Un camino fácil. Tomamos la ruta que va a Managua, una ruta en buen estado y con pocas ondulaciones. En un empalme desviamos por el camino que va a Puerto Sandino. Es una ruta nueva, muy lisa y ahora sí con algunos desniveles, pero cómoda. Pasamos por una petrolera del ALBA, ondean juntas las banderas de Venezuela, y Cuba. Desde Puerto Sandino fuimos hasta El Velero, un sector amplio de playa diseñado por el FSLN para que los nicaragüenses puedan disfrutar del mar. Siguen las marejadas en toda la costa del Pacífico, desde Chile y hasta México, pero esta parte de Nicaragua no ha sido afectada. En la entrada al complejo de El Velero hay un guardia de seguridad, la entrada es libre y, aunque hay algunas casas cerca de la costa, el acceso es para todo el mundo. Hay una piscina natural que se llena con el agua del mar y cuando la marea baja, a eso de las 11 del mediodía, queda el piletón lleno entre las rocas y la gente va llegando a bañarse. Un buen lugar. Ahí se puede acampar. Hay un espacio entre árboles, lugar para fogón y suficiente leña. No vimos agua dulce o canilla. El lugar es agreste. No hay tiendas, las tiendas están en la entrada de la playa, a unos 500 metros.
Pasamos varias horas en esa playa. Charlamos con un nicaragüense que nos ofrecía dormir en su casa de fin de semana, ahí en El Velero. Nos contaba que el gobierno sandinista ha hecho una ley para que la costa no pueda privatizarse y ha mejorado esa zona y otras parecidas, con seguridad y abiertas a todo público.
La ruta de pavimento, por ahora, se termina ahí. Decidimos seguir hacia El Tránsito por un camino de terracería; está bueno, pero las bicicletas saltan mucho y se bandean y se caen los bultos. Son varios kilómetros de tierra con subidas y bajadas. El Tránsito es un pueblo pequeño sobre la playa. Hay balnearios para surfistas, muy exclusivos, donde aunque la costa no se pueda privatizar, grupos de extranjeros que ni siquiera hablan español tienen establecimientos cerrados y no reciben gente. Hay un Surf Camp donde al preguntar si tenían espacio para camping u hostal, nos dijeron que solamente por semana con curso de surf incluido y carísimo. En otro lugar similar, también extranjeros que no hablan ni entienden español, nos dijeron que el lugar estaba cerrado, que todavía no abrieron. Nos dejaron en la calle. A pocos metros, Martín había visto a un señor que nos miraba pasar para un lado y nos miraba pasar para el otro,
-preguntale a ese señor si nos alquila un espacio…
y ese señor, Domingo, nos alquiló debajo de unos árboles, con vista al mar, canillas, duchas, baño, enchufe, por 100 córdobas para los tres. El lugar de Domingo es el mejor lugar de El Tránsito. Sobre la playa. Con suelo blando de arena y a la sombra de dos mangos. Nos ofreció todo lo necesario, le puso una flor a la ducha y hasta una bujía más entre los árboles para que tuviéramos luz.
Salimos a comer las enchiladas en un puestito de la calle del centro, cuestan 25 córdobas -no eran tan ricas como las de Villanueva- un hot dog en en el restaurante también cuesta 25 córdobas; compramos unos pancitos de a 1 córdoba cada uno. Esos sí están bien, ricos y baratos.
Fue un día de mar.
Datos técnicos: León-El Tránsito 59.8 km
3.38.10 hs
Total: 3416.35 km