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Ekaterimburgo, la cuarta ciudad más grande de Rusia y cuarta parada de nuestro recorrido

Ekaterimburgo constituye sin lugar a dudas una de las imprescindibles ciudades que visitar en Rusia.

Se trata de una ciudad moderna y movida. Pujante y muy rica. Su ubicación emerge de una tierra en la que los minerales y piedras preciosas brotan como la maleza. Desde tiempos ancestrales, cuando los reinados de Pedro I, el Grande, y su esposa Catalina, patrona de la minería, Ekaterimburgo no ha dejado de regalar joyas ni de crecer en todas direcciones.

Ekaterimburgo, una de las ciudades que visitar en Rusia para entender su historia

Esta metrópoli es la capital política de los Urales y su ubicación señala, aproximadamente, la frontera entre Europa y Asia.

El protagonismo de las ciudades que visitar en Rusia como Ekaterimburgo es relevante. Además de haber sido y seguir siendo fuente inagotable de riquezas, fue aquí en este reducto bien comunicado de Rusia, donde se establecieron para mayor seguridad, las fundiciones y fábricas durante la Gran Guerra Patria.

Por otro lado, esta ciudad fue clave entre el imperio y el periodo revolucionario ya que aquí se ejecutó al último zar.

Uno de los edificios más destacados el de la Administración de Ekaterimburgo. Un edificio monumental de la época soviética, frente a la Plaza 1905 y saludado desde el lado opuesto de la Avenida por una estatua de Lenin eterno.

Qué ver en Ekaterimburgo?

Salimos a caminar y la ciudad es una incongruencia de contrastes muy acentuados entre lo moderno y lo antiguo.

Hay mucho tráfico todo el tiempo pero existe una peatonal en pleno centro neurálgico, que otorga cierto respiro al bullicio urbano.

Caminamos por la Peatonal y enseguida nos asalta la atención, una serie de hermosas y bien logradas esculturas de hierro.

La presencia del arte callejero en todas las ciudades que visitar en Rusia es permanente y con piezas muy bien logradas.

En Ekaterimburgo, no sólo nos sorprenderán las esculturas en las veredas sino que, de pronto, la música en vivo inunda el aire.

En varios puntos de la ciudad hay pianos. Pianos de madera bajo un kiosco techado y no es raro, sino frecuente, que haya un ruso tocando. Y tocando bien.

Al mismo tiempo, se aprecian partidas de ajedrez en cualquier superficie plana que permita apoyar un tablero.

En Ekaterimburgo, al igual que en Perm y otras ciudades que visitar en Rusia, existe una línea roja trazada en las veredas para hacer un circuito turístico por los lugares que no hay que dejar de ver. En este caso la línea roja nos guía hasta las Iglesias de la Sangre Derramada, la Capilla de la gran duquesa Isabel Fiódorovna, la Iglesia de la Ascensión y el barrio literario con varias casas tradicionales de madera, restauradas.

Uno de los lugares más agradables para caminar, es la zona del estanque y el río Iset.

Tal como ocurre en otras ciudades que visitar en Rusia, la construcción, ampliación, remodelación, están a la hora del día.

Cómo moverse en Ekaterimburgo?

Ekaterimburgo cuenta con un trazado de metro de dos líneas que nos permiten ir de la estación a la ciudad. Existe también una red de autobuses y una de trolebuses. Con el trolebús número 3, línea rosa, también podemos cubrir el trayecto estación de trenes-centro.

Los buses urbanos, trolebuses y metros cuestan 32 rublos. En el trolebús una cobradora se acerca a solicitar el pago y entregar el boleto y en el metro, por el mismo precio, se compra una ficha.

La estación de trenes está ubicada a unos cuatro kilómetros del centro de la ciudad.

Donde alojarse en Ekaterimburgo?

Para descansar es mejor hacerlo a no más de uno o dos kilómetros del centro, sobre todo si vamos a recorrer la ciudad a pie.

Nosotros estuvimos en un departamento ubicado en el barrio Arbat, rodeado de comercios de todo rubro y con acceso a varios medios de transporte.

Además es de considerar que si vamos a llegar tarde, un departamento de este tipo con entrada con código electrónico, facilita la llegada tanto para el anfitrión como para el huésped.

Estos alojamientos, podemos conseguirlos a través de páginas como Ostrovok donde existe la opción de reservar sin tarjeta de crédito.

Museos, teatro y orquesta para disfrutar en ciudades que visitar en Rusia

Todas las ciudades rusas, además de la calidad musical y artística de los espectáculos callejeros, cuentan con teatros de opera y ballet y filarmónicas, de las mejores del mundo. En la Filarmónica de Ekaterimburgo, por ejemplo, dirigen los directores más prestigiosos del ámbito internacional y con frecuencia toca la orquesta de los Urales.

Entre los museos que podemos escoger para visitar está el de íconos de Neviansk, el Museo de Historia Militar de los Urales, y el de Bellas Artes.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Tercera parada de nuestro tren

Viajamos de noche en un largo tren y llegamos a Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Aunque los itinerarios clásicos pasen sólo por San Petersburgo y Moscú, lo que ya abunda, visitar otras ciudades ampliará significativamente lo que el título de Federación Rusa se refiere.

Recorrer Rusia en tren

Hacer una noche en un tren de largo recorrido también puede considerarse entre los lugares que visitar en Rusia. Estos trenes constituyen un mundo.

Hay varias categorías, el camarote cupé que es un compartimento cerrado con cuatro literas y el platskart que son todas las literas en el vagón pero sin puertas. Esta segunda opción es más barata y más conveniente.

Viajando en platskart uno toma contacto con el ruso genuino. Se comparte o se escucha la charla ajena o los ronquidos en ruso. Se huele lo que comen y a veces, si convidan, se prueba. Como si esto fuera poco, en platskart uno puede seguir de cerca una historia de amor o desamor y hacerse la película, literalmente hablando.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia

Llegamos después de mediodía ala estación de Perm 2.

En Perm hay dos estaciones. La 1 está cerca del centro, alberga un museo y es de un estilo clásico muy bonito.

La estación Perm 2 está a cuatro kilómetros del centro y se puede llegar hasta allí en el autobús número 1. Los billetes de autobús pueden pagarse al chofer y cuestan 35 rublos. También se puede ir en un tren suburbano de una estación a la otra por 32 rublos.

Dónde alojarse en Perm

Llegamos a nuestro alojamiento frente al Parque Gorky. Este es un parque de diversiones con juegos modernos, ferias, arboledas.

El alojamiento que conseguimos en Perm, una de los lugares que visitar en Rusia, es un departamento de la época soviética. En estos edificios todo es grande y sólido. Tenemos dos habitaciones con camas enormes, cocina equipada, baño con bañera alta hasta la cadera -una piscina- y balcón.

Lugares que visitar en Rusia, la ciudad de Perm

Salimos a recorrer las calles. En Perm hay dos recorridos sugeridos para no perderse nada. Se deben seguir las flechas pintadas en las veredas. Hay dos opciones, verde y roja.

La línea verde pasa por lo más destacado arquitectónicamente y la roja, más romántica, sigue el hilo de las historias de amor que tuvieron lugar en Perm.
Seguimos las dos líneas de manera indecisa, una y otra alternativamente según lo que nos fuera llamando la atención.

Pasamos por el Teatro de la Ópera y el Ballet, la Catedral, una mezquita, un montón de mansiones de mercaderes que vivieron aquí.

Ríos y malecones

De los lugares que visitar en Rusia, Perm es una de los que ofrece un malecón imponente.

El río Kama es un río caudaloso y profundo que comunica al país con todos los mares. Caminamos por el malecón que al igual que muchas otras calles y edificios vemos que están en refacciones o construyéndose más. Evidentemente y tal como nos comentó nuestro anfitrión, podemos conocer un Perm hoy y encontramos con una ciudad que visitar en Rusia, muy diferente, en pocos años.

1 de septiembre, «Первый звонок» y Día del Saber

En Perm nos toca vivir un día especial para el pueblo ruso todo. Amanecemos aquí el 1 de septiembre, День знания.

Este día empiezan las clases en todos los establecimientos educativos de toda la Federación Rusa. Sobre todo es un día relevante para quienes comienzan la escuela. Este día será recordado por ellos para siempre.

Se llama el día de «Первий звонок», el primer timbrazo. Todos los chicos llevan flores a sus maestros y luego quienes comienzan su educación, son llevados en andas, sobre los hombros, tocando campanas, por quienes están egresando.

Nizhny Novgorod, segunda parada en la ruta Transiberiana

Dejamos Suzdal y un pedazo del corazón allí, en lo de Tatiana que tan cálidamente nos acogió en su milenario hogar. Para retomar la ruta de todo lo que hay que ver en Rusia de camino a Vladivostok, regresamos a Vladimir.

En Suzdal caminamos hasta la estación de buses. Una hora de bus a Vladimir, 116 rublos y, desde enfrente de la estación de buses, tomamos el tren a Nizhny Novgorod. Vamos hacia nuestra segunda parada en esta ruta y la tercera ciudad más grande que hay que ver en Rusia.

Dónde alojarse en Nizhny Novgorod?

En Nizhny Novgorod nos alojamos en el Hotel Volga, sobre la Avenida de la Natividad y a pocos pasos de la Catedral del mismo nombre. Varias imágenes nos asaltan la vista al llegar allí, las esculturas de personajes típicos de Nizhny y el racimo de cúpulas doradas de la catedral con su increíble iluminación multicolor.

Luego de alojarnos en el Volga que cuenta como la mayoría de estancias rusas, trenes, salas de espera, hoteles, con dispenser de agua fría y caliente, preparamos el mate y nos fuimos a caminar por uno de los malecones de Nizhny Novgorod.

Volga Volga a más de 30 grados de calor

Una de las cosas que ver en Rusia es la inmensa red fluvial. Ríos de mucho caudal y profundidad que permiten el fluido hacia todos los mares de embarcaciones.En Nizhny Novgorod estaremos frente a la confluencia de dos de estos enormes brazos de agua, el Oká y el imponente Volga.

Caminar por los malecones es un espectáculo a cielo abierto. Músicos y cantantes, puestos de ferias de artesanos, la ciudad encendida al igual que las fuentes y una fiesta de niños disfrutando de la calurosa noche bañándose y jugando entre los chorros frescos.

Recorrer la ciudad con Alyona: amabilidad y simpatía rusa

Al día siguiente caminamos con Alyona a quien habíamos conocido en el tren. Alyona habla castellano, inglés y francés y supo trabajar de guía turística. Nos contó la historia de la ciudad y nos guió por un recorrido perfecto desde el Kremlin hasta la Peatonal y luego a la avenida de la Natividad donde está el hotel.

El Kremlin de Nizhny es notorio ya que se erige sobre un barranco. Trepamos a él y recorrimos sus edificios interiores, una exposición referente a la Gran Guerra Patria, la Iglesia de San Miguel Arcángel.

Luego caminamos por la Peatonal donde se destacan varias casonas estilo ecléctico que admirar. Edificios soviéticos y pre-soviéticos, esculturas con historia y proveedoras de buena suerte.

Gorky vivió en esta ciudad y es un personaje emblemático y muy querido. Su estatua de siete metros es visible al final de la peatonal.

Pelmenis y kvas en un restaurante tradicional

Gracias a la compañía de Alyona entramos a comer a un restaurante tradicional muy bello. Al son de los tangos de Piotr Lecshenko degustamos pelmeni y probamos el kvas, fuerte, agrio y muy sabroso. Una escena de película que ver y protagonizar en nosotros mismos.

Más tarde y tras despedirnos de Alyona bajo un chaparrón in crescendo, subimos al malecón Fedorovsky, un malecón que, desde las alturas, nos regala vistas fabulosas que ver en Rusia de la confluencia de dos gruesos cinturones de agua, el Oká y el Volga.

Más parques, más flores, más fuentes. Despedida con sabor a nostalgia

Y es que en cada calle de Rusia una se va dejando el corazón.

Cayendo la noche nos sentamos en el parque. La música clásica fluye desde los altoparlantes y los chorros de las fuentes danzan al son.

Ya de noche, compramos algunas vituallas para el viaje nocturno en tren y nos fuimos a la estación en el «marshrutka» número 1. En el trayecto hicimos dos amigos. Una mujer que llevó mi mochila en su falda y se despidió con besos y un hombre que no permitió que yo cargara la mochila para bajar del bus. En otro país hubiera pensado que me la quería robar…

Nuestro tren sale a las 23.16. En punto como eternamente en Rusia. Subimos a nuestras literas de «platskart» los vagones más baratos, no sin antes cargar el mate con el agua del samovar.

Viajar en tren es algo que se debe vivir y que ver en Rusia. Toda una experiencia.

Primera parada al hacer el Transiberiano: Vladimir y Suzdal

Una de las maneras de hacer el Transiberiano es viajar de corrido y sin parar, una semana en tren. Otra manera es elegir la ruta e ir parando en las ciudades que se quieran visitar. Hacer el Transiberiano es un sueño y, ese sueño que ya comenzó a realizarse desde el deseo, ya está pintando sobre el riel de la «Восточный вокзал», la estación de Oriente de Moscú.

Antes de hacer el Transiberiano, leí y estudié los pasos fundamentales. Muchos de ellos siguiendo las sugerencias de la guía Lonely Planet. En la guía dice que los trenes salen desde Курский вокзал, sin embargo, hoy día no será así y, si bien se pueden comprar los billetes en esta estación, el tren sale desde Восточный.

Cómo conseguir los billetes para hacer el Transiberiano

Debido a que no podemos concretar la compra por internet ya que las tarjetas no funcionan, fuimos a Курский a comprar por ventanilla. El pasaje cuesta unos 1500 rublos. Nuestra primera parada será Vladimir aunque desde allí nos iremos a dormir a Suzdal. Vladimir y Suzdal son parte del llamado «Anillo de Oro de Moscú». Don ciudades muy antiguas, de más de mil años y Patrimonio de la Unesco.

Arrancamos!

Suena el pito y arranca el tren. Un momento de euforia. Al fin ponemos pie en el estribo y nos largamos a hacer el Transiberiano. Este será un tramo corto, unas dos horas de viaje.

Junto a nosotros viaja Alyona, una chica rusa que habla muy bien castellano y que está feliz de poder practicar nuestro idioma. Alyona vive en Nizhny Novgorod así que quedamos para volver a encontrarnos allí en un par de días.

Vladimir, cuna de la historia rusa

Llegamos a la estación de Vladimir. Enfrente se encuentra la estación de buses desde donde iremos a Suzdal. Antes vamos a recorrer Vladimir, una de las ciudades más antiguas de Rusia.

Vladimir tiene sus orígenes actuales en el año 958. Es la cuna de la historia rusa y su edad de oro comienza cuando el príncipe estableció aquí la capital.

En la centuria del 1100 al 1200 se construyeron los edificios blancos con grabados que la caracterizan. Cuando los mongoles devastaron la ciudad en 1238, la sede del poder se trasladó a Moscú que era aún un asentamiento menor.

Los principales edificios para ver al hacer el Transiberiano son la Catedral de la Anunciación, la de San Dimitri y caminar plácidamente por la peatonal Georgievskaya.

Como toda Rusia, Vladimir está llena de parques y flores y además cuenta con bombas de agua antiguas pero en funcionamiento.

Una escapada a Suzdal al hacer el Transiberiano

Si bien el tren no pasa por Suzdal, nos haremos una escapada a esta bella ciudad desde la primera estación Transiberiana.

Suzdal es una ciudad bucólica construida sobre el río y salpicada de monasterios y templos. Supo haber ochenta edificios religiosos de los que actualmente se conservan cincuenta. Suzdal es también patrimonio de la humanidad.

Al hacer el Transiberiano, vale mucho la pena llegar a Suzdal y caminar por sus callejuelas antiguas y contemplar sus casas típicas de madera que son arquitectura protegida. Además, alojarse en una de estas casas junto a una familia local constituye una experiencia completa.

Cómo llegar a Suzdal

Desde Vladimir se llega a Suzdal en autobús. La estación de autobuses está frente a la estación de trenes. El bus demora casi una hora y cuesta 116 rublos.

Si se vive en una época como la actual (agosto de 2022) en la que no se pueden hacer compras en línea con tarjetas occidentales, es aconsejable averiguar o comprar el billete de tren para el día siguiente a Nizhny Novgorod. Al respecto suele haber ofertas comprando uno u otro día y es bueno preguntar porque las diferencias de precio son muy grandes. De un pasaje que cuesta normalmente 1500, pagamos 500 porque salió una oferta justo para ese día.

Todo el conjunto de edificaciones del siglo XII aglutinadas dentro del Kremlin de Suzdal constituirán una de nuestras postales favoritas luego de hacer el Transiberiano. Rodeadas por un kilómetro y medio de muros nos encontraremos con casas antiguas mezcladas con la Catedral de la Natividad de la Virgen, la iglesia de madera de Nikolskaya y varios museos.Todo entre canteros de flores, jardines y con la música constante y sonante de las campanas ortodoxas.

Más allá de caminar y perderse por los senderos de Suzdal, es ineludible acercarse a los grandes monasterios del Salvador y San Eutimio. En el grupo de edificaciones que constituyen el terreno del Monasterio, no sorprenderemos con la belleza de las iglesias del Refactario de la Asunción, la Puerta de la Anunciación, una fotografía necesaria que al hacer el Transiberiano.

Serán muchas las cúpulas que nos encandilarán y guiarán hasta la iglesia del Zar Konstantino, la de la Resurrección y el Convento de la Santísima Intercesión.

Dónde dormir al hacer el Transiberiano

En Suzdal nos quedamos en la casa de Tatiana y su familia maravillosa. Encontramos el lugar en «Ostrovok». Figura como V Sadobichii pereulko o Tatiana guesthouse. Un pequeño departamento muy cómodo y limpio con jardín y huerto, cerca del centro y con personas muy agradables y acogedoras.

Un paseo por Moscú ¿qué visitar?

Para arrancar la ruta del Transiberiano, salimos desde la capital rusa. Aprovechamos entonces para dar una vuelta por aquellos lugares que hay que visitar y volver a visitar en Moscú.

Nuestras miradas no se detienen. Hay tanto para ver y visitar en Moscú que a cada paso nos encontraremos con páginas de la historia de este país. Una historia rica e influyente en el resto del mundo.

Arbat y alrededores

En un extremo de la peatonal Arbat, Pushkin y su amor, Natalia Garchova, primera belleza de Moscú, nos dan bienvenida desde el lado de Smolyenska.

Arbat es una de las calles más antiguas de Moscú. Parte de una ruta comercial desde el siglo XV con constante presencia de artesanos.

A lo largo de un paseo de poco más de un kilómetro apreciaremos varios de los íconos que visitar en Moscú.

El mini hotel (mini, literal) Bulgakov, donde nos alojamos, está entrando por la calle Plotnikov donde se erige un monumento a Bulat Okudzava, célebre cantautor ruso de origen georgiano.

En esta calle están también la Casa del Actor y un teatro que fue reconstruido tras ser bombardeado durante la Gran Guerra Patria.

La estación de metro Arbatskaya en el extremo opuesto a Smolyenskaya, constituye otro sitio de realzada belleza arquitectónico que visitar en Moscú.

Las estaciones de metro fueron edificsdas bajo el concepto de «palacios del pueblo» y lo son de verdad. Edificios con materiales preciosos, esculturas de bronce, mosaicos, pinturas, mármoles e iluminación de salón de baile.

Biblioteca Lenin

Centro neurálgico donde confluyen la zona de Arbat y por donde cruzamos para avanzar hacia la Plaza Roja y el Kremlin.

Es la tercera biblioteca más grande del mundo, con casi veinte millones de volúmenes. Su depósito de archivos históricos es incalculable. Además hay confortables salas de estudio y lectura y el acceso a las instalaciones, otro de los sitios que visitar en Moscú, es público y gratuito.

Plaza Roja, Kremlin y alrededores

Por supuesto la zona más emblemática que visitar en Moscú. Pasar por aquí y dedicarle más de medio día al Kremlin, completar con el bellísimo y único en el universo, interior de la Catedral San Basilio, emblema de Rusia.

Por aquí nos dejaremos llevar por los parques y las sorprendentes fuentes de Ojotny Ryad, el parque Zariade con su increíble cúpula de vitrales y la profusión de colores de flores o, por las noches, la iluminación de los almacenes GUM y de todas las calles que lo circundan.

Andar por aquí es una explosión de alegría. Nada puede estar mal si nos dejamos llevar por la belleza conjunta de esta postal que visitar en Moscú sin descanso. Algo que nuestra memoria no olvidará jamás.

Viajar a Rusia y redescubrir Moscú más espléndida que nunca

En estos tiempos de complicaciones que intentan aplacar nuestras alas nómades, podemos preguntarnos si se puede viajar a Rusia. La respuesta es sí. Se puede viajar a Rusia y, aunque en el intento occidental de alienarla del mundo «civilizado», hacen lo imposible por cerrar y proscribir a todo lo ruso, estos rencores no reúnen al mayor porcentaje ni de ciudadanos, ni de países ricos, ni de recursos naturales o industrializados de ningún país y ni siquiera de ningún grupo de países que se uniesen para aplastar a Rusia.

Si se puede viajar a Rusia, cómo llegar a ella

En agosto de 2022 nos encontramos en un momento en el que hasta los cielos están vedados a los rusos. Hay que hacer malabares, inventarse un itinerario indirecto para llegar al objetivo.

Hay varias opciones, volar primero a Turquía, Serbia, Teheran, Armenia… Hay otros pero esos son los más accesibles yendo desde Europa.

Nuestra elección fue Estambul por ser la más barata, la más sencilla en cuanto a requisitos y porque en mi caso ya la conozco y la amo.

Segundo escollo si se puede viajar a Rusia

El segundo obstáculo con el que nos vamos a encontrar es cómo y a través de qué agencia comprar el pasaje.

Actualmente, muchas agencias muy utilizadas en el mundo occidental, no ofrecen viajes a Rusia. A la fecha tampoco aparecen ofertas a través del funcional skyskanner.

Sin embargo sí se puede viajar a Rusia buscando ofertas en buscadores como Gosbilet, Abiabilet y luego en agencias como Lowfare, Kupibilet y muchas otras que aparecen en los buscadores antes mencionados.

También es buena opción buscar en Yandex y en la medida de nuestras posibilidades, en ruso.

El último detalle es que hay que pagar y necesitaremos una tarjeta permitida.

En nuestro caso compramos de manera separada los vuelos y directo a la aerolínea.

Separados porque compramos primero el viaje de Bilbao a Estambul y aparte el viaje de Estambul a Moscú.

Directo a la aerolínea porque aunque cueste un poco más es lo que más nos garantiza que, de haber algún problema serio, la aerolínea tomará al toro por las astas.

Cómo se puede reservar alojamiento en Rusia?

Como en estos momentos no se aceptan tarjetas de crédito o débito Visa o Mastercard, escribimos email a un alojamiento que encontramos en la guía Lonely Planet.

También buscamos en Суточно.ру (Sutochno.ru) que es una especie de airbnb pero al no poder ingresarse una tarjeta válida es casi imposible concretar una reserva.

La buena noticia es «Островок». En este sitio se pueden filtrar las opciones «reservar sin tarjeta» y «pagar en el hotel».

A través del email sí pudimos hacer la reserva de nuestro alojamiento en Moscú. Nos quedamos en el Mini Hotel Bulgakov del que leímos en Lonely Planet. Luego lo buscamos en Yandex y les escribí un mail.

El Bulgakov está sobre la peatonal Arbat. El hotel es mini como su nombre indica pero ofrece unas cuantas ventajas además de la ubicación. Tiene una cocina con dispenser de agua fría y caliente, heladera, cocina y más artefactos, vajilla y utensillos.

Se puede viajar a Rusia y, desde el corazón de Moscú, redescubrir esta ciudad espléndida, recorriendo sus rincones legendarios a pie y disfrutando paso a paso de la magia y la belleza de un país único. País que ya nos había conquistado el corazón antes de visitarlo.

Moscú – Día 10

Rematamos nuestro viaje en la Plaza Roja.

Vamos primero a despedirnos de Lenin, gracias por tanto. Imprescindible y permanente su presencia en la grandilocuencia que hemos encontrado a nuestro paso.

El Mausoleo de Lenin está junto al Kremlin. Entrada gratis. Hay cola y está controlado por jóvenes oficiales, amables y respetuosos. Vamos entrando por grupos. Lenin está embalsamado en una cripta de vidrio iluminada. El recinto es oscuro, una penumbra, sólo él brilla en el centro. Le doy la vuelta, hago una pausa para hacerle el saludo del puño en alto. Cómo no emocionarse! estar tan cerca de alguien tan grande para la historia de la humanidad. Impresiona. Haber leído, escuchado, hablado de él tantas veces y verlo ahí, de cuerpo presente, vivo siempre Vladimir Illich.

Es un pasaje breve pero impactante. Saliendo del recinto pasamos por las tumbas de otros seres que hicieron posible la grandeza y la utopía de la URSS, Koroliov, Kruzhov, Gagarin, Belayev, Stalin.

Luego visitaremos los interiores de San Basilio. San Basilio no es la Catedral Central de Moscú Es tan bonita que circula la leyenda de que Iván el Terrible cegó a sus arquitectos para que no pudieran volver a crear nada similar, la leyenda es falsa ya que, los maestros Barma y Postnik, siguieron construyendo catedrales por le territorio ruso. San Basilio no es una catedral de un solo cuerpo sino nueve espacios de varias capillas diferentes a las que se accede por angostos pasillos y escalinatas a través de dos niveles.

Una vuelta más por los amplios jardines que rodean la Plaza Roja y tomamos el metro a Richnoy Ploshchad desde cuya salida, junto a un centro comercial de color verde donde es posible comprar comida antes de partir, justo ahí cerca de la puerta del centro comercial, tomamos el 851 para ir al aeropuerto Sheremetyevo.

Los autobuses se desplazan tranquilamente, no van a la velocidad del metro. Es una buena manera de retirarse, poco a poco, de esta gran ciudad y este gran país, volviendo la mirada a los carteles en cirílico que ya resulta familiar, leyendo por casualidad, como un estandarte, como una promesa o como un designio, la frase «вернёмся осенью», volveremos en otoño. вернёмся… volveremos.

Moscú-Día 9

El tren Arktika es lento, pero queríamos dormir y no llegar tan de madrugada a Moscú ya que siempre los check-in en los apartamentos es después de mediodía. Llegamos a las estación Kurskaya, echamos un vistazo y vamos hasta Kievskaya, cerca de donde está el nuevo apartamento en Moscú. Ubicamos el lugar y caminamos por las estaciones de Metro Arbatskaya y el barrio de altas torres modernas de Moscú, qué contraste. Son edificio de arquitectura psicodélica, casi de otro planeta. Brillan de día y luego lo veremos, también de noche.

El departamento está cerca dela estación Studiancheskaya, es un apartamento lujoso, enorme, con ventanas de vidrios biselados, lleno de decoración, máscaras venecianas, jarrones de oriente, baño como para bailar con ducha y bañera. Hay montones de luminarias que cuelgan del techo, con cristales y piedras y spots. Parece el piso de un jeque. Tenemos dos habitaciones grandísimas.

Este día dedicamos a la visita del barrio Izmailovo donde se pueden comprar souvenirs a mejor precio que los del centro de Moscú.

Vamos en el metro a Izmailovo y nos metemos en un mercado local. Hay cosas baratas, bombones, cremas, comida local, pero no es el que buscamos. El que buscamos está en la estación de metro Partisan así que allá vamos, es la misma línea una estacion  más. El Mercado de Izmailovo de Partisan, conocido como Vernissage, es para turistas, es barato, venden todo lo que solemos buscar los amantes de la historia rusa y soviética, escudos de la URSS, pins, gorros, pañuelos típicos, matrioshkas, piedras de los Urales, remeras de la CCCP. Pasamos un buen rato eligiendo y volvemos al centro.

Antes de la noche volvemos a salir por Novi Arbat. Los edificios de la calle están iluminados de todos colores. Por cuadras hay puestos de venta de libros usados, allí también se encuentra la librería Dom Knigi, casa del libro, que está abierta hasta las 23 horas. Compro varios libros de autores rusos, clásicos,  en la sección adolescente.

 

San Petersburgo (Leningrado)-Día 8

Amaneció lloviendo. La temperatura ha bajado en pocos días. Cuando llegamos a Moscú andábamos de verano, luego en San Petersburgo ubicado en una latitud más polar la temperatura bajó, y esta mañana aún más. Las mochilas irán más livianas con los abrigos puestos.

Este día debemos dejar el departamento de la Avenida Kazanskaya y como llueve aprovecharemos a recorrer los interiores de algunos edificios.

Promediando el mediodía entramos en los interiores de la Casa Singer, la llamativa construcción Art Nouveau casi frente a la Catedral de Kazan. En lo que fue la Casa Singer funciona la Dom Knigi de San Petersburgo, la Casa del Libro, abierto hasta la medianoche.  Paso un buen rato hojeando libros que quiero comprar. Decido que como tenemos que andar con las mochilas todo el día, compraré luego en la Dom Knigi de Moscú. Los precios de los libros son llamativamente accesibles. Miro ejemplares de El Principito traducido al ruso, según la encuadernación varía de 160 a 280 rublos, vale decir, entre 2 y 4 euros.

Tras recorrer un buen rato la librería donde también hay venta de souvenirs y arriba una cafetería, vamos hasta la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada.

Esta iglesia es alucinante por dentro, toda recubierta en mosaicos de colores altisonantes. Son más de 7000 metros cuadrados de mosaiquitos. Está construida en estilo ecléctico, sobre el lugar donde el zar Alejandro II fue asesinado. Durante la Segunda Guerra Mundial y el bloqueo de la ciudad, una bomba cayó encima de la cúpula más alta de la iglesia. La bomba no explotó y estuvo dentro de la cúpula de la iglesia durante 19 años. Cuando los obreros subieron a la cúpula para remendar las goteras, la bomba fue encontrada y retirada. Entonces se decidió comenzar la restauración de la Iglesia de la sangre derramada. Tras 27 años de restauración, la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada fue inaugurada como museo estatal.

La estructura de la iglesia es compacta de cinco cúpulas chapadas en cobre y esmalte de diferentes colores, tres ábsides semicirculares y un enorme pilar como la torre de campana en el extremo oeste. El techo de carpa octogonal de la torre ocupa la posición central. Construida en ladrillo rojo y marrón, toda la superficie de sus paredes está cubierta de adornos elaborados y detallados. Bandas y cruces de ladrillo de color, azulejos policromados en los huecos de la pared, «shirinka», azulejos en los tejados de las torres y coberturas piramidales, pequeños arcos de calado, y columnas en miniatura y kokoshniki (arcos de ménsula) de mármol blanco. Los mosaicos desempeñan un papel importante en la creación de aspecto festivo de la Iglesia acentuando los elementos arquitectónicos principales: kokoshniki, puertas de dique, y frontones.

Los pilares del pórtico están hechos de granito gris de Ust-Kamenogorsk. Los artesanos hábilmente explotaron la belleza natural y las peculiaridades de la piedra para crear el interior que parece un museo de arte de cantería. El pabellón, que marca el lugar del asesinato del emperador fue ejecutado de piedras preciosas y decorativas de los Urales y la región de Altái. Se trata de una estructura arquitectónica compleja de cuatro columnas gris-violetas de jaspe que soportan un entablamento con jarrones estilizados de jaspe en las esquinas. El suelo de mármol está compuesto por 45 mosaicos que nunca se repiten. Las paredes con una altura de hasta 2.5 m, se alinean con serpentina verde italiana, que también fue utilizada para hacer la plataforma ante el iconostasio (solea) y los bancos tallados en las paredes. La piedra de color en el iconostasio fue realizada por artesanos. La paleta del mármol es única: rojo y marrón en el fondo, cada vez más claro hacia arriba, y es una reminiscencia del tallado de madera.

Los mosaicos constituyen una de las mayores colecciones de Europa. La firma que ganó la adjudicación fue la de Valdimir Frolov, sus maestros, expertos en el uso de la reversa o técnica veneciana, ensamblaron más de 600 mosaicos de iconos e imágenes con un área total de 7.056 metros cuadrados. Los mosaicos están ordenados en línea con la concepción teológica de la iglesia.

Hicimos mediodía en el Stolovaya 1. Son restaurantes típicos rusos. Se toma una bandeja, cubiertos, y luego se va escogiendo la comida, al final hay unos cajeros y se paga lo que se ha escogido. Son comedores populares con mucha variedad de comida y precios accesibles. Las ensaladas suelen costar menos de 20 rublos, las sopas, de 30 a 45 y las carnes unos 90 rublos. Hay postres, tartas, té, café. Los espacios son amplios, acogedores.

Más tarde, almorzados, todavía con lluvia, viento y aire muy fresco en San Petersburgo, fuimos a recorrer por dentro la Catedral de San Isaac, a riesgo de resultar reiterativa, la Catedral de San Isaac más grande del mundo. Tiene capacidad para 14 mil personas.

Por ser tan enorme y brillante era aprovechada por el invasor fascista para detectar y ubicar posición, por eso no la bombardearon si bien algunas bombas cayeron muy cerca y se ve aún una de las monstruosas columnas de mármol con un impacto de bomba.

La población se refugió en ella, y afuera sembraron un enorme huerto de repollos para ayudar a paliar la hambruna del sitio y la guerra.

Para su construcción debió hacerse un trabajo exhaustivo de consolidación del suelo ya que San Petersburgo se encuentra en terreno pantanoso. La operación fue muy larga y compleja: a los 11.000 pilotes de pino alquitranados de la cimentación de la iglesia que había antes allí, se añadieron 13.000 más, con un diámetro de 25 cm cada una. Las losas de granito se colocaron directamente sobre los pilotes y fueron cubiertas con losas de piedra caliza. Las cimentaciones tienen un grosor de 14,5 m (7,5 m de altura de los pilotes y otros 7 m de espesor de las losas de piedra). Fueron necesarios 10 años de sentar las bases y 125.000 trabajadores participaron en su instalación.

En la decoración de la catedral de San Isaac se emplearon 43 tipos de minerales. El zócalo fue revestido de granito, el interior de la catedral, paredes y suelos de mármoles, las columnas del retablo, revestidas de malaquita y lapislázuli. Para sobredorar la cúpula de 21,8 m de diámetro se emplearon cerca de 100 kilos de oro.

Con la caída de la tarde nos fuimos a la Estación Ladoszhki desde donde saldría e tren de regreso a Moscú. Viajamos en el tren Arktika, un tren que une Murmansk, en el Polo Norte y sigue más allá de Moscú. Escogimos la clase más económica, para conocerlo todo, se llama Platskart. Son cuchetas en un vagón comunitario con algunas divisiones, cada 4 cuchetas, pero sin puertas. No dan comida pero al final del vagón está siempre caliente el samovar con lo que es factible llevar sopas instantáneas, mate, té, café. Todo está limpio y al llegar nuevos pasajeros se nos provee de una bolsa cerrada con sábanas limpias. Este es un tren lento, ya que en invierno debe arremeter contra montañas de nieve y está preparado para eso. Nosotros aprovechamos a hacer en las cuchetas noche de hotel y viaje por el mismo precio.

San Petersburgo (Leningrado)-Día 7

Hoy fuimos a la otra punta de la Avenida Nevsky, a conocer el Monasterio de Alexander Nevsky y los cementerios Lazarev y Tijvin donde se encuentran las tumbas de los célebres músicos Mussorgsky, de relevante importancia para mí ya que trabajo como actriz y narradora en uno de sus conciertos, Rimsky-Korsakov autor de la entrañable Scherazade que también interpreté en mis buenos tiempos de patinadora artística, Borodin, el gran Chaikovsky, Dostoievsky! y otros artistas, pintores de renombre, actores de todas las épocas, célebres y reconocidos realizadores de teatro y cine.

El Monasterio es considerado uno de los más antiguos e importantes de toda Rusia, en el encontramos una colección impresionante de objetos de culto como íconos con marcos cubiertos de piedras, manuscritos antiguos, crucifijos, cuerpos incorruptos de santos, metales preciosos entre otros. En el interior del monasterio se encuentran dos iglesias barrocas y una Catedral de estilo neoclásico erigida entre los años consagrada a la Sagrada Trinidad.

Fuimos en metro. Para usar el metro de San Petersburgo se compra un jeton, una ficha de plástico. El trazado del metro de San Petersburgo se destaca por ser el más profundo del mundo, las estaciones de metro también son bellas y construidas con materiales nombres, mármol, bronce, luces en imponentes arañas, mosaicos y pinturas. Tras esta visita regresamos al centro de San Petersburgo para pasear por el Jardín de Verano, el Campo de Marte, el Parque Yusupov.

El Jardín de Verano ocupa una isla situada entre los ríos Fontanka, Moika el Canal de los Cisnes. El parque fue diseñado personalmente por el zar Pedro. Los paseos fueron adornado con cien esculturas alegóricas de mármol, ejecutadas por escultores venecianos. Algunos eran retratos; entre ellos se conservan los bustos de Alejandro Magno, Julio César, Augusto, Nerón, Trajano, Claudio.

Aparte de las estatuas, una importante atracción del parque son las fuentes, las más antiguas de Rusia, que representan escenas de las fábulas de Esopo. Algunas de estas cayeron en desuso y fueron demolidas después de una inundación que destruyó la maquinaria.

Una delicada barandilla de hierro fundido separa el parque del paseo público del Muelle del Palacio. La reja está suspendida entre treinta y seis columnas de granito coronadas con urnas y jarrones.

El parque fue escogido por Pushkin como escenario de los paseos de infancia de su personaje Eugenio Onegin.

Los puentes de San Petersburgo son levadizos, y durante la noche se levantan para permitir el paso de buques y barcos con altos mástiles. Los puentes levadizos se encuentran abiertos y los islotes que conforman San petersburgo desconectados entre sí, desde aproximadamente la 1 do 2 de la mañana hasta poco antes del amanecer.

El Campo de Marte, está junto al río Moyka, muy cerca del Jardín de Verano. Ocupa 9 hectáreas. Su historia se remonta a los primeros años de San Petersburgo. En esa época se llamaba «Gran Pradera».  Luego fue también campo de entrenamiento. Durante la Guerra y el sitio de Leningrado fue cubierto de huertos que ayudaban a abastecer a la población sitiada cuando lograban crecer antes de ser incendiados y bombardeados. Muchos revolucionarios, combatientes del Ejército Rojo, bolcheviques, miembros del Partido Comunista están enterrados aquí. También están enterrados los participantes asesinados de la Revolución de febrero de 1917 . En 1957 se encendió una llama eterna en el centro del Campo, la primera de Rusia. Desde aquí la llama se transportó a Moscú en 1967 y se colocó cerca de la muralla del Kremlin en la Tumba del Soldado Desconocido.

Cruzamos el río y nos fuimos a visitar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo que se encuentra en un islote, la Isla Zayachi. Este islote y la fortaleza corresponden a la ciudadela original de San petersburgo. Contiene diferentes edificios remarcables, la Catedral de San Pedro y San Pablo donde están enterrados los zares desde Pedro I hasta Nicolás II y sus familias.

La fortaleza tiene forma hexagonal con 6 bastiones en cada uno de sus ángulos. En un primer momento se construyó en madera y tierra. Sirvió de alojamiento a la guarnición de la ciudad y de cárcel de prisioneros políticos. En 1876 el grupo nihilista Zemlya i volya organizó exitosamente la fuga de Piotr Kropotkin, algo que nadie antes lo había conseguido.

La catedral consta de una torre campanario de 122 m de altura con una cúpula rematada con un angelote.

Durante 1917, fue atacada por soldados amotinados y todos sus prisioneros fueron liberados. Cuando los bolcheviques llegaron a la fortaleza los 8000 hombres de guarnición se declararon pro-revolucionarios. Sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial debido a los bombardeos nazis. Tras la guerra fue restaurada.

Todo este trayecto se puede hacer caminando, es largo, unos 9 o 10 km, pero constructivo. De esta manera conoceremos bien el diagrama entre ríos y canales de la intrincada y bella ciudad palaciega de San Petersburgo. Cruzaremos varios puentes, y a no demorarnos ya que debemos recordar que los puentes de San Petersburgo son levadizos! y durante la noche se abren para dar paso a buques y naves de altos mástiles o chimeneas. Los puentes están abiertos entre la 1 o 2 de la mañana hasta poco antes del amanecer.