartimentos vecinos, se vuelven familiares y no se tarda en entablar charla con los compañeros de viaje y compartir la comida o el mate.

En este tramo del viaje, hasta Krasnoyark, conocimos a Valery y Aynabek que es de la República Saja, una de las repúblicas que conforman la Federación Rusa. Les enseñamos a tomar mate. Valery nos recitó poemas de Enecin y Aynabek nos convidó tarta de manzana, deliciosa y casera, hecha por su esposa.

Más adelante y cuando Aynabek y Valery partieron, continuamos el viaje con un joven de Uzbekistán.

Llegamos a Irkutsk de noche y para movilizarnos desde la estación al centro de la ciudad tomamos el tranvía.

Desde la estación de trenes de Irkutsk se puede ir al centro y viceversa, con los tranvías 1, 3 y 4a.

Segundo tramo, desde la estación de autobuses de Irkutsk a Listvianka

La estación de autobuses de Irkutsk no está lejos del centro. Se puede ir caminando y de paso ir visitando algo de la ciudad.

El mercado central, por ejemplo, nos queda de paso. Las casas museo Trubetskoy y Volkonsky y la Catedral de Bogoyavlensky, también.

Al llegar a la estación de buses compramos los boletos hacia Listvianka que es el poblado más cercano a Irkutsk sobre la costa del Lago Baikal. Como el transporte lo hacen unos minibuses pequeños y con butacas numeradas, a veces ya no hay y habrá que esperar al siguiente. Se puede comprar el día antes si ya estamos en Irkutsk o esperar un poco mientras recorremos lo antes mencionado.

Los minibuses a Listvianka salen cada hora, lo mismo de regreso. Son 70 kilómetros de distancia y demoran 1 hora con 22 minutos.

El viaje se hace por una carretera asfaltada bordeada de colinas con bosques de biriozas, un árbol cuyas hojas livianas cambian de color muchas veces según las estaciones y no todos los árboles se destiñen al mismo tiempo por lo que el paisaje es de paleta de pintor. Precioso!

Entre las biriozas de hojas livianas, los yolkis erectos mantienen el marco verde del bosque. Los yolkis, yolki-polki, son los pinos tipo abetos. Su dureza y su color contrasta con la marea de biriozas.

Este espectáculo en otoño se repite sin aburrir nunca a lo largo de los trayectos en tren.

El lago Baikal, el más.

El lago Baikal, con sus 1700 metros de profundidad, es el más profundo del mundo. Es el más transparente, con una visión de más de 50 metros desde la superficie y es el más anciano del planeta con treinta millones de años.

Entre los pobladores de la región, Baikal es sagrado. Lo consideran una entidad viva y la realidad no está lejos de esta idea si consideramos que el lago Baikal es el único que aumenta de tamaño y volumen con el tiempo, a diferencia de todos los demás lagos que van menguando año tras años.

La lógica indicaría entonces que con un poco de paciencia, Baikal se convertirá algún día en el lago más grande.

Paseos por el Baikal

Una vez que lleguemos a Listvianka es conveniente sacar el pasaje para regresar antes de hacer el paseo.

Hay varias caminatas para hacer por los alrededores. Sin embargo al haber llegado hasta allí, lo que más desearemos será estar en contacto con las generosas aguas del lago.

Se ofrecen salidas en barco desde 500 rublos los 40 minutos. Hay salidas más largas hasta la Isla de Ojon y otras hasta la llamada Piedra del Chamán.

También es casi obligatorio recorrer los puestos de venta de pescado ahumado. Observar cómo se efectúa el proceso que es sólo de ahumado sin ningún otro tipo de cocción y, por supuesto, probar un ómul que es el más típico y pariente del salmón.

Se trata de un pez saludable cuya carne ahumada tiene y conserva propiedades impensadas para el ser humano.

Otro paseo que se puede hacer es caminar por un angosto malecón siguiendo durante algunos kilómetros las orillas pedregosas y azules, o bien sentarnos sencillamente en un recodo de sus playas, probar el agua fresca y potable y hasta darnos un baño fresco y reconfortante que nunca olvidaremos.

Parada octava: Tomsk, la más habitada de las ciudades de Siberia

Tomsk es una de las ciudades e Siberia más habitada. Esta ciudad no está sobre la vía principal del Transiberiano, sin embargo, vale la pena tomarse un día para pasar a visitarla.

Cómo llegar y salir de Tomsk

Las principales ciudades de Siberia se caracterizan por una amalgama de intenso crecimiento moderno y la conservación de lo tradicional y lo antiguo. Muchas de ellas como Tomsk, se ocupan de mantener y resaltar la arquitectura típica.

Para llegar a Tomsk, desde Novosibirsk, podemos tomar un tren hasta la estación Tomsk 1 (también hay Tomsk 2 pero es más fácil movilizarse al centro desde la 1) o un autobús. Se demoran casi 5 horas para llegar. Trenes en esta dirección no abundan, autobuses hay con mayor frecuencia. Lo mismo ocurrirá cuando queramos salir de Tomsk hacia Taiga para retomar la ruta Transiberiana. Como consejo para movilizarnos entre estas ciudades de Siberia digamos que, los autobuses y sus billetes se consiguen junto a las estaciones de trenes.

Vale la pena también averiguar los precios. Suele haber gran diferencia entre un tren de larga distancia y un elektrichka. Para salir de Tomsk, por ejemplo, el elektrichka cuesta 100 rublos hasta Taiga y el de larga distancia, 600.Una vez lleguemos a la estación de Tomsk, en el medio que sea, podemos tomar un autobús hasta el centro. Hay varios que van, entre ellos el 510 y el 26 pero hay que asegurarse el recorrido porque cada línea tiene trayectos alternativos.

Dónde alojarse en Tomsk

Tomsk es una de las ciudades de Siberia construida a la vera de un río, en este caso el río Tom, y sobre un terreno de barrancos suaves. Esto hace que la ciudad tenga algunos leves desniveles que le otorgan aún más encanto aunque a la hora de recorrer a pie, es conveniente disponer de un alojamiento en el centro.

Nosotros estuvimos en un departamento muy acogedor pegado al estanque, sobre la calle Pushkina número 22.El lugar lo regentea Ali, un joven georgiano azerbaiyaní y ruso. Una persona maravillosa.

Los departamentos que tiene están de punta en blanco y con puntillas de encaje. Limpio, cuidado, bien ubicado y barato.Alí habla varios idiomas y está atento a todo lo que el viajero pueda necesitar, incluso nos trasladó, gratuitamente, a la estación, en un auto tan confortable que contaba con calefacción en el espaldar del asiento. Cuando quisimos pagarle no quiso tomar el dinero.

Qué ver en Tomsk

Las casas de madera se ocultan en las callejuelas paralelas a la Avenida Lenina. Tan sólo al caminar y dejar que nuestros pasos nos lleven, en cuanto nos alejamos del mundanal ruido de las avenidas, estaremos rodeados de estas casas de cuentos.

De todas maneras caminaremos por Ulitsa Lenina. En el transcurso veremos la Catedral, el Teatro, la Filarmónica y los enormes edificios administrativos del estado.

Tomsk posee el edificio universitario más destacable de las ciudades de Siberia. Es un edificio llamativo de estilo clásico con monumentales columnas. En uno de sus extremos está el jardín botánico con numerosas especies siberianas.

Las flores abundan por doquier. Alrededor de la Iglesia Voznesenskaya es un verdadero vergel. Estamos promediando septiembre y el otoño de Tomsk no se da por aludido.

Al igual que en todas las ciudades de Siberia nos encontraremos con la Plaza Lenin y con su figura monumental alrededor de la cual gira la vida de los lugareños.

En Tomsk existen algunos museos para visitar, histórico, regional, de arte y de la Gran Guerra Patria.

Para relajarnos y terminar la tarde de la mejor forma, nos acompaña el río Tom. A lo largo de su malecón ver la caída del sol es una delicia.

Séptima parada en el tren Transiberiano: Novosibirsk

La ciudad de Novosibirsk es un imprescindible durante el tren Transiberiano.
Novosibirsk es la tercera ciudad de Rusia por número de habitantes y si ya de por sí en Rusia todo es grande, en Novosibirsk es gigante. Como ejemplo basta citar que aquí, nos encontraremos con un teatro que supera al Bolshoi de Moscú y que, al río Obi que bordea esta metrópoli, lo atraviesa el puente más largo del mundo.

Cómo llegar a Novosibirsk haciendo el tren Transiberiano

Para llegar a Novosibirsk desde Tiumen, tomamos un tren nocturno. Viajaremos en este tren desde pasada la medianoche y todo el día siguiente hasta las seis de la tarde.
Llevamos comida deshidratada que podemos preparar con el agua hirviente del samovar, galletas y pan. Si no fuera suficiente, en el tren venden comida y en algunas paradas largas del tren Transiberiano, como en Omsk, venden comida típica y pescados.

Llegada a la gran ciudad, dónde dormir

La estación de Novosibirsk también es enorme pero conserva un aire romántico y vintage de la época soviética. Es sólida como todo lo soviético. Al llegar, nos encandila el brillo de las arañas y, desde un rincón, alguien toca un piano de cola. Se parece más a un teatro que a una estación de paso.
Nos alojamos en la Ulitsa Lenina. Es a menos de 1 kilómetro de la estación y a menos de 1 kilómetro del centro. Un buen lugar para recorrer todo.
Elegimos un departamento ya que estaremos dos noches y así podemos prepararnos comida. Más sano y más barato.

Qué hay que ver en Novosibirsk

Novosibirsk es una ciudad de avenidas anchas y transitadas. Junto a las avenidas el barullo constante ensordece. Sin embargo no tarda en confundirse con el murmullo del agua de las fuentes y siempre hay un parque inmenso donde perderse a transitar el silencio.

Son los contrastes que se reiteran durante cada trayecto en el tren Transiberiano. La calidez en Siberia. Las flores por todas partes en un paisaje que sólo imaginamos blanco. Los espejismos modernos de los rascacielos que reflejan casas de maderas como si reflejaran una página de historia antigua.

En Novosibirsk también visitamos el Mercado Central. Varios pabellones con todo lo que a uno se le pudiera antojar comprar, incluso yerba mate aunque demasiado cara. Excesivamente.

Una de las cosas que más nos llamó la atención es la cantidad de teatros con los que tropezamos durante la caminata. Si bien en Rusia abundan las manifestaciones culturales, en Novosibirsk era casi un teatro por cuadra. Para adultos, para niños, dramático, de comedia musical, de muñecos, de ballet, de la Filarmónica. Incalculable.

Además abundan las bibliotecas y los sitios de lectura para todas las edades. Tuvimos el privilegio de obtener un pase y entrar a la biblioteca más grande de Siberia. Nos hubiéramos quedado toda la tarde! Tan interesante!

En Rusia no hay horarios

Algo infalible al hacer el tren Transiberiano es la puntualidad. Los trenes salen y llegan a la hora prevista. Ni un segundo más ni uno menos.

Nos hemos percatado que si un tren está a punto de llegar temprano, desacelera y pone cámara lenta para llegar a la hora correspondiente en punto.

Paradojicamente la mayoría de los supermercados están abiertas 24 horas. Así que, sin mucho apuro, vale la pena zigzaguear por las calles Kommuniticheskaya y Oktabriaskaya, descubriendo entre los árboles y las aceras las viejas casas tradicionales de madera. Encantadoras muestras de las páginas del tiempo.

Tiumen, una ciudad sorprendente en la sexta parada del tren

Al preparar un viaje en el Transiberiano es primordial estudiar la ruta y seleccionar las paradas. Si bien serán el destino y los horarios de los trenes quienes tendrán la última palabra, es necesario llevar un itinerario tentativo para aprovechar el tiempo de la mejor manera.

El viaje en el Transiberiano es un largo camino que ofrece además pueblos y ciudades infinitos a la vera del ferrocarril o cerca de él. Es muy difícil, casi imposible, visitar a fondo toda esta inmensidad por eso encarar el viaje en Transiberiano con un programa tentativo de paradas nos servirá de guía y será de gran ayuda.

Tiumen, la ciudad que sorprende

En esta parada, según lo investigado, parece que es sólo Tobolsk lo que vale la pena. Tobolsk ha sido por supuesto muy antigua y muy hermosa pero llegar a Tiumen después de semejante belleza, lejos de desilusionar, deslumbra.

Tiumen es una ciudad llena de parques con muchos árboles, pinos, abetos.

Los edificios son monumentales. Cuenta con teatro de arte dramático y ballet, teatro de marionetas y un edificio de la Filarmónica que es un verdadero templo para la música.

Entre los edificios monumentales le ponen un toque de color a la ciudad imponente, las antiguas casas de madera con tejados yo ventanas con marcos de cenefas que parecen tejidas al crochet.

Abundan los memoriales a los héroes de la Gran Guerra Patria, las placas y exposiciones permanentes honrando a los ciudadanos que combatieron al fascismo.

El Parque Lenin es el parque central y la estatua de Vladimir Ulianov supera toda altura alrededor.

Malecones y el río Turá

Cuando creías que ya lo habías visto todo aparece un río y no un río cualquiera. El río Turá es un río hermoso, con una serie de malecones en diferentes desniveles, con fuentes y jardines y música.

El agua fluye por canales de mármol y cae desde vasijas de piedra preciosa. Cataratas de agua bajan desde la ciudad por laderas de carrara esculpida y se estrellan en chorros tupidos de espuma.

Es un continuo espectáculo de placer para los sentidos. Recorrer este malecón y cruzar el Puente de los Enamorados sobre el río le dan un toque descollante a la quinta parada de nuestro itinerario de viaje en el Transiberiano.

Cómo llegar a Tiumen

Tiumen está sobre el trazado ferroviario de viaje en el Transiberiano. Si hemos ido a recorrer Tobolsk y dormido allí, sólo debemos tomar el autobús número 20 (no muy frecuente) hacia la estación de Tobolsk.

La estación de trenes de Tobolsk está a más de 14 km y el autobús, muy puntual como todo por aquí, toma 42 minutos desde la el centro de Tobolsk hasta la estación de trenes.

Una vez en la estación de trenes, tomamos cualquier tren a Tiumen.

Continuar el viaje en Transiberiano desde Tiumen

Para continuar el viaje en el Transiberiano desde Tiumen vamos a tomar un tren a Novasibirsk. Será un largo camino. Viajaremos toda la noche y la mitad del día siguiente, 18 horas en total.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Tercera parada de nuestro tren

Viajamos de noche en un largo tren y llegamos a Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Aunque los itinerarios clásicos pasen sólo por San Petersburgo y Moscú, lo que ya abunda, visitar otras ciudades ampliará significativamente lo que el título de Federación Rusa se refiere.

Recorrer Rusia en tren

Hacer una noche en un tren de largo recorrido también puede considerarse entre los lugares que visitar en Rusia. Estos trenes constituyen un mundo.

Hay varias categorías, el camarote cupé que es un compartimento cerrado con cuatro literas y el platskart que son todas las literas en el vagón pero sin puertas. Esta segunda opción es más barata y más conveniente.

Viajando en platskart uno toma contacto con el ruso genuino. Se comparte o se escucha la charla ajena o los ronquidos en ruso. Se huele lo que comen y a veces, si convidan, se prueba. Como si esto fuera poco, en platskart uno puede seguir de cerca una historia de amor o desamor y hacerse la película, literalmente hablando.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia

Llegamos después de mediodía ala estación de Perm 2.

En Perm hay dos estaciones. La 1 está cerca del centro, alberga un museo y es de un estilo clásico muy bonito.

La estación Perm 2 está a cuatro kilómetros del centro y se puede llegar hasta allí en el autobús número 1. Los billetes de autobús pueden pagarse al chofer y cuestan 35 rublos. También se puede ir en un tren suburbano de una estación a la otra por 32 rublos.

Dónde alojarse en Perm

Llegamos a nuestro alojamiento frente al Parque Gorky. Este es un parque de diversiones con juegos modernos, ferias, arboledas.

El alojamiento que conseguimos en Perm, una de los lugares que visitar en Rusia, es un departamento de la época soviética. En estos edificios todo es grande y sólido. Tenemos dos habitaciones con camas enormes, cocina equipada, baño con bañera alta hasta la cadera -una piscina- y balcón.

Lugares que visitar en Rusia, la ciudad de Perm

Salimos a recorrer las calles. En Perm hay dos recorridos sugeridos para no perderse nada. Se deben seguir las flechas pintadas en las veredas. Hay dos opciones, verde y roja.

La línea verde pasa por lo más destacado arquitectónicamente y la roja, más romántica, sigue el hilo de las historias de amor que tuvieron lugar en Perm.
Seguimos las dos líneas de manera indecisa, una y otra alternativamente según lo que nos fuera llamando la atención.

Pasamos por el Teatro de la Ópera y el Ballet, la Catedral, una mezquita, un montón de mansiones de mercaderes que vivieron aquí.

Ríos y malecones

De los lugares que visitar en Rusia, Perm es una de los que ofrece un malecón imponente.

El río Kama es un río caudaloso y profundo que comunica al país con todos los mares. Caminamos por el malecón que al igual que muchas otras calles y edificios vemos que están en refacciones o construyéndose más. Evidentemente y tal como nos comentó nuestro anfitrión, podemos conocer un Perm hoy y encontramos con una ciudad que visitar en Rusia, muy diferente, en pocos años.

1 de septiembre, «Первый звонок» y Día del Saber

En Perm nos toca vivir un día especial para el pueblo ruso todo. Amanecemos aquí el 1 de septiembre, День знания.

Este día empiezan las clases en todos los establecimientos educativos de toda la Federación Rusa. Sobre todo es un día relevante para quienes comienzan la escuela. Este día será recordado por ellos para siempre.

Se llama el día de «Первий звонок», el primer timbrazo. Todos los chicos llevan flores a sus maestros y luego quienes comienzan su educación, son llevados en andas, sobre los hombros, tocando campanas, por quienes están egresando.