Archivo de la categoría: Trekkings en el País Vasco

Senderismo en el País Vasco, Bizkargi: a la altura del paisaje y la historia

El Bizkargi es un monte ideal para hacer senderismo en el País Vasco. Se encuentra en la confluencia de varios municipios, Amorebieta, Larrabetzu, Morga y Muxika. Y si a ellos añadimos los municipios colindantes de Arrieta, Ajangiz, Berriz, Dima, Durango, Errigoiti, Fruiz, Galdakao, Gamiz-Fika, Gernika, Igorre, Iurreta, Lemoa, Lezama, Mendata y Munitibar, tenemos un gran abanico de posibilidades para iniciar la caminata.

Como estoy viviendo en Errigoiti, arrancamos desde aquí por el camino que, pasando la Iglesia en Elizalde Auzoa, gira hacia la derecha justo luego de pasar delante del caserío del txoko social.

El camino, asfaltado y angosto, asciende con bonitas vistas del valle coronado por la torre de la iglesia, y no demora en llegar a un desvío. Tomamos por la izquierda, donde un cartel indica: Morga.

La carretera, prácticamente desierta, trasciende varias curvas, bosque bonito que crece sobre empinado desnivel y algunos caseríos. Luego veremos el mojón de intersección con el camino de Santiago y llegaremos al Albergue de Peregrinos de Pozueta.

Continuamos sin desviarnos hasta la carretera principal que debemos cruzar por un túnel. Del otro lado de la carretera, hay dos opciones: Si salimos hacia la izquierda, llegaremos al camino que va hacia Gerekiz, sentido que toman los peregrinos a Santiago. Si salimos a la derecha, subiremos por Igertu, desde la Bodega Tellería. Cualquiera de las dos opciones presentadas, son viables. Nosotros elegimos la segunda, por Igertu y la Bodega, y luego bajaremos por la otra.

Vamos a pasar por el llamativo edificio de la bodega para tomar la pista asfaltada que pasa ante ella y en la primera bifurcación seguimos llaneando por la arteria de la izquierda. Nos adentramos así en el barranco por el que discurre el río Butron que tiene su nacedero en la vertiente norte del Bizkargi.

El itinerario de esta salida de senderismo en el País Vasco, continua por la carretera hasta una curva a la izquierda donde la abandonamos para elegir una pista forestal, frente a nosotros. Nos dejamos llevar por el curso de un río en un agradable paseo. Más adelante, en una zona abierta, nos desviamos por un camino visible que se desprende de la ruta principal y remonta a la derecha por una loma. Atraviesa un pinar donde se respira deliciosamente y, más arriba, desemboca en una amplia pista que recorre la vertiente norte del Bizkargi uniendo los barrios Igertu y Eskerika.

Hacia la derecha nos topamos con un ramal del Camino de Santiago y los seguimos monte arriba. La poplar ruta de senderismo en el País Vasco, se vuelve a menudo más transitada en este tramo. Badea el Butrón, que aquí es tan sólo un arroyo, sale a la pista que recorre el cordal occidental del Bizkargi desde el alto de Aratxebalegana y pasamos a visitar el nacedero de Butrón, señalizado unos metros más arriba, hacia la izquierda. Dicho nacedero es tan sólo un manantial entre las ramas, una pequeña vertiente.

Regresamos hacia el camino principal y enfilamos directo al Bizkargi obviando un par de desvíos. Al final nos tocará un duro repecho que salva más de 200 metros desnivel.

La cumbre de Bizkargi, honor a los gudaris y un Cristo de 500 años

Las panorámicas que ofrece este la cima de 565 metros de altitud son excelsas. Las vistas a 360 grados, no tienen desperdicio. Claramente tenemos enfrente el Anboto, el Gorbea y todo el circo de cadenas y picos del Txorrieri.

En la cumbre amesetada de Bizkargi hay también una ermita: Santikurutze, en la que se conserva un Cristo tallado en el 1500. En la cima también hay un monumento que homenajea a los gudaris abatidos por el franquismo en 1937. Bizkargi es símbolo de resistencia. Fue la útima en caer de la llamada Guerra de las Cumbres cuando Bizkaia se defendía desde las trincheras del Cinturón de Hierro. No fue nada fácil para el invasor fascista hacerse con estas tierras defendida por patriotas vascos. Sólo con el apoyo de los bombarderos italianos y alemanes pudieron abatirlos.

Contemplamos esta postal completa de belleza natural y cargada de historia y bajamos por la trocha que, al norte y balizada como GR-98, (Urdaibaiko Bira, la Vuelta de Urdaibai), desciende vertiginosamente. Si hay barro, podemos patinar, por lo que es conveniente contar con un palo o bastón.

Por la derecha, seguimos perdiendo altura en amplios zizgags hasta salir a una pista de cemento que desemboca en la carretera. Unos metros más adelante volvemos a tomar el Camino de Santiago el cual en el barrio Landotz nos devuelve a la carretera. Bajamos por ella atentos a las hitos del Camino.

Antes de llegar a la siguiente carretera veremos el Albergue de Peregrinos de Gerekiz y la ermita del mismo nombre. El origen de este emplazamiento religioso es uno de los más antiguos de Bizkaia. En las paredes del templo fueron encontradas lápidas del año 300 y pico. Junto a la puerta hay réplicas de estas lápidas. Los originales están en un museo.

El regreso desde Gerekiz y tras cruzar el túnel bajo la carretera, lo hacemos por el mismo camino que hemos venido, por Pozueta y Elizalde.

Pantanos de Barakaldo

Barakaldo, cuyo nombre derivaría de ‘baratz’ (huerta) y ‘alde’ (zona), es un municipio vasco del Gran Bilbao, que se extiende sobre la margen izquierda de la ría del Nervión. Cuatro ríos atraviesan la región y numerosos montes que ondulan el terreno con crestas de entre 400 a 600 metros de altura. Los primeros indicios de establecimiento humano por Barakaldo fueron encontrado en la Cueva de los Mosquitos en el barrio de El Regato, y datan de más de diez mil años de antigüedad. Barakaldo se pobló con la actividad industrial siderúrgica, actividad y poblamiento que obligó a la construcción de embalses o presas, llamados aquí ‘pantanos’, aprovechando las aguas de los cuatro ríos que discurren por la región.

Hoy día los distintos barrios de Barakaldo han sido parquizados, arbolados, y es el municipio desde donde arrancan los bidegorris, ciclovías, más largos de los alredores de Bilbao, además de existir senderos de trekking balizados y sin balizar, rincones con curiosidades históricas que merecen la pena, y barrios y caseríos encantadores que sólo a pie o en bici es factible descubrir.

Los caminos del agua de Barakaldo pueden recorrerse en buena parte en bicicleta. Desde donde uno se encuentre, ya sea en Bilbao o cerca, puede dirigirse en metro a Gurutzeta/Cruces y desde allí enfilar al polideportivo de Gorostiza, muy cerca de allí hay paneles informativos y comienza la balización del PR BI-210 con líneas amarilla y blanca.

En ese lugar veremos también el amplio parque Tellaetxea, una pradera verde, enorme, con parte de arboleda, merenderos, y parrillas. El bidegorri y sendero rodea ese espacio verde por ambos lados.

El recorrido es ameno, lindo, arbolado, con robles de formas caprichosas. Iremos bordeando el primer pantano, el de Gorostiza, muy grande y con algunas playas pequeñas donde se puede pescar o simplemente sentarse a contemplar la mansedumbre característica del agua. Llegamos al simpático pueblo del Regato, Errekato, a la izquierda de la iglesia veremos un puente que cruza el pantano de Gorostiza. Vamos a caminar hacia el final del barrio, sin despreciar las nueces caídas de nogales sobre nuestra derecha. Vamos camino a Etxebarria, el segundo pantano.

Pasadas las primeras curvas se llega al barrio de Tellitu y encontramos un sendero a la izquierda perfectamente señalizado con balizas del PR. Continuamos por este sendero profuso de eucaliptos hasta llegar a un cruce donde tomaremos la opción de la izquierda. El senderito es de tierra y con algo de pendiente, vale la pena. El pantano de Etxebarria se asoma tímidamente entre el ramerío. En primer lugar veremos la pared de la presa y poco después diferentes vistas entre preciosos y añejos robles.  Durante el trayecto iremos divisando las laderas del monte Argalario.

Una vez realizado el descenso hasta las orillas del río Castaños, tras haber remontado el pantano, cruzamos un puente por la zona más alta. También está la opción de seguir un estrechísimo sendero por la misma orilla del pantano, que alcanza la zona del muro de contención. Se desciende por las laderas de Arroletza, Sasiburu y Apuko, hasta el barrio de Urkulo, donde existieron varios molinos que aprovechaban la fuerza del agua.

 

Anillo Verde de Bilbao

Es maravillosos poder vivir en una ciudad que ofrece todo lo que una gran metrópoli y, al mismo tiempo, permite, en media hora, internarse en bosque y montaña.

El Anillo o Cinturón Verde de Bilbao reúne senderos y caminos que circundan la ciudad y sumados son casi 100 km de caminos, aunque el contorno en sí, si uno optara por uno u otro sendero para dar una vuelta al Cinturón de Bilbao, sería de alrededor de 43 km.

Se puede acceder a este Anillo Verde desde distintos barrios de la ciudad. Un lugar común y sencillo para iniciarlo si uno aún no es muy familiar de las calles o barrios de Bilbo, es ir a Plaza Moyua y buscar la Alameda Rekalde. En Rekalde, caminando en dirección a la ría, al Museo Guggenheim, y al Puente La Salve, podremos encontrar en las veredas baldosas verdes que en un recuadro nos marca GR, Gran Recorrido, y la dirección de la ruta pedestre.

Si empezamos en Moyua y por Rekalde, vamos a cruzar el puente La Salve por la izquierda e iremos tomando esa dirección, sobre nuestra izquierda, para internarnos a cada paso en el bosque y subir al Monte Artxanda. Vamos a pasar un área de merenderos, el área Pikotamendi, luego la Calle Vía Vieja Lezama donde antes circulaba un tren que descarriló. Pasaremos por debajo de las vías del Funicular de Artxanda y si seguimos un par de kilómetros más por la estrada Mendiarte, llegaremos al Monte Avril.

Antes hay otra posibilidad de bajar hacia Bilbao por un camino con señalética antigua, sólo un cartelito que dice Bilbao sobre fondo celeste. Este camino nos lleva a un sinfín de escaleras -sin marcas roja y blanca- que desembocarán en el Polvorín, el Parque Etxeberria donde está la chimenea.

Siempre iremos encontrando señalética, carteles de madera, paneles informativos y marcas roja y blanca de GR. En este caso es el GR 228. Cerca del Monte Avril el Anillo coincide con el Camino de Santiago (la ruta de los Zamudianos), cerca de un área recreativa llamada Iturritxualde, donde por supuesto hay una fuente: iturri. Hay unas cuantas durante el recorrido completo. Se puede ir reponiendo agua.

Tanto en Artxanda como en el Monte Avril podemos apreciar las vistas o descansar en los merenderos. Desde el Monte Avril continuaremos en dirección a las antenas del Ganguren, las veremos adelante, cruzaremos la carretera en el Municipio de Galdakao y por allí, un camino de tierra asciende sobre nuestra izquierda hacia la cima del Ganguren de 474m. Cuando estemos cerca de las antenas debemos prestar atención ya que el sendero a la cima va por nuestra derecha. Lo seguimos hasta las antenas. Volvemos al camino de tierra que hemos abandonado y que va paralelo al asfalto y llegamos a una mesa informativa.

Más adelante, 6.5 km hay un vivero, más merenderos, dos frontones, y siempre información, marca roja y blanca, y flechas. Podemos ascender a la cima del Kuskuburu de 414 m. Veremos más restos de túneles y bunkers, o bien podemos bajar hacia Bolueta por la carretera Santa Marina, dirección Buia. Hay un camino rural y más adelante veremos el hospital. Pasaremos Azkarabidea, algunos caseríos y a 2 km habremos llegado al barrio bilbaíno de  Otxarkoaga.

Siempre podemos seguir las marcas roja y blanca.

El Anillo Verde lo podemos iniciar en el centro, en Moyua, pero también en Otxarkoaga, en Bolueta, en el Parque Europa, en el Barrio La Peña o el Barrio Buia ya que, entre parque y merendero, ladera y colina, verdor y verdor, va enlazando estos rincones del Gran Bilbao. Cruza la Ría y pasa por debajo de antiguos túneles ferroviarios.

Los barrios que recorre este Anillo o Cinturón Verde y desde donde puede engancharse son: Artxanda, Arbolantxa, Otxarkoaga, Bolueta, La Peña, Buia, Arraiz, Altamira, Zorrotza, Olabeaga, Deusto, Ibarrekolanda o Arangoiti. La ruta pasa también por cimas como Avril, Pagasarri, Ganeta, Arraiz y Kobetamendi.

Gorbea por Itxina desde Urigoiti (Orozko)

Un recorrido interesante y bello.

Suele ser un problema de todo caminante agreste y salvaje, llegar a los puntos de inicio de las travesías. En todos los casos. Muchas veces me encuentro con que demoro más haciendo combinaciones en transporte público para iniciar un recorrido que en el recorrido en sí, y eso de tener que tomar varios transportes y hacer conexiones y bajarse de uno para esperar otro, es más engorroso y cansador que caminar con la mochila al hombro que en realidad es lo más emocionante.

Tal es así que había dejado esperar este recorrido desde Itxina hacia Gorbea hasta que se dio la oportunidad de contar con alguien con vehículo y acceder desde Urigoiti, un barrio de Orozko pasando el barrio de Ibarra. De no tener vehículo, habrá que hacer dedo hasta allí. Se puede tomar autobús de Bizkaibus desde Bilbo (Bailén) hasta Orozko, un par de buses llegan aún a Ibarra. El sendero se puede arrancar desde Ibarra. En nuestro caso vamos hasta Urigoiti y de ahí, ¡largamos!

El Macizo de Itxina (571 ha) es un magnífico ejemplo de formación kárstica, fenómeno geológico muy presente en la orografía y paisaje de las montañas vascas. En las calizas, con alto contenido en carbonato cálcico, el agua de la lluvia a través de millones de años ha ido disolviendo la roca, que a pesar de su solidez y dureza, es también soluble si se la somete a la acción del agua por un tiempo prolongado. Así, la lluvia va produciendo desgaste y hendiduras cada vez más profundas en la piedra. Se desliza por los surcos dejados por erosiones anteriores, busca su cauce y va agrietando el macizo tanto en superficie como en su interior, abriendo innumerables conductos subterráneos. Los más antiguos de éstos son cuevas por las que ya no circula el agua que busca sustratos más profundos.
Itxina es una meseta rocosa que se alza del entorno, con los bordes formando una cresta circundan el interior cóncavo. La peña más alta de la cresta es Lekanda (1.302 m), en el lado oriental; al sur destacan Altipitatz y Arteta, y al norte Aizkorrigane. A los pies de ésta, por el exterior, se alza un prieto grupo de afilados picachos, los Atxas («haitza» = peña).
En esta caminata hacia Gorbea por Itxina desde Urigoiti, entraremos por el lado nororiental del karst y accederemos a través del «ojo de Atxulaur», utilizado desde siempre por pastores y leñadores.

Desde el estacionamiento que se encuentra a pocos kilómetros del barrio de Urigoiti empezamos a caminar en dirección al macizo. Hay que pasar un paso canadiense y más adelante alguna tranquera y alambrado; a continuación veremos un depósito de agua. El caminito parece bajar pero enseguida recupera pasos arriba. Entramos a un hayedo, luego a un pinar, y desembocamos en unas campas salpicadas de encinas, esta área se llama Aldabide y está muy cerca de las Atxas, picachos de roca cual asimétricas cúpulas catedrálicas. Un poco más adelante volveremos a encontrar hayas y una fuente. Cargamos agua y seguimos caminando por el sendero con la pared izquierda del macizo escoltando nuestro hombro derecho. No hay pierde, siempre recto por el bosque hasta ver el Ojo de Atxulaur. Allí viramos bruscamente al oeste, nuestra derecha, para trepar al Ojo (1100 m). Las vistas del Ojo son providenciales. El Ojo vigía de todo el duranguesado envuelto en bruma.

Vale la pena dar algunos pasos en derredor de este punto y descansar un rato. Lo hice en invierno y todos los alrededores estaban con un paño de nieve, salpicada de hojas secas y rojas y algunas ramas. Mágico.

Retomando el camino, desde el Ojo, bajamos a una sima, este día con nieve, la cruzamos casi en dirección recta y retomamos el sendero, hay algunas marcas y algunas pircas, hitos de piedra. El sendero nos acercará a un punto donde las flechas indican las direcciones posibles.

Elegimos visitar la cueva de Supelegor, una de las 500 cuevas que existen en las entrañas de Itxina y una de las moradas de la diosa Mari en sus visitas al caprichoso reino del Gorbea. Para ir a Supelegor, desde el indicado desvío, hay que meterse otra vez a bajar por una sima con ramas y hojas rojas que salpican la nieve, enterrándonos a veces. Luego se sube un poquito y se pasa por el túnel. No hay sendero, pero hay algunas pisadas y algunos hitos de piedra. Es un laberinto kárstico y es fácil perderse. Prestar atención.

Luego de visitar las cuevas volvemos a subir al camino y a retomar hacia Kargaleku, y en poco tiempo volveremos a perder la senda cierta y estaremos completamente sumergidos en lo que se conoce como el «perdedero de Itxina». Hay que tratar de ir buscando las pircas. La única pauta certera que tendremos en algún momento para garantizar que vamos bien es una casita en el medio de una campa: la chabola del pastor. Esta choza solitaria nos querrá decir que estamos bien y que podemos seguir andando hacia el Gorbea.

Por Kargaleku -lugar de carga, ya que allí cargaban nieve- llegaremos a las anchas campas de Arraba. Allí está el cálido refugio. He pernoctado varias veces y es super acogedor y lindo. Elijo descansar allí durante el invierno, cuando los días son cortos y el exterior tiene una capa de un metro de nieve. A la mañana siguiente ascenderé una vez más al mítico Gorbea. En invierno, usar crampones.

El regreso puede hacerse desde Pagomakurre hacia Areatza, vía normal que se utiliza para subir el Gorbea desde Bilbao En Areatza podemos tomar el Bizkaibus, o bien, como en nuestro caso, también desde Pagomakurre por el camino que sale al noroeste (NO), directo hacia Urigoiti donde dejamos el vehículo en el estacionamiento. No tiene pierde.

Otra tentadora opción, más emocionante y aventurada es ir por el paso de Lekanda.

Subir el Gorbea desde Bilbao por Pagasarri y el Cinturón de Hierro

Y si el Pagasarri es el más popular de Bilbao, el Gorbea es sin duda el más emblemático de Araba y Bizkaia a quienes sirve de delimitación natural. Esta vez porpongo una trepada atípica y bien aventurada para estos cerros suburbanos: subir el Gorbea desde Bilbao a través del Pagasarri y transitando el Cinturón de Hierro. No es común que las gentes de estos lares haga esta travesía en dos días. Normalmente van por un día a un cerro y otro día visitan el otro. Pero…

…si en lugar de subir y bajar de Pagasarri y Ganekogorta ya sea pegando la vuelta o por Laudio (Llodio) y en tren, decidimos tomar el Cinturón de Hierro, podemos ir cresteando esas acorazadas cumbres vascas y luego desde Arakaldo montarnos el Untuzeta, pernoctar en una tienda, y hacer cumbre en Gorbea al día siguiente tras pasar por Pagomakurre.

Primer día.-

Ver esta entrada para llegar hasta el vértice geodésico de Ganekogorta y bajar por la cuesta empinada hasta el plano con sombra y flechas de señalización.

Aquí en el plano una de las flechas nos marcará Goikogane. La dirección era antes visible y evidente desde la cumbre del Ganeko. Casi sin desviarnos, derecho y sobre las crestas, sube y baja.

Ascenderemos a Kamaraka (800), luego descendemos algunos metros por la colina la colina y ascenso a Mugarriluze (731), vuelta a bajar y subida al Goikogane (702). Por estas cumbres, que son parte del cordel fronterizo entre Araba y Bizkaia, pertenencientes al macizo Ganekogorta, encontraremos paneles informativos acerca de lo que significó el Cinturón de Hierro, defensa de Bilbao contra el franquismo. Hay trincheras, búnkers, nidos de ametralladoras,  y por supuesto flamea eternamente la ikurriña.

Si hemos decidido hacer el Cinturón de Hierro para continuar nuestra travesía hacia Gorbea, bajaremos hacia Arakaldo. En este pequeño poblado bizkaíno hay una estación de RENFE, una gasolinera, un supermercado, y una fuente. Muy importante cargar agua antes de continuar. Se viene la fuerte subida al Untzueta

Nos dirigimos a la estación de RENFE de Arakaldo, cruzamos el puente para franquear el río y seguimos por una carretera a nuestra derecha para cruzar la autopista A-68. En la primera calle de la urbanización empezamos a subir hacia nuestra derecha. En 5 km vamos a sortear un desnivel de 500 metros. La subida es dura y hay que prestar atención y no confundirnos y perder la buena senda ya que hay mucho cruce de otros caminos. Debemos alcanzar las antenas y desde allí bajar por la otra ladera opuesta del cerro. Al principio nos parecerá poco transitable pero  luego de unos contados pasos irá abriéndose el sendero y ya no es tan complicado. Empezamos entonces a buscar un lugar para acampar cerca de algún arroyo que por aquí suelen aparecer y el agua es buena. Por aquí entonces pasaremos nuestra primera noche. Vale la pena, es solitario y tranquilo.

Segundo día.-

Retomamos el sendero sobre nuestro frente y, al cabo nada más de uno o dos kilómetros, se nos pone un poco lioso. Aparecen muchos cruces de caminos. Vamos a ver que el más ancho está justo enfrente nuestro, que parece evidente, pero no, ¡ojo! ¡ese no es! Tenemos que abandonarlo y tomar un sendero que sube por el bosque. Debemos encontrar, muy pronto, marcas amarillas y blancas en los árboles. Seguimos estas marcas y seguimos subiendo hasta el Arrugaeta y luego, por un sendero un poco más definido y claro, llegaremos al Garaigorta. Luego debemos bajar por terreno incómodo de piedras y poco después por un camino más cómodo que desemboca en la carretera Orozko-Areatza. Cruzamos la carretera y buscamos el cartel que indica Pagomakurre 5.7 km. Sin desviarnos del sendero nos llevará directamente a Larrander (Mendigana), cruzamos un bosque y llegaremos a otra carretera, un parking, y una fuente.

Desde este parking continuaremos por un camino hipersencillo y transitado hacia Gorbea.

Iremos siguiendo la señalizaciópn por Arraba y luego de las campas de Arraba hacia Egiriñao.

En Gorbea arremetemos el ascenso a la cumbre, 1481 a 1482 metros, muga entre las provincias de Araba y Bizkaia. Su nombre, Gorbea, se ha documentado como Gorbeya y transliterado a Gorbeia, puede significar «altibajo» pero no hay acuerdo entre los linguísticas y estudiosos acerca del significado definitivo del nombre. En invierno y aún no tan invierno, la cima suele estar cubierta de un manto de nieve.

Video de diciembre de 2017. Salida desde la plaza de Areatza hacia Pagomakurre donde comienza el paisaje completamente nevado. 80 centímetros de nieve en Arraba y Metro y medio en Gorbea. Temperaturas: -7 a -2

La amplitud que ofrece es plena e impresionante. Es una cumbre amable y bonachona, muy fácil de subir y sin embargo, emblemática; allí está la tradicional y alta torre con cruz y una virgencita de Begoña en el medio. Helada la mayor parte del año.

Antes de subir a Gorbea vale la pena deleitarse en el hayedo, en todas las estaciones es una preciosura.

Cerca de Arraba y de Egiriñao hay una par de refugios donde relajarse un rato o pasar la noche si es necesario.

Para volver desde Gorbea se puede volver sobre nuestros pasos hacia el parking de Pagomakurre y cruzar el bosque siguiendo las marcas amarillas y blancas hasta Areatza desde donde se puede tomar un Bizkaibus para regresar a Bilbo.

Otra opción para llegar a Gorbea es a través del macizo kárstiko de Itxina, fascinante, por el ojo de Atxulaur y vistando las cuevas de Supelegor, partiendo desde Orozko-Ibarra-Urigoiti y que reservo para otra entrada.  He visitado el Gorbea desde Bilbao por diferentes caminos posibles y en todas las estaciones. Cruzar el macizo de Itxina es uno de mis favoritos por el salvaje sabor a aventura.

Pagasarri-Ganekogorta desde Bilbao

El Pagasarri es la montaña más popular de Bilbao. Así como en otros parajes y ciudades del mundo, los amantes de la caminata salen a dar sus pasos y hacer un poco de ejercicio por las costas de los ríos, malecones, o carreteras panorámicas, en el País Vasco la gente va al «monte» y en Bilbao, al Pagasarri.

Se puede subir al Pagasarri desde varios puntos de la ciudad, además, esta montaña es parte del itinerario del Anillo Verde o Cinturón Verde de Bilbao.

Etimológicamente el nombre Pagasarri proviene de «paga» o «pagoa» que significa «haya» y «sarri» que quiere decir «tupido». Actualmente el Pagasarri, si bien cuenta con un bosque nada despreciable sobre todo en el acceso por el Zaharra bidea o Camino viejo, ha padece una notable devastación por las necesidades de la industria siderurgia y naval y por la necesidad del hombre para calefaccionar los hogares o cocinar con leña, y también por incendios. Desde hace varios años se está recuperando y protegiendo el bosque de toda el área.

El Pagasarri tiene 670 metros de altura y está dentro del macizo del Ganekogorta que es la cumbre que se impone elevándose a los mil metros, altiva, y con el recorte peculiar ondulado de su contorno que la hacen fácilmente identificable desde cualquier otra cima.

Para subir al Pagasarri desde Bilbao uno puede acercarse a la Plaza Zabalburu o bien, si se arranca desde el Casco Viejo, cruzar el Puente de La Merced y encarar por calle Hernani hasta calle San Francisco, a la derecha, y luego de cruzar las vías, a la izquierda por Avenida Juan de Garay. Arrancando desde cualquier lugar de la ciudad hay que buscar esta avenida, Juan de Garay; luego conectar con la Avenida San Adrián y cuando se llega a un edificio contundente de Iberdrola, dirigirse hacia él y rodearlo. A partir de aquí estaremos o por Larraskitu bidea o bien ya en el Pagasarribidea. Bidea significa «el camino». ¡Allá vamos!

Hay varias opciones pero como me dijo una vez en una de mis visitas al Pagasarri un veterano «mendizale» (amante del monte o montaña), siempre que subas es que vas bien. Buena parte de esta subida es por camino asfaltado, luego se entra al bosque por un paso canadiense, pero luego se vuelve a salir y otra vez a entrar. Apenas empezamos el ascenso veremos un desvío y la ermita de San Roke. Hay algunas flechas con indicaciones y en un punto el camino se divide en tres. Mi elección favorita es el zaharra bidea, el viejo camino, es más empinado, pero de tierra y por el medio del bosque. Mucho más bonito. Se llega en un periquete a la campa verde donde hay merenderos y una proveeduría y bar abierto sólo en verano y fines de semana y con mala onda. No recomendable.

Es interesante -y necesario- visitar la fuente del Tarin. Así que tras llegar y luego de descansar un poco y apreciar las vistas, doblar sobre nuestra derecha hasta la fuente. Antes de llegar a la fuente hay una profunda nevera donde antiguamente (siglo XVII) se almacenaba la nieve fresca. La compactaban pisándola y la mantenían cubierta de hierbas o helechos para comercializarla durante los meses cálidos. Dejando la nevera atrás, a pocos pasos más está la fuente del Tarin. Imprescindible cargar agua.

Hasta aquí el Pagasarri al que se puede subir también por otros caminos como por ejemplo desde Santutxo, mi barrio actual, por el Cinturón Verde de Bilbao yendo por el Barrio La Peña y luego el Barrio Buia con constante y clara balización de GR. Pondré el Cinturón Verde en otro post.

Personalmente lo que más me gusta de subir al Pagasarri no es el Pagasarri en sí sino continuar hacia Ganekogorta. Para mí lo mejor es llegar al vértice geodésico del Ganeko. Para esto no es necesario volver atrás hacia las campas de Pagasarri sino que, desde la fuente se puede ir sobre nuestra izquierda y cruzar una tranquera o paso canadiense y enganchar con otro sendero que está frente a nosotros y que sube sobre nuestra derecha. Es boscoso un momento y luego es de roca, algo de hierba y sin sombra.

Debemos pasar por el lauburu de Anselmo. Allí murió este señor mayor que durante toda su vida subió al Pagasarri y al Ganeko, casi a diario. Solía ir con un amigo, así como comentaba al inicio del post, como quien hace su recorrido por la orilla del río o el malecón. Una mañana subiendo hacia el Ganeko le comentó a su amigo que ya se sentía cansado y que elegía quedarse allí, así que se dejó caer sobre las piedras. En ese exacto lugar las vistas son maravillosas, todas las cadenas montañosas de los alrededores parecen iluminadas de un aura azul.

Saludamos a Anselmo y continuamos. Es una subida de casi una hora. En invierno suele haber nieve. Aldapan gora, cuesta arriba. Parece que ya llegamos, pero no. El primer amague de cumbre es engañoso, aún falta un poco más. Primero pasamos por una pirca grande, unos minutos más, y estaremos en el vértice geodésico de Ganekogorta. Las vistas son maravillosas y la campa amplia de la cumbre, el lugar ideal para un hamaiketako (picnic).


Llegados a la cima del Ganeko podemos volver sobre nuestros pasos o bajar a pocos metros de la cumbre sobre nuestra izquierda. Es una bajada empinada que nos llevará hasta un plano con sombra donde hay señalética, si viramos a la izquierda volveremos al Pagasarri por otro sendero bien marcado, y a 500 metros nada más de esa sombra y señalética, encontraremos una fuente.
Otra opción es continuar bajando hacia Laudio (Llodio). Nos llevará unas dos horas más. Antes de llegar a Laudio hay una bifurcación. Ambas direcciones nos llevan a la ciudad, una por asfalto y zona urbana y la otra por un bosque con sendero balizado y muy bonito. Los dos cubren una distancia de 4 km. Por supuesto elijo el bosque, el más agreste y salvaje.


Ya en Laudio podemos tomar el tren de RENFE y regresar a Bilbo en tren.
Toda la excursión, hasta aquí, nos llevará con hamaiketako, paradas incluidas, y viaje en tren, unas 7 a 8 horas. La peor parte, para mí, es caminar por la ciudad Juan de Garay, San Adrián… hasta al fin estar en Pagasarribidea. Son 45 minutos de avenida y tráfico y es pesado hasta dejar atrás la civilización. Luego, vive la nature!
Una alternativa más es, a partir del Ganeko y la bajada empinada, transitar el Cinturón de Hierro y en lugar de bajar a Laudio, bajar a Arakaldo para, o bien regresar desde allí a Bilbo, o seguir caminando un día más hasta el Gorbea, genial elección con sabor a aventura. Lo dejo para otra entrada.