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Lugares de Siberia: Ulan Udé, décima parada de nuestro tren

Pensar en lugares de Siberia, remitirá a nuestra imaginación la postal de una estepa blanca y desolada. Esa era también mi idea antes de llegar aquí.

Nada más gracioso que abrigarme de buzo y campera de corderito antes de bajar del tren en Ulan Udé para chocarme en la multitud con mongoles de pantalón corto y ojotas. Y yo… sudando la gota gorda.

Ulan Udé, uno de los lugares de Siberia más exóticos

Apenas bajar del tren y que nuestra mirada se encuentre solamente con ojos rasgados y pómulos salientes nos parará ante una disyuntiva: estamos en Rusia?

Los pobladores de Ulan Udé son de la etnia buriata. Estamos en la República Buriata perteneciente a la Federación Rusa.

Los buriatos, a simple vista, parecen mongoles, sin embargo el sentimiento ruso e incluso soviético en esta zona se acentúa. Su nacionalismo se evidencia en los símbolos de las calles y los nombres de las avenidas al igual que en cada minuto de conversación que entablamos con ellos.

Son tan rusos como no dejan de ser buriatos. Hablan los dos idiomas cotidianamente. Existen los periódicos y los programas de radio y tv tanto en ruso como en buriato y también las bibliotecas tienen tantos volúmenes en una lengua como en la otra.

El sentimiento cosmopolita de los rusos todos es tan amplio y generoso como enorme es todo lo que construyen. Sin embargo, el viajero occidental que llega hasta estos lugares de Siberia, en algún momento tendrá la sensación de estar en otro lado.

El trayecto a Ulan Udé, uno de los más bellos

Este tramo del Transiberiano es uno de los más bonitos. Tiene que hacerse en un tren diurno. Es un paseo, una excursión por la costa del Baikal y una visita a los pueblos de interior y soberbios lugares de Siberia.

Saliendo de Irkutsk en la mañana, antes del mediodía, tendremos tiempo y luz para no cansarnos de observar el paisaje por las ventanillas.

Primero veremos el lago Baikal. Temprano en la mañana suele estar cubierto de bruma y resplandor. Una se desespera al no poder sacar en una foto la línea del horizonte. El lago y el cielo se muestran como una masa fofa y celeste tirando a gris. Los árboles se burlan de esa monotonía desplegando sin vergüenza las ramas amarillas y rojas.

Más adelante y a medida que sube el sol, el lago se despeja y brilla en toda su profundidad azul. No podemos dejar de mirar. La costa con bahías y penínsulas delgadas, las auténticas casas de las pequeñas ciudades de Siberia interior.

Cuando creíste que ya lo habías visto todo y que era hora de leer un rato en el tren, por la ventana opuesta, aparecen las montañas.

Los montes Jamar Daban se imponen recortando el cielo en agudos picos.

El arrullo de las olas del lago queda atrás; y más aldeas, más árboles amarillos. Y naranjas. Y rojos.

Donde alojarse en Ulan Udé?

Nos alojamos en el hotel Orda. Es un hotel bonito y accesible hacia y desde el centro de la ciudad. También está cerca de la estación. Incluye desayuno y la ecuación calidad/precio da buen resultado.

El personal de Orda es buriato y mongol. Son personas muy amables, Erdzena, Galia, Svieta. Además tienen un restaurante con platos tradicionales y la decoración del edificio es casi como recorrer un museo mongol.

Qué ver en la ciudad y un poco más allá

La ciudad de Ulan Udé es uno de los lugares de Siberia que merece una visita por su idoneidad exclusiva. El centro, por ejemplo, posee la escultura de la cabeza de Lenin más grande que existe. La vida ciudadana gira alrededor.

El centro es luminoso, amplias aceras y plazas llenas de flores y fuentes.

Hay edificios sólidos clásicos, soviéticos y modernos.

Visitams la catedral, los teatros y los parques y luego nos alejamos un poco más allá para recorrer el datsan.

El datsan Ivolginsk, Ulan Udé

Visitar un datsan o varios de ellos constituyen lugares de Siberia escenciale durante un viaje a esta región.

El datsan Ivolginsk es un templo o mejor dicho, una serie de templos, que fueron construidos por Stalin en agradecimiento a los buriatos que combatieron al fascismo durante la Gran Guerra Patria.

Para llegar al datsan se sale desde la plaza Pioner. A esta plaza donde hay un mercado se puede ir a pie desde el centro o bien en la combi número 30. Los chóferes son muy amables y lo explican todo. En ruso.

Desde Pioner tomamos el minibús 130 hasta una ciudad sin encanto que se llama Ivolgi. El minibús nos deja en la ruta. Hasta aquí cuesta 58 rublos.

Luego se puede seguir a pie o tomar otro minibús por 30 rublos que va directo al datsan.

La recorrida de los templos se hace en sentido de las agujas del reloj. Vamos haciendo girar los rodillos de oración y entrando en los edificios coloridos habitados por Budas de diferentes tamaños, Ganesh y otras personificaciones.

La mayoría de los visitantes son fieles budistas y es importante respetar sus rezos y rituales tal como no dar la espalda a los altares.

En esta datsan durante setenta años estuvo enterrado un lama cuyo cuerpo, al ser exhumado, estaba en posición buda y en perfecto estado. Su cabello sigue creciendo desde hace más de un siglo.

Nuestra parada número nueve y con yapa de 10: Irkutsk y el lago Baikal

Visitar el lago Baikal es el destino soñado de cualquier viajero. Baikal se presenta en nuestro imaginario como una inmensidad tan lejana que resulta inabordable. Sin embargo allá fuimos y llegamos y, como si fuera poco, bebimos de sus aguas, benditas para los lugareños, cominos de sus peces y nos mojamos los pies.

Irkutsk, la popular ciudad base para llegar al Baikal

Irkutsk es una de las ciudades más grandes de las que se encuentran cerca del Baikal. Además es una ciudad interesante con parques llenos de fuente y flores, varias iglesias y catedrales muy coloridas y con más flores y una ciudad que conserva gran cantidad de casas de madera típicas de Siberia como las que apreciamos en Tomsk

En Irkutsk hay un mercado colorido, variado. Ocupa varios pabellones y es interesante hacerle una visita.

También hay varios museos regionales y casas museos sobre todo de las acaudaladas familias de la oligarquía decembrista. Los decembristas tuvieron influencia en esta zona de Siberia que era núcleo del comercio de pieles, sedas y piedras preciosas.

Primer tramo hacia el lago Baikal: llegar a Irkutsk

Para viajar hasta Irkutsk en el Transiberiano nos subimos al tren Rossya, el que hace todo el viaje de casi una semana, de un tirón y sin adelantos ni demoras en Taiga.

El tren Rossya ni circula todos los días. Es un tren larguísimo, aunque todos lo son. Un tren muy tradicional y donde la organización que predomina en todos los servicios rusos, es preponderante y se hace notar.

Los baños están siempre limpios, siempre hay papel. Hay duchas (en otros de largo recorrido también).

Los compartimentos de platskart también están limpios y en orden y las provodnitsas son solícitas y amables como si no les resultara pesado un trabajo de tantos días, tanta atención y tanta responsabilidad. Hacen todo sin perder ni la sonrisa ni la elegancia.

El viaje desde Taiga dura 36 horas. Llevamos comida para preparar, galletas y varias cosas más. En los trenes venden, todo el tiempo, hay vagón restaurante y en las estaciones también hay vendedores del lugar.

Al ser tantas horas de viaje, el compartimento y los compartimentos vecinos, se vuelven familiares y no se tarda en entablar charla con los compañeros de viaje y compartir la comida o el mate.

En este tramo del viaje, hasta Krasnoyark, conocimos a Valery y Aynabek que es de la República Saja, una de las repúblicas que conforman la Federación Rusa. Les enseñamos a tomar mate. Valery nos recitó poemas de Enecin y Aynabek nos convidó tarta de manzana, deliciosa y casera, hecha por su esposa.

Más adelante y cuando Aynabek y Valery partieron, continuamos el viaje con un joven de Uzbekistán.

Llegamos a Irkutsk de noche y para movilizarnos desde la estación al centro de la ciudad tomamos el tranvía.

Desde la estación de trenes de Irkutsk se puede ir al centro y viceversa, con los tranvías 1, 3 y 4a.

Segundo tramo, desde la estación de autobuses de Irkutsk a Listvianka

La estación de autobuses de Irkutsk no está lejos del centro. Se puede ir caminando y de paso ir visitando algo de la ciudad.

El mercado central, por ejemplo, nos queda de paso. Las casas museo Trubetskoy y Volkonsky y la Catedral de Bogoyavlensky, también.

Al llegar a la estación de buses compramos los boletos hacia Listvianka que es el poblado más cercano a Irkutsk sobre la costa del Lago Baikal. Como el transporte lo hacen unos minibuses pequeños y con butacas numeradas, a veces ya no hay y habrá que esperar al siguiente. Se puede comprar el día antes si ya estamos en Irkutsk o esperar un poco mientras recorremos lo antes mencionado.

Los minibuses a Listvianka salen cada hora, lo mismo de regreso. Son 70 kilómetros de distancia y demoran 1 hora con 22 minutos.

El viaje se hace por una carretera asfaltada bordeada de colinas con bosques de biriozas, un árbol cuyas hojas livianas cambian de color muchas veces según las estaciones y no todos los árboles se destiñen al mismo tiempo por lo que el paisaje es de paleta de pintor. Precioso!

Entre las biriozas de hojas livianas, los yolkis erectos mantienen el marco verde del bosque. Los yolkis, yolki-polki, son los pinos tipo abetos. Su dureza y su color contrasta con la marea de biriozas.

Este espectáculo en otoño se repite sin aburrir nunca a lo largo de los trayectos en tren.

El lago Baikal, el más.

El lago Baikal, con sus 1700 metros de profundidad, es el más profundo del mundo. Es el más transparente, con una visión de más de 50 metros desde la superficie y es el más anciano del planeta con treinta millones de años.

Entre los pobladores de la región, Baikal es sagrado. Lo consideran una entidad viva y la realidad no está lejos de esta idea si consideramos que el lago Baikal es el único que aumenta de tamaño y volumen con el tiempo, a diferencia de todos los demás lagos que van menguando año tras años.

La lógica indicaría entonces que con un poco de paciencia, Baikal se convertirá algún día en el lago más grande.

Paseos por el Baikal

Una vez que lleguemos a Listvianka es conveniente sacar el pasaje para regresar antes de hacer el paseo.

Hay varias caminatas para hacer por los alrededores. Sin embargo al haber llegado hasta allí, lo que más desearemos será estar en contacto con las generosas aguas del lago.

Se ofrecen salidas en barco desde 500 rublos los 40 minutos. Hay salidas más largas hasta la Isla de Ojon y otras hasta la llamada Piedra del Chamán.

También es casi obligatorio recorrer los puestos de venta de pescado ahumado. Observar cómo se efectúa el proceso que es sólo de ahumado sin ningún otro tipo de cocción y, por supuesto, probar un ómul que es el más típico y pariente del salmón.

Se trata de un pez saludable cuya carne ahumada tiene y conserva propiedades impensadas para el ser humano.

Otro paseo que se puede hacer es caminar por un angosto malecón siguiendo durante algunos kilómetros las orillas pedregosas y azules, o bien sentarnos sencillamente en un recodo de sus playas, probar el agua fresca y potable y hasta darnos un baño fresco y reconfortante que nunca olvidaremos.

La Reserva de Urdaibai, las playas de Laida y Laga y Elantxobe

La reserva de Urdaibai conforma un paisaje cambiante y bello que sorprende por su transformación constante en el transcurso del día y en las distintas estaciones del año. Esta reserva está ubicada en el estuario del río Oka que nace en el monte Oiz y desemboca cerca de Mundaka en forma de ría. Llegando a su final y afectado por las mareas, el Oka forma marismas irregulares e increíbles que son una fiesta para aves que no puedeb verse en ninguna parte de la Península Ibérica. Además los arenales limpios y dorados y el turquesa verdoso de las aguas, constituyen un paraíso para pasar un día de playa en Laida.

Más adelante de Laida y ya sobre la costa marina está la playa de Laga flanqueada por el emblemático peñón de Ogoño.

La reserva de Urdaibai puede recorrerse caminando, tomando el GR (Gran Recorrido 98)  Este GR es un sendero circular cuya marca son tres líneas amarilla-roja-blanca. Se conoce como la Vuelta de Urdaibai, no tiene dificultad y suma unos 115 kilómetros.
Este sendero puede comenzarse en Gernika. Afortunadamente pasa también por Errigoiti donde vivo actualmente.
También se puede llegar a distintos puntos de Urdaibai en autobús desde Gernika. En verano hay un Bizkaibus que recorre todos los pueblos y playas cada media hora. Los autobuses van por las playas de Laia y Laga y siguen hasta Ibarrangelu y Elantxobe.

Elantxobe también merece una visita. Al encontrarse encumbrado en las laderas de la montaña ofrece hermosas vistas del Cantábrico. Además, es un pueblo que conserva su postal auténtica. Merece la pena bajar del Bizkaibus por aquí y dejarse llevar por los callejones y escaleras que suben y bajan de manera despareja y misteriosa.

 

Parada octava: Tomsk, la más habitada de las ciudades de Siberia

Tomsk es una de las ciudades e Siberia más habitada. Esta ciudad no está sobre la vía principal del Transiberiano, sin embargo, vale la pena tomarse un día para pasar a visitarla.

Cómo llegar y salir de Tomsk

Las principales ciudades de Siberia se caracterizan por una amalgama de intenso crecimiento moderno y la conservación de lo tradicional y lo antiguo. Muchas de ellas como Tomsk, se ocupan de mantener y resaltar la arquitectura típica.

Para llegar a Tomsk, desde Novosibirsk, podemos tomar un tren hasta la estación Tomsk 1 (también hay Tomsk 2 pero es más fácil movilizarse al centro desde la 1) o un autobús. Se demoran casi 5 horas para llegar. Trenes en esta dirección no abundan, autobuses hay con mayor frecuencia. Lo mismo ocurrirá cuando queramos salir de Tomsk hacia Taiga para retomar la ruta Transiberiana. Como consejo para movilizarnos entre estas ciudades de Siberia digamos que, los autobuses y sus billetes se consiguen junto a las estaciones de trenes.

Vale la pena también averiguar los precios. Suele haber gran diferencia entre un tren de larga distancia y un elektrichka. Para salir de Tomsk, por ejemplo, el elektrichka cuesta 100 rublos hasta Taiga y el de larga distancia, 600.Una vez lleguemos a la estación de Tomsk, en el medio que sea, podemos tomar un autobús hasta el centro. Hay varios que van, entre ellos el 510 y el 26 pero hay que asegurarse el recorrido porque cada línea tiene trayectos alternativos.

Dónde alojarse en Tomsk

Tomsk es una de las ciudades de Siberia construida a la vera de un río, en este caso el río Tom, y sobre un terreno de barrancos suaves. Esto hace que la ciudad tenga algunos leves desniveles que le otorgan aún más encanto aunque a la hora de recorrer a pie, es conveniente disponer de un alojamiento en el centro.

Nosotros estuvimos en un departamento muy acogedor pegado al estanque, sobre la calle Pushkina número 22.El lugar lo regentea Ali, un joven georgiano azerbaiyaní y ruso. Una persona maravillosa.

Los departamentos que tiene están de punta en blanco y con puntillas de encaje. Limpio, cuidado, bien ubicado y barato.Alí habla varios idiomas y está atento a todo lo que el viajero pueda necesitar, incluso nos trasladó, gratuitamente, a la estación, en un auto tan confortable que contaba con calefacción en el espaldar del asiento. Cuando quisimos pagarle no quiso tomar el dinero.

Qué ver en Tomsk

Las casas de madera se ocultan en las callejuelas paralelas a la Avenida Lenina. Tan sólo al caminar y dejar que nuestros pasos nos lleven, en cuanto nos alejamos del mundanal ruido de las avenidas, estaremos rodeados de estas casas de cuentos.

De todas maneras caminaremos por Ulitsa Lenina. En el transcurso veremos la Catedral, el Teatro, la Filarmónica y los enormes edificios administrativos del estado.

Tomsk posee el edificio universitario más destacable de las ciudades de Siberia. Es un edificio llamativo de estilo clásico con monumentales columnas. En uno de sus extremos está el jardín botánico con numerosas especies siberianas.

Las flores abundan por doquier. Alrededor de la Iglesia Voznesenskaya es un verdadero vergel. Estamos promediando septiembre y el otoño de Tomsk no se da por aludido.

Al igual que en todas las ciudades de Siberia nos encontraremos con la Plaza Lenin y con su figura monumental alrededor de la cual gira la vida de los lugareños.

En Tomsk existen algunos museos para visitar, histórico, regional, de arte y de la Gran Guerra Patria.

Para relajarnos y terminar la tarde de la mejor forma, nos acompaña el río Tom. A lo largo de su malecón ver la caída del sol es una delicia.

Séptima parada en el tren Transiberiano: Novosibirsk

La ciudad de Novosibirsk es un imprescindible durante el tren Transiberiano.
Novosibirsk es la tercera ciudad de Rusia por número de habitantes y si ya de por sí en Rusia todo es grande, en Novosibirsk es gigante. Como ejemplo basta citar que aquí, nos encontraremos con un teatro que supera al Bolshoi de Moscú y que, al río Obi que bordea esta metrópoli, lo atraviesa el puente más largo del mundo.

Cómo llegar a Novosibirsk haciendo el tren Transiberiano

Para llegar a Novosibirsk desde Tiumen, tomamos un tren nocturno. Viajaremos en este tren desde pasada la medianoche y todo el día siguiente hasta las seis de la tarde.
Llevamos comida deshidratada que podemos preparar con el agua hirviente del samovar, galletas y pan. Si no fuera suficiente, en el tren venden comida y en algunas paradas largas del tren Transiberiano, como en Omsk, venden comida típica y pescados.

Llegada a la gran ciudad, dónde dormir

La estación de Novosibirsk también es enorme pero conserva un aire romántico y vintage de la época soviética. Es sólida como todo lo soviético. Al llegar, nos encandila el brillo de las arañas y, desde un rincón, alguien toca un piano de cola. Se parece más a un teatro que a una estación de paso.
Nos alojamos en la Ulitsa Lenina. Es a menos de 1 kilómetro de la estación y a menos de 1 kilómetro del centro. Un buen lugar para recorrer todo.
Elegimos un departamento ya que estaremos dos noches y así podemos prepararnos comida. Más sano y más barato.

Qué hay que ver en Novosibirsk

Novosibirsk es una ciudad de avenidas anchas y transitadas. Junto a las avenidas el barullo constante ensordece. Sin embargo no tarda en confundirse con el murmullo del agua de las fuentes y siempre hay un parque inmenso donde perderse a transitar el silencio.

Son los contrastes que se reiteran durante cada trayecto en el tren Transiberiano. La calidez en Siberia. Las flores por todas partes en un paisaje que sólo imaginamos blanco. Los espejismos modernos de los rascacielos que reflejan casas de maderas como si reflejaran una página de historia antigua.

En Novosibirsk también visitamos el Mercado Central. Varios pabellones con todo lo que a uno se le pudiera antojar comprar, incluso yerba mate aunque demasiado cara. Excesivamente.

Una de las cosas que más nos llamó la atención es la cantidad de teatros con los que tropezamos durante la caminata. Si bien en Rusia abundan las manifestaciones culturales, en Novosibirsk era casi un teatro por cuadra. Para adultos, para niños, dramático, de comedia musical, de muñecos, de ballet, de la Filarmónica. Incalculable.

Además abundan las bibliotecas y los sitios de lectura para todas las edades. Tuvimos el privilegio de obtener un pase y entrar a la biblioteca más grande de Siberia. Nos hubiéramos quedado toda la tarde! Tan interesante!

En Rusia no hay horarios

Algo infalible al hacer el tren Transiberiano es la puntualidad. Los trenes salen y llegan a la hora prevista. Ni un segundo más ni uno menos.

Nos hemos percatado que si un tren está a punto de llegar temprano, desacelera y pone cámara lenta para llegar a la hora correspondiente en punto.

Paradojicamente la mayoría de los supermercados están abiertas 24 horas. Así que, sin mucho apuro, vale la pena zigzaguear por las calles Kommuniticheskaya y Oktabriaskaya, descubriendo entre los árboles y las aceras las viejas casas tradicionales de madera. Encantadoras muestras de las páginas del tiempo.

Tiumen, una ciudad sorprendente en la sexta parada del tren

Al preparar un viaje en el Transiberiano es primordial estudiar la ruta y seleccionar las paradas. Si bien serán el destino y los horarios de los trenes quienes tendrán la última palabra, es necesario llevar un itinerario tentativo para aprovechar el tiempo de la mejor manera.

El viaje en el Transiberiano es un largo camino que ofrece además pueblos y ciudades infinitos a la vera del ferrocarril o cerca de él. Es muy difícil, casi imposible, visitar a fondo toda esta inmensidad por eso encarar el viaje en Transiberiano con un programa tentativo de paradas nos servirá de guía y será de gran ayuda.

Tiumen, la ciudad que sorprende

En esta parada, según lo investigado, parece que es sólo Tobolsk lo que vale la pena. Tobolsk ha sido por supuesto muy antigua y muy hermosa pero llegar a Tiumen después de semejante belleza, lejos de desilusionar, deslumbra.

Tiumen es una ciudad llena de parques con muchos árboles, pinos, abetos.

Los edificios son monumentales. Cuenta con teatro de arte dramático y ballet, teatro de marionetas y un edificio de la Filarmónica que es un verdadero templo para la música.

Entre los edificios monumentales le ponen un toque de color a la ciudad imponente, las antiguas casas de madera con tejados yo ventanas con marcos de cenefas que parecen tejidas al crochet.

Abundan los memoriales a los héroes de la Gran Guerra Patria, las placas y exposiciones permanentes honrando a los ciudadanos que combatieron al fascismo.

El Parque Lenin es el parque central y la estatua de Vladimir Ulianov supera toda altura alrededor.

Malecones y el río Turá

Cuando creías que ya lo habías visto todo aparece un río y no un río cualquiera. El río Turá es un río hermoso, con una serie de malecones en diferentes desniveles, con fuentes y jardines y música.

El agua fluye por canales de mármol y cae desde vasijas de piedra preciosa. Cataratas de agua bajan desde la ciudad por laderas de carrara esculpida y se estrellan en chorros tupidos de espuma.

Es un continuo espectáculo de placer para los sentidos. Recorrer este malecón y cruzar el Puente de los Enamorados sobre el río le dan un toque descollante a la quinta parada de nuestro itinerario de viaje en el Transiberiano.

Cómo llegar a Tiumen

Tiumen está sobre el trazado ferroviario de viaje en el Transiberiano. Si hemos ido a recorrer Tobolsk y dormido allí, sólo debemos tomar el autobús número 20 (no muy frecuente) hacia la estación de Tobolsk.

La estación de trenes de Tobolsk está a más de 14 km y el autobús, muy puntual como todo por aquí, toma 42 minutos desde la el centro de Tobolsk hasta la estación de trenes.

Una vez en la estación de trenes, tomamos cualquier tren a Tiumen.

Continuar el viaje en Transiberiano desde Tiumen

Para continuar el viaje en el Transiberiano desde Tiumen vamos a tomar un tren a Novasibirsk. Será un largo camino. Viajaremos toda la noche y la mitad del día siguiente, 18 horas en total.

Quinta estación: Tobolsk, una de las ciudades más lindas de Rusia

Tobolsk está catalogada como una de las ciudades más lindas de Rusia. No está sobre la línea principal del Transiberiano pero vale la pena desviarse un poco para conocerla.

Es una ciudad antigua, fundada en 1587 y fue la primera capital de Siberia.

Cómo llegar a Tobolsk

Para llegar a Tobolsk que es una de las ciudades más lindas de Rusia, podemos bajar del Transiberiano en Tiumen y tomar otro tren hasta aquí. Hay varios trenes por día y demoran poco más de dos horas.

También se puede tomar un tren nocturno desde Ekaterimburgo. Esta fue nuestra elección. Dormimos en el tren y amanecimos en Tobolsk.

La estación de trenes de Tobolsk está alejada del centro de la ciudad unos 15 km. Pasan algunos autobuses que acercan al centro histórico y taxis que cuestan 350 rublos.

Dónde dormir en Tobolsk

Como la ciudad está esparcida en distintos barrios y con desniveles entre unos y otros, es conveniente buscar un alojamiento cerca del Kremlin.

Nosotros encontramos el Hotel Yamskaya y ha sido una maravilla completa.

Está a pocas cuadras del Kremlin, rodeado de flores. Nuestra habitación tiene un ventanal que da a la mejor parte del jardín.

El personal de administración es por demás de amable, muy agradables y el desayuno, incluido en el precio es soberbio y delicioso.

Además, el precio del Yamskaya está muy bien, 3100 rublos con el desayuno.

Qué visitar en Tobolsk

Lo más llamativo y por lo que se ha honrado a Tobolsk con el título de una de las ciudades más lindas de Rusia, es su Kremlin.

Esta construcción de muros trufados y torres blancas con simpáticos techos en sus torres, será una delicia para nuestros ojos.

Para donde miremos, admiraremos las doradas cúpulas intercaladas con otras de lapislazuli, como si un manto de cielo estrellado cubriera los templos.

El interior de las iglesias es igual de suntuoso por dentro. Magníficos frescos e iconografías pueblan techos y paredes de las catedrales de Santa Sofía y de la Intersección.

Entre ambas iglesias se eleva un campanario legendario cuya campana llamó a revelarse contra el zar Boris Godunov.

Los insurrectos fueron encerrados en la prisión del Kremlin que hoy constituye un interesante museo.

Todos las calles del Kremlin, jalonadas de flores, los amplios parques que rodean las edificaciones nos invitan a detenernos a contemplar.

Una vez rodeado y recorrido este Kremlin de una de las ciudades más lindas de Rusia, podemos bajar por unas largas escaleras de madera hasta el Casco Antiguo.

En el Casco Antiguo de Tobolsk se mantienen en pie casas de madera. Algunas bien conservadas y otras desmoronándose en el suelo pantanoso del río Irtish.

Las ciudades más lindas de Rusia nos revelan más de un secreto y sorpresa. En Tobolsk nació, estudió y trabajó Mendelyev, el creador de la tabla periódica de los elementos. Un logro magnífico que desde su creación ha servido a todos los estudiantes y profesionales de la química.

Hay otros museos para visitar, de historia local y regional siberians, y palacios y mansiones.

También pasaremos por iglesias llamativas como la del Arcángel Miguel con un interior muy colorido y la de Zacarías e Isabel.

Honor a los combatientes de la Gran Guerra Patria

Cada ciudad de rusa tiene impreso el recuerdo de la Gran Guerra Patria. En todas ellas se honra a la memoria de quienes lucharon y derrotaron al fascismo.

En Tobolsk existen varios memoriales, uno de ellos, el del Regimiento Inmortal, presenta paneles con fotos de los combatientes locales en una pasarela de cientos de metros. Más adelante flamea la llama eterna y nunca faltan los claveles frescos.

Hay otros memoriales a lo largo y a lo ancho de una de las ciudades más lindas de Rusia.

Ekaterimburgo, la cuarta ciudad más grande de Rusia y cuarta parada de nuestro recorrido

Ekaterimburgo constituye sin lugar a dudas una de las imprescindibles ciudades que visitar en Rusia.

Se trata de una ciudad moderna y movida. Pujante y muy rica. Su ubicación emerge de una tierra en la que los minerales y piedras preciosas brotan como la maleza. Desde tiempos ancestrales, cuando los reinados de Pedro I, el Grande, y su esposa Catalina, patrona de la minería, Ekaterimburgo no ha dejado de regalar joyas ni de crecer en todas direcciones.

Ekaterimburgo, una de las ciudades que visitar en Rusia para entender su historia

Esta metrópoli es la capital política de los Urales y su ubicación señala, aproximadamente, la frontera entre Europa y Asia.

El protagonismo de las ciudades que visitar en Rusia como Ekaterimburgo es relevante. Además de haber sido y seguir siendo fuente inagotable de riquezas, fue aquí en este reducto bien comunicado de Rusia, donde se establecieron para mayor seguridad, las fundiciones y fábricas durante la Gran Guerra Patria.

Por otro lado, esta ciudad fue clave entre el imperio y el periodo revolucionario ya que aquí se ejecutó al último zar.

Uno de los edificios más destacados el de la Administración de Ekaterimburgo. Un edificio monumental de la época soviética, frente a la Plaza 1905 y saludado desde el lado opuesto de la Avenida por una estatua de Lenin eterno.

Qué ver en Ekaterimburgo?

Salimos a caminar y la ciudad es una incongruencia de contrastes muy acentuados entre lo moderno y lo antiguo.

Hay mucho tráfico todo el tiempo pero existe una peatonal en pleno centro neurálgico, que otorga cierto respiro al bullicio urbano.

Caminamos por la Peatonal y enseguida nos asalta la atención, una serie de hermosas y bien logradas esculturas de hierro.

La presencia del arte callejero en todas las ciudades que visitar en Rusia es permanente y con piezas muy bien logradas.

En Ekaterimburgo, no sólo nos sorprenderán las esculturas en las veredas sino que, de pronto, la música en vivo inunda el aire.

En varios puntos de la ciudad hay pianos. Pianos de madera bajo un kiosco techado y no es raro, sino frecuente, que haya un ruso tocando. Y tocando bien.

Al mismo tiempo, se aprecian partidas de ajedrez en cualquier superficie plana que permita apoyar un tablero.

En Ekaterimburgo, al igual que en Perm y otras ciudades que visitar en Rusia, existe una línea roja trazada en las veredas para hacer un circuito turístico por los lugares que no hay que dejar de ver. En este caso la línea roja nos guía hasta las Iglesias de la Sangre Derramada, la Capilla de la gran duquesa Isabel Fiódorovna, la Iglesia de la Ascensión y el barrio literario con varias casas tradicionales de madera, restauradas.

Uno de los lugares más agradables para caminar, es la zona del estanque y el río Iset.

Tal como ocurre en otras ciudades que visitar en Rusia, la construcción, ampliación, remodelación, están a la hora del día.

Cómo moverse en Ekaterimburgo?

Ekaterimburgo cuenta con un trazado de metro de dos líneas que nos permiten ir de la estación a la ciudad. Existe también una red de autobuses y una de trolebuses. Con el trolebús número 3, línea rosa, también podemos cubrir el trayecto estación de trenes-centro.

Los buses urbanos, trolebuses y metros cuestan 32 rublos. En el trolebús una cobradora se acerca a solicitar el pago y entregar el boleto y en el metro, por el mismo precio, se compra una ficha.

La estación de trenes está ubicada a unos cuatro kilómetros del centro de la ciudad.

Donde alojarse en Ekaterimburgo?

Para descansar es mejor hacerlo a no más de uno o dos kilómetros del centro, sobre todo si vamos a recorrer la ciudad a pie.

Nosotros estuvimos en un departamento ubicado en el barrio Arbat, rodeado de comercios de todo rubro y con acceso a varios medios de transporte.

Además es de considerar que si vamos a llegar tarde, un departamento de este tipo con entrada con código electrónico, facilita la llegada tanto para el anfitrión como para el huésped.

Estos alojamientos, podemos conseguirlos a través de páginas como Ostrovok donde existe la opción de reservar sin tarjeta de crédito.

Museos, teatro y orquesta para disfrutar en ciudades que visitar en Rusia

Todas las ciudades rusas, además de la calidad musical y artística de los espectáculos callejeros, cuentan con teatros de opera y ballet y filarmónicas, de las mejores del mundo. En la Filarmónica de Ekaterimburgo, por ejemplo, dirigen los directores más prestigiosos del ámbito internacional y con frecuencia toca la orquesta de los Urales.

Entre los museos que podemos escoger para visitar está el de íconos de Neviansk, el Museo de Historia Militar de los Urales, y el de Bellas Artes.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Tercera parada de nuestro tren

Viajamos de noche en un largo tren y llegamos a Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia. Aunque los itinerarios clásicos pasen sólo por San Petersburgo y Moscú, lo que ya abunda, visitar otras ciudades ampliará significativamente lo que el título de Federación Rusa se refiere.

Recorrer Rusia en tren

Hacer una noche en un tren de largo recorrido también puede considerarse entre los lugares que visitar en Rusia. Estos trenes constituyen un mundo.

Hay varias categorías, el camarote cupé que es un compartimento cerrado con cuatro literas y el platskart que son todas las literas en el vagón pero sin puertas. Esta segunda opción es más barata y más conveniente.

Viajando en platskart uno toma contacto con el ruso genuino. Se comparte o se escucha la charla ajena o los ronquidos en ruso. Se huele lo que comen y a veces, si convidan, se prueba. Como si esto fuera poco, en platskart uno puede seguir de cerca una historia de amor o desamor y hacerse la película, literalmente hablando.

Perm, uno de los lugares que visitar en Rusia

Llegamos después de mediodía ala estación de Perm 2.

En Perm hay dos estaciones. La 1 está cerca del centro, alberga un museo y es de un estilo clásico muy bonito.

La estación Perm 2 está a cuatro kilómetros del centro y se puede llegar hasta allí en el autobús número 1. Los billetes de autobús pueden pagarse al chofer y cuestan 35 rublos. También se puede ir en un tren suburbano de una estación a la otra por 32 rublos.

Dónde alojarse en Perm

Llegamos a nuestro alojamiento frente al Parque Gorky. Este es un parque de diversiones con juegos modernos, ferias, arboledas.

El alojamiento que conseguimos en Perm, una de los lugares que visitar en Rusia, es un departamento de la época soviética. En estos edificios todo es grande y sólido. Tenemos dos habitaciones con camas enormes, cocina equipada, baño con bañera alta hasta la cadera -una piscina- y balcón.

Lugares que visitar en Rusia, la ciudad de Perm

Salimos a recorrer las calles. En Perm hay dos recorridos sugeridos para no perderse nada. Se deben seguir las flechas pintadas en las veredas. Hay dos opciones, verde y roja.

La línea verde pasa por lo más destacado arquitectónicamente y la roja, más romántica, sigue el hilo de las historias de amor que tuvieron lugar en Perm.
Seguimos las dos líneas de manera indecisa, una y otra alternativamente según lo que nos fuera llamando la atención.

Pasamos por el Teatro de la Ópera y el Ballet, la Catedral, una mezquita, un montón de mansiones de mercaderes que vivieron aquí.

Ríos y malecones

De los lugares que visitar en Rusia, Perm es una de los que ofrece un malecón imponente.

El río Kama es un río caudaloso y profundo que comunica al país con todos los mares. Caminamos por el malecón que al igual que muchas otras calles y edificios vemos que están en refacciones o construyéndose más. Evidentemente y tal como nos comentó nuestro anfitrión, podemos conocer un Perm hoy y encontramos con una ciudad que visitar en Rusia, muy diferente, en pocos años.

1 de septiembre, «Первый звонок» y Día del Saber

En Perm nos toca vivir un día especial para el pueblo ruso todo. Amanecemos aquí el 1 de septiembre, День знания.

Este día empiezan las clases en todos los establecimientos educativos de toda la Federación Rusa. Sobre todo es un día relevante para quienes comienzan la escuela. Este día será recordado por ellos para siempre.

Se llama el día de «Первий звонок», el primer timbrazo. Todos los chicos llevan flores a sus maestros y luego quienes comienzan su educación, son llevados en andas, sobre los hombros, tocando campanas, por quienes están egresando.

Nizhny Novgorod, segunda parada en la ruta Transiberiana

Dejamos Suzdal y un pedazo del corazón allí, en lo de Tatiana que tan cálidamente nos acogió en su milenario hogar. Para retomar la ruta de todo lo que hay que ver en Rusia de camino a Vladivostok, regresamos a Vladimir.

En Suzdal caminamos hasta la estación de buses. Una hora de bus a Vladimir, 116 rublos y, desde enfrente de la estación de buses, tomamos el tren a Nizhny Novgorod. Vamos hacia nuestra segunda parada en esta ruta y la tercera ciudad más grande que hay que ver en Rusia.

Dónde alojarse en Nizhny Novgorod?

En Nizhny Novgorod nos alojamos en el Hotel Volga, sobre la Avenida de la Natividad y a pocos pasos de la Catedral del mismo nombre. Varias imágenes nos asaltan la vista al llegar allí, las esculturas de personajes típicos de Nizhny y el racimo de cúpulas doradas de la catedral con su increíble iluminación multicolor.

Luego de alojarnos en el Volga que cuenta como la mayoría de estancias rusas, trenes, salas de espera, hoteles, con dispenser de agua fría y caliente, preparamos el mate y nos fuimos a caminar por uno de los malecones de Nizhny Novgorod.

Volga Volga a más de 30 grados de calor

Una de las cosas que ver en Rusia es la inmensa red fluvial. Ríos de mucho caudal y profundidad que permiten el fluido hacia todos los mares de embarcaciones.En Nizhny Novgorod estaremos frente a la confluencia de dos de estos enormes brazos de agua, el Oká y el imponente Volga.

Caminar por los malecones es un espectáculo a cielo abierto. Músicos y cantantes, puestos de ferias de artesanos, la ciudad encendida al igual que las fuentes y una fiesta de niños disfrutando de la calurosa noche bañándose y jugando entre los chorros frescos.

Recorrer la ciudad con Alyona: amabilidad y simpatía rusa

Al día siguiente caminamos con Alyona a quien habíamos conocido en el tren. Alyona habla castellano, inglés y francés y supo trabajar de guía turística. Nos contó la historia de la ciudad y nos guió por un recorrido perfecto desde el Kremlin hasta la Peatonal y luego a la avenida de la Natividad donde está el hotel.

El Kremlin de Nizhny es notorio ya que se erige sobre un barranco. Trepamos a él y recorrimos sus edificios interiores, una exposición referente a la Gran Guerra Patria, la Iglesia de San Miguel Arcángel.

Luego caminamos por la Peatonal donde se destacan varias casonas estilo ecléctico que admirar. Edificios soviéticos y pre-soviéticos, esculturas con historia y proveedoras de buena suerte.

Gorky vivió en esta ciudad y es un personaje emblemático y muy querido. Su estatua de siete metros es visible al final de la peatonal.

Pelmenis y kvas en un restaurante tradicional

Gracias a la compañía de Alyona entramos a comer a un restaurante tradicional muy bello. Al son de los tangos de Piotr Lecshenko degustamos pelmeni y probamos el kvas, fuerte, agrio y muy sabroso. Una escena de película que ver y protagonizar en nosotros mismos.

Más tarde y tras despedirnos de Alyona bajo un chaparrón in crescendo, subimos al malecón Fedorovsky, un malecón que, desde las alturas, nos regala vistas fabulosas que ver en Rusia de la confluencia de dos gruesos cinturones de agua, el Oká y el Volga.

Más parques, más flores, más fuentes. Despedida con sabor a nostalgia

Y es que en cada calle de Rusia una se va dejando el corazón.

Cayendo la noche nos sentamos en el parque. La música clásica fluye desde los altoparlantes y los chorros de las fuentes danzan al son.

Ya de noche, compramos algunas vituallas para el viaje nocturno en tren y nos fuimos a la estación en el «marshrutka» número 1. En el trayecto hicimos dos amigos. Una mujer que llevó mi mochila en su falda y se despidió con besos y un hombre que no permitió que yo cargara la mochila para bajar del bus. En otro país hubiera pensado que me la quería robar…

Nuestro tren sale a las 23.16. En punto como eternamente en Rusia. Subimos a nuestras literas de «platskart» los vagones más baratos, no sin antes cargar el mate con el agua del samovar.

Viajar en tren es algo que se debe vivir y que ver en Rusia. Toda una experiencia.